02

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Manden un tweet usando el ht #HairColorMC y mi user @asablonde para comentar ahí también

7 DE MAYO, 2014

B L A N C O   Y   N E G R O

L O V E Y

Fanfics.

Normalmente son casi conocidas como historias escritas por nosotras las fangirls basadas en absurdas historias fantasiosas que imaginamos tener con algún ídolo que tengamos. Son tan ridículas como se lo podrían estar imaginando, llenas de clichés, la típica Rayita, problemas predecibles y, sin embargo había algunas realmente buenas.

Señores, les presento un tipo de crisis que sufrimos al terminar una. O al leer alguna, es lo mismo de todas formas.

—Aves, Aves —dije a mi amiga zarandeándola del hombre.

— ¿Qué pasa, Lovey?

Tomé un largo respiro y luego lo solté para exclamar arduamente alguna oración que ni siquiera yo entendí. El rostro de Avery era un poema así que decidí a quedarme callada e inhalar un par de veces para así calmarme un poco. Detestaba leer fanfics casi tanto como detestaba leer libros, eran lo más doloroso y asombroso en mi vida; ambos me hacían viajar a un mundo que en la vida real básicamente no podría existir.

— ¡Terminé de leer Rebeldía y te juro que es lo más...! — mi voz quedó esfumada cuando puse una almohada en mi rostro.

Noté que mi amiga empezaba a reír histéricamente por como yo estaba actuando entonces decidí lanzarle la almohada con la que había cubierto mi rostro antes de terminar de hablar.

—Avery, dime que terminaste ya de leerla.

—Eh no —hizo una mueca—, pero en realidad no es mi culpa, es culpa de tu novio.

Rodé los ojos a la vez que puse los brazos en jarra mirándola con disgusto.

—Aves, tu hermano de trece años no es mi novio —aclaré.

—Eso no es lo que Miles dice —canturreó—. Y no tiene trece, hace tres días cumplió catorce. Tú fuiste a la fiesta.

Volví a rodar los ojos pero esta vez fue por mi falta de memoria porque sí, recordaba haber ido a la fiesta de Miles pero pensé que cumplía trece.

—De todas formas, ¿aunque sea estás leyendo la fanfic?

Ella asintió, respondiendo a mi pregunta.

— ¿Y? —Hice un ademán con la mano para que continuara.

Mi amiga solo me miraba frunciendo el ceño algo divertida por la situación que estábamos creando cuando se supone que deberíamos estar haciendo nuestros deberes pero-era-viernes.

—Y ¿qué?

—Chica ¡no te hagas idiota! ¿Qué te parece?

—Pues... —dijo, alargando la letra s — ¡Es totalmente increíble!

—Lo es en verdad, ¿en qué parte vas?

—Cuando Brook le dice a Mickie que es su Roma en ruinas y oh por Dios, ésta gorda chorrea grasa.

Pasamos probablemente una hora hablando de fanfics de los chicos y escuchando música distinta, cosa que solíamos hacer casi a menudo ya que escuchar siempre a la misma banda cansaba un poco pero ¡seguíamos siendo fans de corazón! O 5sos fam, como prefieran ustedes.

Mirábamos el celular de vez en cuando porque Michael llevaba casi un mes entero sin cambiarse el color de cabello y eso era tanto raro como aliviador porque sinceramente me quedaré pobre si el chico sigue así de obsesionado. De todas formas estaba segura de que esto no iba a durar mucho, teñirse el cabello parecía ser uno de los hobbies de Michael, lo hacía tan estúpidamente seguido.

—Oye, Aves —dije, mi amiga alzó su mirada hacia mí —, ¿te das cuenta que tu apelativo es el nombre de un pájaro?

—Y el tuyo es como decir amado pero en femenino, ¿qué peor nombre que Lovey?

—Jamás había conocido a alguien tan poco romántica como tú.

Ella cerró los ojos y sonrió tiernamente, volvió a abrirlos para observar su móvil y me miró transformando su sonrisa en línea recta, giré mi cabeza hacia la izquierda algo curiosa por ese repentino cambio.

—Lovey, hoy toca —informó.

Fruncí el ceño, preguntándome a qué se refería y le encontré un absurdo y oscuro doble sentido.

— ¡Avery, por Dios!

— ¿Qué dije? —preguntó con voz chillona.

Unos segundos después ella abrió la boca al igual que sus ojos, creando una mueca de sorpresa y me lanzó su zapato que estaba en el piso de madera.

—Auch ¿qué te ocurre?

— ¡No me refería a eso, mal pensada! —Aclaró —, me refería a que Michael cambió su color de cabello, de nuevo.

¿Qué les dije? Él me iba a dejar pobre, y calva, pero como él es millonario le viene valiendo la vida si alguna de sus extrañas y locas fans se tiñe cuando él lo hace ¿qué si me deja en la calle, sin comida ni casa? Michael Clifford sería el responsable de mi desgracia.

—Increíble, ¿de qué color?

—Ni idea —respondió ella haciendo una mueca —, creo que es blanco con ¿negro? —Se acercó la pantalla de su móvil al rostro —. Sí, es negro.

Arrugué la frente mirando la imagen que había publicado una media hora atrás y bufé.

—A parte de todo, se quiere creer Dalmata.

Avery se encogió de hombros restándole importancia.

Tanto ella, como probablemente Astrid, sabía que en cuanto Michael se teñía yo debía hacerlo inmediatamente igual, ahora el problema era el siguiente; él se había puesto un maldito mechó negro en medio y yo odiaba con todo mi corazón los mechones.

Sabía que Astrid sabía que mi amiga y yo queríamos algo cuando bajamos a punta de empujones de las escaleras, supongo que cuando le sonreí como el gato Cheshire supo al instante lo que yo quería.

—Por Dios, Lovey, ¿ese chico no se cansa de teñirse o qué?

—Eh...

—Supongo que no sabe que probablemente se quedará calvo —abrí la boca para decir algo —, aún no termino, igual tú te quedarás calva, lo sabes ¿no es así?

—Astrid —me quejé.

—Lovey, sabes que te apoyo en todo lo que deseas hacer —me dijo mi hermana —, pero ya no sé si esto en realidad va a funcionar.

Y ahí está.

La típica charla Astrid Hudson Baker, yo conozco a esta mujer como a la palma de mi mano y sé perfectamente cuando le dan las ganas de mandar todo por un borde y hacer como si se desconectase del mundo, los días que eso sucede suele molestarla diciéndole que debería ponerse de música de desconexión Disconnected de la banda que tanto amo.

—No es por apoyar esta loca idea de Lovey, Astrid —opinó Avery —, pero yo tengo una ligera esperanza de que tal vez, con un poco de fe, confianza y polvillo de hada, Michael pueda llegar a notarla.

Hice una mueca y entre cerré los ojos al escullar aquella explicación de mi mejor amiga y es que quiero decir ¿polvillo de hada? ¿En serio? ¿Cuánto años tenía? Negué un par de veces con la cabeza intentando esfumar esos pensamientos.

Astrid miraba a Avery de la misma manera en que lo hacía yo. Frente arrugada, ojos entre cerrados y un gran signo de interrogación en el rostro. Al igual que yo, mi hermana negó un par de veces y continuó con su discurso poco motivacional.

—Siento arruinarles sus expectativas, chicas, pero ¡él es famoso! Ni Michael ni su banda van a inmutarse de unas fans de San Francisco, nunca en la vida.

Mi labio inferior comenzó a temblar dando luz verde a que si mi hermana seguía hablando yo me soltaría a llorar, puede que tenga toda la razón del mundo pero en serio no pierdo nada en la vida intentándolo, es sólo un maldito sueño americano más. Dos de cada diez americanos logran cumplir ese sueño y a pesar de todo yo sigo deseando que logre ser parte del número dos.

Tal vez algún día.

—Astrid... —advirtió mi mejor amiga.

—No —habló la castaña —. Maduren, por favor, ninguno de esos chicos les va a hacer caso y si lo hacen, nunca las recordarán —me miró —. Deja esa absurda idea del color de cabello, Lovey.

Cuando sentí mis ojos empañarse por mis lágrimas contenidas decidí responderle.

—Bueno ¿sabes algo, Astrid? —Empecé —, puede que eso sea verdad, todo en realidad pero ¿sabes qué? De algo estoy segura, y es que mamá y papá me hubieran apoyado a cumplir mi loca idea y sueños con tal de verme feliz.

Y corrí a mi habitación.

(...)

Habían pasado unas dos horas de mi magnífico viernes observando el maldito techo y las magulladas que éste tenía, había leído y había iniciado sesión en twitter para hacer spam a los chicos.

Naturalmente cuando le dices a tu hermana que te ha criado los últimos dos años que tus padres eran mejores que ella en pocas palabras, probablemente se vendría a disculpar y sin embargo, me encontré a mi misma pegada a la puerta como lapa esperando a que mi hermana viniese a verme y nunca lo hizo. De seguro luego de yo haberme ido Avery también lo hizo, me había mandado unos cuantos mensajes pero yo no contesté ninguno.

Escuchaba la voz de Astrid en el piso de abajo, supuse que hablaría con Lewis o con Melody, quejándose de la mala, extraña, caprichosa y llorona hermana menor que había tenido. Solo esperaba que sus mejores amigos le recriminaran su comportamiento.

Media hora después de haber intentado escuchar su plática y lograr oír que decía algo como "ya no la aguanto" mis ganas de que se disculpase se esfumaron casi por inercia.

Yo podía ser ridícula e inmadura, pero nunca insoportable.

Creo.

@michaelaughs: qué puedo hacer si mi hermana no cree que algún día vas a encontrarme @Michael5SOS?

La puerta de mi habitación se abrió un poco cuando decidí a ponerme mis audífonos y escuchar música.

Astrid estaba en el umbral de brazos cruzados.

— ¿Qué? —dije bufando.

—Eh ¿puedo pasar?

—Ya estás adentro.

Astrid hizo una mueca y entró cerrando la puerta detrás de ella, el lado vacío de mi cama se sumió cuando ella se acostó, como si estuviésemos conectadas, ambas pusimos los brazos bajo la nuca y suspiramos pesadamente.

—Escucha —dijimos ambas.

—Tú primero, Lovey.

—Sé que probablemente desearías tener otra hermana menos inmadura, ridícula y dramática que yo pero eventualmente esta es mi personalidad y me gusta como soy —empecé —. Y también sé, aunque me cueste admitirlo, que tienes razón. Quizá Michael Clifford o Luke o Calum o Ashton nunca en su vida me hagan caso —ella me miraba atentamente —, pero yo quiero intentarlo Astrid, sería muy feliz si mi sueño se hiciera realidad.

Solté todo el aire contenido escuchando a mi hermana mayor tronar la lengua.

—Y yo te ayudaré —formuló, levantándose de la cama.

Arrugué la nariz y pregunté: — ¿Qué?

—Levántate, hermanita, te llevaré a teñir ese cabello tuyo —se quedó mirándome—. Que, dicho sea de paso, vas a arruinar.

—Oh, cállate ya.

(...)

—Se te ve muy bien, Lovey, la verdad.

—Ugh ¿tú crees, Astrid? —Le dije —, la verdad cuando decidí empezar eso jamás pensé que el chico se teñiría tanto, Jesús.

Ella se rió observando mis puntas, ya que a mí no me gustaban los mechones de cabello teñidos, decoloré mi cabello y lo pinté de blanco, luego pedí que las puntas fueran teñidos de un color negro cenizo y listo, no fue tan difícil. Colleen —la chica que era mi estilista— dijo que lucía bien.

—Es lindo, no me quejo.

—Estoy conforme —afirmé riendo —, hey, una selfie para Mike.

Mi hermana había salido haciendo la típica duck face y yo salía haciendo el signo de paz, tratando de que mi cabello se viese.

@michaelaugh: te presento a mi hermana @Michael5SOS ¿luzco bien así? [twittear imagen]

Escuché a mi hermana suspirar y la miré.

— ¿Qué?

—Buena suerte, Lov.

M I C H A E L

Fruncí el ceño mientras veía como el muñequito de la otra mitad de la pantalla disparaba a otro muñequito que se había atravesado en su camino.

—Luke, ¿qué demonios haces? —Inquirí, pausando el juego— Él es de tu equipo.

El rubio arrugó la nariz y se giró a verme: — ¿Lo es?

Suspiré con pesadez y me lancé contra el respaldo del sillón dejando el control a un lado mío, era desesperante jugar con estos tres chicos porque no sabían bien cómo hacerlo o tal vez el hecho de que yo me la pasaba jugando videojuegos treinta horas al día me había dado práctica.

Y sí, ya sé que los días solamente tienen veinticuatro horas, cállense.

—Tengo hambre.

— ¿Tú cuándo no tienes hambre, gatito? —Preguntó Ashton.

—Creo que cuando está dormido —habló Calum—. No, esperen. Hasta cuando duerme tiene hambre.

Chasqueé los dedos: —Calum tiene razón, una vez lo desperté porque quería pizza.

Escuché a Luke hacer un sonido extraño con su boca.

—Pizza —dijo—. Deberíamos hacer una canción acerca de Michael y pizza.

—Y eso es lo que llamo una brillante idea —respondió Ashton—. Michael wants another slice.

La habitación se sumió en un gran silencio cuando supuse todos pensábamos alguna continuación para lo que Ashton había dicho.

—Pizza —me encogí de hombros—, y eso sería todo.

—Más a parte una genial batería —señaló Ashton—, la batería es indispensable.

—Me gusta —asintió Calum.

Puse los ojos en blanco y sonreí. Disfrutaba demasiado estar con esos tres chicos, me hacían reír y pasar un buen rato.

Ellos y las fans hacían que dedicarse a esto valiera la pena.

—Oye, Michael.

Volteé a ver a Calum haciendo un ademán para que supiera que lo escuchaba y así, de la nada y repentinamente, estampó una rebanada de pastel del cual no sabía su existencia en mi rostro.

Bueno, sólo a veces mis amigos hacían que esto valiera la pena.

n/a: heyyyyyyyy, la desaparecida apareció -en realidad no desaparecí- pero es que tenía un excesivo bloque mental para escribir esta y dos historias más, este capítulo me salió de algún lugar y honestamente no me gustó lo suficiente pero ¿qué se le va a hacer?

espero que les guste y me disculpen por lo mucho que me tardé pero esos bloqueos son horribles y en la vida los había llegado a tener )): 

igual quiero agradecer a  BlancaEdward por permitirme usar eso de su novela, Rebeldía ((vayan a leerla, se los exijo)) y bueno, eso, lean, voten y comenten.

les quiero cinnamon apples, bye

middleofnow xx.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro