Capítulo 7

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Mike rio por la broma que había dicho Roger, se encontraba esa tarde en su casa, el padre de Mike todavía no había llegado del trabajo y pasaban el rato viendo una película. Roger colocó su cabeza en el hombro de su novio y Mike sólo suspiró, ¿estaba haciendo lo correcto?

Lo estaba, ¿verdad?

Si era así, ¿por qué sentía un nudo en la garganta cada vez que Roger le decía que lo quería?

— ¿Te sucede algo, amor? —preguntó, Mike negó—. Estás un poco tenso.

—La universidad me tiene un poco cansado—respondió, Roger se separó de él y lo miró con una sonrisa pícara.

—Ven, déjame relajarte—se acercó a él y besó cortamente sus labios.

Mike cerró los ojos como reflejo, se sentía tan bien tenerlo cerca. Sus labios eran suaves, y su tacto lograba erizar su piel. Roger se colocó encima de él y pasó sus labios a su cuello dándole pequeños besos.

—No, para—susurró, Roger hizo caso omiso y continuó besándolo.

—Déjame hacerte olvidar—le dijo en su oído y besó cortamente sus labios.

Mike suspiró y tomó a Roger haciendo que se separase de él, éste lo miró con el ceño fruncido pero antes de que pudiese quejarse, Mike lo tomó de la cara y volvió a besarlo. Roger se acomodó sobre él y comenzó a desabrocharle la camisa.

La puerta de la sala se abrió y eso hizo que Roger se separara con rapidez de él, Mike se acomodó la camisa y esperó a su padre. Este apareció con unas bolsas llenas de productos que había comprado, miró a Mike y le echó una mirada rápida a Roger.

—No me importa lo que sea que estuviesen haciendo para que se vean tan sospechosos—habló—. Pero necesito que lo hagan en tú habitación, Mickey—Mike asintió con un leve sonrojo en las mejillas—. Ahora necesito que muevan sus trasesos y me ayuden a sacar las bolsas de comida del carro.

Caminó hacia la cocina dejándolos solos, Mike le dio una mirada apenada a Roger y éste sólo le sonrió, ambos salieron de la casa para hacer lo que su padre les había pedido. Cada uno tomó tres bolsas y las llevaron hasta la cocina, ahí se encontraba el papá de Mike cortando unas cebollas, los miró y sonrió.

—Perfecto muchachos—les dijo—. ¿Me ayudarán a hacer la cena o se harán los locos?

— ¿Nos podemos hacer los locos? —sonrió Mike, su papá negó.

—No—Roger rio.

—Lo ayudaremos con la cena, señor Roscoe—habló el chico.

—Me agrada este muchacho—le dijo su padre a Mike, este sólo rio y caminó hasta la nevera para sacar algunos tomates—Encárguense de la salsa, yo aliñaré la carne—le entregó el cuchillo a Roger y este se colocó en su puesto para continuar picando las cebollas.

Mike observó a Roger, su mirada estaba fija en las cebollas y sonrió por lo lindo que se veía concentrado intentando que nada le saliera mal. Sintió un poco de culpa por lo que hacía a sus espaldas, quizás debía alejarse de él, o de Andy.

—Mi papá quiere conocerte—le dijo Roger sorprendiéndolo.

— ¿Qué?

—Le he hablado de ti—confesó—, quiere que vayamos a su casa y comamos con su familia.

— ¿Cuándo?

—Mañana.

— ¿Por qué no me lo habías dicho antes?

—No sabía si era buena idea—se encogió de hombros—. Mi papá a veces se pasa de sobreprotector. Soy su hijo menor y bueno, dice que le cuesto un poco más que al resto.

Mike sólo asintió, no comprendió mucho a lo que Roger se refería con costarle más que al resto pero tampoco quiso indagar en ello. Aceptó cenar con ellos, aunque sólo la idea de conocer a su familia lo ponía nervioso.

Se estaban poniendo serias las cosas entre ellos.

~•~

Mike rio por el chiste que había dicho la hermana de Roger, se encontraba en la casa de su padre y conversaba con una de sus hermanas y con la esposa mientras que él llegaba. Roger se encontraba a su lado con una pequeña sonrisa divertida, sólo los observaba conversar entre ellos.

Pamela, la esposa del padre de Roger, llegó y se sentó con ellos escuchando la conversación que tenían.

—Roger siempre ha sido el más cercano con nosotros—habló Daniela, la mayor de las chicas—, los otros dos son como más desapegados.

—Se sienten traicionados—mencionó Roger—, explotaron su burbuja de la familia feliz cuando eran unos niños—se encogió de hombros—. Como si papá no tuviese derecho a poder estar con más personas.

—Por eso eres nuestro favorito—dijo la menor de las hermanas y lo rodeó con el brazo, Roger sólo le sonrió.

—Me parece que tienen una relación divertida, yo soy hijo único así que nunca he tenido con quién pasar el rato, además de mis primos o algún vecino.

La puerta principal se abrió y se escucharon los pasos entrando a la casa, Pamela se levantó del sillón y se acercó a saludar a su esposo que había entrado a la sala. La pequeña de las hermanas hizo lo mismo mientras que Roger y la mayor de las chicas sólo lo saludaron con la mano.

Roger tomó el brazo de Mike y lo hizo levantarse para caminar hacia su padre.

—Pa'—habló Roger—. Te presento a Mike, mi novio.

El señor miró a Mike y le sonrió amablemente, Mike le tendió la mano para saludarlo con un apretón pero este se acercó a él y extendió sus brazos para darle un abrazo.

—Al fin te conozco, muchacho—le dijo—. Roger habla de ti siempre que viene a vernos—Roger codeó a su padre—. ¿Qué? No le dije nada que no sepa, eres un poco obvio cariño.

—Ya pues—rio Roger y el resto lo acompañó—. Me alegra mucho que puedan conocerse—miró a Mike y éste le sonrió—. ¿Cenamos ya?

Pamela asintió y salió apurada a la cocina, el resto de la familia lo acompañó. Roger tomó la mano de su novio y Mike suspiró. Estaba mal, estaba mal sentirse de esa forma.

Debía sentirse alegre, feliz de conocer a la familia de su novio, pero sólo podía ver a Roger y escuchar la voz de Andy.

Eso era traición, no importase si hubiese hecho algo o no con Andy.

Lo estaba traicionando.

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