Capítulo 19:Despechada

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Rainbow

  Decir que me siento herida es un eufemismo al lado de como estoy en este instante.

  Hace exactamente una semana del incidente del desayuno.He estado evitando a Hades completamente y al parecer él a mí también, lo cual es bueno, considerando mis monumentales ganas de matarlo.

   Ni siquiera bajo a desayunar o cenar con él y Anna.Me la paso todo el día en mi habitación dibujando y cuando no pensando.Otra vez comencé a elaborar mis planes de escape, no con tal de aplicarlos del todo, ya comprendí que me es imposible salir de este lugar, sin embargo eso me ayuda a mantener la mente ocupada.

  Desvía mi atención de ciertos temas que la verdad no me atrevo a pensar, porque cada vez que lo hago es inminente acabar con lágrimas en los ojos.

  Mi trastorno está igual que siempre, esta semana Anna me acompañó al psiquiatra, como ya dije, Hades me evita, nos inventamos que era mi suegra, fue genial y divertido.

  La doctora me dijo que si sigo como voy mejoraré rápido, me hizo ver que soy fuerte, una guerrera y además de eso se encargó de que recordase que después de la lluvia sale el arcoíris a mostrar sus bellos colores.

  "...Eres como tu nombre Rainbow, un arcoíris que ha sido apagado por la lluvia, pero cuando cese la tormenta, te alzarás en todo tu esplendor y brillarás tan fuerte, que nadie podrá volver a hacer que te derrumbes.Pudiste con lo anterior, podrás con esto y más.Lucha, lucha siempre, a pesar de que te falte el aire, la motivación, aunque sientas que no le quepa una cicatriz o una venda más a tu roto corazón, sigue luchando, así podrás ver tus colores aún más hermosos..."

   Desde ese lunes me aferro a sus palabras.Por ellas es que me esfuerzo en seguir adelante y fingir una sonrisa aunque por dentro esté rota de mil maneras.

   No digo que tenga la peor vida del universo, hay quien la pasa peor que yo, pero definitivamente lucharé por mejorarla.

  Bajo las escaleras determinada a salir de mi burbuja.Esa conversación conmigo misma cargó mis venas de una renovada valentía.

  No seas mentirosa, bajas porque sabes que él no está

  Eso también es verdad lo acepto.

  Estoy a punto de entrar a la cocina cuando oigo unas voces provenientes del interior.Me quedo parada como una estatua en la puerta y escucho con atención lo que al parecer es una charla en la que soy el tema principal.

-¿Hasta cuando van a evitarse Hades?-cuestiona Anna mirándolo con reproche

-¿De qué hablas?-preguntó recibiendo la taza con café que ella le brindaba

-No soy tonta hijo, recuerda que te crié, además, nada pasa bajo este techo sin que yo me entere-le dio una mirada confiada que hasta a mí me sorprendió

-¿Qué tanto sabes?-dijo indagando despacio

-Solo te diré que las paredes de tu habitación son finas y ustedes fueron bastante ruidosos el otro día-espetó ella con una calma abrasadora

   Hades tosió atragantándose con el café en sus manos.

-Eso es asunto nuestro Anna-dijo frunciendo el ceño

-Ya veo.¿Aquí es donde me dices que no me entrometa verdad?

-Exacto

-Pues que mal por ti, jamás te he hecho caso y lo sabes.Soy como tu madre y te digo algo, Rainbow no es Violeta-lo miró con enfado-Esa chica ha sufrido bastante ya Hades, no se merece que tú la hagas llorar más solo por un capricho que puedes satisfacer con solo sacar tu carita de modelo a la calle.Eres listo, siempre lo has sido, así que sé que no lo harías.Por tanto, hay dos opciones, una, eres igual de imbécil que tu padre-el rostro de Hades se ensombreció-dos y más probable, sigues loquito por ella aunque te fastidia admitirlo-sentenció con una sonrisa triunfal

-Estás totalmente equivocada en ambas-dijo él negando con la cabeza

-¿Ah sí?¿Entonces por qué lo hiciste?No me digas que ahora te va eso de andar engañando chicas inocentes-alzó una ceja

-Pues... sí Anna, tal vez soy igual de imbécil que mi padre-asintió con la cabeza y soltó una carcajada sarcástica-quizá tengo lo de bestia también después de todo, además, yo nunca le mentí, pero da igual, al final cada quien se engaña con la mentira que más le gusta.O puede que sintiera pena por ella

   Una frase

   Siete palabras

   Mi orgullo y dignidad completamente heridos

   Pero peor aún, mi corazón hecho pedazos, más de lo que ya estaba

   Aquellas palabras terminaron de sembrar en mí todo el rencor y odio que había estado alimentando hacia él en todo el tiempo que llevaba aquí.Fui una ilusa al creer que significaría algo.Que yo, cambiaría mi vida.

   Luego de aquello hice lo que mejor se me daba en el mundo, fingir, fingir que no los escuché, fingir que no me dolió, fingir que era totalmente indiferente a él y a lo que me hacía sentir.

   Y sí, estaba aceptándolo, tenía sentimientos por él, demasiados, tantos que asustaban, me daban un miedo inmenso, porque yo, Rainbow Andrea Wilson, estaba dolorosamente enamorada de mi verdugo.Pero también me sentía completamente despechada y eso no se quedaría así.

-Hola-saludé con mi mejor cara de no rompo un plato mientras entraba a la cocina y de paso interrumpía la conversación

-Buen día cariño-me saludó Anna sonriendo como siempre y le devolví el gesto

   Mis ojos volaron hacia Hades, quien se encontraba sentado en la encimera, justo como yo el otro día.

-Te pediré algo extraño-dije mirándolo mientras fingía vergüenza

-¿Qué quieres?-cuestionó de mala gana

-Salir de aquí-me encogí de hombros

-Anjá, y yo soy nieto de la reina Isabel-soltó sarcástico

-No seas idiota Hades-Anna rió al ver mi ceño fruncido-¡Quiero que me dé un rato el sol o algo, no te estoy pidiendo ir a Roma, solo sácame no sé, a caminar como una persona normal!¡O que me acompañe Anna!Estoy harta de estar encerrada y como siga así me volveré más loca aún-protesté sin siquiera respirar

   Vi en su rostro que iba a negarse, pero Anna, la dulce y noble Anna intervino a mi favor.

-Déjala, tengo que ir a hacer las compras, acompáñame cariño-dijo alegre

-Está bien, pero no demoren, y si intentas algo esta vez sí te encierro, olvídate de huir de mí Rainbow, porque sabes que te encontraré-advirtió mirándome a los ojos

    Sonreí falsamente en su dirección y luego miré a Anna.

-¿A qué hora nos vamos?-dije moviendo mi peso de un pie al otro como una niña con juguete nuevo

-Busco mi abrigo y salimos-sonrió y yo casi brinco de la emoción, hasta que noté que nos había dejado solos

   Sin siquiera mirarlo salí de la cocina y me dediqué a esperar a Anna en la sala, estar respirando el mismo aire que Hades era insoportable para mí en esos momentos.

   Al cabo de cinco minutos salimos de la casa, tomamos el auto de Anna y nos fuimos en él.

   Afortunadamente conmigo no sacó el tema que había tocado en la cocina y lo agradecí en mi interior.No quería una charla tardía que me dio YouTube a los doce.

   Llegamos al supermercado entre risas y canciones que ella ponía en el pequeño auto rosa palo.Si había algo que iba a extrañar cuando me fuera sería a esa mujer, ella era esa figura femenina con la que me habría gustado crecer.Por desgracia en menos de media hora jamás volvería a saber de mí.

   En cuanto se distrajo salí por la puerta de la tienda y escapé tan lejos como les fue posible a mis pequeñas piernas.¡Esta vez sí lo había conseguido!¡Había logrado escapar!Poco sabía que ese sería el inicio de más tragedias.

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