Capítulo 9: Only You - The Platters

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Dejo este pequeño recordatorio de que, si os está gustando la novela, podéis ayudarme votando, comentando y compartiendo esta novela con vuestras amigas y amigos. No quiero molestaros más, os dejo con el capítulo 😊

***

Estaba agotada cuando abrí la puerta del piso y me metí dentro, quitándome los auriculares con algo de lástima ya que estaba escuchando una canción que me encantaba. Fui hacia dentro, casi arrastrando mi cuerpo y mis pertenencias con la poca fuerza que me quedaba. Había tenido una sesión de exposiciones con actividades que me habían dejado el cerebro frito, literalmente. Tuve la fuerza de caminar hacia la cocina, donde escuché a alguien abriendo los armarios donde guardábamos comida. Supe que era Vero antes siquiera de entrar, pues su perfume inundaba todo el pasillo (y si hubiera sido otra persona, yo había chillado demasiado).

—Dime, por favor, que tenemos cafeína —exclamé, asomándome por el marco de la cocina. Vi a mi compañera vestida con un pantalón beige largo de camal ancho, a juego con un top negro de tirantes. Tenía el cabello recogido en una coleta alta de la que no se le escapaba un solo cabello. Sus ojos tenían un ligero delineado, lo que me hacía saber que ella también venía de estudiar, ya que tenía la costumbre de maquillarse para ir a clase.

—Sí, todavía queda café, pero creo que lo que he traído te va a hacer todavía más ilusión —exclamó, a lo que junté mis cejas, curiosa por saber qué era aquello que me esperaba. Para mi sorpresa, Vero fue hacia una bolsa blanca que estaba puesta en la mesilla de la cocina, después sacó de allí unas pequeñas bandejas rellenas de algo que yo supe distinguir: pollo al limón.

—¡No me jodas! —De forma inconsciente dejé caer la mochila al suelo, a la vez que corría a por la comida china que había traído. Saqué otra fiambrera de cerdo agridulce y casi grité de alegría al ver que había traído ternera en salsa de ostras— Vero, te juro que te quiero la vida entera —exclamé, a lo que mi compañera sonrió desde donde estaba y sacó dos platos de un cajón.

—¿Comemos? —preguntó, a lo que asentí.

Disfruté demasiado de la comida sorpresa que había traído para las dos, la verdad es que aquel día había mejorado considerablemente solo con ese pequeño detalle. Estuvimos hablando acerca del concierto reservado de la banda en la que Vero tocaba el violín, a la que me había invitado. Me comentó que era uno importante, así que le confirmé mi asistencia y charlé con ella para que calmara aquellos nervios que tenía.

—La verdad es que me hace ilusión porque es el aniversario de la banda y me han dado un solo. Vendrán también mis amigos, ya sabes, los del grupo, pero si quieres invitar a alguien dímelo y cojo otra butaca —escuchar aquello me hizo darme cuenta de que, quizá, allí también estaría Marc. No sé por qué, pero una curiosidad invadió mi sistema, así que no pude evitar comenzar a preguntarle.

—Oh, ¿Marc también irá?

—Sí, le he invitado. Es uno de los primeros que me ha dicho que vendría —me contó, en lo que seguía comiendo tan tranquila. Sentí como todo se me subía al estómago al pensar en que, quizá, yo estaba metiéndome en algo que no me incumbía. Recordaba todavía el encuentro que Marc y yo habíamos tenido en el comedor, donde había notado esa conexión naciente entre ambos.

—Veo que ahora os juntáis más los de tu grupo con él —pronuncié, buscando que fuera Vero quien me contara.

—Es agradable y un buen amigo. —La vi relajada, comiendo de su bandeja cuando me miró, sonriendo a boca cerrada— Sé que nos viste de forma comprometida, pero nos hemos dado cuenta de que eso fue un error. Marc y yo no podríamos tener nada más allá que solo amistad, de eso estoy segura —pronunció abriendo sus ojos, a lo que creo que solté el mayor respiro de mi vida.

—Bueno, mientras hayáis terminado en buenos términos, es lo más importante —pronuncié.

—Yo ahora no busco una relación y él siento que es demasiado profundo. Simplemente no queremos lo mismo y lo mejor es que seamos amigos —exclamó, encogiéndose de hombros. La realidad es que me sentía mejor sabiendo eso, creyendo entonces que no tenía por qué reprimir aquello que notaba con Marc cada vez que estábamos cerca.

Era cierto que todavía no tenía el valor de contárselo a Vero, de hacerle saber sobre ese acercamiento extraño del otro día y la química cuando estuvimos charlando en la universidad. Tampoco quería decirlo en alto, tenía miedo de que fueran ilusiones mías y de golpe se volatilizara como si fuera todo mentira si lo convertía en palabras.

Casi corrí a mi cuarto en cuanto terminé de recoger, dado que Vero había comprado la comida. Saqué el móvil de mi mochila y entre a Spotify, de donde cogí el link de esa misma canción que había sonado en mis auriculares cuando entraba en casa. Tuve que respirar antes de hacer lo que estaba pensando, pero era cierto que yo necesitaba calmar esa pregunta que seguía en mi mente dos días después de haber tomado algo con Marc.

Por ello, no me permití dudar cuando le envié el enlace a The Great Pretender de The Platters por Instagram, ya que no tenía su número de teléfono. Casi sentí un paro cardíaco al ver que le había llegado, así que comencé a escribir.

vegaluniega:
La he escuchado hoy y me he acordado de lo que hablamos. Creo que esta es mi canción favorita de ellos.

Mis manos estaban temblando cuando bloqueé el teléfono, dejándolo a un lado en el escritorio. Miré a mi alrededor, a la vez que caminaba para sacar el portátil de mi mochila. Tenía que ponerme a hacer cosas, tanto para adelantar trabajos de clase como para distraer mi mente de saber si Marc me había contestado. Me sentía una tonta esperando una respuesta, era como si regresara de nuevo a tener catorce años. Tuve que centrarme y dejar el móvil de lado, pero cuando llevaba media hora y sonó, no pude evitar revisar la notificación.

marsanchezal:

Es uno de sus mejores temas, lo reconozco.

Mi favorita de ellos es esta, mira.

La sonrisa que se me puso en la cara no desapareció cuando busqué mis auriculares y me los puse, reproduciendo la canción que me había enviado: Only You. Creo que no hace falta decir que no estudié ni adelanté demasiado esa tarde, pues la pasé casi toda hablando con Marc.

No lo sabía... pero estaba cayendo tan rápido que no era capaz ni de sentir el vértigo.

¡Hola, amores!

Traigo de nuevo un capítulo que era corto, pero que tenía muchas ganas de publicar. La verdad es que me parece muy cute y a la vez importante, no sé si lo véis del mismo modo. Debo confesar que sí, yo también estoy enamorada del Pollo al limón 🤣.

Me gustaría saber qué os está pareciendo la novela y qué pensamientos o sensaciones tenéis acerca de los personajes. Esto ya está cogiendo forma y yo CHILLO. Gracias por leer, gentecilla.

OS AMO CON TODA LA PATATITA🧡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro