Capítulo 19.

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Antes de empezar, quiero decirles que esta canción es preciosa y me imagino que así se siente Jimin junto a Jungkook. Completamente enamorados, porque son la cosa más bonita juntos ♡









—Lo siento, Jungkook, pero no estoy preparado para tener un hijo.

—M-me haré responsable...

—No estás entendiendo, Jungkook.

—Por favor...

—Lo siento, pero la decisión ya está tomada.





—Uhm... Jimin, ¿realmente lo vas hacer? Hablemos las cosas con más calma, creo que esto es un error y lo mej...

—Claro que es un error. ¿Qué pasa contigo? Me estás cansando, Jungkook. Si no quieres esto, solo vete y déjame hacerlo solo, no te necesito aquí para que seas mi maldita conciencia.

—Te lo suplico, vámonos de aquí y olvida esto. Prometo ser responsable, darte un futuro si así lo deseas y cuidar de nuestro hijo. Jimin, por favor. Y-yo te am...

—¡Cállate!





—Me doy cuenta que nunca fui lo suficientemente bueno para ti, Jimin. No importa lo que te dijera o hiciera, simplemente nunca alcance tú corazón y ahora lo entiendo.

—Realmente me enamoré de ti...

—Algún día, Jimin, en el futuro, tal vez podamos reencontrarnos y quizás, charlar un rato mientras bebemos algo y compartiremos nuestras historias, sin que nos importen todos los fracasos y logros que experimentamos sin estar cerca del otro.

—Jungkook...

—Pero hasta que llegue ese día, Jimin, yo seguiré adelante, al igual que tú.

—No me dejes... Por favor, no me dejes...

—Adiós Jimin.






Un mal sueño cargado de dolorosos recuerdos lo hizo abrir sus ojos de golpe, y parpadeó varias veces al notar que aún estaba algo oscuro.

—Jungkook... —susurró nervioso, su corazón estaba tan acelerado que tuvo que inhalar hondo para controlar los temblores que estaba comenzando a sentir.

Quiso salir de la cama para lavar su cara y beber algo de agua, pero un brazo que conocía perfectamente bien rodeaba su ya no tan delgada cintura, se giró lentamente y logró ver entre la leve oscuridad el rostro de Jungkook, quien seguía durmiendo.

Lo miró en silencio un momento y luego cerró sus ojos.

"Te lo suplico, vámonos de aquí y olvida esto. Prometo ser responsable, darte un futuro si así lo deseas y cuidar de nuestro hijo. Jimin, por favor. Y-yo te am..."

Abrió nuevamente sus ojos para seguir viendo el rostro de Jungkook. Miro cada detalle de su cara, las facciones eran hermosas, varonil y duras. Definitivamente la edad le sentaba bien. No se comparaba al rostro que vio en su pesadilla, uno dolido y con lágrimas cayendo por sus mejillas.

Dios, estaba tan enamorado que recordar el pasado le dolía, le dolía tanto que deseaba poder volver el tiempo y reparar todo el daño que causó, evitar cada lágrima que Jungkook derramó por su culpa y por sobre todo, recuperar el tiempo perdido.

No pudo evitar sentirse mal y sus ojos inmediatamente se aguaron, dejando escapar unas lágrimas y sin pensarlo mucho, apoyó su frente junto a la de Jungkook.

—Te amo —le susurró con sus mejillas húmedas, haciendo que Jungkook se removiera y como si lo presintiera, abrió sus ojos lentamente para encontrar el rostro de Jimin pegado al suyo, sentía el calor de su respiración y cuando este sorbió su nariz, inmediatamente se alarmó.

—¿Amor? —levantó uno de sus brazos y llevó su mano a la mejilla húmeda para secar las lágrimas— ¿Por qué estás llorando, amor? —preguntó preocupado.

—Te amo —repitió con un hilo de voz. Metió sus manos por debajo de su camiseta de Jungkook para sentir el calor de su cuerpo— Lo siento tanto... y-yo... lo siento...

Jungkook suspiró y descendió sus manos hasta el vientre abultado de Jimin.

—¿Por qué te estás disculpando, Jimin? —preguntó calmado mientras lo acariciaba.

—Soñé contigo...

—¿Qué soñaste? —acercó sus labios a los de Jimin para rozarlos.

—Cuando me pedías... —mordió un momento su labio inferior para no dejar escapar ningún sollozo y luego siguió hablando— Cuando yo te dije... de-del bebé...

—Mi amor, debes dejar de pensar en eso —Jimin negó rápidamente con su cabeza.

—No puedo...

—Sí puedes. Amor, vamos a tener un hijo y solo debes pensar en él —llevó sus manos hasta la espalda de Jimin y comenzó a acariciarlo, sus narices se rozaban en todo momento y cada vez que dejaban de hablar, Jungkook depositaba cortos besos en los labios de Jimin.

—¿Me amas?

—Más que a nada en el mundo, no lo dudes jamás.

—Yo... yo también te amo...

—Lo sé, amor —besó su frente— Ahora sigue durmiendo, debes descansar y no preocuparte por nada.

—Sí.

—Cuando ya sea de día, te daré el desayuno aquí para que no te levantes, hace frío.

—Ya. Quiero pastel de chocolate y ensalada de frutas que tenga sandía —Jungkook soltó una risita.

—Todo lo que tu quieras, mi amor.

Ambos cerraron los ojos y Jimin se acurrucó más contra el cuerpo de Jungkook, lamentablemente su vientre ya estaba abultado y le impedía quedar prácticamente encima de él.

Ya había entrado en su sexto mes de gestación y las cosas marchaban demasiado bien, tanto que a veces se asustaba un poco. Se habían mudado definitivamente hace una semana y la casa era increíblemente hermosa, espaciosa, lujosa, pero con ese toque cálido y hogareño que ellos tanto deseaban.

Jimin le había dado la gran noticia a sus padres sobre su embarazo cuando él y Jungkook fueron a cenar para año nuevo con ellos. Increíblemente y para sorpresa de Jimin, se habían alegrado tanto con la llegada del primer nieto que ya habían comprado todo lo que el bebé necesitaba, aun cuando en ese entonces no sabian el sexo del pequeño.

Ahora ya lo sabían.

"Felicidades señor Park y señor Jeon - dijo el doctor Jung, mientras miraba el monitor atentamente y pasaba el aparato que proyectaba la imagen del bebé moviéndose por el vientre de Jimin. Era una ecografía de rutina - Están esperando un varón saludable."

Decir que no lloraron sería una mentira, Jungkook beso el dorso de la mano de Jimin mientras unas lágrimas de felicidad caían por sus mejillas y fueron removidas de inmediato, mientras que Jimin miraba la imagen con ternura y felicidad al saber que su primogénito venía en perfectas condiciones.

"Te amo tanto, Jimin. Gracias por hacerme tan feliz y por darme un hijo." Fueron las palabras que Jungkook le dijo fuera de la consulta del doctor.

Ese día todos se enteraron de que un niño era el que venía en camino y Taehyung se encargó de hacer una cena en la casa de los señores Park para festejar, los Kim claramente no pudieron faltar y Min con su esposa también estuvieron ahí. Todos reunidos para festejar la llegada de un pequeño que aún sin nacer, era amado por todos sus tíos postizos.

Cuando la mañana avanzó la luz del día iluminó levemente la habitación, Jungkook se levantó para ir a preparar el desayuno a su Jimin.

Sí, su Jimin, porque era suyo, completamente suyo. Suyo, suyo.

Suyo. por si quedan dudas.

Tardó alrededor de unos veinte minutos en preparar todo y encendió la calefacción de la casa, estaba comenzando la primavera pero seguían siendo demasiado frío los días, sobre todo las mañanas.

Subió con una gran bandeja entre sus manos y al llegar a la habitación, pudo ver que Jimin seguía hecho un ovillo en el centro de la gran cama que ahora tenían.

—¿Buenos días, mi amor? —habló Jungkook mientras dejaba la bandeja en una mesita que había en el dormitorio.

Jimin no respondió y sólo se removió entre la ropa de cama.

Jungkook se acercó y se metió bajo las colchas para abrazarlo y besarlo.

—Mmm...

—Buenos días, amor - sonrió al ver como Jimin sólo habría un ojito.

—Hola... —susurró aún somnoliento— Mm.. huele bien —estiró su cuerpo, aún estando entre los brazos de Jungkook.

—Traje el desayuno para que comamos.

—Maravilloso, tengo mucha hambre —Jungkook besó un momento los carnosos labios de Jimin y luego se alejó para no sentir esa ola de placer y deseo que llevaba evitando por demasiado tiempo.

Salió de la cama y acercó la bandeja mientras Jimin se sentaba con cuidado en la cama.

—Umm... todo se ve rico.

—Lo está, lo hice especialmente para ti.

—¿Y mi pastel? —Jungkook soltó una risita divertida, realmente le había dado demasiada flojera salir a comprar y esperaba que Jimin no lo recordará, claramente si se acordó.

—Iré a la empresa a dejar unas cosas y vuelvo, ahí te compro un pastel. Aparte de eso, ¿quieres que te traiga algo más?

—Tu cuerpo.

—Me refiero a que si quieres comer algo especial en el almuerzo —sonrió.

—Tu cuerpo.

—Oh Dios, eres increíble —se acercó para besarlo— Te amo.

—Y yo a ti.

—Bien, ahora come que se enfría.

Jungkook seguía trabajando en la empresa de Kim, pero sólo hacía cosas menores y trabajaba desde casa.

—Estoy aburrido en casa —hizo un puchero.

—¿Quieres salir a algún lado?

—Sí, quiero ir a la playa.

—Podemos ir el fin de semana, ¿te parece?

—Me parece perfecto —sonrió mientras le daba un mordisco a la tostada con mermelada de fresa— Mmm... Esto está demasiado rico.

—Toma toda tu leche —Jimin frunció los labios haciendo una mueca. Se estaba aburriendo de tomar leche, él quería café, café bien cargado y se lo habían prohibido— No hagas mala cara y tómala —tocó una de sus mejillas y se acercó para besarlo.

El desayuno se prolongó alrededor de una hora, pero no porque tardaron en comer. Jungkook había comenzado a besar y acariciar a Jimin y se les hacía tan difícil separarse que muchas veces se perdían por completo en su nube de amor.

—Bien... —aclaró su garganta y se alejó con brusquedad de los labios hinchados de Jimin— Debo... debo irme a bañar —dejó nuevamente un rápido y corto beso en los enrojecidos labios del menor para ir al baño, Jimin hizo un sonidito de protesta pero simplemente lo ignoro.

Llevaban así desde hace más de un mes, claramente a Jungkook le daba miedo hacer algo más y lastimar a Jimin, aun cuando el doctor les explicó que tener relaciones sexuales no dañan a al bebé.

La ducha fue larga, necesitaba bajar esa dura y palpitante erección que tenía en esos momentos. Para cuando salió del baño ya vestido, vio que Jimin estaba acurrucado viendo la televisión.

—No te metas al baño, no hasta que yo llegue, ¿bueno?

Jimin sonrió.

—No me pienso bañar, hace demasiado frío.

—Bien, de todas formas no lo hagas mientras estés sólo —pidió mientras se acercaba a besarlo nuevamente y Jimin asintió rapidito moviendo su cabeza para poder responder aquel beso— Me iré ahora, vuelvo en un par de horas.

—No tardes tanto.

—No, te amo.

—Te amo —un último beso en su frente y Jungkook desapareció del dormitorio, abandonando la casa para ir a la empresa.



***

—Miren nada más quien llegó —dijo Lisa mientras se encontraba a Jungkook en los pasillos y lo abrazó— ¿Por qué ya no nos visitas tan seguido? —puchereó.

—Hola, Lis —sonrió ante el comentario— Estoy cuidando a Jimin.

—Lo sé, pero igual dedicanos un tiempo a nosotros.

—Vaya, el hijo perdido volvió —la voz ronca de Mark lo hizo mirar en su dirección.

—Hey...

—¿Vienes a dejar los archivos? —preguntó Mark.

—Sí, y ver que me llevo.

—Bien, Kim está en su oficina así que es mejor que vaya ahora, creo que en breve tiene una reunión.

—Voy, luego vamos a la cafetería por un café —les dijo mientras avanzaba y Lisa le levantó el dedo pulgar sin dejar de sonreírle.

Avanzó rápido por los pasillos hasta que llegó a la oficina de Namjoon y como era la tradición, entró sin tocar.

—¡Llegué! —exclamó emocionado y vio como Kim pegó un pequeño brinco y se volteó a verlo con su ceño levemente fruncido.

—Sí, no te preocupes. Nos vemos —finalizó la llamada— Supongo que las viejas costumbres no se olvidan.

—Vamos, sé que me extrañas.

—No realmente —eso era claramente un sí.

Se quedaron hablando un buen rato, era grato charlar de temas que sólo ambos compartían.

—¿Cómo va la vida de casado? —preguntó de repente Kim.

—De maravillas.

—Aún... ¿Aún no?

—No. No lo he comprado aún —respondió nervioso, los Kim estaban al tanto de sus planes y sólo esperaban la gran noticia.

—No te olvides de informarle a Jin o realmente te matará.

—Lo tengo claro —sonrió al imaginar la cara del mayor— Bien, debo irme.

—Mándale saludos a Jimin.

—Se los daré, nos vemos Nam.

—Nos vemos.

Salió de la oficina con lo que necesitaba y fue en busca de los chicos, los cuales le habían mandado un mensaje diciendo que ya estaban en la cafetería.

—Entonces, ¿cuándo nos vamos a celebrar? —preguntó Lisa mientras se llevaba una dona a la boca.

—Hay que ir a beber —dijo JB.

—No lo sé, él fin de semana iré a la playa, creo que puede ser cuando vuelva.

—Maravilloso, el otro viernes —habló Lisa con sus mejillas llenas— ¿Alguien se opone? —todos negaron ya que estaban de acuerdo.

—Bien, el próximo viernes —sonrió divertido al verlos feliz. Claramente necesitaba pasar tiempo con ellos y distraerse un poco.

Estuvieron un corto rato, disfrutando de alguna charla sin sentido y cuando acabaron de comer, Jungkook se despidió y se fue de la empresa para ir en dirección del supermercado y comprar algo para el almuerzo, además del pastel de chocolate y sandías para Jimin.

Eran pasadas las doce del día cuando Jungkook finalmente llegó a su casa, guardó el auto y tomó las bolsas para ingresar al interior.

—Jimin —le llamó y no obtuvo respuestas. Fue hasta la cocina y guardo las cosas para luego ir al dormitorio.

—Jungkook —habló feliz al verlo y se levantó de la cama para ir a abrazarlo.

—¿Me extrañaste?

—Mucho —Jungkook abrazó por la cintura a Jimin y se inclinó para besarlo.

—Traje tu pastel...

—Quiero...

—¿Ahora?

—Sí... no... —Jungkook se alejó un poco para mirarlo.

—¿Sí o no? —preguntó alzando una ceja.

—Primero quiero un baño, en la tina y con espuma.

—La iré a llenar, espérame aquí —dejó a Jimin sentado en la esquina de la cama y fue hasta el baño.

La tina era grande y Jimin tenía todo tipo de cosas raras para echarle, todas con diferentes aromas y formas, pero que cumplían la misma función, relajar.

Cuando estuvo llena y con mucha espuma, salió del baño en busca de Jimin.

—Listo, ven —lo tomó de la mano y lo guió hasta el baño— Le puse una de rosas, ¿te gusta?

—Claro, sino no las hubiera comprado —respondió con una gran sonrisa. Ver a Jungkook así de preocupado le encantaba y amaba que lo cuidara siempre.

Comenzó a desabotonar su pijama y aunque le daba un poco de verguenza ver su cuerpo desnudo a través del espejo, Jungkook parecía amarlo aún estando inflado como una sandía.

—Estas hermoso, mi amor —dijo al notar la mueca de Jimin al ver su reflejo, y se acercó para besar su vientre— Eres perfecto.

—Estoy gordo...

—¿Y? Estás así porque llevas a nuestro hijo y eres increíblemente perfecto —le quitó el pantalón del pijama y lo ayudó a meterse en el agua tibia.

Jungkook le dobló una toalla para que pudiera apoyar su cuello, el vientre no quedaba completamente cubierto por el agua y se le hacía demasiado lindo. Se quedó ahí junto a Jimin mientras que con sus dedos acariciaba la pancita de Jimin.

—¿Pensaste en el nombre? —preguntó sin dejar de acariciarlo.

—No... —llevó sus manos hasta su vientre para unirse en las caricias que le daban a su bebé— Pero Minjung me gusta.

—Es perfecto, me encanta —sonrió y se acercó para besar los labios de Jimin.

El baño duró bastante y Jungkook se encargó de lavar el cabello rubio del menor, mientras este solo disfrutaba de toda la atención que recibía y le encantaba.

—Ven, te cubrir con la toalla —Jimin tomó las manos de Jungkook para salir con cuidado de la tina y fue envuelto por una gran toalla negra— ¿Tienes frío?

—No tanto.

—Había encendido la calefacción en el baño para que no te congelaras.

—Gracias —comenzó a secar su cuerpo y Jungkook salió del baño para ir a buscarle un pijama limpio.

—¿Te pondrás esto? —se le mostró lo que tenía en su mano y Jimin asintió rápidamente— Creo que tendré que comprarme más ropa - dijo divertido. Jimin ya no usaba su ropa y todo lo que vestía desde que su vientre había crecido, era de Jungkook.

Cuando finalmente quedó listo y con su cabello seco, se fue a la cama y Jungkook fue por un trozo de pastel para ambos.

—¿Qué veremos?

—Umm... —tarareó cuando metió una cucharada de pastel a su boca y se deleitó con el exquisito sabor del chocolate espeso— do do sé —respondió con sus mejillas completamente llenas.

—Parecen un hámster —sonrió y se acercó para besarlo. Porque sí, cada vez que podía, lo besaba— Come con cuidado —tomó el control y comenzó a buscar algo.

El día estuvo frío y ellos estaban cómodos en su habitación viendo películas, Jimin se acurruco contra el cuerpo de Jungkook cuando terminó su pastel y no se movió de su lado en ningún momento. Cuando prepararon el almuerzo, ambos bajaron a la cocina y lo hicieron juntos, comieron en la sala y luego Jungkook se metió a su laptop para ver los archivos que debía editar mientras Jimin tomaba un libro y se disponía a leer.  




***

Holi :3 hoy en la noche termino de subir los caps que me quedan, porque ahora solo quiero mimir UnU fdgysduighdf 

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