Cenizas de un hogar

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- Irina: ...solo quería avisarte para que no fueses a tu casa, termina tranquilo tus negocios

- Lincoln: siempre tan atenta, pero me puedes decir de una vez que está pasando? Has dado muchos rodeos

- Irina (tono juguetón): bueno, es curioso, quieres el resumen o todo?

- Lincoln: dame el resumen por favor

- Irina: bien, no tienes casa, casi todos están intoxicados en el hospital y tu hijo se apareció en mi casa montado en Misha junto a... un Pancho?

Lincoln en ese momento se quedó en silenció por un momento, intentando asimilar la nueva información que había recibido.

Irina por su parte miro su teléfono, por un momento creyendo que la llamada se había cortado, pero al darse cuenta que era simple silencio por parte de su yerno comenzó a imaginarse la expresión de este, causándole una ligera gracia.

El peliblanco tuvo que ordenar su cabeza un momento, cuando logro recordar incluso que debía respirar para sobrevivir, cuando volvió en si solo atino a hacer una pregunta.

- Lincoln: cómo?

- Irina: pues... la verdad no lo sé, fue lo que me informo mi hijo

- Lincoln: pero, es que, cómo? Hace cuanto paso esto?

- Irina: diría una media hora, no estoy segura

- Lincoln: madre, salí hace 1 hora y 3 minutos de mi hogar, como se pierde la casa y todos se intoxican en casi de media hora?

- Irina: bueno, una casa que explota forma carácter

- Lincoln: explotó?

- Irina: pues, no estoy segura

- Lincoln: - suspira - bien, llévalas a los que no estén intoxicados a tu hogar por el momento, tendré que adelantar los planes

- Irina (sorprendida): adelantarlos? Estás seguro cariño? Todavía no tienes una base segura en esas tierras

- Lincoln: no te preocupes, uno de mis cuñados, un gordito moreno, está en el negocio, me lo dijo ayer cuando lo conocí, podre usar su centro de operaciones, por lo que me conto le gusta mantener el perfil bajo así que será perfecto, además parece tenerme en alta estima, eso solo simplificara las cosas

- Irina: vaya, un chico rudo de américa... sería interesante conocerle

- Lincoln: no es lo que cree madre, se lo puedo asegurar, se llevaría una decepción

- Irina: entonces todo es un acto? Alguien que se maneje en esto no puede ser tan blando

- Lincoln: lo sé, aun así no se preocupe, creo que puedo confiar en él, por ahora debo terminar este negocio, tengo un par de amigos aquí que me están esperando muy pacientemente

- Irina: oh – sonríe gentilmente – mi chico, no te preocupes, la abuela se encargara de los preparativos, saldrán esta noche, te lo prometo Linky

- Lincoln: - sonríe alegremente - sabía que podría contar contigo madre

Al decir esto la llamada se cortó, no le molestaba aquella actitud de siquiera despedirse después de hablar de negocios, pues la información necesaria ya había sido transmitida y ella sabía muy bien que hay momentos para la cortesía y momentos para ser analítico, al menos ella tenía el consuelo de poder imaginar aquella psicópata sonrisa que pone en casos así.

Ella no lo entiende pero le agrada pellizcar sus mejillas cuando pone esa sonrisa.

- Irina: al menos tiene con quien liberar el estrés


Casa de Lincoln, es decir Ruinas de la casa, bueno, tú me entiendes


- Maksim: ya hemos hablado de esto antes niña

- Laika: no

- Maksim (tono acusador): Laika

- Laika: no, me niego

- Maksim: chica, esto pasa de vez en cuando

- Laika: me niego, ella perdió

- Maksim: yo creía que era un concurso de cocina

- Laika: mi platillo afecto a más personas, es decir que yo gano, mi comida es más fuerte

Maksim miraba seriamente a su sobrina, suponía que en parte tenia culpa de que esta tuviese esa actitud al demostrarle desde pequeña a aspirar siempre a los más alto, pero ocasiones como esta le hacían dudar un poco de todo eso, pues no era que ella no aceptase la derrota, sino que estaba volteando la situación, aunque si le sorprendía y agradaba aquel positivismo.

Además él no era el padre, no era su problema realmente.

Una de las ventajas de ser solo el tío.

- Maksim: bueno, técnicamente si gano en toxicidad

- Laika: exacto, mi comida es más letal, gano en fuerza

- Maksim: - suspira – bien pequeña, por el momento y aprovechando que las cosas ya se calmaron iremos donde tus abuelos, mi padre nos vendrá a buscar en breve

- Laika: todavía no es la fecha para que vayamos a buscar osos, no sé porque abuelo viene

- Maksim: chica, no solo debes acercarte a él por eso, sigue siendo familia por más que sea débil

- Anton (molesto): a quien le dices débil mocoso – dice mientras se acerca al área del jardín donde observaban los restos de la casa, aunque se notaba algo cansado

- Maksim: pues, a ti padre, diría que en la escala familiar tu estas abajo

- Anton: ja – tono desafiante – demuéstralo

- Maksim: madre es la que lleva el liderazgo desde que tengo uso de razón

- Anton (ruborizado): ella es un poco fuerte de carácter nada más, ok?

- Maksim (ignorándolo): no te atreves a desafiar a mi hermana

- Anton: lo heredo de tu madre, que esperas que haga?

- Maksim (todavía ignorándolo): directamente le tienes miedo a tu yerno

- Anton: esa cosa es del diablo

- Laika: te asusta mi mirada

- Anton: bu-bueno, no es así querida, no, para nada – dijo en un intento de mantenerse firme

- Laika: eres débil ante la mirada de Lyuba

- Anton: eso no es cierto – ve como le miran fijamente – por favor, ella es un encanto – mira a la bebé en brazos de Maksim – no es así cariño?

- Lyuba: débil, débil – dice mientras aplaude muy feliz en los brazos de su tío

- Anton (molesto): vamos, que es el día de todos contra mí?

- Maksim: me reservare el resto de los comentarios, ya vamos a casa

- Anton: cierto, cierto – recuerda en ese momento algo importante – hijo, había olvidado decirte, tú madre me llamo mientras venia en camino – le mira seriamente mientras se cruza de brazos

Maksim sabía que su padre era alguien bastante voluble, alguien que se muestra fuerte pero tiene su corazoncito en el fondo, pero verle serio era algo extraño, mucho, por lo que en respuesta también puso una expresión seria.

Las niñas que veían esto también pusieron una expresión sería y guardaron silencio, pues el ambiente lo ameritaba.

- Anton: debido a – apunta a las ruinas del hogar – y ciertos factores que no me explico bien me dijo que el albino va a adelantar sus planes, se va esta noche

- Maksim (sorprendido): pero eso es muy repentino, no estamos listos para ello

- Anton: lo sé chico, así que mientras yo llevo a las niñas a casa tu comienza los preparativos – tono militar – quedo claro?

- Maksim: sí señor, de inmediato

Dicho esto rápidamente se encamino hacia él y le entrego a la bebe, la cual veía curiosa aquel semblante serio del hombre, pues no le era común verle así, por lo que le devolvió la mirada a Laika e hizo una señal con la mano.

La chica al ver esta señal y aquella expresión decidió acatar en silencio, no estaba acostumbrada a ver tal seriedad en el robusto anciano.

Aquel anciano podía comportarse igual que Laika cuando se daba el caso, y como solo le quedaba recoger a los preocupados niños restantes no sería complejo terminar su labor, por más que ellos se negaran a acercarse a la Laika.


Varias horas después, casa de la pareja Koslov


El día para la familia había sido algo intenso, siendo que gran parte de los adultos tuvieron que ser internados por intoxicación ya sea alimentaria como gaseosa solo los niños de la familia habían recibido pocos daños, más precisamente solo los menores varones habían salido impunes, pues el "varón" mayor de los presentes todavía seguía algo mareado y asqueado, agradeciendo no haber tenido su larga melena en ese momento pues habría sido horrible tener que limpiar tal cantidad de pelo.

Para Irina y Anton tener a tal cantidad de niños en su casa era divertido, después de ver como su hija mayor había tenido tres bendiciones eran bastante felices al revivir la chispa de aquel lugar con su presencia, principalmente por las para nada mal intencionadas acciones de Lyuba y con un Lev siendo el mismo, pues Laika no era de hablar demasiado, era más de observar.

Pero ahora tenían a 5 niños más en el lugar, algunos más activos que otros, algunos menos traumados que otros, pero eran niños y le daban más calidez a aquel lugar, era una lástima para la pareja saber que tenían que programar para que se marcharan pronto.

Quizás fuese por su crianza, pero ante la cantidad decidieron separar a las chicas de los chicos, principalmente porque querían conocer mejor a su familia política.

La idea de cada uno?

Irina pensaba charlar con las chicas, una buena tarde siendo interlocutora entre su nieta y esas 3 chicas, poder conversar de cosas agradables mientras tomaban el té con alguna que otra delicia y conversar de la vida, unificar el lazo entre todas y sobre todo con Laika, quien sabía que por sí sola no iba a relacionarse mucho, y ni hablar de la barrera idiomática.

Anton por su parte decidió hacer lo que mejor sabía hacer y más le gustaba, había decidido salir a recorrer el bosque que daba a su patio trasero, un extenso y actualmente nevado lugar que incluía a una distancia no muy larga un lago, la vista le agradaba y era un buen amigo de hacer actividades físicas para reforzar lazos, incluso esa ruta la había realizado muchas veces con su hijo cuando este era solo un niño.

Eran buenas ideas, sobre todo considerando que eran abuelos y querían mimar a sus nietos, ya sea políticos o reales.

El problema?

Vamos primero con las chicas.

- Loan (tartamudeando): e-e-ella no vol-volvera a acerc-c-carse a la co-cocina ver-daaad?

Loan había quedado con un ligero trauma estando cerca de Laika, pues a su pensar desde que la conoció, y solo lleva casi dos días, en su mente solo pasan cosas malas estando cerca de la pelirroja.

- Reina: tranquila hermana, ya todo paso – mira con temor a Irina – verdad?

Reina al igual que su hermana mayor había quedado con un ligero temor por la pelirroja, pero a diferencia de Loan ella no lo expresaba en un tartamudeo, sino en pequeños gestos involuntarios como masajear insistentemente sus manos.

- Leticia: ...

Leticia estaba leyendo el libro que había logrado colar en sus pertenencias, ni siquiera estaba mirando a sus hermanas o a las personas que tenía en frente, pues a su mente entre menos contacto tuviese con ellas menor seria su desdicha, encerrándose un poco en su lectura hasta que apareciera su madre o su padre.

- Irina: vamos chicas, mi nieta ya no hará nada, y si intenta algo yo la detendré, así que pueden estar tranquilas, solo es algo torpe socialmente

- Loan: e-eso va m-m-más a-alla de s-ser solo to-torpe – se abraza a si misma – no la qui-quiero cerca de m-mi o d-de mis herm-manos

- Irina: cariño – pone una de sus manos en la cabeza de Laika, quien miro con algo de fastidio a su abuela pero no dijo nada – se los prometo, ella ya no hará esas locuras, así que tranquilas, ok?

- Lyuba: - acercándose a Loan, quien la miro con desconfianza, no esperando que la bebe le abrazara – gah bu

Por más que la chica estaba asustada de tener tan cerca Laika, no pudo evitar que le agradara aquel abrazo de la bebe, sintiéndose algo más tranquila, al menos pudiendo controlar un poco el miedo de su cuerpo.

- Reina: Loan, yo creo que podemos confiar en ella

- Loan: tú crees her-hermanita?

La menor de los Santiago en ese momento observo la escena, viendo de reojo y por una fracción de segundo una expresión para nada inocente en el rostro de Lyuba.

- Leticia (pensando): esa bebe, me da miedo – pensó antes de retomar su lectura, esperando olvidar quienes tenía cerca, rogando que la sacaran pronto de allí

- Irina: al menos mis niñas hoy estarán volviendo a su hogar, por si tantos les desagrado esta experiencia - dice con algo de pena, pues le habían agradado un poco las chicas

Dicho esto las 3 hermanas no pudieron ocultar su gozo, como si hubiesen despertado de una larga pesadilla por fin volverían a casa, pues para solo haber estado 2 días en aquel país la experiencia les había parecido que fueron meses de tortura.

Ellas eran felices.

- Irina: y que creen? mis nietas les acompañaran por lo que podrán conocerse mejor

Y ya no fueron tan felices.


Ahora vamos con los chicos.

- Anton (feliz): vamos chicos, marchando y tú no te quedes atrás Lev

Lyle quien se encontraba totalmente arropado al punto que apenas si se veían sus ojos y un poco de su boca no podía negar que el lugar era bello, la tranquilidad de aquel lugar estaba calmándolo de lo que había vivido en las últimas horas, solo que no terminaba de confiar en aquel robusto hombre que le estaba guiando.

- Lyle: señor?

- Anton: si joven?

- Lyle: después de que todos me trataran como una niña... por qué me dijo que viniese con usted?

Realmente eso le tenía muy inquieto.

Anton al escuchar eso se giró para ver mejor a Lyle, dio una rápida mirada a los chiquitos de 4 años que se encontraban a unos pocos pasos de distancia, agachados observando unas plantas congeladas por la nieve, incluso se podían comunicar de una forma muy básica, lo que le sorprendía enormemente, pero se volvió a enfocar en el chico que tenía en frente.

- Anton: mira chico, seré honesto, al principio creía que eras la chica menos femenina del grupo y por eso te saque para no sobrecargar a mi esposa – levanta los brazos sin mucho interés – y al final resultaste ser chico

- Lyle (escéptico): es en serio?

- Anton: sep – dijo muy tranquilamente

- Lyle: vaya, yo ya tenía esperanzas – dijo decaído

- Anton: pero hey, anímate, al menos te veías divina en la foto que me mostraron

- Lyle: señor... alguien le ha dicho que apesta animando a las personas?

- Anton: todo el tiempo chico, todo el tiempo - suspira

- Lyle: bu-bueno, al menos algo salió bueno de esto – mira de nuevo a los pequeños quienes ahora estaban revolcándose en la nieve – Pancho tiene a un amiguito de su edad

- Anton: sientes cariño por el pequeño eh?

- Lyle: algo así, verá, de los primos solo hay dos que no están presentes, los hijos de la tía Luna, mis primos Lemy y Lyra, Lemy tiene mi edad y nos llevamos... – con algo de desagrado – ...normal, mejor dicho él es el idiota que se me acerca, Lyra en cambio es una pequeñita que es una ternura, tiene casi la edad de Leticia, por lo que Pancho buscaba alguien con el que tener una "amistad" como la que tengo con mi primo, y creo que hallo eso en Lev

- Anton: bueno, suena como que te eres feliz porque tu primo es feliz

- Lyle: algo así, Pancho es alguien muy risueño y aunque ese pequeño peliblanco es innecesariamente fuerte para su edad no se ve como alguien peligroso – con algo de temor – a diferencia de su hermana mayor

- Anton: jajaja, entiendo lo que dices muchacho, esa chica me ha puesto los pelos de punta más de una vez

Ciertamente el anciano había intimidado a Lyle al principio, pero conforme conversaba con él más agradable le parecía, realmente estaba agradeciendo el poder estar allí, en ese agradable ambiente con el anciano mientras cuidaba a sus primos menores.

- Lyle: señor...

- Anton: dime niño

- Lyle: alcanza a ver a Lev y Pancho?

- Anton: están cerca, tranquilízate ya y disfruta de la calma de este lugar

- Lyle: bueno si es ver... - no pudo terminar su frase pues es tacleado por dos pequeños niños de 4 años cayendo de cara al suelo – mmhhhh.... – decía con nieve en la boca hasta que dejo de forcejear

Los dos niños al ver a su primo mayor forcejear inicialmente les causo gracia, incluido al anciano de pelo rojizo, pues no había sido una caída muy dura pero debido al exceso de ropa que llevaba puesta podía suponer que pararse por su propio medio no le sería fácil.

- Anton: jajaja, ya levanta pequeño, que hay que llegar al lago

- Lyle: ... - no se movía

- Anton: ehh... pequeño? Estas vivo?

Los dos niños quienes inicialmente se habían reído por la broma que le habían hecho ahora se estaban empezando a preocupar, dado que no había respuesta por parte del chico, eso hasta que el pequeño rubio comenzó a asustarse.

- Pancho (asustado): oh dios mío, matamos a Lyle


Hospital de la ciudad, unas horas después


- Becky: yo estoy bien cariño, solo fue un desmayo por culpa del hedor y vapores tóxicos

- Lincoln: quería asegurarme, además es bueno escucharte – dijo mientras le tomaba la mano

- Becky: gracias, pero bueno, asumo que sabes que ya no está la casa, o al menos gran parte de ella

- Lincoln: si, madre me lo conto

- Becky: entonces... asumo que ya tienes una solución

- Lincoln: cuando conocí a Bobby me conto algunas cosillas interesantes – pone una sonrisa que le da un ligero escalofrío a Becky – era lo que necesitábamos para introducirnos a territorio americano

- Becky (impresionada): entonces...

- Lincoln: exacto, hoy nos vamos a estados unidos


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Sin hogar y con muchas aspiraciones Lincoln decide que él junto a su familia volverán a la tierra que lo vio nacer, podrán soportar las hijas Santiago tener a Laika cerca? Que planes tiene Lincoln con "la tierra de la libertad"? Véanlo en el próximo capitulo de Hecho en... Rusia?

Y con eso nos despedimos del territorio ruso, hay varias cosas que cerrar y por fin se mostraran esos detalles que apenas se mencionan por culpa del exceso de referencias jajaja, en fin, se ha dicho mucho y estoy seguro que varios sospechan sobre los "problemillas" que tiene nuestro prota, espero no los decepcione jajaja, nos vemos, ika fuera ^u^

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