Hades

  Este lugar me traía pésimos recuerdos.Odiaba con todo mi ser pisar la mansión.Lo único en lo que podía pensar al ver siquiera su fachada era en toda la mierda que viví aquí dentro.

  Los golpes...

  Las amenazas...

  Los malos tratos...

  El llanto de mamá y de Hanna...

  Joshua...

   Pronto iba a llegar el día en el que saldría de allí con la cabeza en alto, con mi hermana y madre a mi lado y sin rastros de lágrimas en sus ojos.Solo quería eso, era mi más grande anhelo desde siempre.

   Miré a la chica junto a mí pasearse por aquel mar de cuerpos borrachos y colocados con miedo, sin embargo, jamás se quejaba.

   Rainbow era la definición perfecta a los términos valiente, necia y obstinada.Podía ver cómo su cuerpo temblaba cual hoja movida por el viento, pero aún así no vacilaba, seguía avanzando con firmeza, sin detenerse, solo siguiendo mi ritmo y llevando una máscara impenetrable de falsa tenacidad.Aunque siendo sincero, creo que mi miedo era superior al suyo.

  Ella temía que saliera mal el operativo, pero yo temía por su vida, por la de mi familia y por la del cuartel en general.

  Ocultó su rostro en mi pecho mientras pasábamos junto a un grupo de hombres que la observaban de arriba a abajo como si fuese un trozo de carne al cual despedazar.A pesar de que intentaba aparentar lo contrario, Rainbow era demasiado inocente para este mundo.

  La abracé de lado y mientras permanecía pegada a mí no pude evitar pensar en cuánto había llegado a quererla en tan poco tiempo.

   Y es que ella se había vuelto para mí casi tan importante como Hanna y mamá.Por un segundo me imaginé cómo sería que no estuviese conmigo y el pinchazo de dolor que me recorrió no dejó lugar a dudas, definitivamente estaba perdido y todo era gracias a su mal carácter, personalidad arrolladora y esos ojos oscuros.

   Divisé a Storm en una mesa cercana a nuestra posición.Sentado con una cerveza en una mano y una chica que podría ser su hija en las piernas mientras se comían la boca de forma sencillamente repugnante.Hice una mueca involuntaria y Rainbow me miró preocupada.

—¿Te sientes bien?— cuestionó

—Sí, solo que esa escena me provoca náuseas, aunque la he visto miles de veces

  Tomó mi mano discretamente, estábamos fuera de la vista del viejo, pero era mejor precaver que lamentar.

—Dentro de poco se acabará, hagamos bien esto para poder irnos a casa con los chicos— acarició mi rostro y me dio un suave beso en los labios— ¿Listo?

—Eso debería preguntártelo a ti, pero sí, listo.¿Y tú?

—Más que lista

—Entonces.¡Vamos allá!

    Caminamos directamente hacia la mesa del viejo.En cuanto sus libidinosos ojos captaron a Rainbow levantó a la chica de su regazo y se puso de pie con la sorpresa escrita en cada una de sus facciones.

—Sorpresa— espeté inexpresivo—Te he traído un pequeño presente Storm

—Soy tu maldito padre niño idiota— dijo sin despegar la vista de la pelinegra

—¿Me extrañaste Storm?— ronroneó ella con un tono que jamás la creí capaz de usar

—¿Qué hace esta zorra aquí?— preguntó mirándome

—Creí que mi sorpresa te iba a gustar— dije sarcástico— ¿Acaso no es obvio?Se aburrió de jugar a la princesa en su casa y escapó de Alfred

—Sinceramente esa mansión es como una cárcel— hizo una mueca despectiva— y como comprenderás soy más dada a los lugares con diversión— le guiño un ojo coqueta, tan coqueta que me hirvió la sangre

   Es teatro Hades

  Me obligué a controlar las ganas de estamparle el puño en la cara al viejo y llevarme a Rainbow de aquí cargada.Recordé el operativo miles de veces, el esfuerzo que poníamos todos en ello, no pensaba arruinarlo por una escena de celos de algo que ni siquiera era real.

—¿Y volviste arrastrándote?— rió Storm— Me pregunto qué hiciste para que Hades reconsiderara el no ponerte una bala en el cráneo, aunque lo imagino.

   Vi como Rainbow apretaba los puños al lado del cuerpo y le daba su mejor sonrisa fingida

—No fue necesario, soy una de las mejores asesinas de este país.¿Crees que le tengo miedo a tu hijo?¡Por favor, solo ve al Hell y pregunta por Rainbow Dark!Tal vez cuando hagas eso cambies de idea

    ¿Al Hell?¿Se había vuelto loca?

   ¿Ella es la famosa Rainbow Dark?

   Imposible

   Aunque no tanto, las coincidencias son demasiadas

  Le di una mirada de "tú y yo hablaremos más tarde" que ella supo interpretar a la perfección y asintió con discreción.

—No sé si creerte— negó Storm— Pruébalo

   Sacó su arma del cinturón y la puso en las manos de Rainbow.

—Dispárale al vaso que hay en la barra— la retó

—Pan comido— sonrió disparando y le dio justo al blanco, el cual cayó al suelo despedazado

—Bien, tienes buena puntería, excelente de hecho, pero eso no significa que seas una asesina, esta vez tendrás un blanco de carne.

   En cuanto esa frase salió de su boca me tensé, sabía lo que venía.

—Dispárale a Hades

—¿Qué?— cuestionó Rainbow horrorizada

—No será mortal niña tonta.¿Crees que quiero matar a mi propio hijo?¡Además si eres una asesina real, no te importará ensuciarte las manos!¿O me equivoco?

   Rainbow me miró con su rostro lleno de confusión y yo solo asentí bajo su mirada aguada.

—No es que sea la primera vez— sonreí recordando cuando huyó de casa un año atrás— ¿Por qué vacilas niña arcoíris?¿No me crees capaz de soportarlo?¿O será que temes no poder hacerlo?— la reté

   Sabía lo que estaba haciendo, por supuesto que creía en ella, era capaz de matarme si se le daba la gana, lo peor es que yo me dejaría aún sabiéndolo.Solo intentaba cabrearla para que actuara por impulso, eso solía darme resultados siempre con ella.Rainbow era bastante irascible.

   En un santiamén sentí el característico ardor en mi antebrazo de la bala entrando.Me mordí el labio inferior con fuerza para contener el dolor mientras ella me veía con cara de arrepentimiento.

  Le di una sonrisa forzada para que viera que estaba bien, por supuesto que dolía como el infierno, pero no pensaba dejar que lo notasen.

—¿Ahora me crees?— cuestionó jugando con su largo cabello negro mientras fingía indiferencia, era buena actriz, sino la conociera hasta yo me creería su teatrito

—Te invito a una copa, quizá sí valgas la pena después de todo— sonrió lascivo mientras llamaba al camarero

—Espera, yo misma la traeré, necesito estirar las piernas, permiso— nos dio la espalda y salió de allí en dirección a la barra

—Ve a curarte ese brazo Hades, no querrás una infección— me advirtió con una falsa sonrisa macabra

   Me dirigí hacia las escaleras que llevaban a mi antigua habitación en la casa y desde allí pude ver a Rainbow llevar las dos copas.Observé cómo puso una en la mano del viejo y este se la bebía con total confianza, sin tener idea de que esa copa adulterada lo haría cantar como pajarito.

   Rainbow alzó la suya en mi dirección y me guiñó un ojo mientras estallaba en risas y el viejo la secundaba.Definitivamente era demasiado lista, porque ese gesto significaba solo una cosa: el trabajo estaba hecho.

   En menos de dos horas, estaríamos llegando a casa con toda la información.