xxxviii. From Dawn Till Dusk

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THIRTY-EIGHT FROM DAWN TILL DUSK

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El SEXTO AÑO DE HOLLY empezó con una explosión; literalmente, si piensas en la revuelta de los duendes de 1901 que Binns había pasado la primera clase discutiendo. Hasta ahora solo ha tenido Historia de la Magia, pero si comparas esa clase con lo aburrida que suele ser, parece que está mejorando. Además, ha hecho un amigo, cosa que encanta a Holly. Incluso si él todavía desconfía algo de ella...

Tiene el permiso en su mochila —se ocupará de eso más tarde, nadie sabe acerca de su madre y no es como si fuera a ver a su padre en un futuro cercano—, y con una sonrisa en su rostro, se dirige a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Se acerca a la fila que está afuera del aula, donde Draco está solo, el resto de sus amigos no han pasado la asignatura. Holly sonríe a Harry, Ron y Hermione cuando pasa junto a ellos, pero camina para quedarse e al lado de Draco. Se ve complacido por eso.

—¡Adivina quién debe tener dos rollos de pergamino listos para el lunes! —exclama Holly brillantemente, sonriendo a través del dolor. Draco le da una mirada extraña—. Historia de la Magia se divide en dos temas, los siglos XVII y XX. Así que aprendemos sobre Grindelwald y Voldemort, pero también sobre los juicios de brujas y el Estatuto Internacional del Secreto Mágico... el tema de Voldemort empieza a final del año y continúa en el siguiente...

Draco mira alrededor, luciendo petulante consigo mismo. Apuesto a que será extraño para ti aprender sobre Potter en clase.

Ya estoy aprendiendo que el tío Lucius es malvado, ella responde. Él se vuelve hacia ella, a punto de decir algo, pero ella le sonríe—Aunque eso requiere un permiso, así que... hoy tendré que recordar la firma de mi padre.

A su primo le toma un minuto responder, sin estar seguro de qué decir al respecto—Sí, es mejor que no se lo cuentes a tu madre...

—No tiene que saberlo —dice Holly, encogiéndose de hombros—. Necesito Historia de la Magia para formar correctamente parte del Wizengamot. Si ella tiene algo en contra por estudiar las guerras en las que mató a personas inocentes, entonces no tiene que saberlo.

—Tiene sentido —dice Draco finalmente—. A ver si nos dejan entrar pronto...

—Puedo conseguir asientos —dice Holly, y antes de que ella entre directamente en la fila, mira a su primo—. ¿Fila de atrás?

—Obviamente —dice Draco, rodando los ojos.

Holly asiente, pasando estudiantes y a Harry, Ron y Hermione. Ella les sonríe, haciendo un esfuerzo por estar frente a ellos—Intento conseguir asiento en la parte de atrás —les dice Holly.

—Puedes sentarte con nosotros, si quieres —sugiere Harry. Para sorpresa de Holly, Ron y Hermione asienten, completamente de acuerdo. Todavía está sorprendida por eso.

—Draco ya ha preguntado —dice Holly—. Y además, os tenéis los unos a los otros. El resto de nuestros amigos no están en esta clase, es injusto de mi parte dejar a mi primo solo...

—¿Incluso cuando es un gran imbécil? —pregunta Ron.

Holly suspira y asiente—Incluso cuando es un gran imbécil, sí.

Ni siquiera cree que sea la presión del juramento inquebrantable lo que la hace decir esto. Tanto ella como Draco estuvieron de acuerdo, ya que no necesitaron prometer cuidarse, ya lo hacen. El juramento ha ayudado con el vínculo mental, pero ella no cree que deje a su primo dispuesto a defenderse por sí mismo.

La puerta del aula se abre, y los demás esperan en silencio. Snape sale y examina al grupo; el minuto más largo termina con él finalmente diciendo—Adentro.

Holly es la segunda en entrar, y lanza su mochila en uno de los escritorios traseros. Hay muchos beneficios por ser bajita, uno de los cuales es el hecho de que es bastante buena para atravesar las multitudes al frente. Esperemos que también signifique que su futuro esposo, sin importar su fuerza, sea capaz de cargarla.

Se sienta, y después de un par de minutos, Draco también a su lado, viéndose satisfecho consigo mismo. Ella supone que de alguna manera escuchó la sugerencia de Harry sobre sentarse juntos. O eso o vio llorar a un bebé, y lo puso feliz o algo así.

Snape ha quitado la esencia del aula con rapidez, dice Holly, mientras los demás a su alrededor toman asientos.

¿Acaso había cuando estaba Umbridge? pregunta Draco.

Holly tiene que detenerse para no resoplar audiblemente.

Tienes un punto ahí, dice Holly. Todavía quedaba esencia. Una malvada... Es una pena, pensé que a Snape le habían encantado todas esos platos con gatos.

Los gatos son su única alegría en la vida, dice Draco.

Holly lo mira, y ambos se sonríen, incapaces de ocultar todos los signos de diversión. Ella se vuelve hacia el frente del aula, notando que Snape los había estado observando. Más a Draco que a ella... No le gusta.

—Si no me equivoco, hasta ahora habéis tenido cinco profesores de esta asignatura —dice Snape—. Dos para aquellos que fueron a otro colegio.

Holly se pregunta por qué no se limita a decir, Holly fue a Durmstrang y aprendió artes oscuras, así que solo ha tenido a Moody y Umbridge. Ella ve a varios estudiantes que la miran, sabiendo muy bien que él está hablando de ella. Intenta no mirarlos, porque sabe lo que están pensando. Lo descubierto desde la muerte de Karkarov: cómo se hizo a los estudiantes para usar las Maldiciones Imperdonables, que hay personas haciendo campaña para una investigación completa sobre el Instituto Durmstrang.

—Naturalmente, todos esos profesores habrán tenido sus propios métodos y sus propias prioridades. Teniendo en cuenta la confusión que eso os habrá creado, me sorprende que tantos de vosotros hayáis aprobado el TIMO de esta asignatura. Y aún me sorprendería más que aprobarais el ÉXTASIS , que es mucho más difícil. Las artes oscuras son numerosas, variadas, cambiantes e ilimitadas. Combatirlas es como luchar contra un monstruo de muchas cabezas al que cada vez que se le corta una, le nace otra aún más fiera e inteligente que la anterior. Estáis combatiendo algo versátil, mudable e indestructible.

De acuerdo, uh, no creo que mi antiguo profesor de Artes Oscuras romantice tanto las Artes Oscuras, le dice Holly a Draco.

Snape solía ser un mortífago, dice Draco. Puede que lo siga siendo.

—Por lo tanto, vuestras defensas deben ser tan flexibles e ingeniosas como las artes que pretendéis anular —dice Snape, mirando a Holly y Draco. Holly hace todo lo posible para no fruncir el ceño—. Estos cuadros —los señala— ofrecen una acertada representación de los poderes de los magos tenebrosos. En éste, por ejemplo, podéis observar la maldición cruciatus —Holly mira hacia otro lado—; en este otro, un hombre recibe el beso de un dementor —un hombre con los ojos sobresaliendo de sus cuencas, azul, púrpura y amarillo reuniéndose alrededor de sus párpados, el único color que queda en su rostro cuelga de la pared—, y aquí vemos el resultado del ataque de un inferius.

Snape luego señala una foto de una masacre. Holly recuerda cuando se enteraron de ellos en su segundo año en Durmstrang: durante su primera clase, vieron como el profesor creaba uno... Holly vomitó una vez que terminó.

—Entonces, ¿es verdad que han visto un inferius? —dice Parvati Patil, una de las Gryffindors—. ¿Es verdad que los está utilizando?

Como si Snape lo supiera, dice Draco.

¿Acaso tú podrías? señala Holly.

—El Señor Tenebroso utilizó inferi en el pasado, y eso significa que deberíais deducir que puede volver a servirse de ellos —dice Snape. El uso de 'Señor Tenebroso' no sienta bien con Holly—. Veamos... Creo que sois novatos en el uso de hechizos no verbales. ¿Alguien sabe cuál es la gran ventaja de esos hechizos?

Hermione levanta la mano. Holly ve el disgusto en la cara de Snape, y ella sabe por su historial que él va a hacer algún comentario acerca de que ella es una sabelotodo. Así que Holly levanta la mano.

—¿Señorita Lippincott?

—El adversario no sabe qué hechizo vas a realizar —responde Holly, recordando los tres meses que pasaron en esos hechizos durante el inicio de su tercer año—, así que eso te proporciona una ventaja momentánea.

—Correcto —dice Snape. Holly ya lo sabe. Ya ha hecho esto, solo que por el efecto opuesto: Durmstrang le enseñó a crear el mayor daño con la menor cantidad de palabras habladas. Es por eso que va directamente a Diffindo en situaciones peligrosas. Directamente al hechizo que, si sale mal, podría asesinar...

—Sí, quienes aprenden a hacer magia sin vociferar los conjuros cuentan con un elemento de sorpresa en el momento de lanzar un hechizo. No todos los magos pueden hacerlo, por supuesto; es una cuestión de concentración y fuerza mental, de la que algunos... carecen —dice Snape. Mira a Harry cuando dice la última parte. Holly frunce el ceño—. Ahora os colocaréis por parejas. Uno de vosotros intentará embrujar al otro, pero sin hablar, y el otro tratará de repeler el embrujo, también en silencio. Podéis empezar.

—Voy a aplastarte —le dice Holly a Draco mientras se ponen de pie. Ella agarra su varita, y caminan hacia un rincón, manteniendo distancia con las otras casas—. Espero que te guste flotar, Malfoy, porque te voy a derribar.

—¿Cuál es la expresión? —dice Draco, rodando los ojos. Holly inclina la cabeza, encogiéndose de hombros. Se prepara, haciendo todo lo posible por no entrecerrar los ojos mientras se concentra—. Perro ladrador poco...

Locomotor Mortis, piensa.

Las piernas de Draco se traban y se cae. Holly sonríe.

—¿Mordedor? —ella termina, mientras murmura el contra-embrujo.

Draco se levanta, frunciendo el ceño a Holly.

—Supongo que lo aprendiste en Durmstrang —dice Snape, apareciendo de la nada. La sonrisa maliciosa es borrada de la cara de Holly, mientras se gira hacia él. Ella asiente—. Cincuenta puntos para Slytherin.

Y luego se marcha. Holly se vuelve hacia Draco, notando la cantidad de estudiantes que la miran inquisitivamente. Ella ve a uno de los Ravenclaws susurrar algo, y Draco se aclara la garganta para llamar su atención.

—Te toca —dice Holly.

Draco intenta hechizarla durante los siguientes momentos, y Holly se queda allí, esperando que la derribe. Finalmente le frunce el ceño, recordando lo que le enseñaron en Durmstrang.

Despeja la mente, dice Holly.

Lo haría pero tú estás en ella, dice Draco.

Yo no cuento, dice Holly. Te ayudaré, ¿vale?

Ella lo mira. Él asiente.

Bien, elige un hechizo, dice ella.

Lo tengo.

Ahora imagina los efectos, dice ella. Imagínalos en tu mente... lo que sea que estén haciendo... nota al margen, es mejor que no estés pensando en Curcio o algo así porque me enfadaré contigo y sabes que puedo utilizar la maldición.

No pensaba en eso.

Bien, dice ella. Porque te habría ganado.

Vete a la mierda.

¡Despeja la mente! ella replica.

¡Ya! suelta él.

Holly se queda allí y espera. Cruza los brazos y mira alrededor de la sala, encontrando a Snape burlándose mientras echa un vistazo a Ron y Harry.

—Patético, Weasley —sentencia Snape—. Aparta, deja que te enseñe...

Snape saca su varita. Holly ve que la mayoría de la clase se ha detenido momentáneamente para ver el encuentro. Levanta su varita a la velocidad de la luz, y, por supuesto, Harry entra en pánico y se olvida de la clase y grita—¡Protego!

Holly mira cómo Snape pierde el equilibrio, golpeándose con un escritorio. Ve a Harry congelarse por un segundo, pero ella sabe por qué reaccionó así. Su novio pasa cada segundo de cada día sabiendo que la gente lo quiere muerto; por supuesto, si alguien como Snape se vuelve tan rápido, reaccionará como si fuera un encuentro real con un mortífago, o incluso con Voldemort. Obviamente, no va a esperar para practicar una nueva forma de defensa.

—¿Te suena por casualidad que os haya mandado practicar hechizos no verbales, Potter?

—Sí —contesta Harry fríamente.

—Sí, señor.

—No hace falta que me llame señor, profesor.

Holly lo ama un montón. Puede sentir su corazón hinchándose de alegría. Ese es su novio, siendo tan fantástico. ¿Ha sido capaz de responder en qué, dos segundos? ¿Cómo diablos no podía alguien amarlo?

Y luego Holly cayó sobre su trasero por culpa de un embrujo que ató su pierna.

¡ERES UN HIJO DE PUTA, MALFOY...!

—Y un castigo para ti también, Lippincott. El sábado por la noche en mi despacho —dice Snape de inmediato—. Ese lenguaje tan vulgar no será tolerado.

Holly hace todo lo posible para no mirar a Snape; sin embargo, le da a Draco una de las miradas más desagradables que puede reunir. Y luego Draco se echa a reír.

—Fue increíble —comenta Draco, unos minutos más tarde, una vez que termina la clase y salen del aula. Holly le frunce el ceño, pero comienza a darse cuenta. No cree que lo haya visto tan feliz durante meses. No se caerá de culo cada vez que él esté... bueno, raro, realmente no sabe lo que está pasando, pero aún así. Eso la hace preguntarse, ¿por qué ha estado actuando así?

Holly rueda los ojos—Me alegra que mi sufrimiento ayude.

—También me gusta cómo fuiste directa a esa palabra —dice Draco, sonriendo alegremente. Bien. Ella sabe que él está sonriendo alegremente, pero su versión de "una sonrisa feliz" normalmente aparece como una burla—. Fuiste a una de las peores, ¿no?

—A lo mejor —ella responde encogiéndose de hombros.

Draco se queda en silencio mientras se dirigen al patio para reunirse con el resto para descansar. Holly hace todo lo posible por no cuestionar. Su primo ha estado extraño. Y ella supone que parte de esto tiene que ver con que su padre esté en Azkaban, pero tiene un mal presentimiento. Siente que hay algo más, algo que no le ha contado.

—¡HOLLY! —llama Pansy tan pronto como llega, apretando su mano alrededor de la de Holly y alejándola de los demás. La arrastra a un lado del patio, donde se reúnen los de primero para darse prisa en el instante en que detectan la frustración en el rostro de Pansy Parkinson. Se gira hacia Holly con los ojos bien abiertos—. Adivina quién tiene una tutora para Transformaciones.

—¿Tú? —dice Holly, levantando una ceja.

Pansy asiente. Parece estar en pánico.

—No es algo malo —dice Holly—, no has tenido todavía Transformaciones, ¿verdad?

—No, pero McGonagall me acorraló después del desayuno —responde Pansy. Se apoya contra el muro de piedra, pasándose la mano por el pelo. Holly cruza sus brazos, frunciendo el ceño—. No me importa tener tutora, sino quién es.

—¿Quién es?

—¡La maldita Flo Montague!

—Vaya —dice Holly.

—¿Por qué diablos me pasa esto? ¿De todas las personas McGonagall la elige a ella? ¿Cómo espera que mejore en Transformaciones cuando tengo que sentarme con ese bicho raro una vez en semana con la esperanza de aprender algo...?

Uh...

—A ver, creo que Montague está bien en pequeñas dosis, de alguna manera te llevaste bien con ella el año pasado en el equipo de quidditch, pero ¿cómo espera que pase una hora entera cada semana con ella?

Holly esencialmente se lanza sobre Pansy, cortando sus quejas—Cállate, está ahí —sisea.

—¿Te crees que me importa si escucha? —pregunta Pansy.

—¿Escuchar qué?

Holly reconoce que la voz es de Flo, y se congela por un segundo, antes de alejarse lentamente de Pansy. Flo mira a Pansy con el ceño fruncido, y Holly se marcharía si no fuera por la mano de Pansy en su muñeca.

—Que me molesta en lo más mínimo que tú...

Holly mira hacia donde Harry la frunce el ceño. Toma esto como su señal de murmurar algo sobre la necesidad de hablar con él e irse antes de que Pansy pueda agarrar su muñeca de nuevo. Holly llega a Harry, Ron y Hermione y deja escapar un suspiro de alivio—Van a empezar una discusión, es muy temprano para escucharla —dice ella. Mira el pergamino en la mano de Harry—. ¿Qué es eso?

—Tengo una clase con Dumbledore el sábado por la noche —responde Harry.

Holly resopla.

—Buena suerte diciéndole a Snape eso.

Mira a través del patio, para encontrar a Pansy yéndose con Daphne, con los dedos curvados en puños. En el otro lado, ve a su primo entrar en un pasillo, dos de tercero caminan detrás de él. Holly frunce el ceño, se desvía un poco mientras Harry, Ron y Hermione discuten sobre qué podría ser la clase con Dumbledore.

¿A dónde vas? ella piensa.

Tengo deberes que hacer, te veo luego, le responde.

—Apuesto a que serán algunos hechizos y embrujos espectaculares que los mortífagos no conocen —dice Ron, entusiasmado con la idea.

—Son ilegales, Ron —objeta Hermione, frunciendo los labios—. Es mucho más probable que Dumbledore quiera enseñar a Harry la magia defensiva avanzada.

Las cejas de Holly se fruncen—Podría ser sobre el mismísimo Voldemort... Él tiene que tener algunas debilidades —sugiere—. Puedes tener aprendido la mitad del conocimiento y aún así hacer mucho daño si conoces las debilidades del adversario.

—Puede ser —dice Hermione, frunciendo el ceño con curiosidad. Mira el reloj en su muñeca—. Tengo Aritmancia ahora, os veo en el almuerzo.

Hermione sonríe a Holly antes de irse en dirección al aula de Aritmancia (Holly realmente no sabe dónde está esa aula). Se dirige a Harry y Ron.

—¿Tenéis hora libre? —pregunta Holly

Ron asiente—A lo mejor podemos colarte en nuestra sala común.

Los ojos de Holly se iluminan—Me encanta la traición.

—¿Tus amigos no se molestarán? —pregunta Harry, a pesar de que Ron y Holly ya habían comenzado a caminar en dirección a la torre de Gryffindor. Holly tiene una sonrisa maliciosa en su cara.

—Pansy desapareció con los demás, y Draco se fue por su cuenta —responde Holly, encogiéndose de hombros. Pasan junto a un grupo de Hufflepuffs un año por debajo, quienes se muestran un poco sorprendidos de que Holly esté con Harry y Ron—. Y la verdad, ¿a quién le importa si se molestan? Saben que me encantáis, es de esperar.

Holly camina alegremente por las escaleras hacia la torre de Gryffindor, ignorando la cantidad de miradas que recibe. Sabe que va a ser aún peor cuando entre en la sala común, no solo está caminando con dos personas pertenecientes a la casa roja.

Ron dice la contraseña, y Holly mira el retrato mientras el marco se abre como una puerta. Sabe que estuvo aquí una vez, a finales del año pasado, pero todavía es extraño. Está acostumbrada a las mazmorras, a decir la contraseña a la pared y esperar a que aparezca un arco de la nada. No alguien que cuida el lugar... Supone que los Slytherins no necesitan un guardián para protegerse.

Qué gracioso viniendo de la chica que está siendo perseguida, piensa.

Holly se desliza en la sala común después de Ron, y antes que Harry. Mira a su alrededor. Parece haber olvidado lo extraña que es la sala común de Gryffindor en contraste con la suya. Aquí hace calor y el sol entra por las ventanas cuando aparece a través de las nubes. Y todo se siente acogedor, un poco como la Madriguera.

Pero luego está su sala común. No tan acogedora, sino más bien, una sala de estar increíblemente cómoda de una antigua casa señorial. Sofás y mesas de cuero hechas de ébano, adornos de plata en las repisas y bordados. La sala común de Slytherin siempre está oscura, pero de una manera reconfortante. A veces es agradable, especialmente en verano, escapar a una sala con dulces gratis y poca luz, donde hace algo de frío, un poco, más fácil de respirar. Irónicamente, considerando que están bajo el agua.

Holly sigue a Harry y Ron a una mesa de madera al lado de una ventana. Se sienta más cerca de la ventana, mirando brillantemente hacia afuera. Es extraño no mirar hacia afuera y ver a una sirena. Wow.

—Podría ser algo bueno llevar a Holly —le dice Ron a Harry.

Holly alza una ceja—¿Eh?

—Sabías cómo hacer eso en clase —dice Ron.

—Lo aprendí en Durmstrang —dice Holly, encogiéndose de hombros—. Por cómo nos lo enseñaron no fue demasiado difícil entenderlo —comienza a sacar un poco de pergamino y una pluma de su mochila, pensando que necesita para completar la tarea de Defensa—. Aunque, no me gustan los hechizos no verbales, así que no los uso. Me recuerdan a Crucio por cómo se hacen.

—¿Cómo se hacen los hechizos no verbales? —pregunta Harry.

—Despejas la mente, imaginas que está ocurriendo, mueves la varita como lo harías normalmente y piensa el hechizo —dice Holly, casi hablando con un ritmo en su voz. Le habían perforado la cabeza tanto en Durmstrang que todavía recuerda cómo repetían la misma frase una y otra vez—. Se vuelve más fácil cada vez que se intenta.

—Probaré después —dice Ron, y Holly se ríe.

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ES SEGURO DECIR que Draco no fue el más feliz cuando su prima volvió de la torre de Gryffindor, contándole alegremente su aventura al cuartel general de la otra casa. Sin embargo, los demás estaban intrigados cuando ella les dijo que tenían cosas como la luz del sol, y cuando les explicó que no tenían una mesa de comida gratis como en las mazmorras, sus amigos sonrieron con suficiencia. ¡Tienen algo que Gryffindor no!

—McGonagall dice que debo dejar que Montague me guíe —comenta Pansy, mientras las dos salen de la sala común después del almuerzo hacia la clase de Pociones. Holly asiente con la cabeza—. Así que puedes matarme ahora.

—Tal vez Montague sea la mejor en Transformaciones —dice Holly.

Pansy resopla—Sí, claro.

—Vale, a lo mejor Montague es la única que no te odia —dice Holly, levantando las cejas a Pansy, quien está sorprendida—. Pans, debes saber que no caes bien a la mayoría...

—¿Y a Montague sí?

¿Por qué está enfadada? su primo, que está caminando detrás de ellos junto a Theodore, dice.

Es una larga historia, responde ella. Y niega la mitad, así que...

¿Qué significa eso? él dice.

Significa que cierta persona tiene una cierta cosa que rima con 'sarmiento' por alguien cuyo primer nombre rima con 'flor' y cuyo apellido es lo opuesto a 'Capuleto', dice Holly. Pero shhhhhh, todavía no lo sabe, y te juro que te mataré si la provocas por eso.

¿Por qué lo haría? pregunta Draco.

No lo sé, responde ella. Yo diría que quizás te pongas celoso, pero ya habéis superado ese punto, seamos jodidamente reales aquí.

Hay una pausa.

Obviamente, él dice.

—Interesante —dice Holly a Pansy, mientras entran al aula. Las mesas se han juntado de modo que hay cuatro en una, y las dos chicas ponen sus mochilas en la más alejada de los Gryffindors. Draco se sienta frente a Holly y Theodore ocupa el otro asiento vacío.

Holly saca su libro de texto de Pociones, justo cuando un caldero envía aire frío a través de ella. Por extraño que parezca, el caldero trae consigo un extraño olor a algodón y algo que le recuerda a la sala común de Gryffindor.

Pansy arruga su nariz—Huele raro aquí.

—Muy bien, muy bien —dice Slughorn, de pie en medio de la clase. Holly mira hacia el extremo opuesto, donde está sentado Harry; le llama la atención y él le sonríe. Ella le da una mirada extraña, pero le devuelve la sonrisa—. Sacad las balanzas y el material de pociones, y no olvidéis los ejemplares de Elaboración de pociones avanzadas...

—Señor... —llama Harry, levantando la mano.

—¿Qué pasa, Harry?

Draco, cuyo rostro no puede ser visto por Slughorn, rueda los ojos.

—No tengo libro, ni balanza, ni nada. Y Ron tampoco. Verá, es que no sabíamos que podríamos cursar el ÉXTASIS de Pociones...

—¡Ah, sí! Ya me lo ha comentado la profesora McGonagall. No te preocupes, amigo mío, no pasa nada. Hoy podéis utilizar los ingredientes del armario de material, y estoy seguro de que encontraremos alguna balanza. Además, aquí hay unos libros de texto de otros años que servirán hasta que podáis escribir a Flourish y Blotts...

—Tu novio es muy organizado, Holly —murmura Draco.

Al menos tengo uno, replica ella.

Draco le frunce el ceño. Tenemos una fiesta de pijamas en verano y pasa esto.

No se lo contaré a nadie, responde ella. Lo sabes.

—Muy bien —continúa Slughorn—. He preparado algunas pociones para que les echéis un vistazo. Es de esas cosas que deberíais poder hacer cuando hayáis terminado el ÉXTASIS . Seguro que habréis oído hablar de ellas, aunque nunca las hayáis preparado. ¿Alguien puede decirme cuál es ésta?

Señala hacia el caldero que está sentado a un lado de la mesa de Holly.

—Es Veritaserum —responde Hermione, levantando la mano—, una poción incolora e inodora que obliga a quien la bebe a decir la verdad.

Hermione identifica la siguiente, para sorpresa de Slughorn, segundos después de que señale hacia ella: Poción multijugos. Holly piensa que la sustancia apesta.

Luego, Slughorn señala el caldero junto a la mesa donde están sentados Harry, Ron y Hermione.

—¡Es Amortentia! —dice Hermione

—En efecto —dice Slughorn, impresionado por sus respuestas. Holly no está sorprendida—. Bien, parece innecesario preguntarlo, pero supongo que sabes qué efecto produce, ¿verdad?

—Es el filtro de amor más potente que existe —responde ella.

—¡Exacto! La has reconocido por su característico brillo nacarado, ¿no?

—Sí, y porque el vapor asciende formando unas inconfundibles espirales —agrega Hermione con entusiasmo—. Y se supone que para cada uno tiene un olor diferente, según lo que nos atraiga. Yo huelo a césped recién cortado y a pergamino nuevo y a...

Frena. Holly enarca una ceja. Interesante.

—¿Puedes decirme tu nombre, querida?

—Me llamo Hermione Granger, señor.

—¿Granger? —repite Slughorn, frunciendo el ceño mientras piensa. Probablemente esté repasando la lista de personas que conoce. A Holly le resulta un poco extraño cómo Slughorn parece conocer a todos los famosos—. ¿Granger? ¿Tienes algún parentesco con Héctor Dagworth-Granger, fundador de la Rimbombante Sociedad de Amigos de las Pociones?

—No, me parece que no, señor. Yo soy hija de muggles —responde Hermione.

Draco se inclina hacia Theodore y susurra algo. Ambos se burlan de cualquier broma que su primo haya hecho a costa de Hermione, y ella le frunce el ceño.

—¡Ajá! ¡Una de mis mejores amigas es hija de muggles y es la mejor alumna de mi curso! Deduzco que ésta es la amiga de que me hablaste, ¿no, Harry?

Pansy se inclina hacia Holly—¿No es un poco peligroso que Potter vaya diciendo eso de Granger?

—Es que es verdad —responde Holly, confundida—. No es que vaya a agregar, ah, sí, y mi novia sabe cómo torturar a las personas.

—Hm —dice Pansy, dándole a Harry una mirada desagradable.

—No hay necesidad —dice Holly—. Hermione es la más inteligente aquí.

—Por supuesto, la Amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala. Sí, ya lo creo —explica Slughorn, deteniéndose para asentir con la cabeza a Draco y Theodore, que no parecen creer lo que dice—. Cuando hayáis vivido tanto como yo, no subestimaréis el poder del amor obsesivo...

—Seguro que Potter usó una con Holly —comenta Draco.

Holly ni siquiera responde. Realmente ya no le importa.

Bien, y ahora ha llegado el momento de ponerse a trabajar —dice Slughorn. Uno de los chicos del ED menciona la poción de la que no ha hablado, y una amplia sonrisa se extiende por el rostro de Slughorn—. Sí. Esa. Bueno, ésa, damas y caballeros, es una poción muy curiosa llamada Felix Felicis. No tengo ninguna duda, señorita Granger, de que sabes qué efecto produce el Felix Felicis.

—¡Es suerte líquida! —dice Hermione—. ¡Te hace afortunado!

Draco se endereza, finalmente escuchando con atención. Holly frunce el ceño: ¿por qué Draco estaría interesado en la suerte líquida?

—Muy bien. Otros diez puntos para Gryffindor. Sí, el Felix Felicis es una poción muy interesante —prosigue Slughron—. Dificilísima de preparar y de desastrosos efectos si no se hace bien. Sin embargo, si se elabora de manera correcta, como es el caso de ésta, el que la beba coronará con éxito todos sus empeños, al menos mientras duren los efectos de la poción —hace una pausa para el suspense—. Y eso es lo que os ofreceré como premio al finalizar la clase de hoy.

»Una botellita de Felix Felicis. Suficiente para disfrutar de doce horas de buena suerte. Desde el amanecer hasta el ocaso, tendréis éxito en cualquier cosa que os propongáis. Ahora bien, debo advertiros que el Felix Felicis es una sustancia prohibida en las competiciones organizadas, como por ejemplo eventos deportivos, exámenes o elecciones. De modo que el ganador sólo podrá utilizarla un día normal. ¡Pero verá cómo éste se convierte en un día extraordinario!

»Veamos, ¿cómo podéis ganar mi fabuloso premio? Pues bien, abriendo el libro Elaboración de pociones avanzadas por la página diez. Nos queda poco más de una hora, tiempo suficiente para que obtengáis una muestra decente del Filtro de Muertos en Vida. Ya sé que hasta ahora nunca habíais preparado nada tan complicado, y desde luego no espero resultados perfectos, pero el que lo haga mejor se llevará al pequeño Felix. ¡Adelante!

Holly acerca su caldero, agitando su varita y murmurando un hechizo que desata la cinta de su muñeca y envuelve su cabello blanco como el hielo en una coleta. Abre su libro de texto por la página diez, y mira a Draco, quien está abriendo febrilmente el suyo y preparándose para producir la poción primero. Extraño.

Susannah aparece mientras el resto de la clase charla; Holly suspira aliviada cuando ve a la chica fantasma, flotando alegremente en el aire—¿Qué estás haciendo?

—¿Tú que crees? —Holly levanta una ceja. Mantiene su voz baja, considerando que no quiere que Theodore piense que está loca—. ¿Hay alguna posibilidad de que sepas cómo hacer esta poción?

—No —responde Susannah—, pero sé cómo envenenar las bebidas.

—Espera, ¿qué?

—Esa iba a ser la segunda etapa de Raymond, pero luego lo arrestaron —dice Susannah, y deja escapar un suspiro de derrota. Holly frunce el ceño, recordando lo que había leído sobre la secta a la que perteneció Susannah hace tantos años: cómo el líder quería convertirse en presidente, planeaba causar pánico en todo el país y ascender al poder como un ángel guardián.

La inquietud y la falta de claridad crean el caldo de cultivo perfecto para hombres como él —recuerda que dice un documental acerca de Raymond. Pero sucedió que ella estaba viéndolo con su padre la semana después de que él descubriera la pesadilla de Durmstrang, y cambió el canal en el segundo en que comenzó a hablar sobre hombres malvados; debió recordarle a Karkarov.

Pero Holly lo encontró en la televisión un par de días después, cuando su padre estaba en el trabajo y ella estaba sola en casa. Recuerda que llegó a esa parte, y continuó:

Lo ves en todas partes... La mayoría de nosotros podemos nombrar al menos a un dictador que asumió el poder porque había algún tipo de desconfianza, algún tipo de infelicidad... Eso no les impide, en algún momento, tener una posición alta de poder en su país, su territorio.

Holly y Gus solían ver crímenes verdaderos todo el tiempo. Especialmente cuando ella creció un poco más, y era menos una versión PG de Jack el Destripador, y más sobre cosas como la Dalia Negra o la muerte de Marilyn Monroe. A medida que crecía, miraban documentales sobre circunstancias sospechosas, sobre sectas dirigidas por individuos hambrientos de poder... Y a veces veían programas históricos que hablan de versiones muggles de Grindelwald y Voldemort.

Y está contenta de haber visto ese tipo de cosas, porque le da esperanza. Las históricas especialmente porque, en su mayor parte, ese tipo de personas siempre son derrocadas. Nunca ganan, y en el tiempo en el que vive ahora, es importante que lo tenga en cuenta. El fascismo muere más rápido de lo que se propaga, eso es lo que dijo su abuelo. Y es muy cierto.

—Señor, seguro que conoció usted a mi abuelo, Abraxas Malfoy —dice Draco, mientras Slughorn camina hacia su mesa. Holly le da a Draco una mirada extraña. Su abuelo murió hace años. No cree que su primo pueda ser más obvio, tratando de alentar a Slughorn para conseguir a Felix Felicis.

—Así es. Sentí mucho enterarme de su muerte, aunque no fue nada inesperado, por supuesto: viruela de dragón a su edad... —dice Slughorn. Se aleja de Draco, caminando alrededor de la mesa. Su mirada cae sobre Holly—. ¡Tú debes ser Holliday Lippincott, la representante de las juventudes británicas!

—Lo soy —dice Holly, sonriendo cálidamente.

—Tengo unos cuantos amigos en el Wizengamot, uno es el señor Hallward, ¿lo conoces? —pregunta Slughorn. Holly asiente, pero en realidad no sabe quién es—. Claro que sí, claro que sí... Tu poción está saliendo bastante bien, estoy impresionado... ¡Debes tener algo del talento que tu padrastro Atticus tenía!

Ahora Holly está interesada—¿Lo conoció?

—El mejor de su clase —responde Slughorn, asintiendo para sí mismo. Holly, en su visión periférica, puede ver a Draco hirviendo—. Una pena lo que le pasó al pobre...

—Sí —dice Holly, recordando que en teoría está muerto. Si es que alguien lo cree. Harry, en la entrevista del Quisquilloso, dijo que estaba vivo, y está segura de que se supo que Atticus estuvo allí durante el Departamento de Misterios. Pero aún así, se supone que ella no tiene idea de cómo es él, por lo que ella asiente con la cabeza.

—Te dejaré para que continúes, querida —dice Slughorn.

Holly adivina que la mención de los mortífagos lo hizo menos interesado. Lo que ella encuentra un poco molesto. Todo iba bien, estaba siendo complementada por su propio trabajo, y luego, mágicamente, se menciona que su padrastro es un mortífago. Brillante.

No es que a ella le importe ese Club Slug. Piensa que es un poco extraño, para ser honesta, la forma en que Slughorn parece reunir a los estudiantes más brillantes, los que obtendrán puestos altos en el futuro. La pone nerviosa... Pero podría ser porque le recuerda al capturador de niños de Chitty Chitty Bang Bang. Todavía le da escalofríos.

Regresa a su poción, sus ojos se estrecharon ante la sustancia dentro del caldero. El libro de texto dice debe ponerse azul marino, pero no es azul marino. Es más de un color de alquitrán repugnante, lo que significa que va a ser una pesadilla para ella darle la vuelta a esto y convertir esa cosa en lila.

—Esto es un asco —dice Holly en voz baja, y Pansy gruñe, asintiendo con la cabeza—. Las malditas pociones por una maldita razón, oh Dios...

¡Tiempo! —anuncia Slughorn—. ¡Parad de remover, por favor!

Holly mira su caldero.

Slughorn camina de nuevo por el aula, mirando las pociones de todos. Pasa a Holly y se ríe—Es bueno que quieras estar en el Wizengamot, ¿eh? —y, tan pronto como gira su cabeza, Holly lo imita, frunciendo el ceño en la parte de atrás de su cabeza.

—¡He aquí el ganador, sin duda! —exclama Slughorn al ver la poción de Harry—. ¡Excelente, Harry, excelente! ¡Caramba, es evidente que has heredado el talento de tu madre! Lily tenía muy buena mano para las pociones. Así pues, aquí tienes: una botella de Felix Felicis, ¡y empléala bien!

Holly se siente como una mierda, mientras guarda sus cosas. Porque aquí está la cosa: ama a su novio, mucho, pero sabe a ciencia cierta que él no es tan bueno en pociones. No lo entiende. El año pasado, los tres mejores en pociones fueron Hermione, Draco y ella. ¿Cómo hizo Harry esa poción con éxito y ninguno de ellos no? ¿Cómo venció a Hermione?

Tal vez ella está empeorando. Eso tiene sentido, aunque odie la idea. Siente que está empeorando con todo... Consigue un castigo (un maldito castigo, algo de lo que estaba aterrorizada) en su primer día de clases. Ni siquiera puede hacer una poción sin enfadarse.

Todo está yendo cuesta abajo... Con suerte, no arruinará al equipo de quidditch, porque su historial sugiere que lo hará.

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