Cuando Jimin abrió sus bonitos ojos de manera lenta, una mueca de dolor se dibujó de inmediato en su adormilado rostro, intentó salir de la cama con sumo cuidado, alejando el gran brazo que tenía alrededor de su cintura para poder ir al baño y cuando logró ponerse de pie, caminó hasta su armario para sacar un pantalón de pijama. Una vez dentro del baño, se paró frente al espejo y pudo ver el mapa de marcar rojizas y otras medias amoratadas que había en todo su pálido cuerpo.

Realmente se habían excedido, pero Jimin simplemente sonrió ante ello.

Lavo su cara y cepillo sus dientes, acomodó un poco su cabello y siguió mirando su torso desnudo, perdiéndose en sus pensamientos y contemplando cada una de aquellas marcas que Jungkook había dejado sin siquiera preocuparse si las dejaba a la vista o no.

Inconscientemente mordió su labio inferior al recordar una vez más todo lo que hizo.

Sin duda fue el mejor sexo que habia tenido en estos ultimos seis años y donde finalmente habian unido sus cuerpos, disfrutando del placer que ambos se daban, disfrutando de esos magnificos besos y caricias aun estaban tan frescos en su memoria que todabia podia sentirlos en su piel.

—¿Jimin? —una voz ronca hizo sacar de sus placenteros pensamientos al rubio que aun estaba encerrado en el baño— ¿Está todo bien adentro? —preguntó al no tener respuesta.

La puerta fue abierta y un bonito, pero sonrojado rubio se asomó con una preciosa sonrisa en sus labios.

—Buenas madrugadas —habló suavecito y Jungkook sonrió al verlo lleno de chupetones, lo tomó de la cintura y lo apegó a su cuerpo semidesnudo.

—Vuelve a la cama, hace frío —comenzó a besar sus mejillas.

—Solo andas con ropa interior, ponte un pantalón y así no tendrás f-frío... ugh... —los besos comenzaron a viajar desde la mejilla hasta la mandíbula para luego ir hasta el lóbulo de la oreja donde dio un pequeño mordisco haciendo erizar la piel del rubio.

—Vamos... —comenzó a caminar sin soltar a Jimin quien llevó sus brazos al cuello del castaño para aferrarse aún más a él— Es temprano para estar fuera de la cama...

—¿Vamos a dormir...?

Jungkook soltó una risita mientras besaba el cuello del menor.

—Claro... dormir...

Cuando llegaron a la cama, Jungkook dejó caer suavemente al rubio quien mantenía una preciosa sonrisa, una que solo lo hacía lucir más sensual de lo usual, una que simplemente incitaba a Jungkook a devorarlo hasta saciarse por completo de él. Una deliciosa ronda de besos que duró lo suficiente como para perder por completo el aliento, dio paso para sutiles caricias que fueron reemplazadas por unas más obscenas. Sin perder tiempo, retiraron la poca ropa que llevaban puesta en ese momento y comenzaron a repetir lo que ya habían hecho en la noche, llenando de gemidos y gruñidos la habitación que aún estaba oscura dado que eran alrededor de las cinco de la mañana.

***

Luego de una nueva ronda de amor, ambos habían caído rendidos nuevamente y solo el sonido de un teléfono sonando hizo que Jungkook despertara ya que Jimin estaba prácticamente inconsciente luego de todo lo que hicieron y que Jungkook le hizo.

Miró con los ojos entrecerrados y pudo leer el nombre de quien irrumpía su placentero sueño.

Era NamJoon.

—¿Ah?

—¿Cómo que ah? —habló molesta la voz al otro lado de la línea— ¿Por qué aún no estás aquí? Es demasiado tarde y no veo el proyecto que debías entregar hoy. ¿Vas a venir o no?

—Mierda... —talló sus ojos— ¿Te lo mando por correo? así lo tienes mas rápido y lo revisas si quieres. Llegaré tarde... me quedé dormido...

—Así veo. Si lo tienes listo no vengas, no hay trabajo para ti por hoy, mandalo y te aviso por mensaje si necesito una modificación o algo.

—Bien, lo siento...

—Tranquilo, solo mandame lo que necesito y te perdono —bromeó el mayor al otro lado de la línea.

—Bien, nos vemos.

—Oye...

—¿Qué?

—Recuerda lo de mañana o Jin te matará si no asistes a tu fiesta de cumpleaños —rió.

—Sí, lo tengo presente.

—Bueno, sigue durmiendo.

—Nos vemos.

Cuando finalizó la llamada se acurrucó junto al cuerpo inmovil de Jimin, quien dormía tranquilamente sin importar que aun estaba desnudo, Jungkook lo arropó bien y se permitió cerrar nuevamente los ojos.

Durmieron hasta que sus cuerpos estuvieron completamente descansados y el hambre se hizo presente. Jimin se removió en la cama y pudo ver a Jungkook dormido con un hilo de baba que caía en la almohada, soltó una risita y tomó su teléfono para sacarle una foto y usarla como chantaje en algún momento.

—Kookie... —pronunció aquel apodo que no había usado hace años— Kookie... despierta, son casi las tres de la tarde.

—Mmm...

—Vamos, hay que tomar desayuno —sonrió al ver como el mayor abrió levemente los ojos.

—Quiero una hamburguesa —dijo finalmente con su voz ronca— Y papas...

—Umm... suena bien —se sentó en la cama para poder visualizar donde había quedado su pijama y cuando quiso ponerse en pie Jungkook lo impidió, jalándolo nuevamente a su lado.

—No te vayas —habló con sus ojos cerrados.

—¿Cómo quieres que lleguen las hamburguesas? Necesito llamar para hacer un pedido y dar la dirección para poder comer, muero del hambre.

—Llama sin salir de la cama —tomó su teléfono y se lo pasó— llama —ordenó.

Luego de esperar alrededor de unos veinte minutos, el mega pedido del McDonalds había finalmente llegado y sin pensarlo mucho, decidieron no salir de la cama en todo lo que quedaba del día, por lo que se encontraban comiendo sus hamburguesas y todo lo demás aun acostados viendo la saga completa de los avengers y robandose uno que otro beso. Así estuvieron hasta que cayó la noche y decidieron que era momento de ordenar un poco todo el desastre para luego darse juntos un relajante baño de espumas.

Uno que duró más de lo planeado, uno que no tuvo nada de relajante porque Jungkook se encargó de saborear todo el cuerpo del rubio, uno donde simplemente unió nuevamente dos cuerpos destinados a estar juntos.

—Me duele el jodido cuerpo —soltó finalmente Jimin cuando cayó como un saco de papas a la cama, completamente rendido y cansado.

—Que raro, yo me siento como nuevo —soltó Jungkook con una risita maliciosa al no sentir todo el dolor corporal que sentía el rubio.

Es más, parecía que brillaba de lo refrescante que se veía.

—Se te caerá el pene de tanto usarlo.

—No lo creo. Está bien firme —dijo mientras le echaba un vistazo a su kookie junior— De hecho, te manda saludos y dice que cuando quieras está disponible.

Jimin quien tenía la cara enterrada en sus almohadas, levantó la cabeza y le tiró un cojín a Jungkook quien inmediatamente soltó una carcajada para luego acercarse al cuerpo del rubio y besar su nuca.

—Idiota.

—Hace tiempo no me decias idiota —sonrió —Creo que lo extrañaba.

—Cállate... —giró su cuerpo y Jungkook se acostó a su lado— Quiero dormir.

—Hoy solo hemos dormido y comido.

—Es tu culpa que esté tan cansado.

—¿Mía? —preguntó haciéndose el sorprendido— Pero si yo no he hecho nada más que darte amor, que por cierto es bastante lo que pides —sonrió nuevamente al ver que Jimin puso mala cara.

—Me follaste en la noche, en la mañana y ahora en el baño.

—Oye —frunció el ceño— Tú fuiste el que me sedujo anoche así que tú eres el culpable.

—Tonto —se acercó a la cara de Jungkook y besó el lunar que este tiene bajo su labio inferior y sonrió— Te amo —dijo de una manera tan tierna que el corazon de Jungkook se acelero y no pudo evitar abrazarlo y llenarlo de besos por al rededor de quince minutos— ¡Oye! —gruñó.

—¿Qué? —preguntó mientras aún repartía besos en las mejillas del rubio.

—Di que me amas —exigió con el ceño fruncido.

—Te amo.

—Ya no —se alejó del cuerpo del mayor.

—Te amo, Te amo.

—Cállate, ya perdiste tu oportunidad —fingió estar enojado y a Jungkook le encantó verlo así.

—Te amo, Jimin.

—Buenas noches —se arropó hasta la cabeza dándole la espalda al castaño.

—Oh vamos —sonrió encantado por aquel berrinche— Te amo, bebé.

Jimin lo ignoró.

—Te amo, Minnie.

Bastó solo eso para que Jimin se girara y mirara a Jungkook con sus mejillas completamente coloradas y una tierna sonrisa dibujada en sus labios.

—Te amo, Kookie...