ʚ🥂ʿꜝꜞ 𝙀𝙥𝙞𝙨𝙤𝙙𝙞𝙤 𝗢𝟳.

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«Cᴏʀʙᴀᴛᴀ»

La semana empezó ajetreada para JungKook y TaeHyung. Como la discusión sobre los mensajes había atrasado sus planes con el Fashion Week, ambos tenían el doble de trabajo y proyectos que atender, además de entrevistas y contratos.

Para suerte de JungKook, TaeHyung era sumamente eficiente organizando todo y reservando un espacio para que pudieran almorzar y comer juntos. JungKook había insistido en que debían compartir esos horarios.

Ninguno había hablado sobre el beso y la quasi-masturbación en el mirador por la falta de privacidad en la oficina y por los compromisos que debían atender primero. Ahora lo más importante para el el pelirojo eran las reuniones con sus contribuyentes para arreglar el tema de tener suficiente variedad de bebidas en el evento.

ㅡYa llegó la señorita Minatozakiㅡavisó TaeHyung, corriendo a la oficina de JungKook.

ㅡ¿Quién?

ㅡLa presidenta de Domaine de Chevallier.

ㅡOh, claro...hazla pasar.

TaeHyung asintió, abriendo la puerta de la oficina.

Frente a él había una mujer joven, japonesa, sumamente hermosa, pelinaranja y con un vestido esculpido para ella. Llevaba una bolsa de Louis Vuitton y accesorios que costaban más de un millón de dólares si los juntaba en un estante. Y lo que más resaltaba era el vientre abultado de seis meses de embarazo, que la hacia ver incluso más hermosa. Impresionante y despampanante.

En seguido, el pelirojo la guió hasta el escritorio de JungKook, tomando asiento a lado de su jefe para apuntar cualquier detalle que le indicara.

Hubo silencio por unos segundos, un silencio incómodo.

ㅡSeñorita Minatozakiㅡsaludó Jungkookㅡ. Bienvenida a Buchanan's.

ㅡSeñor Jeonㅡdevolvió el saludo con cierta indiferenciaㅡGracias.

Pasaron otros segundos de silencio.

TaeHyung sabía que Domaine de Chevallier y Buchanan's eran empresas independientes, pero habían trabajado en muchos eventos de forma conjunta; eventos sumamente exclusivos, tanto, que recuerda haberse caído de la silla al enterarse que el príncipe de Londres los habían contratado para encargarse de las bebidas de la boda real. Si, la del príncipe Harry y Meghan Marckle..¿Habría un malentendido durante estos meses?

De pronto, ambos soltaron una carcajada descomunal, dejando a TaeHyung con más dudas.

JungKook se inclinó sobre su asiento y saludó con un beso en la mejilla a SanaㅡTe ves fabulosa, Sana. No te había visto desde la apertura de la nueva sucursal, ¿Estabas de cuánto? ¿Dos, tres meses?

ㅡDos y medio de hechoㅡrespondió la mujer acariciando su vientreㅡ. Es raro que uses mi apellido de soltera. Sabes que no soy Minatozaki, soy Jung Sana.

ㅡSi, pero todos te conocen aquí antes de casarte con Hoseok. Date el mérito de tu trayectoria como soltera.

La chica se encogió de hombros, orgullosa. Giró la cabeza y detalló más a TaeHyung, que parecía no comprender la situaciónㅡHola, ¿Tú eres el nuevo?

JungKook sonrió de lado. Su amiga también conocía sus manías de acoso laboralㅡEs Kim TaeHyung, mi nuevo asistente.

TaeHyung se levantó para estrechar manos con la chica, riendo con nervios. Sabía quién era ella, pero no tenía idea que su esposo era el orgulloso Jung Hoseok, dueño de la empresa Bacardi.¿Acaso todos los presidentes de bebidas alcohólicas eran mejores amigos, amantes o que?

ㅡUn placerㅡrespondió cordial.

ㅡIgualmenteㅡdijo Sana con una sonrisa. Giró hacia JungKook y enarcó una cejaㅡ¿Es de confianza?

ㅡAbsolutamente. Ya lleva mes y medio aquí.

Sana soltó un "Wow" sorprendida. Nunca hubo persona que soportara todo lo que hacia JungKook como persona o como jefe. TaeHyung debía ser especial o masoquista. Como fuera, ella conocía al rubio y sabía que no era tan hijo de puta.

ㅡBueno, cariño, que yo he venido aquí a hablar de negociosㅡComentó.

Después de la reunión y de una ronda de chistes locales que TaeHyung no entendió, Sana se retiró, prometiendo que se reencontrarían en el Fashion Week.

Al cerrar la puerta, JungKook giró el pestillo y se dirigió para tomar de la nuca a TaeHyung y besarlo con fuerza.

ㅡEspera, JungKookㅡDijo TaeHyung con sorpresa. Lo había besado contra el escritorio, sin advertencia.

ㅡNo puedo contenermeㅡrespondió el rubio, besándolo en el cuello ahoraㅡ. Toda la semana no he podido tocarte, y te advertí que no me contendría cuando llegara al límite.

TaeHyung necesitó procesar la situación en general.

Si, había tenido una semana muy ocupada y el tiempo suficiente para recapacitar sobre el viernes pasado. Por supuesto que su numerito de masturbación era un secreto, pero debía admitir que estando tan cerca de JungKook lo descontrolaba, no físicamente, sino mentalmente.

Sentía la lengua de JungKook pasar por su cuello, alzarlo de la cadera y sentarlo sobre el cristal del escritorio presidencial. Jadeó en medio del contacto, intentando conservar la compostura.

Pensaba en su postura y el modo en que JungKook pretendía someter su voluntad. Se había prometido incontables veces que no cedería ante una provocación, pero a esas alturas, con la atracción y la tensión sexual innegable, TaeHyung debía hacer una elección.

ㅡ¿Por qué?ㅡpreguntó, logrando que JungKook se detuviera para mirarlo a los ojosㅡEs muy evidente que no voy a renunciar a pesar de tus imprudencias.

ㅡ¿Ah, no?ㅡparecía haberse desconcertado con la declaración.

TaeHyung rodó los ojos.

ㅡ¿Por qué lo haces, JungKook? Ya sé que eres un empresario exitoso y tienes miles de razones para querer aprovechar tu puesto para divertirte, pero entérate que yo no soy un juguete del cuál usar y tirar cuando te aburras de mi.

ㅡWoah, espera un segundoㅡdijo el rubio, un tanto ciscado. Sonrió de lado por el modo tan tierno de TaeHyung al decírseloㅡ¿Crees que es un juego?

ㅡPues me has acosado desde el primer día que llegue aquí. Jamás has tenido la decencia de preguntarme si me sentía cómodo...Digo, si te gusto o algo...¡No te entiendo, JungKook!

ㅡTuvimos una cita hace una semana.

ㅡEso no fue una cita.

ㅡHablamos de negocios, pero también me contaste sobre tu familia y yo un poco de la mía, luego nos besamos, casi te masturbo...Para mí, suena a una cita en plan romántico.

«Imbécil» pensó TaeHyung, queriendo zafarse de los brazos de JungKook, pero hallándose cautivo. Miró al otro y se sonrojó. Esperaba una invitación menos forzada para salir con él...No, un minuto, ¿Era su deseo salir con JungKook en primer lugar? Porque le gustaba, es decir, lo deseaba. Ahora mismo solo quería besarlo, ya no soportaba las ansias y se notaba.

El rubio lo tomó de la nuca y lo volvió a besar, está vez con un leve mordisco en el labio inferior.

ㅡMe vuelves loco, ya deberías saberloㅡdijo contra su oídoㅡ. Que no te veo como un simple asistente, que cada vez que cruzas por mi oficina tengo que morderme la lengua para no saltar hacia ti.

¿Como podía creerle tan fácil? ¿Como podía derretirse ante su aroma?

ㅡVen conmigo.

Lo tomó de la mano para ir a su oficina conjunta. JungKook envidiaba ese espacio porque era aislador de sonido, y perfecto para lo que planeaba hacer. Comenzó a desanudarse la corbata de su traje mientras recorría con la mirada al pelirrojo.

ㅡ¿Confías en mí?ㅡpreguntó con su voz profunda.

TaeHyung exhaló fuerte, dudoso de las intenciones de JungKook, pero asintió.

Asintió porque confiaba en él. Podía sonar descabellado, pero sentía ese algo en su pecho, o quería creer que JungKook hablaba en serio al repetirle que pensaba en él todo el tiempo. No era una confesión, pero en esos momentos ya no importaba porque lo estaba besando de nuevo.

En medio de ese beso, el rubio anudó la corbata en las muñecas de TaeHyung de manera que no las pudiera separar aunque fueran delgadas.

ㅡ¿Que...?

ㅡTranquilo, te va a gustarㅡrespondióㅡ. También voy a ocupar tu corbata, así que no vayas a escapar.

Después de quitarle el accesorio, JungKook le pidió que caminara hacia la pared donde había clavado un perchero.

TaeHyung estaba con el corazón a mil por hora, pero excitado. Preocupado, pero excitado.

Dioses.

Estaba consciente y lo que le sigue, pero eso no impedía que le temblaran las rodillas. No era virgen, pero jamás tuvo un experiencia igual. JungKook sonaba tan varonil y desinhibido que erizaba su piel con solo el tacto y su voz en su oído.

El rubio le dio otro beso antes de colocarle la corbata sobre los párpados, privándolo del sentido de la vista. Lo ayudó para que alzara sus manos atadas, encajándolas en el perchero de la pared.

Asi, TaeHyung permanecería con sus brazos en alto sin poder moverlos fácilmente. Una vez así, JungKook se colocó tras él y beso su nuca, acariciando suavemente sus glúteos. Dirigió sus manos al frente del pantalón, desabrochándolo; también aprovecho para acariciar el abdomen descubierto del pelirrojo, en tanto pegaba su pelvis, ya erecto.

ㅡAh...ㅡgimió TaeHyung, alerta por no poder observar nada.

El rubio sonrió de lado, continuando con su beso en el cuello y rozando el interior de los muslos de TaeHyung. Era tan delicioso. Pasó su diestra en la erección creciente para terminarlo de endurecer sobre el bóxer.

ㅡ¿Quieres que te toque?ㅡpreguntó en tono lascivo.

ㅡAh, ngh... Sí.

Good boy, Tae.

Bajó el bóxer hasta las rodillas y tocó el miembro. JungKook se imaginaba lo que sentiría al estar con TaeHyung, y había corroborado con grata sorpresa que lo disfrutaba.

Bombeó ligeramente para acostumbrarlo a su contacto hasta enfocarse en el glande, que ya soltaba preseminal, sirviendo como lubricante para deslizar su mano con facilidad en toda la longitud.

ㅡAh, mgh...ㅡgemía el pelirojo, sosteniéndose del bendito perchero. Dioses, estaba muy caliente, muy excitado, deseoso de más. Podría desmayarse de placer no cabía dudas.

Es que jamás creyó que JungKook fuera tan bueno en masturbarlo. Carajo, jamás le pasó por la cabeza que querría que cruzarán el límite para pasar al siguiente nivel, pero ahí lo tenía; sujeto, vendado, inmovilizado y con la polla de fuera, suplicando por más caricias.

JungKook mordió su oreja mientras bombeaba con más rapidez su miembro, sacándole gemidos.

ㅡShh, Shh. No alces mucho la voz, amorㅡsiseóㅡ. Mierda, ya quiero hacerte mío.

«Yo también» quiso responder TaeHyung, pero ya no soportaba más. Necesitaba correrse ya.

Pareció que el rubio entendió porque notó que el pelirojo se movía contra su mano ahora. Aumento el ritmo, pegando más su cuerpo hasta sentir cómo se arqueaba TaeHyung sobre él y eyaculaba en su mano.

El orgasmo pegó como un remolino para el pelirojo, que solo dejo que su miembro vibrara para expulsar su cimiente, abriendo la boca en busca de más aire. Entonces, sintió la corbata siendo removida de sus ojos. El rubio lo ayudó a bajar sus brazos y desanudar sus muñecas.

ㅡ¿Tienes pañuelos?ㅡpreguntó JungKook para limpiar el semen de su mano.

TaeHyung le indicó que los guardaba en un cajón, y luego de asearse, el rubio regresó con él. Lo dirigió a la pared, besándolo. Deseaba con cada fibra de su ser que TaeHyung NO se arrepintiera de lo que acababa de pasar.

ㅡ¿Jungkook?

ㅡ¿Si?

ㅡNo creo que pueda bajar la voz si tenemos sexo aquí.

Ambos rieron cómplices. JungKook volvió a besarlo más despacio para darle tiempo de recuperarse; después de todo, en unos minutos más haría que tuviera otro orgasmo.

Llamada entrante: número desconocido.

JungKook maldijo en todos los idiomas que hablaba al escuchar el tono de llamada de su teléfono. ¿Quién mierda era el genio que se le ocurría llamar en ese momento? Sacó el aparatejo de su bolsillo, mirando hacia TaeHyung.

ㅡContestaㅡsugirióㅡ. Eres el presidente de Buchanan's y estamos en horario laboral, ¿Recuerdas? Puede ser algo importante.

ㅡMas vale que sea de vida o muerteㅡrespondió malhumorado.

No le sorprendió que el remitente fuera desconocido. Normalmente sus proveedores marcaban desde oficinas de diferentes partes del país. En fin, mientras tanto, tenía enganchado a TaeHyung por la cintura, dándole un beso en el cuello antes de responder.

El semblante enojado de JungKook cambió a uno de terror, como si hubiera visto un fantasma al colocarse el auricular. Y eso preocupó visiblemente a TaeHyung.

ㅡ¿Heidi...?

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