Un día, Mingyu recibió una nota anónima, esconcida en el bolso que llevaba a clases de baile.

"No soy de hacer esto, no te lo tomes mal.

Quería decirte que bailas hermoso.

Lástima que sea un solo triste, seria más hermoso si te viera sonreír.

Tu sonrisa también es hermosa.

Te admiro muchísimo. "

Sus mejillas se tiñeron de rojo y sus ojos se abrieron ampliamente y lo primero que se preguntó fue quien era aquel misterioso.

—Wen Junhui —dijo Wonwoo, apareciendo a su lado de la nada y haciendo que pegara un salto—. Alto, cabello largo rubio, muy marcado —Wonwoo asintió relamiendo sus labios— Yo que tu le hago caso.

Mingyu tenía el rostro muy caliente ahora, había visto a ese chico que siempre llevaba su cabello largo y medio ondulado atado a la altura de su nuca, tenía un cuerpo que envidiaría a cualquiera y una sonrisa encantadora, iba en el turno anterior de su clase y solo habían cruzado un saludo amable mientras él se marchaba y Mingyu entraba al estudio.

—Wonwoo...ya te dije que no iba a salir con hombres de nuevo —el castaño negó.

—Mingyu, eres un asco para las mujeres —dijo Wonwoo sin un gramo de sutileza.

—Soy un asco para el amor en general —corrigió el menor.

—A ver, Mingyu, te gustan los hombres, ¿Qué problema hay? Ve y amamos, hay muchos hombres que también aman a hombres, ¿Estás en una fase heterosexual o algo?

Mingyu suspiró con cansancio y rodó los ojos.

—El único hombre que ame en mi vida eres y serás tu— dijo mirándolo, los ojos gatunos de Wonwoo se abrieron un poco de más y un ligero rubor apareció en sus mejillas —. Temo que cualquier otro hombre me haga acordar a ti, pero es peor que eso porque cualquier otra persona me hace pensar en ti, Wonwoo.

Caminó de forma silenciosa, hacia él, Wonwoo no se apartó, lo miró sin decir nada.

—Porque ni hay ni habrá nadie después de ti y porque aún te amo y a pesar de todo no quieres volver conmigo y nunca volverás, pero por algo sigues aquí, ¿No?

—Mingyu, no-

—Me amas también —afirmó el menor.

Wonwoo rió con algo de vergüenza.

—Claro que te amo, Mingyu, ¿Quién no te amaría?

—Ya sabes de que forma me amas, Wonwoo —dijo el menor, para que él no le restara importancia— Sabes que me amas como yo.

El rubio se mantuvo sin palabras, Mingyu se inclinó hacia él para unir sus labios en un beso suave, Wonwoo cerró sus ojos y disfrutó del contacto, no hubo mucho movimiento ni muchos gestos por parte de ninguno, fue solo una unión de varios segundos, sin nada más.

Mingyu lo empezó y lo terminó, se separó pata mirarlo con cierta pena.

—La próxima clase, vendré antes para ver a ese tal Wen Junhui.

Y eso fue lo que más le dolió a Wonwoo, a ambos en realidad, pero fue uno de los momentos claves que lo hacian sentir que en verdad, no tenía nada que hacer allí.