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Namjoon

No me había podido concentrar en nada está semana, no desde que fui al concierto de Sarang, fue un mar de emociones, su embarazo y mi próxima boda.

Lia estaba emocionada con todos los preparativos, fijamos la fecha y ahora estaba como loca arreglando lo de la recepción, ella quería hacerlo todo por su propia mano, le sugerí contratar a un coordinador para esto, pero ¿Dónde estaba la emoción hacerlo tú mismo?

—¿Estas listo?

Grito desde atrás de la cortina de la tienda de vestidos.

—Nací listo, técnicamente tengo un IQ muy elevado.

—Te hace daño juntarte con Jin, sus chistes malos se te están pegando. Bueno voy a salir.

Abrió la cortina para ver una imagen tan hermosa, Lucia espectacular en su vestido, era aperlado con escote de corazón y pegado a su figura de infartó, tuve que cerrar la boca para poder tragar saliva y que alguna palabra saliera de mi boca.

—Júrame que eres tú la que se quiere casar conmigo, algo bueno hice para tener un ser tan perfecto de prometida.

Ella se ruborizo de manera tierna, pero me sonrió satisfecha por mi reacción. No hubo mucha necesidad de buscar mas vestidos ese fue hecho para resaltar todas las cualidades de mi futura esposa.

Poco a poco se estaba mudando a la casa, le dije que no había necesidad de que estuviera en su departamento, además que así sería mucho más fácil arreglar lo de la boda teniéndola cerca. Me sentía pleno con ella por la casa nunca se estaba quieta a veces la veía en la biblioteca o platicando con la señora Kang, en ocasiones me quedaba solo escuchando todo lo que me platicaba, las cosas de su trabajo, "los chismes" que contaba eran simpáticos porque incluso hacia las voces de los involucrados. Sigo pensando que toda la paciencia que a tenido hacia conmigo no la merezco sin mencionar que ha estado conmigo desde que tengo uso de razón.

–¿Sabes lo que me alegra de que estes con planes de boda?

Jin me saco de mis pensamientos.

–En realidad no lo sé, pero sé que me los dirás, aunque diga que no es necesario.

–Exacto. En primera estamos saliendo temprano y en segunda seré el mejor padrino de bodas que podrás tener, tu despedida de soltero será fuera de este mundo.

–Te dije que no es necesario hacerla.

–Es para divertirme mas yo que tú, no habrá mucha gente lo que habrá es ambiente. ¿No te alegra tener un amigo como yo?

–A veces me preocupa.

–Fuera de bromas espero que en verdad seas feliz y que la boda no sea solamente por complacer a Lia, se que si la quieres y mucho, pero quererla no es suficiente.

Por momentos olvidaba que Seokjin era demasiado sincero y directo. Pero estoy seguro que Lia será una gran esposa, y si lo desea una gran madre.

Deje a Jin en su casa para después irme a la mía, llegue y no había nadie mire una nota en donde colocaba las llaves del auto "Fuimos de compra la Sra. Kang y yo, te amo volvemos pronto", sonreí por su letra apresurada, mire también el estante con una caja abierta me asome por curiosidad y vi un par de copias de la misma revista, cuando vi la portada sentí un golpeteo inusual en el corazón

"Jeon Sarang, La violinista que se robo el alma de sus fanáticos"

Ahí esta ella con un vestido rojo en la portada, el semblante que tenia era melancólico en esa toma, me pareció buena idea darle una leída al artículo. Me senté en la sala con la revista en las manos y si soy sincero, no leí una palabra de lo que decía el articulo solo estaba mirando la sesión que le hicieron, hasta que una fotografía robo toda mi atención y un poco de mi lucidez. Era su rostro tomado desde un Angulo de arriba, sus enormes ojos parecían atravesar la fotografía y poder mirar dentro de lo mas profundo de mi ser, que nuestras miradas se encontraran se había vuelto un habito que disfrutaba pero que fuera a través de una fotografía era un nuevo nivel. Su cabello corto algo despeinado de manera natural haciendo que el color de este resaltara entre la piel nívea y tersa, sus labios algo gruesos con ese color rosado se miraba hermosa. Trataba de describir esa foto sin que nadie me lo hubiera pedido, el negro del vestido que traía puesto no hacia mas que hacer notoria cada detalle de su piel. Sonó el teléfono de la casa haciéndome dar un brinco de sofá, fui a contestar.

–¿Diga?

La voz gruesa de Tae era inconfundible, cuando pregunto por la señora Kang fue algo extraño hasta que me dijo el contexto.

–Ya se la comunico, ¿Puedes dejarme hablar con ella?

No obtuve respuesta hasta que se escucho un tierno "¿Bueno?", por alguna razón sonreí mientras decía su nombre "Sarang"

–Oh señor Namjoon.

¿Hasta cuando dejara de decirme señor?

–Hola, tu madre no tarda en llegar– no sabia si era cierto, pero quería hablar con ella – pero ya aviso que estará aquí en nada, dime ¿Cómo estás?

Se escuchaba feliz, escucharla así de emocionada estaba haciéndome desear ver las expresiones que tenia en este momento, daría todo lo que tengo por ver su rostro lleno de alegría, me reí por la emoción en su voz, después escuche su risa también un golpe directo al corazón. Se disculpo por hablar demasiado, si ella supiera que estaba cruzando por que su madre no llegara pronto, tome la revista que leía entre las manos mirando la portada para decirle lo hermosa que se veía en las fotos. Se quedo en silencio del otro lado de la bocina, escuche como abrían la puerta principal aclare mi garganta y camine hasta la puerta mirando a la señora Kang.

Le entregue el teléfono a la señora Kang haciéndole saber que era su hija, ella me agradeció camino directo a la cocina iniciando una conversación con ella. Lia me hizo señas de que ya bajaba la seguí hasta la habitación, mire nuestra cama llena de bolsas, me acerque para curiosear un poco.

–¡No toques esas bolsas Kim Namjoon!

Escuche que grito desde el baño.

–¿Qué tanto compraste?

Camine hasta el baño, la observé lavarse las manos para después iniciar a acomodarse el cabello, me le acerque por atrás mirándola a través del espejo, recibiendo una linda sonrisa de respuesta.

–Son cosas, que no puedo mostrarte, pero se que la noche de bodas apreciaras esos regalos.

–Eso no hace mas que aumentar mi curiosidad.

Bese una parte de su hombro descubierto.

–¿Podría tener un adelanto?

–¿Qué dices? La señora Kang esta despierta.

–Esta en la cocina hablando por teléfono, no nos escuchara desde ahí.

La gire hacia mi para sujetarla de la cintura y subirla al lavabo, me coloque entre sus piernas, agradecía la falda que llevaba porque me facilitaría las cosas bastante acaricie un poco su muslo mientras subía hacia mi destino.

–Me encanta cuando te pones tan romántico desde temprano.

Ella me observaba con detalle mientras su mano acariciaba mi rostro y movía el cabello de mi nuca con sus tiernos dedos.

–Te amo tanto Nam.

Dijo antes de besarme, mi mano alcanzo su objetivo bajo la falda solo moví el panty un poco aun lado para sentir su intimidad húmeda mis dedos no perdieron tiempo e iniciaron a darle placer a su lindo botón que estaba listo para ser complacido. Mi boca atendía su cuello de manera lenta, mientras sus jadeos resonaban en el baño, me separe un poco para quitar su blusa, pero al ver de nuevo su rostro mis ojos parpadearon algunas veces.

–¿Sucede algo señor Namjoon?

Sarang estaba frente de mi en sostén sentada en el lavabo de mi baño, acaricie su rostro ella acaricio el torso de mi mano con la suya, su pequeño rostro cabía en una de mis palmas, quite un par de cabellos de su frente admirando su rostro perfilado sin pensarlo mas la bese, la aprete hacía mi tirando de su cintura, sus manos desabrocharon mi pantalón y pronto estaba dentro de ella, deje de besarla para pasar mi nariz por su cuello y sentir su dulce aroma mientras la penetraba.

–Dígame que me desea señor Namjoon.

–Te deseo, te deseo demasiado pequeña.

La lleve hasta la cama, ella aun montada en mí, así pude tener una vista plena de su rostro angelical mientras la penetraba, el rosado de sus mejillas por la excitación a la par de sus pequeños gemidos me estaban volviendo loco, no resistiría mas es demasiado para mi poca sensatez todo esto, su orgasmo se sincronizo con el mío, pegue mi frente en su pecho para calmar mi respiración.

–No me cansare de esto Nami.

Ahora no quería despegar mi rostro de su pecho, me sentía avergonzado, acababa de tener sexo con mi prometida pensando en otra mujer.

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