Capítulo 59. Charla interesante

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Tras una larga semana, las hermanas estuvieron un tanto ocupadas en el apartamento. Concretamente, en la habitación del tío Phil.

Ya que el apartamento les pertenece a ambas, y el tío Phil desgraciadamente no está, llegaron a la decisión de rediseñar su habitación, la cual ahora sería para Sara.

Estuvieron toda la semana cambiando la pared, y pintando con un azul pastel y blanco, dos tonos divididos para cada una de las cuatro paredes, tal y como Lara tenía pintada su habitación con tonos de morado.

Con ayuda de las tortugas, bajaron los muebles pertenecientes del tío Phil al trastero. De esa forma seguirían conservando las pertenencias de su difunto tío.

La habitación ya estaba terminada de pintar, el suelo también lo cambiaron, usando el mismo que tiene Lara en su habitación pero de diferente color.

Por suerte en el trastero conservaban parte de ese suelo, lo que le facilitaron el trabajo.

Solo faltaban unos muebles nuevos, y la habitación estará completamente terminada.

Lara: Bueno, pues solo falta ir de compras. ¿Contenta? —Le pregunta a su hermana junto con una sonrisita.—

Sara: Desde luego, aunque me siento un poco mal por no conservar la habitación de Phil como él la dejó. —Concluye con un tono desanimado. Le hacía sentir lástima por cambiar sus aposentos.—

Lara: Hey, no importa. Creo que habría sido peor que nos besuqueáramos con nuestros chicos en su habitación. —Ríe levemente.—

Sara: Sí, eso no te lo niego. —Ríe igual y sonríe.— Y bien, ¿qué hacemos ahora?

Lara: Lo más divertido del mundo: Ir de compras. —Le responde sarcástica.—

Sara: Iremos sobre tu preciada moto, ¿no? —Le pregunta en un tono burlona, pues no era exageración lo importante que se convirtió esa moto para su hermana.—

Lara: Para eso está, ¿no? ¿Quién necesita el transporte público teniendo una moto? —Pregunta en tono orgullosa.—

Sara: Lo he pillado. —Ríe levemente.— Bueno, ¿vamos?

Leo: ¿A dónde? —Pregunta al entrar en la habitación junto con Raph.—

Lara: Eh, tranquilo, intrépido líder. No me la voy a llevar lejos de ti. —Le responde sarcástica.—

Sara: —Ríe levemente rodando la vista por la respuesta de su hermana.— Nos vamos a comprar algunos muebles para la habitación, y ya estará lista.

Raph: Déjame adivinar: Os vais en la moto. —Dice con una leve risita, pues era evidente que sí.—

Lara: Si tuviera una nube mágica la usaría, pero en su lugar tengo una maravilla de moto. —Le responde sarcástica.—

Leo: Me gusta cómo ha quedado. —Comenta junto con una sonrisa mirando la habitación.— ¿Cuándo podremos estrenarla?

Lara: No te acomodes tan rápido, intrépido. Todavía falta la cama, por si no te has dado cuenta. —Sarcástica le responde cruzando los brazos.—

Leo: ¿Qué quieres decir con eso? —Pregunta notándose lo avergonzado que le hacía sentir la insinuación de la pelirroja.—

Sara: Quiere decir que tenemos que comprarla. —Responde a pesar de saber también el doble sentidos ante la respuesta de su hermana.—
Bueno, nos vemos después. —Le deposita un beso en sus labios como despedida, el cual fue correspondido.—

Lara: ¿Tu también lo has pillado, verdad? —Le pregunta susurrando a su pareja.—

Raph: Desde luego. —Le responde igual acompañado de una leve risita.—

Leo: Estaremos en la guarida. Hablamos por mensaje si quieres. —Le dice con una sonrisa y dándole un beso en la mejilla.—

Sara: De acuerdo. —Le responde con una sonrisa y le devuelve el beso.—

Lara: Venga, tenemos que ir por vuestra cama. —Les dice burlona.—

Sara: Déjalo ya. —Le responde notándose lo incómoda que le estaba haciendo sentir. Las dos caminaron hasta la puerta, y salieron del apartamento.—

Raph: ¿Algo qué decir, hermano? —Le pregunta burlón.—

Leo: —Suelta un pesado suspiro, ignorando la insinuada pregunta de su hermano.— Volvamos a la guarida.

Los hermanos tortuga no perdieron el tiempo en volver a la guarida.

Mientras, las chicas se encontraban en la moto dando vueltas por las calles.
Buscando alguna tienda de muebles.

Después de un ratito de búsqueda, se fueron a parar a una tienda aparentemente pequeña desde fuera, pero nada que ver con el interior.

Lara: Bueno, a ver qué encontramos. —Comentó caminando junto a su hermana, mirando cada uno de los muebles que se encontraban en el pasillo por el cual estaban ellas.—

Sara: Oye, ¿a qué vino eso? Ya sabes, lo de antes. —Le pregunta.—

Lara: Solo era una broma... —Le responde sarcástica.— Venga ya, ¿a caso crees que soy tonta? Sé de sobra que últimamente estáis muy juguetones. Se os nota al instante cuando volvéis de "juguetear". —Le responde un tanto burlona.—

Sara: No es totalmente lo que tu te crees. Es decir... bueno, ya me entiendes... —Le responde avergonzada, desviando la mirada a otro lado.—

Lara: Ah, ¿no lo habéis hecho todavía? Vaya, y yo que ya lo daba por hecho.

Sara: ¡Shhh! Baja un poco la voz, ¿quieres? —Le responde casi susurrando.—

Lara: Relájate, no nos está escuchando nadie. —Mira su alrededor asegurándose de que nadie estuviese lo suficientemente cerca o atento como para escuchar su íntima conservación.— No, nadie nos escucha.

Sara: Oye, ¿qué tal si dejamos esta típica charla entre hermanas para después? —Le pregunta un tanto avergonzada.—

Lara: ¿Justo en lo más interesante? Nah, de eso nada. Hablamos bajito y no hay problema. —Le responde con una sonrisita. Casi ni existían las ocasiones en las que ambas hablaban entre temillas íntimos de sus parejas.—

Sara: —Resopla refunfuñando, pues que no estaba cómoda en absoluto hablando de cierto asunto en una tienda de muebles. Pero no al menos había intentando escapar de la conversación.— Bueno... ¿Recuerdas el tiempo que estuvimos en la granja?

Lara: Claro, ¿cómo olvidar cuándo los Kraang y los del pie nos patearon el trasero obligándonos a escapar de la ciudad? Bueno, ¿qué pasa con eso?

Sara: Tus encuentros con Raph, después de que Leo despertara... Digamos que son los mismos que Leo y yo estamos teniendo últimamente... —Le cuenta sintiéndose avergonzada, aunque no quería permitir que se notase su vergüenza.—

Lara: Sabía que algo pasaba con vosotros. —Responde con una pequeña risita, recibiendo una pequeña mirada asesina de su hermana.— Oh, vamos, se notaba nada más veros.

Sara: Vale, vale. El caso es que... Todavía no hemos llegado a ese punto en el que estáis Raph y tú... ¿Me explico? —Le pregunta.—

Lara: Vamos, que no lo habéis hecho. ¿Sabes? Te digo una cosa: Leo está como loco por llegar más lejos, y créeme se nota demasiado. —Le dice a su hermana dedicándole una sonrisita.—

Sara: Cosas tuyas... —Le responde avergonzada tratando de distraerse con los muebles que se encontraban cerca de ellas.—

Lara: ¿En serio no lo notas? Ja, por favor, se le nota demasiado. Es más posesivo contigo, cada vez son más constantes las veces que desaparecéis para vuestros "jueguecitos", y son más las veces que quiere estar contigo, solo contigo. Dime, ¿es cosa mía, o no? —Le pregunta arqueando una ceja, sabiendo que la respuesta era evidente.—

Sara: —Claro que lo sabía, la primera que se dio cuenta de ello fue ella misma. Pero trató de no darle demasiada importancia, o más bien tratar de no escandalizarse.— Vale, vale, tienes razón. Ya me había dado cuenta de ello. Simplemente, no sé si me siento preparada... —Admite sin poder evitar mostrarse avergonzada.—

Lara: Tía, claro que estás preparada, solo cuando no te paras a pensar. Mira, tú le das demasiadas vueltas a cualquier cosa, hasta la que no tiene importancia. Ese es tu problema. Deberías dejarte llevar más y pensar menos. —Le aconseja mientras se acercaba a mirar un escritorio de color marrón.—

Sara: Es decir, ser una cabeza loca como tú, ¿no? —Le pregunta ladeando la cabeza.—

Lara: No necesariamente, pero en esa situación ya te digo yo que sale mejor ser una cabeza loca. Y te lo digo desde mí experiencia. —Le dice dándole leves codazos, resaltando lo último.—

Sara: Algo que siempre he detestado mucho de mi misma es mí timidez. Siento que me frena demasiado. —Admite un tanto avergonzada.—

Lara: Al principio era exactamente igual, tú lo has visto. Pero te aseguro que cuando dejas de escuchar a tu cabeza y haces caso de tu cuerpo, la cosa cambia y bastante. —Le responde mientras se acercaba a mirar un armario moderno de color blanco.—

Sara: Eso es lo que yo quiero, la verdad... —Admite avergonzada, acercándose al mismo armario.—

Lara: Cuesta un poco, pero es fácil de conseguir. Por cierto, este armario está bastante bien para ti. ¿Qué me dices? —Le pregunta.—

Sara: Me gusta, pero creo que es un poco caro. —Dice lo último disgustada.—

Lara: No te preocupes, por suerte aún nos queda dinero que me dejó el tío Phil. Vale, un mueble menos, vamos a mirar lo más importante: la cama. —Le dice en un tono juguetona.—

Sara: —Suelta una pequeña risita rodando la vista.—

Lara: Oye, tampoco tengáis ningún tipo de prisa. Aunque no sé para qué lo digo, ya que los dos sois igual de tímidos. —Le dice mientras junto a ella buscaba el pasillo de las camas y los colchones.—

Sara: Cierto, además a mí me gusta que todo llegue a su debido tiempo. —Le responde mirando los muebles que se encontraban.—

Lara: Pues me da que no tardará mucho en llegar a este paso. —Le dice con una risita.—

Sara: Te agradecería si no me pusieras nerviosa, prefiero no pensar más. —Le responde.—

Lara: Oh relájate, solo estamos hablando entre hermanas. Además, echaba de menos estas charlas tan interesantes, ¿tu no? —Le pregunta con una sonrisita, para después seguir mirando más muebles.—

Sara: Bueno... Sí. Solo que no estoy tan acostumbrada. —Le responde mirando también más muebles.—

Lara: Bah, eso cambiará enseguida. Mira, te aconsejo otra cosa: A parte de no escuchar a tu cabeza y hacer caso de tu cuerpo, tienes que ser más atrevida. No es que no lo seas, pero cuanto más lo seas más divertido serán vuestros jueguecitos. Bueno, y lo mismo digo de tu intrépido líder.

Sara: Sinceramente, prefiero no pararme a pensar, porque prefiero actuar con naturalidad. Pero, sí que me gustaría ser...mejor, por así decirlo. Bueno, ya me entiendes.

Lara: Tú simplemente no pienses, y haz caso a tu cuerpo. Además, tampoco te obligues, así sale peor. Solamente actúa con tu naturalidad, pero si sientes que puedes dar un paso más, hazlo, y no pienses. Agh, estoy siendo demasiado sentimental. Volvamos a lo divertido. —Concluye con una sonrisa traviesa.—

Sara: Miedo me das. —Ríe levemente.—

Lara: A ver, ya tenemos el armario, pero falta por mirar lo más importante: la cama. Anda, vamos ya. —La sujeta de la mano, llevándosela consigo en busca de la sección de camas.—

Sara: No me puedo creer que estés más interesada que yo, cuando se trata de Leo y de mí. —Dice sarcástica.—

Lara: Y deberías agradecérmelo. Ah, aquí están. —Dice ya al fin haber encontrado la sección de camas. En la cual habían un montón de colchones expuestos, y en un pasillo colindante se encontraban las demás partes de la cama.— Veamos, ¿cuál será mejor para vuestros jueguecitos? Pregunta con una sonrisita traviesa.—

Sara: Buena pregunta. —Responde sarcástica, ladeando la cabeza.—

Lara: —Mirando a la fila de colchones que había delante de ellas, se animó a sentarse en el más cercano. En el primer instante pudo notar lo blandito y cómodo que es el mismo colchón. Graciosa y descaradamente, se acostó sobre el colchón.— Hey, este os iría de lujo

Sara: No des el cante, ¿quieres? Nos van a llamar la atención. —Le dice, mirando ambos lados por si se acercaba algún dependiente.—

Lara: Eres igual que el intrépido, ese es vuestro problema. —Le dice refunfuñando, y se levanta.— Eh, en serio, yo me llevaba este. Es súper cómodo para "jugar". —Dice con una traviesa sonrisita.—

Sara: —Suelta un pequeño suspiro de resignación.— Bueno, si tú lo dices...

Lara: Genial, otra cosa menos. Vayamos a mirar los escritorios, por si también os animáis. —Le dice pícara dándole leves codazos.—

Sara: Creo que no fue buena idea decirte nada. —Responde sarcástica.—

Lara: Anda, vamos. —La sujeta de los hombros, empujándola suavemente para ir a mirar los escritorios.—

Mientras las hermanas seguían en su "interesante compra", los dos hermanos mayores se encontraban entrenando.

Aprovechando que los demás estaban distraídos con sus cosas, estos también aprovecharon la ocasión para charlar.

Raph: Oye, sigo pensando en lo que te dijo Lara antes. ¿Eso significa que Sara y tu ya estáis "haciendo travesuras"? -
—Le pregunta pícaro, rápidamente bloqueando su ataque con los sais.—

Leo: No es asunto tuyo. —Rápidamente le lanza una patada.—

Raph: —Hace una voltereta hacia atrás, esquivando su patada.-— Así que me estás diciendo que sí, ¿no? Si no fuera así, habrías reaccionado diferente. —Le dice burlón.—

Leo: Ya te lo he dicho, no es cosa tuya. —Irritado le lanza varios shurikens.—

Raph: —Fácilmente, logra esquivar cada uno de los shurikens.— Venga ya, es muy obvio, hermano. Lo hemos notado fácilmente. —Le dice burlón.—

Leo: Déjalo ya, ¿quieres? —Ya sintiéndose incómodo, ignora las palabras de su hermano. Y se lanza a atacarle con las katanas.—

Raph: —Detiene fácilmente su ataque. Para recuperar distancia, le lanza una patada en el abdomen. Logró éxito, y rodó por el suelo hacia delante.—

Leo: —Rápidamente, se estabiliza, y se lanza a atacarle de nuevo con las katanas.—

Raph: —Logró bloquear una de sus katanas, mientras el sai contrario lo señalaba, impidiéndole actuar.—

Leo: —Inesperadamente, se vio en la misma situación que su hermano. Quedó claro que el entrenamiento había quedado en empate.—

Raph: Bueno, cuando te pones siempre lo haces más obvio. —Le dice sarcástico, aunque no se podía negar que era cierto.—

Leo: Splinter o los demás pueden oírnos. ¿Crees que es buena idea hablar de estas cosas tan a la ligera? —Le pregunta un tanto irritado por la incomodidad.—

Raph: Mira, Splinter está con Roth, y Donnie y Mikey están a su rollo. No hay problema. Además, tampoco vamos a hablar con detalles, ¿o sí? —Le pregunta pícaro.—

Leo: —Suelta un suspiro de resignación rodando la vista.— No, porque no hay mucho que contar.

Raph: ¿Así que no lo habéis hecho? —Le pregunta curioso ladeando la cabeza.—

Leo: No, solo... Solo lo que hacíais Lara y tu en la granja... —Le admite sintiéndose avergonzado.—

Raph: Vaya, y yo que pensaba que ya ibas adelantado. —Le dice sarcástico.—

Leo: ¿Sabes qué? Mejor dejemos esta conversación. —Le dice sintiéndose incómodo.—

Raph: Espera, deja que te diga algo. Si quieres lanzarte, hazlo. Es decir, si quieres dar ese paso con ella, solamente hazlo, y no pienses. Es lo que yo hice, y te aseguro que es lo mejor. —Le dice con una sonrisita.—

Leo: —Aún avergonzado no pudo evitar grabar en su mente lo que acababa de aconsejarle su hermano, le daría que pensar para ciertas ocasiones.— Lara y tú lo sabíais, ¿no?

Raph: Ya te lo he dicho, se os nota un montón. Pero, hey, aún os falta lo mejor. —Le dice pícaro.—

Leo: Supongo... Aunque prefiero darle su tiempo, ya me entiendes. —Le responde.—

Raph: Para esto es mejor que no pienses, ni ella tampoco. Solo dejaros llevar. Te lo dice la única tortuga con experiencia. —Concluye en un tono orgulloso.—

Leo: Está bien... Por cierto, te agradecería que no le digas nada a los demás. —Le pide aún avergonzado.—

Raph: Descuida, estas charlas sólo son para nosotros, hermano. —Le da un leve puñetazo cariñoso en el hombro.—

Leo: Bueno, supongo que deberíamos tener estas charlas de vez en cuando. —Le dice avergonzado rascándose la nuca.—

Raph: Sí, pero ahora serán más interesantes. Es decir, los dos ya nos podemos compartir estas charlas. Y ya estaba un poco harto de contárselo solo a Casey. —Le dice retórico.—

Leo: Lo entiendo. —Le responde con una pequeña risita.—

Raph: Bueno, si quieres decir algo más... —Le sugiere encogiéndose de hombros.—

Leo: Mejor digamos algo a las chicas, a ver qué tal les va. —Le dice encogiéndose de hombros también.—

Entre las dos parejas tenían creado un grupo de Whatssap, el cual irónicamente tenía de nombre "Los emparejados".

Sí, dicho nombre lo puso Lara haciéndose la graciosa.

Ya que entre ellos cuatro se compartían asuntillos más íntimos, y más reservados entre ellos.

Leo: Hola chicas, ¿qué tal os va?

Sara: Genial, ya hemos escogido los muebles que quería. 😄

Lara: Y hay uno bien especial. 😏😉

Sara: 😒😧

Raph: 😆

Leo: 😐

Leo: Estupendo...

Raph: Pues claro, tenéis una cama totalmente nueva...

Raph: Para vosotros. 👌

Sara: 😶

Sara: Bieeen...

Lara: Adoro estas conversaciones incómodas. 😂👿

Sara: 😒

Leo: 😒

Raph: Yo también. 😆😂

Una hora después, las chicas volvieron a la guarida.
Lara volvió a dejar su moto como estaba, y con un par de candados para asegurarse de que Mikey no pudiera llevársela para sus travesuras.

Las chicas se reunieron con su padre, ya que Lara y Raph ya no pasaban tanto tiempo en la guarida como antes.

Después se reunieron de nuevo las dos parejitas.

Leo: Un día genial de compras, supongo. —Dice con una sonrisita.—

Sara: Pues sí, y vosotros un día un poco aburrido parece. —Le responde burlona con la misma sonrisa.—

Raph: Nah, no tanto. Hemos tenido una charla motivadora. —Le da un leve puñetazo en el hombro a su hermano.—

Lara: Vaya, nosotras hemos tenido una charla interesante. ¿Verdad, hermanita? —La abraza con un brazo por detrás de los hombros.—

Sara: Sí, totalmente. —Responde con una pequeña sonrisita incómoda.—

Lara: Ha sido divertido. Bueno, ya te la devuelvo, intrépido. —Se separa de Sara dejándola en total disposición para el líder.—

Leo: No me pertenece igual que a ti, pero se agradece. —Le dice burlón con una leve risita.—

Lara: Me da que eso va a cambiar prontito, ¿no? —Le responde con una sonrisa traviesa ladeando la cabeza.—

Raph: —No pudo aguantarse y soltar una pequeña risita.—

Sara: —Le echa disimuladamente una pequeña mirada asesina.—

Lara: Bueno, os dejamos tranquilos, hasta mañana claro. —Les dice burlona.— Bueno Raph, nos espera nuestra casita.

Raph: Y que lo digas. —Le responde con una sonrisa. La abraza por la cintura, y juntos se dirigen hacia los demás para despedirse, y volver a su aclamado apartamento.—

Leo: Son tal para cual. —Dice negando sin dejar de verlos.—

Sara: —Ríe levemente por su comentario. Con cariño, le deposita un beso en su mejilla, y lo abraza colocando la cabeza sobre su pecho.— Ya te echaba de menos.

Leo: —Reacciona ante lo que acababa de oír, y no pudo sacar una sonrisa más boba. Siempre adoraba escuchar eso de su novia, y sin falta la abrazó depositando un cálido beso sobre su frente.— Yo también a ti.

Sara: También echaba de menos a tus abrazos, a tus besos, y... ya sabes... El sólo tú y yo. —Le dice en un leve tono coqueto, soltando una leve risita.—

Leo: La verdad es que no eres la única. —Le admite dulcemente, aunque en un tono más coqueto que el de su novia.—

La parejita se dedicó una sonrisa un tanto dulce, pero era más traviesa.

Cuando llegó "la hora de dormir", la parejita al fin podía disfrutar de su rato solos, y su ratito de darse cariño.

Sara: Hoy ha sido un día un poco largo. Sobre todo para mí. —Dice riéndose levemente mientras se quitaba los pendientes, y dejarlos sobre la mesita.—

Leo: También lo ha sido para mí. Se nota cuando pasas más tiempo con Lara. —Le responde igual.—

Sara: Diría que las compras se me han echo aburridas, pero estaría mintiendo. —Ríe levemente y se sienta sobre la cama.—

Leo: Vaya, ¿y eso? —Le pregunta con curiosidad y se sienta a su lado.—

Sara: Ya sabes, cosas de hermanas. —Ríe levemente un tanto avergonzada.—

Leo: Bueno, con Raph he tenido la misma charla. Ha sido... un tanto extraño, pero no ha estado mal. —Abraza a la chica por la cintura, y le deposita un beso en su mejilla.—

Sara: Me alegro, supongo. —Ríe levemente y le devuelve el beso en la mejilla.—

Leo: Al menos volvemos a compartir tiempo para nosotros. —Le dice con una sonrisa, y deposita un cálido beso sobre sus labios.—

Sara: —Sonríe entre el beso, y sin tardar corresponde. Mientras le dedica cariñosas caricias sobre la mejilla.—

Leo: —Sin romper el beso, la sujeta por la cintura, y la sienta sobre sus piernas.—

Sara, Leo: —Ambos se separaron un poco, para mirarse entre ellos, y se dedican una sonrisa.—

Sara: No es por nada, pero, ¿crees que es buena idea "jueguetear" siempre aquí? —Le pregunta.—

Leo: La verdad es que lo he estado pensando. Y, no hay problema que pasemos aquí estos ratos. Pero cuando tú habitación del apartamento esté terminada, le daremos mejor uso que la mía. —Ríe levemente respondiendo un tanto avergonzado, mientras acariciaba suavemente su cintura.—

Sara: Me gusta la idea. —Ríe levemente dedicándole una pequeña sonrisita juguetona.—

Leo: Sólo quiero que estés lo más cómoda posible, ¿de acuerdo? —Le dice dulce mientras le deposita varios besos en su mejilla.—

Sara: Siempre lo estoy. —Le responde igual mientras lo abraza por el cuello.—

Leo: Me alegro. —Le responde en un pequeño susurro, y deposita un cálido beso sobre sus labios.—

Sara: —Sin tardar corresponde el beso. En su mente estaba recordando los consejos de su hermana, y como bien le aconsejó, no quería escuchar su cabeza. Quería hacerle caso a su cuerpo, y disfrutar de cada momento.—

Leo: —Inconscientemente, aceleraba un poco el beso. No lo podía negar, cada vez deseaba más a su novia, y esperaba lo mismo de ella hacia él. Pero no quería pensar más, quería hacer como las veces anteriores. Dejarse llevar y disfrutar al máximo de su novia y el momento de ambos.—

La pareja disfrutaba de cada caricia, cada beso, cada muestra de cariño del otro.

Pero la cosa no sólo eran besos y caricias. Poco a poco, los besos eran más acelerados, los besos sobre el cuello, leves mordiscos, leves jadeos, y uno que otro roce o movimiento travieso por parte de ambos al otro.

Por suerte cada vez se sentían más cómodos y más sueltos a la hora de sus jugueteos.

El siguiente capítulo tendrá una sorpresita. 👏👌

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro