PREFACIO.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Apresurados chapoteos, y el crujir constante de las hojas secas se hace notar por sobre el silencio del lugar. Un joven omega en su forma animal transita desesperado de auxilio por el lado este del territorio, sus ojos azules cual zafiro recién pulido brillan entre la oscuridad de los frondosos árboles, el lodo inmundo del suelo perjudica la pulcritud de su nevado pelaje fino, y en cada tanto un chillido bajo hace resonar su garganta en un intento de pedir por un alfa que le ayude.

Su paso apresurado provoca el bullicio suficiente para llamar la atención de los poderosos lobos que de cacería se encuentran, pero, uno en específico es el que da con el paradero de la hermosa criatura.

Los ojos del omega se cierran por un segundo, preso de la angustia mientras continúa su carrera, el viento pega contra su rostro y su hocico fruncido deja escapar aún más lamentos. Producto de su ceguera, el joven lobo choca contra el tronco de un árbol grueso, quedando frente a la escena de un alfa maduro atacando a un ciervo.

La fuerza potenciada por la luna roja le dio la certeza de haber asesinado a su presa de un solo embiste y mordida voraz.

Con sus patas temblorosas y llenas de lodo, el omega se endereza para acercarse a un destino incierto. Y en nueva ocasión lanza un chillido bajo, obteniendo el ávido escrutinio de aquellos orbes grisáceos.

De manera inmediata, el gran licántropo de pelaje terroso lanza un gruñido en su contra, en una muestra de desconfianza hacia su repentina aparición. Su hocico manchado de sangre, reluce sus colmillos afilados mientras que sus garras rasguñan la tierra a la par que se acerca a la delicadeza del omega.

Sin pensar demasiado, el pequeño lobo de ojos azules muestra total sumisión, agachando sus orejas y manteniendo el hocico bajo, observando la tierra mezclada a las hojas secas.

Ante esa postura, el lobo gris relame su hocico totalmente interesado. Ya estando a escasos centímetros del lobo menor, deja escapar otro gruñido imponente proporcionando una clara advertencia.

"intentas algo, y te mato"

El nevado se deja olfatear, desesperado por protección. Y no fue hasta que se recuesta totalmente en las hojas de otoño, dejando a la vista su panza, que el gran lobo alfa de pelaje terroso decide darle morada.

Terciopelo en todas partes, las paredes solidas tintadas de un color azul grisáceo mientras que las puertas hechas de la madera más sólida existente.

Una mansión adaptada a la época victoriana fue lo que el joven halla al seguir al alfa mayor.

Luego de que este aceptará su sometimiento, se transformó a su forma humana, revelándole la figura de un hombre adulto, casi llegando a la vejez. Más aun así, su cuerpo rígido por el ejercicio le daba un aspecto más lozano.

Su mirada es dura y analítica, a la par que sus hebras de cabello son de un azabache fuerte mezclado con una que otra cana.

Es la definición de intimidante.

El lobo blanco le había visto de reojo, mientras el hombre cargaba al ciervo que minutos antes había cazado, para después hacerle estremecer con su tono grave.

-Transfórmate -Ordenó en espera de ver al Omega en su forma humana.

Falto de dubitación, el pequeño lobo se adaptó a la demanda, ofreciendo la hermosa vista de un chico aniñado; sus achocolatados ojos cachorrunos y cabello color cereza. Un aspecto casto desplegaba el joven, que podía cautivar hasta al más orgulloso.

El alfa sonrió, confirmando totalmente que no era una amenaza, era un simple omega más. Le indicó que siguiera su andar, resultando en lo que sería un sosiego para el omega.

Ahora, ambos recorren los pasillos de la mansión, hasta llegar a un gran salón. El alfa le indica que tome asiento y el pelirrojo toma la orden de inmediato.

En ningún momento se atreve a alzar la mirada, suponiendo que el contacto visual le molestaría al gran alfa. El cual imponente se posa en frente del cuerpo pequeño.

-Me dices que estás huyendo de los lobos del territorio oeste -El alfa repite las palabras expresadas por el omega, mientras que el de ojos bruno asiente, aún sin levantar la vista de sus pies juntos y descalzos reposados en la suave alfombra color vino-. ¿Por qué razón?

-El gran alfa de mi antigua manada me exilió, gracias a que su heredero no quiso marcarme, había dicho que estaba defectuoso y su padre decidió que no sería más parte del clan al fracasar como omega -El pelirrojo exteriorizó su miedo a través de temblores que no era capaz de controlar-. Lo único que sirvo es para ser marcado y preñado, y no pude lograr que el alfa cambiase de opinión al no querer enlazarme.

»-No me dieron tiempo de tomar mis cosas, así que de una vez, al no tener protección, algunos alfas quisieron abusar de mí, y por eso huía -Concluye, y resiste la tentación de suplicar con la mirada hacía el alto señor-. Prometo ser de ayuda y utilidad, tan solo, por favor, déjeme unirme a su clan.

A nuevas cuentas, el pelirrojo implora. No obstante, el alfa ha tomado una decisión.

-¿Cuál es tu nombre?

-Kim Seungmin, alfa.

-... Por casualidad, ¿Sabes leer o escribir?

Avergonzado, Seungmin responde- N-no, alfa. No teníamos permitido la educación en mi antigua manada.

El alfa Hwang sonríe ante la respuesta emitida, y procede a dar las buenas nuevas a Seungmin.

-Bueno, Kim Seungmin, acompáñame -Hwang Dongyul comienza su andar, esperando que el omega siga sus órdenes-. Iremos a escribir tu registro en mi oficina.

Llegado a la gran (como toda la mansión, en sí) habitación, Seungmin puede apreciar el orden de cada uno de los costosos objetos, a la par que centenares de papelería y pliegos están regados sobre un escritorio, al cual se dirige el Dongyul.

A una distancia segura, y respetable, Kim se posa junto a él, quien no teme de tomar materiales y proceder a rellenar una blanca hoja con palabras.

-Kim Seungmin, ¿Antiguo alfa?

-Kwon Jaeseong, alfa.

-¿Edad actual?

-Veintiún años, alfa -Seungmin responde a cada una de sus preguntas, mirando el movimiento de la pluma contra el papel, los trazos y palabras formuladas. Y la inmensa sonrisa del señor con cada respuesta dada.

Al final de todo, Seungmin observó todo escrito... Sin entender nada de lo que podría decir, dudando de si eran sus respuestas, gracias a la gran cantidad de rayones conocidos como palabras.

-Puedes tomar algunas de las prendas que mis hijos omegas dejaron en aquella habitación -sonríe guiándolo a un cuarto lleno de ropajes y joyería-. Toma lo que te sea cómodo, y vuelve para cenar.

Hwang deja al omega en su elección y retorna hacia su oficina, observa la carta con una gran sonrisa y por última vez repasa para posteriormente enviarla con una de las palomas entrenadas.

"Bajo mi protección está un omega, al cual desterraron de su manada por fracaso a un lazo con el heredero. Algunos alfas del oeste están tras él, así que nos lo quedaremos como muestra de superioridad. El clan lobo podrá disfrutar de éste omega con total libertad, ya que no hay problema alguno, esperen con ansias su regalo del mes

-Hwang Dongyul."

Seungmin se siente halagado, los constantes cuidados que el gran alfa le da no era algo que esperaba, sin embargo, no podía negar que le agradan. Le ha dicho que puede quedarse con la ropa, además de la diadema que adorna su frente, que es acompañada de un zafiro.

Luego de cenar, Dongyul le ofrece llevarlo a donde dormiría por esa noche, siendo ésta una de las habitaciones más comunes de lo que pensó que sería. A pesar de eso, se siente feliz de tener una cama sonde descansar de su día agotador.

Pero Seungmin no cuenta con que Dongyul se encerrase junto a él. Ni mucho menos, cuando sorpresivamente, el alfa estampa su cuerpo contra el frio y duro colchón, donde apresó sus manos con fuerza.

A pesar de no estar expuesto a la luna roja, el alfa posee una fuerza con la que Kim no puede luchar, y de a poco lágrimas de miedo y frustración caen por sus mejillas, alimentando el morbo que el alfa posee ante su debilidad.

-De alguna u otra manera debías de servir, omega ingenuo.

Dongyul comienza a besar y manosear su cuerpo sobre las prendas, mientras que la otra mano se mantiene fija en apresar las muñecas del pelirrojo. Seungmin remueve su cuerpo en intentos de liberarse, pero por más que lo desee es inútil.

Hwang despoja la parte superior del ropaje y se deleita en saborear el níveo pecho de Seungmin, deteniéndose cuando un gemido sale de los labios rosados del omega, sin poder evitarlo, el mayor suelta feromonas de excitación ahogando aún más a Kim, quien inclina su cabeza contra las sabanas frías dejando su cuello expuesto.

Dongyul se acerca a su rostro, sonriendo con altanería- Ves cómo lo disfrutas, pequeña perra.

Seungmin sonríe, felicitándose a sí mismo por su gran actuación de la noche.

La cercanía con el alfa es la señal que le faltaba para que, con un movimiento de su cabeza, su mandíbula estampase contra el tabique nasal del contrario, provocando derrame de sangre y aturdimiento momentáneo. Sin desaprovechar la oportunidad, el filo del zafiro impacta contra el rostro del alfa, lo que aumenta la pérdida de sangre y lo deja inconsciente por unos minutos.

Con un suspiro cansado, Seungmin se saca al alfa de encima, mientras procede con las siguientes fases del plan.

Dentro de su ropa está lo que más necesita, aquella droga que anula la fuerza y autoridad de un alfa, inhabilitando sus cuerdas vocales para emitir la voz de mando o algún gruñido, y tiene la cantidad suficiente para joderle el cuerpo a Dongyul hasta por una semana entera (si es que no muere antes por sobredosis).

Gracias a la droga, le es aún más sencillo llevar su designio hasta el final.

De tan solo pensarlo, le hace querer reír.

Y cuando Hwang vuelve en sí, solo puede observar el rostro imperturbable de Seungmin, que se adorna con la sonrisa más diabólica que pueda existir.

-Creo que esta vez, el ingenuo fue otro.

Dongyul hace el intento de liberarse, reconociendo así, su nula función corporal. Seungmin ríe ante la sorpresa agravada en los rasgos del mayor.

Adaptando una posición intimidante, los rasgos aniñados de Seungmin se oscurecen como el anochecer del bosque brumoso.

-Piénsalo dos veces antes de meterte conmigo -Fueron las últimas palabras que Hwang Dongyul, líder del clan lobo y traficante de omegas para uso sexual, escucho antes de ser golpeado con brutalidad hasta morir.

Kim Seungmin es el tipo de omega, que muestra los colmillos cuando es el momento preciso. Actuando mejor de lo que un cineasta puede, se convierte en el zorro astuto que engaña al ingenuo lobo, sin siquiera dejar una pista de quien lo hizo.

Es la mente maestra que tiene todo planeado, cuando se trata de cumplir sus objetivos.

Por eso, con una sonrisa triunfante, recoge sus pertenencias manchadas del conocido líquido carmín, y se retira invicto.

-¿A qué no adivinan quién es la mafia? -sonríe para sí mismo, recordando cada una de las suplicas y expresiones de Dongyul mientras mallugaba su cuerpo.

En el gran salón puede admirar de soslayo el gran cuadro que al entrar había captado su atención. Más que todo por el delicado hecho de que Hwang Dongyul tenía dos hijos, y no uno como tenía entendido.

En el cuadro "familiar" se apreciaban Dongyul junto a su primogénito, sonriendo engreídos como solo ellos pueden hacer. No obstante, el enfoque de un segundo niño le causó inquietud, sus ojos rasgados demostraban la tristeza en su ser y sus cabellos castaños eran recolectados en una coleta baja.

Hwang Hyunjin era el hijo del líder del clan lobo, y el siguiente al mandato gracias al asesinato de este.

Y es el deber de Seungmin, destruirlo.

____________________________________

hyunmin; hhj alfa ♡︎ ksm omega

mafia & omegaverse au

asesinatos, droga, prostitución, temas delicados,
narcotráfico, porte y uso de armas, sangre y smutt.

___________________________________

.

.

.

realmente tengo muchas expectativas sobre mi desempeño con este fic, así que creo que lo correcto sería darles a conocer que no pienso actualizarlo pronto, ya que, quiero dedicarme a hacer algo bien y completo, así que, cuando haya terminado los capítulos y los haya editado, comenzaré a publicar.

este es un adelanto, y lo más seguro es que cuando comience a publicar también este sea editado. así que espero que hayan disfrutado de ese vistazo, aunque al final creo que quedó mediocre.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro