Satoru: Chico, no eres normal ¿Verdad?

Yuuji: Pues usted ya vio que no.

Satoru: Me agradas, Megumi, mira un nuevo amigo para ti.

Megumi: Yo no pedí un amigo.

Satoru: Vamos ¿Qué tan malo podría ser?

Yuko: Sigo aquí ¿Sabe?

Satoru: Cierto, ustedes dos son las energías que sentí en Tokyo.

https://www.youtube.com/watch?v=-iEb41ZxuNI

Satoru: Bueno, chico, tuviste suerte, no todos soportan el consumir un dedo de Sukuna, en fin, sostén esto Megumi, chico rosado, ¿Puedes liberar a Sukuna?

Megumi: ¿Estuvo comprando recuerdos?

Yuuji: ¿Sukuna? Creo que sí.

Satoru: Excelente, y no son recuerdos Megumi, son postres de excelencia aquí en Sendai, es Kikufuku, un Mochi exclusivo de Miyagi, pero tienen más peso en Sendai, y me los comeré en el camino de regreso.

En eso Satoru, siente una corriente de aire a sus espaldas pero no le toma mucha atención y sigue hablando con Megumi.

Satoru: ¿Sabías que los Kikufuku son los únicos Mochis que son hechos con Matcha y Frijol Dulce? Casi casi como los Anko.

Sukuna: ¡Muere maldito del clan Gojo!

¡Plaffff! Fue el golpe que se escuchó, pues debido a la cortina de polvo no deja a ver lo que había sucedido.

Satoru: Y pues verás pequeño Megumi, aquí en Sendai, los Kikufuku se venden muy baratos a decir verdad.

Sukuna: Maldita sea, los hechiceros en cualquier época me causan problemas, ya verán cuando encuentre a Tengen. - El rey de las maldiciones escupió esas palabras estando de manos y rodillas en el suelo siendo usado de asiento por el hechicero más fuerte de la actualidad.

Megumi: Sorprendente

Yuko: Tienes razón.

Los dos espectadores vieron al peliblanco barrer el piso con el pelirosado poseído, mientras comían de los Kikufuku que había comprado.

Satoru: Veamos, 8.

Sukuna: ¡¿Por qué no te puedo tocar?!

Satoru: 9, es mi técnica del infinito yyyyy... 10

Sukuna: ¿Pero qué?

Yuuji: Ya perrito, vuelve adentro. - el anfitrión dijo tomando su mentón para detener las groserías que seguro el rey de las maldiciones hubiera lanzado -

Y así Yuuji recuperó el control de su cuerpo.

Yuuji: Eso fue sorprendente señor, ¿Me puede enseñar?

No terminó de decir puesto que Satoru apareció detrás de él y lo noqueó.

Yuko: ¡Ey! ¡¿Qué le hizo a mi prometido?!

Satoru: Cálmate chica, solo está inconsciente, gracias Megumi por cuidar la bolsa... ¿Había más Kikufuku?

Megumi: Mmmm... no lo sé... groff...

El chico emo había dicho mientras masticaba un Kikufuku, y Satoru volvió a ver la bolsa que solo estaba a poco más de la mitad.

Satoru: Bueno, ya que, me llevaré al chico y tú Megumi, cuida a la chica, iremos al Hotel Akatsuki a dos cuadras de aquí, les reservaré una habitación y se quedarán hasta que regrese poco más al rato.

Y así sucedió, Megumi cuidó a Yuko, mientras Satoru llevaba a Yuuji a un local que estaba asociado con la escuela de magia metropolitana de Tokyo.

Satoru: Bien, ya amarré al chico, toca esperar a que se levante.

En el hotel Akatsuki.

Megumi: El chico es interesante.

Yuko: Si te lo creo, Yuuji tiene una técnica maldita sorprendente, no te puedo contar a detalle lo que hace porque no la he visto en toda su capacidad.

Megumi: ¿Cómo se llama?

Yuko: Se llama Rinnegan, el me lo dijo, hemos estado acabando con maldiciones de forma ilegal ya que no queremos que la gente se vea afectada por las mismas.

Megumi: ¡¿Mataban maldiciones sin estar afiliados a una escuela de Jujutsu?! ¡Están locos!

Yuko: Hay que estar locos para vivir.

Megumi: Bueno, tiene sentido, al profesor Gojo le faltan tres tornillos. Y bien, ¿Qué me puedes contar de la técnica de Itadori?

Yuko: Solo se de dos técnicas que más usa, y una que otra aparte.

Megumi: ¿Y bien?

Yuko: Bueno, las primeras dos técnicas, una de llama Shinra Tensei, esa le permite empujar a sus adversarios, y no solo personas, si no, que funciona con otras técnicas y objetos; y la otra se llama Banshō Ten'in, esa es como la anterior, solo que en vez de repulsar, atrae.

Megumi: ¿La primera no significa Subyugación Celestial del Dios Omnipresente?

Yuko: Aja.

Megumi: ¿Y la segunda, Atracción Celestial de Toda la Creación?

Yuko: Exacto, las otras, si mal recuerdo, ya que no las usa mucho, era Jigokudō y Ningendō.

Megumi: ¿Y esas que hacen?

Yuko: El Jigokudō lo que hace es, invocar al Rey del Infierno ya sea para guardar cuerpos o almas, o también para recuperar un estado del cuerpo, Yuuji lo usaba para poder recuperarse cuando le cortaban un brazo, eso era cuando no teníamos experiencia.

Megumi: Es un ritual inverso.

Yuko: En realidad no, es una de las habilidades de su técnica.

Megumi: Interesante, y cuál es la última.

Yuko: La última, es Ningendō, esa le permite leer la mente mientras tocas el pecho o la cabeza del afectado, pero también le permite sacar el alma del objetivo, con maldiciones de grado 2 y 1 lo usaba para acabar rápido y evitar las peleas, aunque nunca nos hemos enfrentado a una de grado especial.

Megumi: ¿Eso es todo?

Yuko: Si, por ahora si, pero siento que aún faltan muchas habilidades de su técnica.

Volviendo con Satoru y Yuuji.

Satoru: Bien, ya se está levantando.

Yuuji: ¿Que pasó?

Satoru: Yuuji Itadori, que gusto conocerte, me llamo Satoru Gojo, vayamos directo al grano, te tenemos que asesinar.

Yuuji: ¡Hah! ¿En serio?

Satoru: ¡Sip! Ya que eres recipiente de Ryomen Sukuna, eso te vuelve un peligro para la hechicería ya que el Rey de las Maldiciones puede liberarse, por eso los peces gordos quieren asesinarte, pero logré posponer tu muerte, verás.

En eso Satoru saca un dedo de su bolsillo y se lo muestra.

Satoru: ¿Te comiste uno de estos verdad?

Yuuji: Correcto.

Satoru: Bueno, verás, son indestructibles - en eso, arroja el dedo al aire y usa la rotación inversa para acabar con el dedo, pero como mencionó, no se destruyó - Los dedos de Sukuna tienen demasiada energía maldita como para ser destruidos, por eso mismo las maldiciones más débiles los buscan para obtener más poder, y cuando una maldición lo consume, Creo ya sabes que pasa

Yuuji: Aja.

Satoru: Pero... Yo logré posponer tu muerte, le dije a los peces gordos que juntaríamos los 20 dedos tenemos a Sukuna contenido en ti, por lo tanto podemos matarte y a Sukuna También, pero, aún así necesitamos acabar con el dios de las maldiciones, el Maestro Tengen, tú con Sukuna acabarán con el también, y así, le damos fin a la era de las maldiciones.

Yuuji: Ya veo, es una difícil misión, no quiero dejar a mi princesa de hielo solita... ¿Usted que opina señor Gojo?

Satoru: Tienes gran corazón chico, lo pensaré, por lo mientras vamos a Akatsuki ¿Está bien?

Yuuji: Jejejejeje, me parece perfecto, entonces - activa su Rinnegan - vámonos, Amenotejikara.

Y Así, Yuuji se sustituyó por un papel que había tirado por la muestra de Gojo, este mismo se quedó sorprendido por lo que vió, en un parpadeo el chico estaba desamarrado.

Satoru: *Pudo haber escapado cuando podía, ¿Por qué no lo hizo?*

Yuuji: Si se pregunta porque no me escapé es sencillo, ya estoy cansado de Asesinar maldiciones y escapar de los hechiceros de Jujutsu, y que, ¿Vamos?

Satoru: ¡Jajajajajajajaja! Me agradas chico, entonces entrarás a la academia de Hechicería junto a tu novia.

Y así, el chamán más fuerte y el portador del Rinnegan fueron al hotel donde Megumi y Yuko hablaban... Bueno más bien jugaban Póker.

Megumi: ¡Demonios! Ya es la quinta vez que me ganas.

Yuko: Supongo que es suerte.

Megumi: Y eso que apenas te enseñé a jugar.

Yuko: Mi lindo Yuuji tiene la misma suerte que yo.

Yuuji: Gracias mi princesa de hielo.

Megumi: ¿Por qué son demasiado melosos?

Satoru: Porque de ahora en adelante, su vida de hechiceros no les hará saber si se verán al siguiente día.

Megumi: Hm, entiendo, solo espero que no lo hagan frente a mi todo el tiempo.

Satoru: Bueno, con un punto y aparte, Ozawa Yuko e Itadori Yuuji, por mi parte, bienvenidos a la Academia de Magia Metropolitana de Tokyo, solo habrá que esperar a mañana la prueba del director y oficialmente serán hechiceros legales, la academia lleva su registro de Exorcismos ilegales, pero nos han liberado gran parte del trabajo.

Los tres: Flojo.

Satoru: Ya, ya, no es para tanto, Gracias.

Yuuji y Yuko: *Solito se adula*

Satoru: Sin más, Yuuji y Yuko compartirán habitación, solo no hagan cochinadas ¿Okay?

Tras esas palabras, Yuko explotaría en Rojo hechando vapor por la cabeza por la vergüenza.

Yuuji: Profesor Gojo, Yuko y yo somos novios, pero conocemos los límites, usted es un pervertido.

Yuko: ¡Viejo pervertido!

Satoru: ¡¿Viejo?! ¡Solo tengo 28 años y no soy un pervertido!

Megumi: Usted es un pervertido, tiene revistas eróticas bajo su cama.

Satoru: ¡¿Y tú cómo sabes eso?!

Megumi: Los Miércoles me toca barrer los dormitorios.

Satoru: Demonios, son tres contra uno.

Yuko: ¡Vámonos a dormir Yuuji!

Yuuji: Bueno, vamos, hasta mañana Fushiguro y Maestro pervertido.

Megumi: Duerman bien.

Satoru: ¡¡¡No soy un pervertido maldita sea!!!

Yuko: Si si, como diga Ero-sensei.

Satoru: ¡¡¡Maldita sea!!!

Megumi: Usted se lo buscó.

Satoru: No me dejes solo Megumi.

Megumi volteó a ver a otro lugar...

Satoru: ¿Por qué me dejan solo?

Megumi: Porque usted se lo buscó, Ero-sensei.

Satoru: ¡¿Tu también?!

Y así la noche pasó, nada novedoso, solo que la pareja durmiendo de cucharita y los otros dos, Megumi con un peluche de su lobo de jade blanco y Satoru hecho bolita por la humillación.

A la mañana siguiente.

Yuko: Ya te puedes bañar Yuuji.

Yuuji: Okay, ¿Hay toallas?

Yuko: Si, hay una encima de la estantería.

Yuuji: Me sirve, gracias.

Satoru: ¡Buenos días mis estudiantes!

Yuuji y Yuko: Buenos días Ero-sensei.

Satoru: ¡¿Otra vez?!

Yuko: Usted se lo buscó.

Satoru: La falta de respeto abunda por aquí.

Yuuji: Como diga, ¿Que necesita?

Satoru: Avisarles que en media hora está el desayuno.

Yuuji: Okay, en media hora iremos para allá.

Satoru: No hagan cochinadas.

Yuuji y Yuko: Como usted diga Ero-sensei.

Satoru: ¡¡¡Maldicióooooooooooooon!!!

Y así el chamán más fuerte salió deprimido de la habitación, mientras Yuko y Yuuji se reían a pulmón suelto.

Megumi: Aguántese Ero-sensei, de ahora en adelante va a vivir así.

Satoru: Porque estoy solito, y no hay nadie aquí a mi laaaaaado, no hay tristeza hoy porque de mi ya se han burlaaaaaaaaaaaaaado, ¡Amigos debes tener!

Megumi: ¡Ya cállese!

Satoru: Huy, que delicada, vamos a esperar a los tórtolos en el restaurante.

Megumi: Yo pediré un omelette.

Y así el desayuno pasó sin más, fregando a Satoru y disfrutando el sabor, cuando terminaron partieron a Tokyo.

Satoru: Bien muchachos, para Yuuji y Yuko, el director de la Academia se llama Masamichi Yaga, tienen que pasar su prueba para poder ser hechiceros.

Yuko: Esto será, interesante, ¿Qué opinas Yuuji?

Yuuji: Supongo que, hay que darlo todo, esas maldiciones no se suicidan ¿O si?

Satoru: Eres un misterio chico, dime, ¿Qué era esa técnica que llamaste Amenotejikara?

Yuko: ¡Sabía que me hacía falta explicarle a Fushiguro el Amenotejikara!

Megumi: ¿Amenotejikara?

Yuuji: Es una técnica de espacio-tiempo instantáneo, me permite teletransportar al instante ya sea una persona u objeto,o sustituirme con uno de ellos, pero en percepción del ojo humano es en un microsegundo, una gran técnica de mi Rinnegan a decir verdad.

Satoru: ¿Oíste Ijichi?

Ijichi: No me hables, estoy concentrado.

Satoru: Huy pero que frío.

Yuko: ¿Esa es la academia?

Dijo mientras veía las instalaciones desde fuera

Satoru: Sip, operamos bajo la fachada de una escuela religiosa.

Yuuji: Interesante.

Satoru: Bueno, gracias Ijichi, nos vemos luego.

Ijichi: Hm.

Yuuji: Si que lo odia.

Megumi: Es porque es demasiado fastidioso.

Satoru: Ya basta de romper el corazón de la pulga.

Yuko: Las pulgas no tienen nada que ver con usted Ero-sensei.

Satoru: Ya... Basta... Por favor... Ya basta...

Los tres: Aguántese.

Satoru: ¿Qué he hecho yo para merecer este desprecio?

Mientras el peliblanco se lamentaba, los tres estudiantes de primer grado estaban por entrar a la academia de magia.

Yuuji: Bien Yuko, de ahora en adelante... Somos... Hechiceros de Jujutsu...

¿Qué será lo que les espera a la pareja en la Academia de Magia Metropolitana de Tokyo? Muy pronto lo sabremos, porque, esta historia continuará...

https://www.youtube.com/watch?v=im3yOjCiKMg