CAPÍTULO VEINTINUEVE
pov's yuh lima

Yuh Han Seo era una mujer hermosa, de largas piernas, abdomen plano y cabello sedoso, además, era portadora de unos inigualables ojos miel. Fue su belleza la que llegó a darle el deseo de ser actriz, o modelo. Sin embargo, sus sueños acabaron el día que lo conoció, no sé nada sobre ese hombre, nunca lo he conocido, dicen que era mucho más mayor que ella, y que tenía tanto dinero que esa mujer quedó hipnotizada. Mi madre era alguien genial, aunque se metió con él sabiendo de su esposa e hijo, recibió dinero durante mucho tiempo, con eso nos manteníamos de pie en un apartamento bien ubicado en una zona costosa, iba a una guarderia privada y obtenía todos mis caprichos.

Fue así hasta un día.

La esposa de ese hombre la descubrió, todo el dinero se acabó y él nunca la volvió a contactar.

¿Era tan necesario ese dinero? Puede que sí, porque cuando tienes una niña de cinco años en pleno desarrollo, ni siquiera todo tu amor la haría sobrevivir. Había que comer. Quedar en la calle no fue tan malo, al menos tenía a mamá, y ella se esforzaba mucho por hacer que la realidad se viera diferente.

El día que murió, ella usaba sus joyas y su vestido favorito, eran esas cosas que nunca se atrevió a vender.

En fin, mamá está muerta, y yo viva. Cuando me veo al espejo, la veo a ella, tengo su mismo rostro. Fui adoptada por la familia Baek porque JyunMin era amiga de la infancia de mi madre, es una persona que yo conozco bien desde que nací, tenerla a ella como figura materna fue mucho mejor, me sentí más cuidada, protegida, y amada. Nunca conocí a mi padre pese a que él visitaba a Han Seo, pero obtuve un amor enorme, de forma paternal, por parte de otro hombre.

Nunca sería lo mismo. Papá siempre querrá más a Narae, ¡Como todos!

Esta noche llegué tarde, cerca de las dos de la madrugada. La casa entera se fundía en un tenso silencio infernal, me quite los zapatos en la entrada y pasé a la cocina, mi garganta seca por los cigarrillos y el vodka mal mezclado hacen que arda. Apunto de beber agua, unos pasos se acercan a donde estoy y enciende la luz. Narae me observa.

—Es tarde.

—No soy una niña para que…

—¡Mamá te llamo miles de veces! —gritó, sus ojos se ven cristalinos— Pensó que te había sucedido algo. ¿Por qué no respondes?

—No te metas en mis asuntos, Narae. —dejé el vaso en la mesada y caminé donde ella, es pequeña de estatura, tiene unas mejillas regordetas y flequillo que cubre su frente grande, ¿Qué le ve TaeHyung? Yo soy más linda— Mejor vete.

—No es justo, Lima. Mis padres siempre están cuidándote y tú…

Mis padres.

—No son mis padres, tu misma lo dijiste. ¿Para que seguir sus reglas?

—Sabes que no quería decir eso. También son tus padre y ellos te aman.

—¡Mentira! Te aman más a ti, todos lo hacen. Aman a la perra buena de Narae, la que nunca lastima ni a una mosca y se la da de santa virgen. ¡Me das asco!

Lagrimea como una estúpida sensible. Yo vuelvo a tomar el vaso de agua, bebo de este. La cosa no queda ahí porque ella se acerca, con una expresión adolorida me ve en busca de una razón para mis acciones. Odio eso, odio que quiera ayudar a todos. Me odia, ¿Por qué no lo admite? Terminó con JungKook de un día a otro, y ni siquiera sabemos la razón.

—Eres mi hermana. —dijo— P-Podemos hablarlo, si tienes problemas yo trataré de…

—¡No tengo problemas!

No quise hacerlo, no era mi intención. Cuando cayó, el vaso en mis manos fue a parar sobre ella y todo por… mis propias manos. Su grito de dolor alertó a mamá y papá, la luz de su alcoba se encendió, vinieron corriendo a donde estábamos

—¿Qué sucedió? —el hombre ayudó a Narae, tenía un cristal incrustado en la palma de su mano.

—M-Me tropecé mientras bebía agua.

Ella… mintió por mi. Y me siento culpable.

— ¡Hola, amores! Hoy en la madrugada me estaré yendo de vacaciones a la playa juju, así que por 7-8 días no podré actualizar. Espero comprendan ♡ (pueden pasarse por mis otras historias terminadas, y que estamos jajaja).