Emperatriz antipoeta

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Payaso letífico, ego hecho santo;
en acto energúmeno elegís correr,
pero nada lograrás esconder.
Vomitás el llanto por tanto espanto,

gritás con rima puro verso enfermo.
Tratando de parecer un benquisto,
cuando tu estado es solo estafermo.

Tus versos de niño muerto despiertan mi parafilia. Devoraré tu cadáver así como tú te comiste el disque talento que tenías. Lo echaste a perder, todo por el vicio que te consumía. Te hundes en la miseria como si fuera tu hogar, dices y crees que todos te envidian. ¿No recuerdas aquella vez que te enamoraste de mí? Luego te deseché; amado mío, rompí tu corazón en pedazos y luego me marché, porque era eso lo que merecías.

Discutíamos a versos en el inbox. Siempre te gané, siempre huías. Todas tus plumas las quemé. Ahora solo has cambiado de cuerpo pero tu personalidad sigue siendo la misma. Te crees el rey de este mundo pero tu sangre pintada de azul solo te puede otorgar el papel de víctima. Bájate de la torre, que no te irá a rescatar ninguna doncella. Deja de fantasear con la virginidad y el cuerpo de mujer bella que nunca lograrás tener. Un playboy presumes ser, pero tu fama es tan superficial como los montones de dinero en las canciones de trap. Crees que tienes la multitud a tu merced, pero acabarás escribiendo de desamor y traición cuando no logres salirte con la tuya.

Bájate de la torre,
cáete de la nube.
Tu ego es proporcional
a la calidad de tus versos
según la medida poco eficaz
a la que te aferras
con esas garras descoloridas.
¿Si ubicas la manicura?

No podrías apreciar la belleza en la disidencia
ni aunque te pegue en la cara y haga sangrar tus encías.

Te sepultaron bajo un león, yo soy un dragón y quemé tu escuela. Puedo susurrarte palabras al oído y hacer que duela. Conozco tu fragilidad y tu malicia. Sé dónde tocar para que te retuerzas en completa agonía. Oh, amado mío, así como las prostitutas que el orgasmo fingían, cada vez que les pagabas para hacer valer tu virilidad. Tus berrinches de poeta podrán rimar, pero también son un reflejo de tu baja autoestima; una repetición de tu percepción seudo nihilista, personificación de la métrica que tanto te excita.

¿Te sientes mal? ¿Te sientas mal?
Seca tus lágrimas con el pañuelo sucio
y lleno de mocos de tu dulcinea.
En serio, ¿de dónde coño sacas tanto verso
sobre amor plástico y metódico?
Al final, todo acaba en pedofilia.
Contigo, siendo linchado por las feministas
a quienes tanto les coqueteabas,
porque no supiste controlar tu lengua
ni siquiera en el final de tus días.

Cariño, tienes la sangre azulada y por eso todos te llaman príncipe. Para tu desgracia, desde que nací he sido la reina, tu soberana, la patrona de este reino, del infierno congelado y de ese que se quema entre llamas anaranjadas. Soy la s de tu m en esta lírica sadomasoquista. Soy tu dios, alábame y prometo no romperte las piernas.

Dime hyung.
Dime mommy. 
Dime Seugho.

Oh, cariño, el coronel te la chupaba luego de gritarle a los vecinos tu nombre. Pero, ¿sabes qué?, yo también puedo tenerla grande si hablamos en metáfora. ¿Quieres probar? Seguro se te hace agua la boca. Deja te pongo en cuatro, déjame domarte en mi cuarto rojo; en cuanto lo pruebes, haré que desaparezca esa actitud felina. Haré que se te quiten los aires de machito heterosexual porque voy a traumarte de por vida.

Yo te haré llorar al presumirte mi libertad con este verso libre. Soy Luxiel, el antipoeta; nunca ha sido un gusto conocerte porque ambos sabemos que esto acabará conmigo siendo tu homicida. Y no te hablo de mí, porque ya hay mas de trescientos poemas y un libro; úsalo como tu biblia, una guía para que le aprendas un poco a esto de la asonancia entre rimas. A esto de la prosa plagada de retórica, porque no hace falta vocabulario culto cuando se puede apelar al hemisferio izquierdo usando verborrea sencilla.

Si has tratado a las masas coercer,
¿por qué no las tenés a tu merced?
A tu piel llega el atardecer
y pides mujeres para tu sed.

Moristes, formaron más de una secta;
tu túnica de ínfulas van a roer.
Joder, odio la rima perfecta.

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