xli. Blow 'Em Away! (Pt.3)

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FORTY-ONE TAKE ALL OF 'EM FUCKERS
AND BLOW 'EM AWAY! (NO.3)

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LA MAÑANA DEL partido entre Slytherin y Gryffindor es catastrófica, pero Holly se lo esperaba en el momento en que se dio cuenta de que, en algún momento, tendría que jugar contra su novio en quidditch, como capitanes de equipos rivales. Esperaba despertarse la mañana del partido con nervios... No esperaba ignorar a Pansy, pero entonces, no esperaba que ella revelara uno de los mayores secretos de Holly a una extraña, así que.

Aunque todo va bien. Holly y Harry ya se han prometido no permitir que este partido se interponga entre ellos, a pesar de que están preocupados por perder y recibir la paliza verbal de toda una vida en sus casas. Escuchó a la gente en la sala común, sabe que creen que va a perder, que tomó la decisión equivocada con los que ella eligió, que va a perder porque su novio es el capitán del otro equipo. Y es una mierda, porque sabe cuánto necesita Harry ganar este partido, pero ella también.

Holly odia esto. Odia la rapidez con que esto se ha convertido en "Lippincott perderá por Potter" y "Potter perderá por Lippincott"; en la semana previa a este encuentro, Holly aparentemente se ha convertido en una malvada villana en la casa de Gryffindor, según Ron y Hermione, quienes le contaron a regañadientes las cosas que sus compañeros habían estado diciendo sobre ella. Cosas como 'es tan mala como su primo' y 'tiene a Potter embelesado, él la dejará ganar... Su madre, al parecer, fue muy manipuladora.'

Rápidamente, se ha convertido en la 'Slytherin malvada,' a pesar de que ha gastado miles de galeones en comprar escobas nuevas para cada equipo, por lo que las personas que no pueden comprarlas no están en desventaja. Ha hecho todo lo posible por hacer que la gente piense hey, tal vez los Slytherins no sean tan malos, y nada de eso funciona en Gryffindor porque es la novia de alguien. Es jodidamente ridículo.

No es como si Slytherin fuera mejor. La mayor parte de su casa ya odia a Potter, pero las cosas han empeorado. Durante la semana pasada se acercaron a ella, tratando de difundir mentiras sobre cómo 'lo vieron con Romilda Vane' o cómo debe tener cuidado porque 'nunca se sabe con los Gryffindors.' Es como si esperaran que ella pensara que él la está engañando, en el momento en que dicen que estaba "besando a alguien cerca del patio," y planeara una venganza al estilo Tarantino para vencerlo en quidditch... Es como si no se dieran cuenta de que ella también se estaba besando con alguien en el patio y, curiosamente, era él.

Solo uno de ellos puede ganar, así que Holly va a hacerlo lo mejor que pueda. Espera ganar, y si no, está bien, su novio ganó y eso es igual de bueno. De cualquier manera, puede celebrarlo, pero supone que su propia dedicación al equipo determinará si es una capitana victoriosa o una novia orgullosa.

Así que entra en el Gran Comedor, su corazón aún palpita. Todos en la mesa de Slytherin la miran y se vuelven hacia sus amigos para susurrar. Holly ya no tiene hambre. No quiere particularmente sentarse en su mesa con los susurros... Pero no puede sentarse con Harry, ¿imaginas cómo reaccionarían ante eso? Sería traición si se sentara en la mesa de Gryffindor hoy. Y si pierde también...

—Hey —llama Harry, caminando hacia ella. Holly suspira, porque solo con su presencia la hace sentir mejor, pero luego recuerda que su casa quiere que ella le gane en el partido y de repente todo se vuelve horrible otra vez—, ¿quieres que comamos fuera?

—¿Gryffindor está haciendo lo mismo que Slytherin? —dice Holly, con el corazón acelerado en su pecho—. ¿Se acercan a ti y te dicen que soy terrible y cómo me vieron besándome con alguien, cuando ese alguien eras tú, pero están tan empeñados que buscan una forma de volverse contra mí...?

—Voy a buscar algunas tostadas, ¿vale? —dice Harry, sonriendo suavemente.

Holly respira—Vale.

Espera a un lado del pasillo, jugueteando torpemente con sus pulgares mientras intenta ignorar a los que susurran su nombre y el de Harry. Cada par de segundos, echa un vistazo a Harry e intenta que él se mueva más rápido, para que no tenga que quedarse aquí sola, teniendo que ver a todos los alumnos mirando, susurrando y...

—Vamos, Hol —dice Harry, cargando una pila de tostadas envueltas en una servilleta. La rodea con un brazo para guiarla fuera del pasillo y ella escucha que alguien de Slytherin dice: "mira, la acorralará y le lanzará un Confundus. No puedes confiar en los Gryffindors, especialmente en los que saben todo sobre personas que han hecho magia oscura para tener éxito."

Sí, él sabe eso porque intentaron matarlo, ella piensa, mientras se sienta junto a Harry en un banco afuera.

—Gracias —Holly le sonríe débilmente—. Aprecio esto, en serio.

—Siento lo del otro día —dice Harry, dándole a Holly una rebanada de pan tostado con mantequilla y mermelada de fresa ya untada—. No quise enfadarte... En ese momento pensé que podría haber sido tu primo quien hizo daño a April, pero supongo que no fue así. Lo siento, Holly.

Holly lo mira, sacando su labio inferior.

—A lo mejor te perdono —dice ella, alejándose. Él le sonríe disculpándose, y ella le envía una sonrisa—. Sí, te perdono... te preguntaría cómo te sientes por el partido, pero sería mejor si no hablamos de eso hasta que acabe —levanta una ceja, su voz se eleva hacia el final mientras sugiere la idea.

Harry asiente.

—Será lo mejor. Pase lo que pase, no quiero que discutamos por eso.

—Yo tampoco —dice Holly asintiendo. Mira su reloj y le sonríe dulcemente—. Debo irme. ¡Buena suerte! Lo harás super.

Harry levanta una ceja—¿No se supone que vamos a competir entre nosotros?

—Sí, pero la mejor competencia es la que te desafía —dice Holly, encogiéndose de hombros. Besa su mejilla, tratando de ignorar la cantidad de personas sentadas cerca—. Entonces, eh, nos vemos en el campo de quidditch.

—Buena suerte, Hol —Harry sonríe hacia ella—, la necesitarás.

—Ah, ja, ja —Holly rueda los ojos—. Hasta luego.

Holly se dirige hacia el campo, ya vestida con su equipo de Slytherin. Es la primera de su equipo en llegar, como espera, y se recoge el pelo en una coleta mientras espera que lleguen, mirando hacia la palabra CAPITANA bordada en el pecho de la camisa, justo debajo del emblema de Slytherin.

El resto de su equipo llega en los próximos minutos, apretando sus escobas con fuerza. Holly les da a todos una cálida sonrisa y, cuando Harlow y Ruby llegan, Holly comienza a decir:

—No me voy a enfadar, no os preocupéis, pero diré que hagáis todo lo posible, sé eso nos va a dar la victoria que merecemos. Todos habéis sido brillantes desde el principio, y dejando mis lazos con Gryffindor a un lado, acabemos con ellos.

Ruby le sonríe a Holly. Toby y Elijah intercambian una mirada de nerviosismo, antes de que Harlow camine hacia ellos, poniendo una mano en sus hombros para consolarlos. Les desea la mejor de las suertes, y Millicent y Ruby intercambian un gesto de asentimiento. Holly sonríe a Flo, quien débilmente devuelve la expresión. Tienen esto.

—Estrechaos la mano, capitanes —indica Madame Hooch unos minutos después, una vez que ambos equipos estuvieron presentes para que el resto del colegio los viera. Holly y Harry se sonríen mutuamente y se dan la mano, lo que ella encuentra bastante formal para ambos—. Montad en las escobas. Atentos al silbato. Tres... dos... uno...

El silbato suena y, en segundos, Holly está en el aire; ve a Ruby adelante, ya sosteniendo firmemente a la quaffle, y Holly entorna los ojos. Gracias a Merlín se acordaban de las prácticas.

Ruby le arroja la quaffle a Flo, quien se acerca a dos de los cazadores de Gryffindor. Dean Thomas se abalanza para enfrentarla, ella lanza la pelota de nuevo a Ruby. Holly vuela más abajo, girando para que que Ruby la vea. Le lanza la quaffle a Holly y ella la agarra, girando y haciendo un giro en su escoba para volver en la dirección adecuada para lanzar la quaffle hacia el aro. Pasa por delante de los tres cazadores de Gryffindor, y lanza la pelota con todas sus fuerzas, apuntando hacia el aro más alejado de Ron, quien la atrapa.

La mandíbula de Holly cae.

Mierda —susurra ella.

—¡Paradón de Weasley! —dice el comentarista. Holly piensa que Ron es maravilloso y todo, ¡pero por el amor de Dios!—. Bueno, supongo que todos tenemos suerte alguna vez...

Suerte alguna vez... Las cejas de Holly se fruncen al ver a Ron tirar rápidamente la quaffle a quien quiera atraparla, para que pueda levantar las manos en el aire, celebrándolo. Y Holly vuela hacia ella, pasadándosela a Ruby, quien se las arregla para agarrarla, volar hasta los aros y lanzarla antes de que Ron pueda darse cuenta de que su equipo ha vuelto a jugar.

Y, ciertamente, esto es cuando Holly se vuelve increíblemente competitiva: "Montague marca... Weasley para el intento de Wotten... Weasley para otro de Montague... Thomas marca... Lippincott marca..."

—¡EH! —grita Holly a Flo y Ruby, a los cuarenta minutos de partido. El marcador indica que actualmente están empatados. Gotas de sudor ya se aferran a la cara de Holly—. Flo, haz un Transylvanian Tackle. Ruby, agarra la quaffle y tráemela.

—Vale —dice Ruby.

Flo se dirige hacia Dean Thomas, quien actualmente tiene la quaffle. Holly puede escuchar la sospecha en la voz del comentarista mientras vuela más cerca de los aros, mirando por encima del hombro para comprobar que todo está en pleno apogeo. Está en posición cuando ve que Flo mueve su puño lo suficientemente cerca de la cara de Dean, que se estremece y suelta la quaffle, pero no tanto como para hacer ningún tipo de contacto, por lo que es legal.

Ruby atrapa a la pelota y se la lanza a Holly, quien la golpea al aro antes de que Ron pueda reaccionar.

—Y el equipo de Slytherin lleva ya ciento treinta puntos por delante... Oh. Ciento veinte, Gryffindor ha marcado... Oh, no, ciento treinta, Slytherin anotó... Ciento cuarenta, Slytherin volvió a marcar... Gryffindor marca, poniéndolos ciento treinta por detrás... Slytherin anota de nuevo y Gryffindor sigue el ejemplo...

Holly cree que podría estallar en lágrimas en un minuto. Necesita ganar esto. No puede volver a esa sala común si pierden, todos la abuchearán por hacerlos perder. Le gritarán y la acusarán de sabotaje, su madre le escribirá una carta diciéndole que está decepcionada...

Su padre no querría que perdiera.

Él estaría aquí, si fuera seguro estar aún en el país, animándola. Tal vez por eso está luchando por mantener sus esperanzas en alto, no tiene a su padre alentándola. No tiene sus cartas para leer una y otra vez antes del partido, no como en el torneo. Ya no lo tiene.

Necesita ganar para él, para hacerlo sentir orgulloso. Puede escuchar su voz, desde la última vez que lo vio. Acaba con ellos una vez más.

Los ojos de Holly se entrecierran y ve que la quaffle va en dirección a Millicent, su guardiana. Ve a Ruby agarrarla antes de que pueda llegar a la meta, y Flo la envía hacia Holly, quien la atrapa y vuela por el campo, acercándose cada vez más al aro. Puede hacer esto, puede hacerlo por su padre.

Recuerda todas las tácticas, al parecer igual que el comentarista Zacharias Smith (una idea genial, quienquiera que haya pensado en eso)—Lippincott se está acercando al área para marcar... Si lo consigue antes de que Potter atrape la snitch, quedarán empatados.

Holly recuerda todo lo que ha escuchado durante la última semana. Nos dejará perder contra Potter, ya sabes cómo esos Gryffindors, pueden ser poco fiables... Le damos igual... Se fue del equipo el año pasado, apuesto a que solo la eligieron porque sale con alguien famoso...

Se lanza fuera de su escoba, usando toda la fuerza dentro de ella para lanzar la quaffle al aro. Pasa a Ron y se cuela por el aro, justo cuando Harry agarra la snitch...

Y entonces Holly cae en picado hacia el suelo. Porque eso es lo que pasa cuando te lanzas desde un maldito utensilio de limpieza para empatar en un partido de fútbol mágico.

Para su propia sorpresa, es atrapada, pero no por su propio equipo. Más bien por Ron, quien está lo suficientemente cerca como para agarrarla. Holly, una vez más, está sorprendida por él.

—Gracias —dice ella.

—No hay de qué —dice Ron.

Holly pone los pies en el suelo, encontrando su escoba junto con el resto de su equipo, quien corre hacia ella y le da uno de los abrazos más grandes y sudorosos que jamás haya recibido. Harlow pone su brazo alrededor de ella mientras alguien grita:

—¡ESTO ES MEJOR QUE PERDER!

Ella necesita una maldita siesta.

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HOLLY SE LEVANTA de la cama a la mañana siguiente, se frota los ojos y frunce el ceño por el primer minuto que está despierta. Por un segundo, se olvida de lo de ayer, se olvida de que Slytherin empató con Gryffindor, y Slytherin lo tomó como algo para celebrar, las voces del gramófono mágico de la sala común sonaron hasta las dos de la mañana. Holly, sin embargo, se fue alrededor de las once y media, y se quedó dormida cuando su cabeza tocó la almohada.

Su dormitorio entero aún está profundamente dormido cuando se levanta, se ata el pelo y decide que lo lavará más tarde. Ha hecho todos los deberes para que pueda pasar el domingo sin hacer absolutamente nada. Gracias Merlín.

Entra al Comedor y encuentra a Harry sentado en la mesa de Gryffindor, por lo que se dirige hacia allí. Todos sus amigos, por el aspecto de la mesa de Slytherin, todavía están dormidos. Supone que la mayoría de se fueron a dormir cuando la música se detuvo, solo ella había descansado lo suficiente.

—Buenos días —saluda Holly, sentándose frente a Harry.

—Tengo noticias —le dice él, y ella levanta las cejas. Mira a su alrededor rápidamente, para asegurarse de que nadie más esté escuchando. Ella sospecha que tiene noticias sobre sus clases con Dumbledore—. Ron tiene novia.

—Oh —dice Holly. No se lo esperaba...

Y luego lo asimila.

—Ohhh, ¿quién?

—¡Hola, me llamo Lavender! —dice una voz, y alguien se sienta junto a Holly. La recuerda de varias clases en los últimos dos años, de cómo siempre está susurrando y riendo con su mejor amiga. Siempre fue criticona con Harry, piensa segundos antes de que obtenga el abrazo más incómodo que jamás haya tenido el disgusto de recibir—. ¡Ay, vamos a pasar mucho tiempo juntas desde ahora!

Ayúdame —Holly le dice a Harry con una expresión de pánico en la cara.

—No sé si lo sabes pero, desde anoche, Ro-Ro...

Holly resopla—¿Quién?

—¡Ron, tonta, es el apodo que le puse! —responde Lavender, viéndose menos animada que antes. Holly supone que el resoplido accidental hizo algún daño a su nueva amistad. ¿Whoops?—. De todas formas, solo vine a saludar, porque vosotros sois muy importantes para mi Ro-Ro...

—Apuesto a que Hermione también bajará en un par de minutos —comenta Holly. Los ojos de Harry se abren, y le da una patada debajo de la mesa para dejar de hablar. Ella le frunce el ceño, continuando lentamente—. Ella es tanto su mejor amiga como de Harry, seguramente es mucho más importante para ti que para mí...

Harry niega con la cabeza hacia Holly, murmurando—Cállate.

—¿Lo es? —dice Lavender.

—Eh, sí —Holly frunce—. No entiendo qué problema hay... —Lavender parece que está haciendo todo lo posible para no fruncir el ceño a Holly—. Son amigos. Tendría sentido que fuera amable con ella... —rápidamente, Holly recuerda la cantidad de veces que escuchó a Lavender y Parvati susurrar sobre Hermione a sus espaldas. y hace todo lo posible para no mencionar eso—. No entiendo la lógica que hay detrás...

—Holly, tenemos una reunión con los otros capitanes de quidditch, ¿no es cierto? —Holly entrecierra los ojos en confusión hacia Harry, y él la mira—. Deberíamos ir.

—Ah, sí, deberíamos —dice Holly asintiendo, levantándose justo cuando Ron se sienta al lado de Lavender. En segundos, Lavender y Ron comienzan a besarse, tan furiosamente que Holly, en un momento, ve la lengua de uno.

Holly y Harry intercambian una mirada, antes (muy rápidamente) de salir del Comedor. Ella se vuelve hacia él tan pronto como están fuera del alcance de ser escuchados, sus labios curvados en una mirada de disgusto.

—Que asco, se besan como palomas montándose.

—Encantador —dice Harry, mirándola extrañamente.

—Lo vi pasar una vez —dice Holly, con una expresión sombría en su rostro—. Es lo más perturbador del mundo... Después de esa monstruosidad... ¿Por qué está en contra de Hermione?

—No lo sé —responde Harry, y los dos dejan de caminar y se quedan de pie a un lado del patio—. La noche anterior Hermione se molestó cuando los vio besándose —Holly asiente—. Aunque no lo entiendo, pero estaba muy molesta.

—¿Crees que en el fondo se gusten? —dice Holly, mirando a Harry inquisitivamente. Se ve confundido, tal vez un poco asqueado por la idea—. Es solo una idea, pero dijiste que Ron se enfadó mucho cuando Hermione fue con Viktor al Baile de Navidad.. Tal vez no se dan cuenta de los sentimientos que tienen el uno por el otro.

Harry niega.

—Lo dudo. Si fuera así, Ron no saldría con Lavender.

—Hablando de eso, ¿cuándo pasó? —pregunta Holly.

—Pues —Harry se de hombros. A Holly le encanta lo observador que es—, cuando me di la vuelta un minuto, los encontré besándose.

—Ah —dice Holly—, que agradable.

—Sí —dice Harry—. Más rápido que nosotros.

Holly rueda los ojos.

—Sinceramente, podrías haberme besado en Grimmauld Place si hubieses tenido valor —se detiene, haciendo una pausa para sonreírle. Se ve divertido, pero no impresionado—. Pero mira, aquí estamos ahora.

—Exacto —sonríe Harry.

—Ron lo hizo bien ayer, como guardián digo —dice Holly. Harry asiente, con una sonrisa maliciosa en su rostro. Ella lo mira con suspicacia—. ¿Qué hiciste?

Y luego le cuenta cómo fingió darle a Ron el Felix Felicis que había ganado en Pociones (y qué tan enfadada estaba Hermione por eso, diciendo que debería sentirse avergonzado por hacer trampa, y que era aún peor hacerlo cuando su oponente era Holly... Ella piensa que es dulce de parte de Hermione.) Holly asiente, interesada. No es como si usara esas cosas, solo engañó a Ron para que tuviera confianza en sí mismo.

—Lo hizo genial —dice Holly—. Fue una suerte haber empatado.

—Sí —contesta Harry con rapidez.

Holly lo mira sospechosamente.

—¿Qué hiciste ahora?

—Nada —contesta Harry. Holly levanta una ceja, cruzando sus brazos. Él hace una mueca—. Esperé hasta que tuvierais ciento cincuenta puntos por delante antes de atrapar la snitch, para que no perdierais.

Hay un minuto en el que Holly no sabe cómo reaccionar, porque puede ver y sentir los dos lados de la situación. Ella sabe que él quería que esto fuera amable, que sabía cómo se estaba estresando y que no quería que perdiera con solo diez puntos entre ellos. Y es bonito de su parte, ella se siente conmovida... Pero siente todo lo contrario a eso. Parte de ella siente que él la estaba compadeciendo, probablemente viéndola cerca de arrancarle la cabeza a alguien al final del partido y sintiéndose mal por ella. Es su terquedad, ella lo sabe, pero apesta. No le gusta la idea de que la gente sienta pena por ella. Su madre le decía todo el tiempo, durante el verano: "Cuando los demás te tengan lástima, te verán como la débil... Ahora, si el mundo exterior cree eso, ¿qué te hace pensar que no es verdad?"

—Ah —dice ella finalmente, sin saber qué más decir.

—No quería que perdieras, has estado trabajando muy duro, así que esperé el mayor tiempo posible antes de atrapar la snitch para igualar los puntos.

—Vale —responde ella—, pero no lo hagas más, ¿de acuerdo? Es injusto para las otras casas. Y habría sido igual de feliz si hubieras ganado —sigue sonriendo Hol, tal vez te crea.

Harry no parece convencido.

—¿En serio?

Ella asiente.

Él todavía no parece creerle, pero ella sonríe suavemente, sacudiendo su cerebro para mencionar algo que no tiene nada que ver con el quidditch, nada que ver con lo abrumada que comenzó a sentirse durante el partido.

—Olvidaba preguntarte algo —dice Harry—, ¿conoces el Club Slug?

—¿Cómo no iba a conocerlo? —dice Holly, sonriendo amargamente.

—Se hará una fiesta en Navidad, y podemos podemos llevar a alguien, así que... —dice Harry, haciendo un gesto hacia ella, como si fuera ese alguien. Bueno, claro que lo es. Eso la hace sonreír.

—Que romántico —dice Holly con burla.

Harry frunce el ceño.

—Considerando que estamos saliendo, supongo que serías mi pareja si hay alguna...

—Sí, sí —dice Holly—. ¿Es formal? ¿Hay que vestir elegante?

—Creo —responde, aunque por la expresión de su rostro, no tiene idea alguna.

Ella rueda los ojos y le pide que lo averigüe, y piensa para sí misma: le pediré a madre que me prepare un vestido. Con esto, quiere decir que su tía Narcissa lo hará, ya que es la que no arrestan en público. Lo que está bien, en opinión de Holly. Es cierto que su tía viste mucho mejor que su madre. A pesar de que pasó los últimos dieciséis años en una prisión vestida con un mono a rayas, se recuerda a sí misma, y ​​luego, también recuerda que fue a la cárcel para proteger a Holly, y puede sentir que comienza a girar en espiral por el agujero del conejo, pasado los pensamientos sobre su padre y...

—Debería ver cómo está Hermione —dice Harry—, ¿quieres venir?

—Eh, sí, vale —dice Holly, dejando los pensamientos para otro día.

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UH, HOLA, HERMIONE —saluda Holly unos minutos después, entrando lentamente en el dormitorio de las chicas en la torre de Gryffindor. Sabe que debe estar, la cantidad de miradas por las escaleras se lo dejó muy claro, pero espera que ella sea un poco más reconfortante que Harry.

Hermione está sentada en el escritorio, uno que mira hacia la ventana, mostrando el paisaje del colegio. Por un segundo, sorprende a Holly que la gente pueda ver el cielo desde su dormitorio, todo lo que ella puede ver son peces y sirenas. Pero, Hermione se da la vuelta, parpadeando sorprendida de que Holly, una conocida Slytherin, esté en su dormitorio. Y luego le sonríe, poniéndose de pie.

—Harry dijo que te enfadaste anoche —dice Holly, agradecida de que las otras chicas que comparten esta habitación se hayan ido. Hermione asiente, y Holly sonríe con simpatía—. ¿Te gustaría hablar de ello?

—Ya da igual —dice Hermione de inmediato. Sus cejas se fruncen y sus labios se curvan hacia abajo, haciendo que Holly incline su cabeza pensando.

—Yo creo que no da igual —murmura Holly.

Hermione la mira.

—No... no sé —dice Hermione finalmente. Holly asiente con la cabeza, incluso si no está segura de lo que se supone que significa. Su padre solía asentir con la cabeza, como si le estuviera permitiendo a Holly quejarse. Así que eso es lo que hace. Hermione se sienta de nuevo en el escritorio, y Holly en el suelo junto a ella, mirándola—. No sé porqué estuve así, Ron es libre para besar a quien quiera... no me importa, es que no debería importarme —dice, y la última parte la frunce el ceño. Se vuelve hacia Holly—. No le digas eso a nadie.

—Prometo que no lo contaré —dice Holly.

Hermione sonríe suavemente—Gracias.

—No te preocupes por eso —dice Holly. Se levanta y envuelve a Hermione con sus brazos, inclinándose incómodamente sobre ella ya que todavía está sentada en la silla. Se aleja, y le sonríe—. ¿Puedo preguntarte algo?

Hermione asiente.

—¿Crees que podrías, en el fondo, tener sentimientos por Ron? —pregunta, y de inmediato, piensa para sí misma, es mejor que Draco corra hasta aquí si me hechiza.

—No —responde Hermione, y hace una pausa—. No lo sé.

—Vale —dice Holly. Sonríe cálidamente a Hermione—. Eso está bien... quiero decir, si no lo sabes, ¿de qué sirve estresarte ahora? —Hermione asiente, y Holly se agacha, para que pueda descansar su mano sobre la de Hermione—. Eres la estudiante más inteligente de todo el colegio, ¿por qué deberías preocuparte por alguien que no ve lo increíble que eres?

Hermione sonríe—Gracias, Hol.

Holly le sonríe, encogiéndose de hombros. ¡Me ha llamado Hol!

—¡Pero tú también eres inteligente! —dice Hermione, poniéndose de pie.

Holly hace una mueca—Sí, en los temas oscuros.

—No es culpa tuya —dice Hermione. Holly se encoge de hombros, y Hermione la mira extrañamente—. Piénsalo, sigue siendo magia defensiva, ¿no? Seguramente cada hechizo puede ser defensivo, si lo usas de la manera correcta.

—¿Crucio puede servir para defender? —dice Holly, levantando una ceja.

—Si te están atacando, sí —responde Hermione.

Holly hace una mueca—Pero tienes que querer hacer daño a la persona...

—Si alguien intenta matarme, querría hacerle daño —dice Hermione, levantando una ceja a Holly—. ¿Tú no?

Holly no está segura de qué decir—Supongo...

Hermione tiene razón, piensa Holly, es solo que a ella se le ha hecho creer que ese tipo de magia no es defensiva, a pesar de que el punto de Hermione tiene un sentido, porque en Durmstrang dijeron que ese tipo de magia daba poder. No era una forma de mantenerte a salvo en estado de pánico, era una forma de sostener el mundo en tus manos.

—Bueno —comienza Holly—, ¿te apetece bajar? Harry dijo que esperaría... Considerando que R... el chico, está preocupado.

Hermione asiente.

—Gracias.

—No las des —dice Holly.

Hermione le sonríe a Holly—Lo digo en serio —dice, y Holly puede sentir su corazón hinchándose de alegría—. Es bueno tenerte cerca.

—Yo también lo creo —dice Holly, sonriendo.

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