Lucíana.

Jamás olvide el dichoso almuerzo del domingo ¿Y como pasó eso?.

Emilio se encargó de recordarlo como una alarma de teléfono fastidiosa, todos los días desde el martes hasta ahora y pues se lo agradezco por que, con todo lo que hago la verdad si lo hubiera olvidado. Estamos almorzando en uno de los mejores restaurantes ingleses en Francia, es su comida preferida y la verdad a mi me gusta mucho, me enseñe a comerla por más de 4 años a su lado.

—¡Cuanto extrañe esta carne de ternera! —mis ojos brillaban, estaba delicioso.

—Es tu favorita en la comida inglesa, mi querida Fleur —le sonrió y asiento, es muy cierto, puede que nos hayamos separado pero, hay demasiadas cosas que jamás cambiarán.

Bebimos un poco de vino y nos reímos, hablamos de cosas triviales, a veces me pregunto si Emilio hace esto con el fin de

¿Conquistarme?

...........

Luisa.

Me encuentro aburrida, desde la última pelea con la tonta de Burgos, Maxi me prohibió ir a sus terapias, quien los necesita, hasta mejor así descanso un poco de él, se vuelven aburridos con sus peleas todos los días.

Que flojera verlos discutir, pero no cabe duda que mi Maxi  esta...niego varias veces, eso no puede pasar, no ahora, no en este momento, Necesito de los millones de euros de Maxi.

Aaaggh..

Y tras de eso súmele esos mocosos, que ni tiempo de calidad me ha vuelto a dar Maxi a mi.

Aunque, eso no me tiene así, lo que me tiene mal es que llevo dos meses sin saber nada de mi verdadero amor, no me llama, lo llamo y no responde, es como si, la tierra se lo hubiera tragado, qué pasaría con él.

Decidí ir a almorzar con una de mis amigas a mi restaurante inglés favorito, solo allí  como verdadera comida, ni mis empleados saben cocinar para mi, ingresamos y nos sentamos en nuestras reservas.

Creo que me estoy volviendo loca, ya veo fantasmas iguales a Burgos, ya la veo por todos lados.

No muy lejos de mi mesa vi muy feliz a la idiota de Burgos con... Me quedé congelada, no podía articular palabra.

—¡¿Qué pasa amiga?! —me habla Sara.

—Ese es.. — y ella mira hacia la mesa donde estaba esa con..

—Emilio ¿Ese no es Emilio? ¡Tú novio! — bufo con cansancio, ojalá fuera mi novio, pero jamás dijo que fuéramos algo, quiero llorar ¿Por que esta con ella? Es la segunda vez que Lucíana me arrebata lo que es mio  algo...

—A esa estúpida le gustan mis sobrados, todo lo que me gusta, ella me lo quiere quitar.

—No me dijiste que, hace dos meses que no te llama y no te contesta entonces, si te termino y ya sabemos por quien —habla como si nada Sara, pero esto también me sirve de  mucho, no la dejaré en paz, a partir de ahora tu vida será un infierno Burgos.

Tomó varias fotos, la que más me gustó fue el ángulo donde él le da un beso en la mejilla y ella se sonroja. Al parecer alguien ya superó a cierto inválido, vamos a ver qué dirá Maxi cuando vea esto.

—Esto apenas comienza, ¡querida Lucíana!.

.......

Luciana

Por fin lunes, comienza de nuevo mis rutinas, llevo a mis bebés a casa de su papá y de ahí me voy a las empresas, en la tarde noche comienzo la sesión de ejercicios con Massi.

Así es todos los días.

Llevo mi uniforme de cambio en mi auto y antes de salir de las empresas en mi oficina me cambió, dentro de un año termino el proyecto con Emilio, y los hoteles serán inaugurados.

Ya los quiero ver iluminados, se van a ver divinos..

Al llegar a la casa de Massi, sigo hasta la habitación donde están todos sus máquinas para hacer sus ejercicios y las terapias.

Hoy es de dos horas, pero han sido las dos horas más pesadas e incómodas que he realizado con el cabeza dura, todo el tiempo me miraba con ganas de matarme, sacarme de ahí, como si quisiera que se acabara el tiempo para que me fuera rápido de aquí.

Es como si quisiera evitarme.

—Vamos a estirar más tus piernas, Massimiliano — las estiró y le doy una banda elástica bastante larga me hago al frente de él y me siento en su misma posición, junto nuestros pies, con nuestras piernas hemos hecho un diamante, tomó el otro extremo de la banda elástica y comenzamos a estirar, veo que gruñe bastante, está reprimiendo el dolor — Si no puedes...

—¡Bien sur que je peux! (¡Claro que puedo!) —me regaña, creo que hoy no está de humor. —¿Qui est-il? (¿Quién es él?) —me mira con el ceño fruncido a los ojos y lo miró sin entender.

—¿Quién es quién? —cierra sus ojos con fuerza y me mira de mala gana.

—No te hagas la desentendida ¿Quien ese ese con el que almorzaste ayer y que evitaste almorzar acá con nosotros? —mi asombro se podía notar hasta la montaña más alta de Francia ¿Como lo supo? Yo... Por Dios, ¿que hago?.

—Yo .. ¡Es un socio de la constructora! — frunce más su ceño. — Él es...se llama Emilio Simons, ¡contrató nuestros servicios para una línea hotelera! — me mira con más odio y ¿Ahora qué?.

—¿Por qué él? —no comprendo, qué tiene que ver esto con lo otro y por qué debo darle explicaciones si él y yo... Espera.

—¿Estás celoso? —bufó con fastidio.

—¡No seas ilusa! —evita mi mirada, me sonrió.

—¿Quién te lo dijo? — sigue sin  poder— ¿Quién te dijo donde estaba y con quien? —vuelve a mirarme —No me digas que me mandas te ha espiar, Massi eso no... —me interrumpe

—Luisa te vio ayer en su restaurante almorzado con ese tipo ¡Muy felices! —suelta la tira elástica y casi me hace caer.

—Oye ¡Qué te pasa! —me comienzo alterar.

—Eso te digo yo a vos ¡Que te pasa! ¿Porque con tu ex novio? ¡No pues que te hizo daño! — bueno ahora si, ella es bruja o que, como supo que Emilio  era mi ex.

—¿Cómo sabes que él era mi ex?

—Es lo de menos Lucíana  ¿Te gusta volver a los lugares donde siempre sufriste o que? —abro mis ojos, a este que le pasa —¡Te encanta sufrir de verdad!. —le doy una fuerte cachetada, no tolero más inrespeto.

—Oye, no tienes derecho de meterte en mi vida, además yo no he vuelto a ningún lado, además si lo hiciera no sería de tu importancia ¡Tu y yo no somos nada! — ya me comencé a alterar.

Suena mi móvil y hablando del rey de Roma, contestó para darle rabia a Massimiliano.

—Emilio  ¡Cómo estas!... Mmm no no puedo, estoy muy ocupada....Puede ser otro día, no te preocupes... Si solo los domingos lo tengo libre pero, este no puedo por que... —no le he dicho que tengo hijos —Yo te llamo cualquier cosa, si claro, dale bye — cuelgo.

—¿Qué te dijo? ¿Por qué te sonrojaste? — comienzo a toser, me había atragantado con mi saliva, por Dios, ábrete tierra y trágame para escupirme en casa.

—¡Nada! —nos quedamos en silencio.

—¿Volverás con él? —su pregunta me ha sacado de mi burbuja y lo miró con desconcierto, la verdad no lo sabía.

—No sé.. —suspiro con fastidio —, a mi me gusta regresar a los lugares donde tanto sufrí, así como en estos instantes.

Fue lo último que dije, me paró del suelo y llamó a Julian, para que me ayude con Massimiliano a ponerlo en su silla, me despido de todos, acomodo a mis hijos en sus puestos y conduje a casa, mi cabeza iba a explotar.

Pero todavía seguía la pregunta ¿Cómo supo Massi que Emilio  es mi ex?

........

Maximiliano

—"El imbécil de mi ex.. Hip.. Emilio Simons, idiota, me hizo demasiado daño, que si lo llegó a tener aquí enfrente mio lo.... Nada no le haría nada porque no soy yo, no soy capaz de hacerle daño a las personas que me lo hacen a mi, es mi naturaleza".

En ese momento, ella estaba ebria, no recuerda un poco de lo que me contó, de quien era su maldito ex y saber que se está reuniendo con él me lastima, no quiero que ella se siga viendo con él, pero como evito eso.

—¡¿Será que ya me olvidaste?! —miró hacia el cielo, hoy quería estar en el jardín mientras llega Lucíana  para las terapias, he cambiado físicamente otra vez, ya me comienzo a sentir más como el de antes pero más maduro. Ya tengo 32 años, debo volver a ser como era antes del accidente.

¡Cuanto tiempo mas debo esperar!

.........

Ha pasado cinco meses desde entonces; Cada vez que viene Lucíana  es solo para nuestros ejercicios y era poco lo que hablamos, nos hemos vuelto más distantes de lo normal, creo que debe estar saliendo con Emilio, pero no le puedo decir nada, ya que yo la herí y continúe con Luisa.

Con qué cara le puedo reclamar.

La estoy perdiendo, ya llevamos cinco meses de avances y he dado tanto de mi que pronto caminere. No quiero depender más de esta silla de ruedas.

Mis dos pequeños hijos cada vez están más grandes, gatean por toda la sala muy sonrientes, ya quieren caminar, se paran solos pero todavía temen dar el paso. aunque Victoria  es bastante consentida, mantiene cargada.

Pronto cumplen su primer año y la verdad, todos estamos muy felices por los grandes cambios que hace Lucíana  en nuestra familia.

Otra vez, Lucíana...

........

Lucíana

Han pasado siete meses, esos mismos siete meses han pasado demasiadas cosas; Emilio sigue cortejando pero yo todavía no quiero nada con nadie. Claudio y Laura  por fin se dieron una oportunidad, casi que no, me tocó insistir tanto para que Laura se la diera.

Falta un mes  para el primer año de vida de mis bebes, estamos todos felices por todos los cambios buenos que se han ido dando.

Todos estos meses, Massimiliano ha mejorado su estimulación motriz gruesa, Lana algunas veces me ayuda con su tío, terminamos riendo y jugando, pero cuando nos quedamos  solos, él me evita o viceversa, debe pensar que estoy con Emilio, ya que le ha llegado demasiados comentarios a él de mis salidas con Emilio y ¿Como lo se? Por Mercedes  y Roxxy, ellas hablan con Massi y él les cuenta lo que le dicen, que Luisa me ha visto salir con Emilio muchas veces, no se como pierde su tiempo espiandome, está loca; de la nada Mercedes  me tomo de la mano y me pregunto que si era verdad que había vuelto con Emilio, me lo había dicho con tanto dolor pero, en ese momento quedé desconcertada, no comprendía muy bien lo que ocurria, la verdad si me asombro que supieran mis paraderos y que me veía muy seguido con él, pero era por el trabajo.

¡Me pregunto cómo es que Luisa sabe tanto de mí y más con Emilio!.

Esa chica en verdad está mal de la cabeza, jamás lo dejaré de repetir, está medio traumatizada.

........

Luisa

Siete meses atrás...

Estoy que no soporto a este par de hombres, son unos estúpidos que les pasa, que tiene Burgos que no lo tenga yo, por Dios, esta estúpida me quita todo lo que es mio y en mi cara.

Yo en verdad te amo Emilio, por que..

Me limpio mis lágrimas, me acomodo y tomo las llaves de mi auto, debo ir donde está Emilio se hospeda. Lo mande a investigue a fondo a Emilio  y por supuesto que a la tonta de Lucíana, aunque una parte de la información me la hizo enterar Maximiliano, quedé asombrada, la boba está fue novia de Emilio  por 4 años y terminaron por Emilio, ya que el idiota es muy ambicioso y la dejo por una de más edad, que murió en un accidente quedando como el dueño legítimo de todo su dinero.

De haberlo sabido que ella es más millonaria que todos aquí, hasta del propio Maximiliano, la historia sería otra, Emilio jamás la hubiera dejado y jamás lo hubiera conocido, por eso es que voy detrás del dinero de Maxi, para que la atención de Emilio  sea solo mia, que solo me mire a mi.

Deseo a ese hombre a mi lado, pero veo que no se rinde con Burgos. Ya no me llama, ya no me busca.

Paso directo a recepción les digo a las que le quiero dar una sorpresa a mi novio, les doy un buen soborno y subo directo a su piso, al tocar su puerta y él abre, me mira con asombro y frunce su ceño, me toma con fuerza de la mano y me afrenta a su habitación.

—¡Cuanta emoción de verme amor!. —habló con ironía.

—Cállate ¿Qué haces aquí, porque te dejaron pasar?. — estaba bastante enfadado.

—Llevas más dos meses sin verme, no me llamas, ¡que pasa!. —ignoro sus preguntas.

—Pues deberías de seguir con tu camino, si eso pasa, es por que no te quieren ¿no?. —lo miro con odio.

—Es por esa maldita desgraciada ¿Verdad? —abre sus ojos de asombro — Se que fuiste el ex de Luciana Burgos, como es el mundo de pequeño, salías con la que más odio en esta vida, por arrebatar lo que me pertenece, el amor de Maximiliano y ahora tú ... Esa maldita.

—Callate!, no permitiré que te expreses de esa manera sobre Lucíana, no le llegas ni a los talones —me acerco a Emilio y lo abrazo por la cintura, él se tensa.

—Por qué eres así conmigo Emi, si yo te amo. Todo esto lo hago por ti, para que me mires! — tensa aún más sus músculos y me separa de él.

—Estas mal de la cabeza, te dije hace rato que dejaras eso, solo éramos una aventura porque la verdad no quería a mi esposa y Lucíana  se había ido de mi vida, eres un desquite, un bajón para mis hormonas, no más. —se acerca a mi bastante enojado —Luisa, que te quede claro, aléjate de mí y de Lucíana

—Lo veo muy lejos querido Emilio, ella mantiene mucho con mi futuro esposo, es su terapeuta, además... — lo miro con malicia — Ella y Maxi tienen dos bastardos hijos y gemelos, juntos, así que... ¿Qué miras allí?, yo estoy aquí y sin hijos.

—¡Callate! ¡Callate! —me tomó de los brazos con rabia, me quejo ante su fuerza me duele — Lárgate de una buena vez, no te quiero volver a ver en mi vida!.

Cierra la puerta de un portazo, había varias mucama en el pasillo, me acomodo y las ignoro, esto apenas comienza y estas humillaciones me las pagas maldita Lucíana, te saldrá caro todo esto y por haberme quitado lo que me pertenece.

—¡Te odio!.

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Emilio

Por Dios, esa mujer está loca ¿Cómo es que siempre hace lo que se le dé la gana? Es una mujer demasiado caprichosa ¡A donde me fui a meter!

—Lucíana con dos hijos, y con la persona que ella más sufre, sus ojos me lo dicen todo... ¡Es él!

Pase lo que pase, la recuperaré, no me importar si ese idiota esta en la mitad o que sea el padre de sus hijos, Lucíana  debe ser mía cuente lo que cueste.

Apenas estoy comenzando, se que lucí  me volverá a dar una oportunidad, me la sabre ganar.

..........
Continuará