Capítulo 25

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Liam es quien llama al pequeño hospital de alfas y omegas que se encuentra escondido entre las montañas de la isla, apartado de todo lo demás. Sus manos teclean los números de manera temblorosa, su respiración es agitada y el miedo es claro en su voz cuando da la dirección del lugar.

—David y su equipo están en camino. -Anuncia segundos después-

Maya se esconde entre los brazos de su alfa, mientras las lágrimas se juntan en sus ojos y la imagen le parte el corazón.

—Si lo muerdes y sobrevive, tu marca quedará en él. -Niall dice con la voz un tanto temblorosa, aún en los brazos de Zayn-

Louis no es capaz de pensar, no es capaz de hacer algo más que mirar el rostro pálido de su chico, la sangre que ahora se encontraba en sus manos.

—Apenas va a poder sobrevivir a una marca, si lo muerdes lo mataras. -Ethan dice, quien aún tiene lágrimas secas en sus mejillas, pero su rostro muestra una expresión seria-

Wylan no tarda en abrazar a su omega en busca de reconfortarlo. Sin embargo en su propio rostro puede verse la sorpresa y la tristeza por la escena frente a él.

—Será mejor que nos vayamos -El alfa le dice a su pareja, aún con una expresión vacía.-

Pero Ethan está paralizado en el sitio, ver la escena le duele y le hace sentir demasiado culpable. Quiere revivir a aquel estupido alfa y gritarle, matarlo con sus propias manos por lo que había hecho, por haberlo engañado.

Y Louis sigue sin saber que hacer. Solo puede mirar el cuerpo débil de Harry entre sus brazos y acariciar con dulzura su pálido rostro. Una horrible sensación sacude todo su cuerpo, y el solo pensamiento de perder a Harry le hace sentir un vacío inimaginable.

—¿Louis? -Harry susurra con un hilo de voz, abriendo sus ojos lentamente.-

—Estoy aquí, amor -Le dice con voz temblorosa.-

—Tengo frío.

Las lágrimas ruedan finalmente por las mejillas de Louis, mientras su pecho duele con intensidad. Ver a Harry en ese estado le hace querer gritar de dolor, deseando poder cambiarse por él.

—Vas a ponerte bien ¿Vale? No puedes dejarme, no puedes. -Susurra, acuñando su rostro entre sus manos.-

—Lobito, no llores -Dice en un fallido intento de levantar su mano para eliminar las lágrimas que caen por las mejillas de su amado, pero apenas tiene fuerza- Lo siento, siento mucho no haberte dicho nada y...

Louis niega suavemente.

—No, no te disculpes. -Le interrumpe- No importa eso ahora, solo importa que te pongas bien.

Una pequeña sonrisa se dibuja en el rostro de Harry. Y es tan débil, tan triste, que Louis siente que el aire a desaparecido por completo.

—No quiero que estes enfadado conmigo.

Louis quiere gritar, quiere sacarse el corazón del pecho y entregárselo a Harry, porque así tal vez comprenda que lo ama de la manera más profunda y sincera que existe. Quiere explicarle que encontró a donde pertenecía entre sus brazos, entre sus dulces besos y susurros en mitad de la noche que decían "estaremos bien" Que encontró su hogar en su alma.

Quiere decir tantas cosas, que ni tan siquiera sabe por donde empezar. Y el hecho de que su garganta se haya cerrado, no ayuda en lo absoluto.

—No lo estoy, ratón. -Susurra.- Pero tienes que quedarte conmigo ¿Vale? No puedes dejarme, tu no.

Es todo lo que puede decir mientras llora.

—Jamás te dejaría, Lou -Dice en un hilo de voz- Pero debes prometerme que aprenderás a cocinar para que puedas comer bien y que dejarás de fumar tanto. Prométeme que le darás besos a Clifford de mi parte y que no me olvidaras.

El castaño aprieta los ojos con fuerza mientras siente una punzada en lo más profundo de su pecho, la escena es dolorosa de ver, y mientras esperan a la ambulancia, todos se encuentran deshaciéndose en lágrimas.

—No voy a olvidarte porque no vas a morir Harry, no va a pasarte nada ¿Me oyes? -Su voz se rompe y las lágrimas no detienen su camino por sus mejillas- Estarás aquí para que pueda cocinarte tus platos favoritos, estarás aquí para regañarme cuando fume de más y estarás aquí para darle besos a Clifford ¿Vale?

—¿Y para ver nuestra casa? -Sonríe débilmente-

Louis cierra los ojos con fuerza una vez más, mientras se muerde el labio al recordar que el regalo que le tenía al rizado era su bonita casa, la cual llevaba tiempo perfeccionando junto a Zayn y Liam.

—Por supuesto, nada va a separarte de mi.

—¿Ni siquiera la muerte?

—Ni siquiera eso

Una sonrisa aparece lentamente en los labios de Harry, mientras sus ojos se cierran cada vez más.

—Te quiero.

Y la forma en la que lo dice es tan dolorosa, como si supiera que no iban a tener un final feliz.

—Yo también te quiero, ratón.

La ambulancia suena de fondo, y los ojos del rizado ya están prácticamente cerrados. Es entonces cuando Louis lo abraza mientras llora, entierra su rostro en el hueco de su cuello y deja que las lágrimas y los sollozos salgan a su antojo. Y entonces, sin pensarlo demasiado, lame con cariño la mordedura fresca y recién hecha en el cuello de Harry.

Lo siguiente que sabe, es que los paramédicos se están llevando al rizado.

***

—Él es muy fuerte, Louis, va a recuperarse. -Maya le dice en un tono dulce al entrar en la habitación del hospital, entregándole un vaso de café caliente-

Louis se encuentra sentando en una silla acolchada de color amarillo mostaza, justo al lado de la camilla en la que Harry descansaba con unos tubos en su nariz y cables conectados a su alrededor.

—¿Y si no lo hace? -Dice con la voz rota y la mirada perdida-

—Louis, amor, Harry es más fuerte de lo que pensamos, se pondrá bien.

Quiere creerle, pero estaba atemorizado, porque todo estaba siendo tan perfecto, que no esperaba que su día tornase de aquella forma.
Horas atrás estaba prometiéndole que iban a casarse y tener una familia y ahora estaba sobre una camilla de hospital, en una batalla entre la vida y la muerte.

¿Cómo creer que todo va a estar bien cuando la peor cosa acaba de pasar?

—¿Como está Niall? -Pregunta en un susurro ronco, en un intento de callar las voces en su cabeza-

Maya aprieta los labios en una pequeña sonrisa.

—David lo está revisando, ya sabes que tiene cierto apego a él.

Louis asiente, recordando aquella horrible vez que encontraron a Niall tirado sobre la nieve, completamente desnudo y sin apenas vida. Zayn nunca había estado tan asustado como aquel día, nunca lo había visto temblar por el miedo y llorar tan desesperadamente.

Ahora lo entendía más que nunca.

David cuidó a Niall como un hijo, le regañó por ser imprudente y por no aceptar la invitación de Zayn a quedarse en su hogar, pero en sus ojos podía verse el cariño que sintió por él con tan solo verlo. David era un alfa solitario, y tal vez sintió que debía protegerlo.

Niall era salvaje, pero con David fue tan dulce, tan obediente. Quizá él también sintió la extraña conexión con el alfa mayor.

—¿Zayn está con él? -Maya asiente-

—Creo que han hecho las paces. -Sonríe levemente-

—Eso espero

Maya asiente y el silencio reina. Todo lo que puede oírse en la habitación son los pitidos de las máquinas y los pequeños sorbos al café de ambos.

—¿Y Liam? -Pregunta Louis entonces.-

Maya mantiene la mirada fija en su vaso de café, con una pequeña mueca en su rostro.

—Digamos que está bastante afectado por la situación, está tomando el aire fuera.

—Deberías ir con él.

—No voy a dejarte solo, Louis -Dice agachándose delate de él mientras entrelaza sus dedos con los del castaño-

Es ahí donde se rompe por completo, la mano cálida de la omega y sus palabras dulces hacen que rompa en llanto sin poder aguantarlo más.

—Oh, amor.

Maya lo abraza con fuerza, y deja que el alfa llore en su hombro como un bebé desolado. Ella misma puede notar sus ojos llenándose de lágrimas, la situación es tan injusta.

Deja que llore todo lo que quiera, sin importarle mucho la mancha de lágrimas que se forma en su suéter.
Finalmente, cuando Louis se separa para mirarla, Maya acaricia sus mejillas con los pulgares de su mano

—Todo va estar bien, ahora tan solo debes descansar, Lou. -El castaño niega-

—No, no pienso apartarme de su lado hasta que despierte

Porque Harry tenía que despertar, debía hacerlo.

Maya suspira pero no dice nada, porque lo entiende. Puede imaginarse lo difícil que todo es para Louis ahora mismo. Que tal vez, necesita un segundo para él mismo.

—Está bien, iré a revisar que Liam esté bien. -Deja un beso en su frente- Llámame si necesitas algo ¿Vale?

Louis asiente y la omega finalmente sale de la habitación, dejándolo solo en aquella fría habitación.

La mano del castaño se dirige a la de Harry, la toma entre sus manos temblorosas y deja unas pequeñas caricias mientras las lágrimas vuelven a salir.

—Necesito que despiertes, ratón. Sin ti ya nada más tendrá sentido.

***

Son días de constante angustia y desesperación, donde todos esperan con ansías que Harry despierte. Louis se pasa el tiempo entre vasos de café de la cafetería del hospital, llora incluso cuando considera que no le quedan más lágrimas, apenas puede dormir y no se mueve del lado de Harry bajo ninguna circunstancias.

Niall y Zayn se pasan todo el tiempo que pueden haciéndole compañía, al igual que Liam y Maya, quienes cierran la cafetería por unos días.

Louis no se despega de la silla color mostaza a no ser que lo necesite, y cuando lo hace es para ir al mismo baño que está en la habitación o para ir a la cafetería que está un piso más abajo.

Los demás van trayéndole ropa para que se cambie y comida para que llene su estómago, aunque comer se le hace completamente difícil debido al nudo que parece no querer desaparecer de su estómago.

Todo es un desastre y Louis a penas puede funcionar correctamente debido al miedo y al dolor que siente en su interior ante la idea de una vida sin su chico rizado, sin la persona a la que amaba.

Se pasa horas mirando el anillo con la fotografía de ambos con Clifford, sonriendo mientras llora al recordar lo mucho que Harry insistió en capturar aquella escena de ellos con mascarilla faciales mientras veían una película cualquiera en Netflix.

Pero entonces, la madrugada del 29, Harry finalmente despierta.

El único que se encuentra en la habitación a aquellas horas es Louis, mientras que los demás descansan como pueden en casa, pendientes por si reciben noticias de Harry.

Habían pasado apenas unos días, pero para Louis había sido una eternidad de sufrimiento y agonía, de lágrimas y presión en el pecho que no le dejaba respirar.

Pero finalmente, Harry despierta.

—¡Harry! -Louis exclama al ver al rizado abrir los ojos lentamente, acostumbrándose a la cálida luz de la habitación-

No puede evitar abrazarlo con fuerza y dejar castos besos por su bonito rostro, hay alivio en su pecho y alegría en su alma, porque Harry está con vida y está allí con él. Las lágrimas empañan su vista, pero no le importa, lo abraza como si fuera la primera vez que lo hace.

—Louis -La voz de Harry sale en casi un susurro-

—Hola, ratón. -Deja besos por todo su rostro mientras llora- Estás sano y salvo, estas bien. Joder, casi muero ante la sola idea de perderte.

Toma el rostro del rizado entre sus manos, apoyando la frente contra la de Harry, sonriendo mientras lo mira a los ojos. Y es entonces, que las lágrimas comienzan a salir de los ojos del rizado.

—¿Harry? -Alarmado, Louis lo mira preocupado-

—Lo siento tanto -Solloza- Lo he hecho todo mal desde un principio, te oculte algo importante, os puse a todos en una situación peligrosa, lo he arruinado todo y...

—Detente -Le interrumpe, acariciando sus mejillas en busca de hacerle sentir mejor.- No estoy molesto contigo, Harry. Estoy molesto conmigo mismo por permitir que algo así sucediera, por no haberle roto las manos al tocar aquello que es mío, a mi familia.

Harry niega lentamente, y el corazón de Louis da un vuelco. Lo había echado tanto de menos.

—No podías hacer nada. -Harry susurra.-

—Siempre se puede hacer algo, ratón.

Harry aprieta los labios en una mueca, sin saber muy bien que decir ante eso.

Porque no había nada que pudieran decir para quitar la culpa que sentían, cada uno por diferentes motivos.

—¿Donde está él?

Louis se tensa por un corto segundo con la pregunta.

—Ya no está, no va a lastimarte nunca más.

Harry se tensa bajo el cuerpo de Louis tras aquellas palabras que salen con tanta simpleza de los labios del castaño, sin embargo no siente mucho al respecto. Tan solo puede sentirse mal por la situación, mal por alguna vez haber confiado en él y haber dejado que todo aquello sucediera, mal por haber mentido y mal por haber intentado enterrar algo así.

Pero ahora lo entendía, intentar ocultar algo no hacía que se marchara o dejara de existir. Solo retrasaba la explosión, los secretos saliendo finalmente a la luz.

—Esta bien -Consigue susurrar.-

Louis aprieta los labios, mirándolo preocupado.

—¿Lo está?

No lo sabe, de golpe todo se siente demasiado. Su cuerpo duele y los recuerdos viajan en su cabeza como las escenas de una película de terror que anhelas olvidar antes de irte a dormir.

—Supongo, no lo sé.

Las lágrimas continúan saliendo de sus ojos verdes cuando aquellas palabras salen de sus labios en un susurro roto. Y verlo así solo parte más el corazón débil de Louis, quien después de haber sentido que lo perdía, tan solo quería abrazarlo, besarlo y asegurarse de que estuviera bien eternamente.

Solo quería decirle lo mucho que lo quería y que nada podía cambiar eso, que nadie podía cambiar eso.

—Sé que te sientes mal, que sientes que todo esto es culpa tuya. Pero no es así, los actos de los demás nunca son tu responsabilidad ¿Vale? Estoy aquí, no me voy a ir, igual que tú no te fuiste, todo va estar bien. -Deja un beso en su frente.-

Harry solo puede sollozar mientras entierra su rostro entre sus propias manos, porque había estado tan asustado, sentía que todo lo que habían construido se había destruido. Ahora todos sabían lo que era, que se había convertido en un monstruo al dejar que la ira se apoderara de él.

¿Como iba a mirarlos a la cara después de eso? Pensaran que es un monstruo y un impulsivo, que tal vez está loco y necesita estar encerrado bajo llave.

Louis sin embargo termina acostado en la camilla junto a Harry, sin poder evitar enterrar la nariz en su cuello y dejar castos besos en la zona mordida, abrazándolo con fuerza en un intento de demostrar que todo estaba bien.

—Te quiero, lo siento -Vuelve a decir el rizado, apartando las lágrimas de su rostro conforme nuevas comenzaban a salir.-

Louis lo abraza, acariciando su cabello con cariño.

—No tienes que sentir nada, yo siento haberte gritado. -La mano del castaño se dirige a una de las mejillas del rizado, apartando con dulzura y caricias las lágrimas- Prometí que esperaría a que quisieras hablar y no lo hice, te exigí algo que no debía exigirte.

—Está bien, es entendible.

—No lo está. -Niega suavemente-Estaba tan asustado, prometí protegerte y no pude hacerlo, lo siento tanto.

Harry sonríe débilmente, tomando el rostro del alfa entre sus manos para depositar un pequeño beso sobre sus labios.

Cuando se separan, Louis sonríe levemente.

—¿Como te encuentras, cariño? ¿Necesitas algo?

Harry se encoge de hombros.

—Siento que un autobús me ha pasado por encima -Sonríe levemente, cerrando los ojos gustoso ante las caricias de Louis en sus mejillas- Pero un poco mejor ahora que estoy contigo.

—Tan precioso, cuanto lo siento.

Harry suspira, sintiéndose un tanto más relajado. Menos asustado de perder todo lo que tenía.

—Todo va estar bien ¿Verdad, Lou? Nos merecemos un final feliz.

Se miran a los ojos, y Louis le da las gracias a la luna por permitirle ver los ojos de su alma gemela de nuevo, por poner a Harry en su camino.
Se pierde en los ojos verdes de Harry, que a pesar de estar rojos y brillante por las lágrimas, se puede ver amor puro en ellos, esperanza.

—Nada de finales, nuestra historia no puede tener fin -Responde en un susurro-

—¿cuando la muerte nos separe? -Louis sonríe ante la pregunta.-

—Te encontraré en otra vida, mi alma seguirá a la tuya allá a donde vaya, porque fuimos hechos para estar juntos, ratón.

Harry sonríe, notando como su corazón se acelera debido a las palabras de Louis. Y quiere creerlo, quiere aferrarse a esas palabras.

—Eres maravilloso, tan bueno.

—Hablaremos de lo ocurrido más adelante ¿De acuerdo? Ahora solo quiero que te pongas bien.

Harry asiente, y Louis aprovecha para dejar un pequeño beso en la punta de su fría nariz, causando así que el rizado sonría.

—¿Estamos bien? -Harry entonces pregunta, tan solo para asegurarse.-

Y el alfa sonríe, rozando su nariz con la del rizado con cariño.

—Estamos bien, mi pequeño ratón.

—Entonces... -Sonríe.- ¿Puedes besarme?

Una sonrisa divertida se dibuja en el rostro de Louis, para seguidamente inclinarse hacia delante y besar con cariño y delicadeza los labios de Harry. Es un beso lento y delicado, tan solo sus labios bailando al ritmo del otro. Y aún así, ambos siente como si fuera la primera vez que se besan, los fuegos artificiales explotan y las mariposas en sus estómagos renacen.

Se quedan allí besándose mientras el sol comienza a salir, se besan hasta que sus labios se hinchan y sus respiraciones se cortan. Hasta que finalmente se sienten completos de nuevo.

—Debería llamar al doctor -Dice Louis cuando finalmente se separan-

Pero Harry niega.

—No, no te vayas.

Aquello saca una sonrisa por parte del alfa.

—Harry, debo llamarlo.

—Por favor.

Su voz suena tan rota y necesitada, que Louis no tiene más opción que complacerlo. Porque si Harry le pedía algo de aquella manera, simplemente no podía negarse. Era algo superior a él, mucho más fuerte que cualquier cosa. Era todo su ser, su alfa, su alma que anhelaba complacer al bonito chico que tenía la suerte de llamar suyo.

Así que se queda allí, pero no sin antes pulsar el botón que hay sobre la camilla del hospital, el cual hará que David acudiera lo antes posible.

Y así lo hace, en menos de cinco minutos aparece en la habitación, con una sonrisa radiante al ver al rizado en los brazos de Louis.

David tenía los ojos de un café oscuro, su cabello era castaño y algunas mechas grises naturales eran notorias en este, bajo sus gafas de color marrón un montón de pecas se encontraban esparcidas por su rostro, y a pesar de la hora que era, no parecía cansado en lo absoluto

El rizado lo reconoce enseguida, es el mismo que lo atendió cuando estuvo aquí la última vez.

—Harry. -Lo saluda con una sonrisa amable- Me alegro tanto que estes bien, muchacho.

—Hola -Saluda tímidamente, revolviéndose un poco en los brazos de Louis-

David sonríe, pegando su pequeña tabla con apuntes a su pecho mientras mira a ambos con cariño.

—Tengo buenas noticias, hemos estado haciéndote pruebas durante todos estos días, y algo extraño y asombroso a sucedido. -Empieza.- Harry es un omega ahora, creo que eso es evidente -Refiriéndose al olor a flor de cerezo y a té de limón que invade la habitación- Pero hay más.

Louis ni siquiera se había percatado del olor que ahora lo envolvía con fuerza, había estado tan sumergido en todas las nuevas emociones que simplemente no se había dado cuenta. Y ahora, esa información, le golpea como un balde de agua helada.

—¿Más? -Louis lo mira confundido, mientras Harry se remueve un tanto nervioso contra su pecho-

David aprieta los labios en una pequeña sonrisa.

—Verás, aunque otro alfa le proporcionó la marca, solo tu ADN a sido encontrado en él.

El corazón de Louis late con fuerza, las palabras retumbando en su cabeza mientras intenta asimilar lo que David intentaba decirle.

—¿Como es eso posible? -Consigue decir, su voz saliendo más débil de lo que le gustaría.-

—¿Hiciste algo con la marca antes de que la ambulancia llegase?

—La lamí -Dice en casi un susurro-

—Eso me imaginaba -El alfa mayor sonríe aún más, y un pequeño hoyuelo sale en una de sus mejillas- Que lamieras la herida causó que tu ADN se mantuviera en su sistema, por eso la marca a quedado como tuya, debido a que eres un alfa puro y al parecer el otro alfa no lo era.

Louis no puede evitar sonreír, no puede evitar que su alfa aúlle con deleite ante la noticia. Su corazón late acelerado en su pecho, y el orgullo recorre su cuerpo.

Harry ahora era suyo, su omega.

—¡Eso es genial! -Exclama Harry mirando a Louis con los ojos brillantes de ilusión-

—Entonces ¿La marca en su cuello queda como mia? ¿De verdad?

—Así es -David asiente- Incluso puedes morderlo levemente la próxima vez, ya que ahora es un omega y su cuerpo podrá resistirlo. Podéis venir una vez al mes a que revisemos que todo esté bien, pero lo más seguro es que puedas morderlo completamente dentro de unos meses.

—Creo que voy a desmayarme de nuevo. -Harry suelta en un pequeño suspiro.-

—Eso es normal, tu cuerpo está pasando por demasiados cambios y todo esto es nuevo para ti -Explica con una sonrisa- Las enfermeras te traerán algo de comer en unos minutos, te encontrarás mejor después.

Harry asiente, con una pequeña sonrisa dibujándose en su rostro.

—Muchas gracias.

—Es un placer ayudaros siempre que pueda, chicos.

David les dedica una ultima sonrisa antes de abandonar la habitación en busca de las enfermeras. Louis por su parte solo abraza más al rizado, hundiendo su nariz en su cuello, sumergiéndose en el agradable olor que hace que su alfa aúlle con deleite.

Flor de cerezo y té de limón.
Sonríe ampliamente sin tan siquiera poder evitarlo.

—Te he echado tanto de menos, nunca he estado tan asustado en la vida. Nunca le he temido a la muerte, pero cundo la vi en ti apenas pude sentir algo que no fuera miedo a perderte.

—También te he echado de menos Lou, te quiero -Las palabras salen temblorosas, haciendo que Louis frunza levemente el ceño.-

—Hey -Se aparta levemente para mirarlo.- ¿Que ocurre?

Harry lo mira con una pequeña mueca.

—¿Vas a dejarme?

Louis lo mira como si acabara de decir la mayor bobada en el mundo, como si realmente no pudiera creer que aquello hubiera salido realmente de sus labios.

—¿Por qué dices eso? -Lo mira confundido.-

—Porque ahora soy un omega, y a ti no te gustan los omegas.

Louis sonríe y acerca su rostro al del rizado para que sus narices se rocen con cariño y delicadeza. Su corazón se derrite lentamente ante la preocupación en la voz de Harry, y solo quiere cuidarlo por el resto de su vida, amarlo como se merece.

—Ratón, no me importa lo que seas. ¿Que más da? Me gustas tu Harry, estoy enamorado de ti sin importar la casta. Tu eres mi alma gemela, estamos hechos él uno para el otro sin importar nada más.

Los ojos verdes de Harry se iluminan.

—Vale -Susurra ahora con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro-

—Eres mío, precioso, tu cuerpo me ha aceptado.

El ahora omega suelta una pequeña risa incrédula, como si realmente no pudiera creer que aquello fuera real.

—Esto es tan raro -Susurra-

Louis hace una pequeña mueca.

—Lo sé amor, lo siento mucho.

—No de una mala manera, yo quería esto, no de la forma en la que ha sucedido pero estoy feliz con ser un omega -Aclara- Es más bien de una manera peculiar, es como si hubiera vuelto a nacer o algo así.

El alfa asiente, con una pequeña sonrisa antes de depositar un beso corto en sus labios, apoyando seguidamente su frente con la de su omega.

—Louis -Lo llama, con un tono suave y un tanto tímido.-

Y Louis se siente tan afortunado, tan feliz.

—¿Si?

—¿Esto significa que ahora voy a poder tener bebés?

La risa de Louis retumba en la habitación, y Harry se siente completo al escucharla.

—Sí, ratón.

***

N/a: Slayyyy mil gracias por las 200k lecturas, os adoro<3

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