Capítulo 97. Súper Shredder

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Sara y Lara se encontraban frente a la tumba de su madre. Los restos de Amelia ya se hallaban en el jardín, el mejor lugar en el que podría continuar su descanso, cerca de su familia.

Roth llamó a sus hijas a lo lejos. Soltando un pesado suspiro, ambas se despidieron de su madre esbozando una pequeña sonrisa. Sin falta acudieron a la llamada de su padre.

No fue necesario explicarles que debía ausentarse nuevamente por un tiempo para continuar con su trabajo, ya fueron avisadas hace una semana atrás.

Roth: Detesto tener que despedirme. —Lamentó encogiéndose de hombros, y preocupándose por ambas.—

Sara: No te preocupes. Estaremos bien. —Tranquilizó dedicándole una sonrisa.—

Lara: Ya sabes quienes somos. —Señaló en un tono de superioridad.—

Roth: —Rió levemente.— Lo sé, y estoy muy orgulloso. —Les dedicó una cálida sonrisa, y las atrapó en un gentil abrazo.—

Sara, Lara: —Correspondieron sonrientes al abrazo.—

Roth: —Deshizo el abrazo cuando el claxon del taxi sonó frente a la puerta.— Os llamaré en cuanto pueda. Y tened mucho cuidado.

Sara: Hasta pronto. —Se despidió sonriente.—

Lara: Cuídate, viejo.

Roth rió levemente por la despedida de la pelirroja. Les dedicó una última y gentil sonrisa para después salir por la puerta.

Tras irse su padre, tanto a Sara como Lara se les vino a la mente la misma y  brillante idea.

Sara: ¿Vamos con los chicos? —Sugirió esbozado una amplia sonrisa.—

Lara: Allá que nos vamos. —Respondió sin dudarlo.— Venga, iremos en mí moto.

Ninguna se demoró en dirigirse hacia el garaje, donde se encontraba la moto de Lara. Una vez que montaron al vehículo, Lara puso en marcha el motor, y fueron rumbo hacia el centro de la Ciudad.

Durante el camino, reaccionaron exaltadas cuando un misterioso apagón se hizo presente, oscureciendo gran parte de la ciudad. No entendían la extraña anomalía, o causa de la inesperada oscuridad.

Se colaron a las alcantarillas por el túnel de metro, llegando rápidamente a la guarida. Tras aparcar la moto detrás de la tortugoneta, se reunieron con las tortugas.

Los chicos junto a April y Splinter se encontraban en el laboratorio, averiguando el origen del apagón.

Sara: Imagino que nadie sabe lo que acaba de suceder. —Indicó reuniéndose con el grupo.—

Leo: Estamos averiguándolo. ¿Habéis visto algo extraño ahí fuera? —Preguntó.—

Lara: Lo único que hemos visto ha sido la Ciudad apagarse de la nada. —Respondió cruzando los brazos.—

Sara: ¿Qué ha podido pasar? —Preguntó con incertidumbre.—

Donnie: Estoy mirando la red eléctrica. —Dijo investigando en el ordenador.— El origen ha sido un apagón como... A diez manzanas de aquí. En... La antigua guarida de Shredder. —Anunció con asombro.—

Sara, Lara: —Al igual que el resto, ambas reaccionaron exaltadas por la seriedad del asunto.— Iremos con vosotros, y nada de impedimentos. —Concluyó seriamente, dirigiendo la mirada a cada uno, sobre todo, a Leo.—

Leo: —No le gustaba la idea, pero sabía que sería inútil retenerlas.— De acuerdo. ¡En marcha!

Las tortugas junto a las chicas se montaron en la tortugoneta, poniendo rumbo hacia la antigua guarida de Shredder

Todos eran conscientes de la tenebrosa e inquietante sensación que transmitía la extraña situación.

No había más que ver la oscuridad invadir el barrio para darse cuenta de que algo estaba sucediendo, y era evidente de que no se trataba de algo bueno.

Estaban prácticamente a punto de llegar a la guarida de Shredder, y lo único que veían era la tenebrosa oscuridad del apagón.

Lara: Maldita sea, así la Ciudad da muy mal rollo... —Indicó sintiendo ligeros escalofríos.—

Sara: Chicos... ¿Es... es él...? —Preguntó entre cortado, notándose al instante cómo se le había helado la sangre.—

Leo frenó la tortugoneta a escasos metros de la entrada de la guarida de Shredder. Delante de ellos estaban Garra de Tigre con Karai encadenada.

Y Shredder...

En su monstruosa e inquietante forma mutante...

El espeluznante enemigo se los quedó mirando amenazante, preparado para interceptar a sus peores enemigos.

Mikey: ¡Santas bolas de queso! —Exclamó.— ¿Es esa una especie de copia rara de Shredder?

Donnie: No, Mikey. Creo que es el mismísimo Shredder... —Afirmó asombrado tras analizar al enemigo en el sistema vinculado con el vehículo.—

Lara: La hostia... Esa bestia es espeluznante... —Indicó totalmente atónita.—

Donnie: ¿Qué hacemos, Leo? —Preguntó seriamente dirigiéndose al líder.—

Leo: Embestir, obviamente. —Sentenció serio con decisión.—

Sara: —Sujetándose del asiendo del líder, suspiró impactada admirando inquietante la espeluznante mutación de Shredder.—

Leonardo puso en marcha la tortugoneta a toda potencia, dirigiéndose directamente hacia Shredder.

Como respuesta, Shredder se plantó en medio de la carretera, esperando a que el vehículo llegara hasta él. Cuando lo alcanzó, agarró la parte delantera del vehículo separando las ruedas delanteras del asfalto fácilmente.

Logró impedir que las tortugas lo arrollasen con la tortugoneta. Aprovechando la ocasión, les lanzó un tenebroso mensaje.

Súper Shredder: Decidle a vuestro maestro que he recuperado a mi hija. Si desea verla por última vez, que venga a donde lo derroté la última ocasión.

Tras sentenciar el mensaje, usó su extraordinaria fuerza para expulsar el vehículo arrollándolo con sus enemigos dentro.

La tortugoneta dejó sobre el asfalto un camino de combustible, el cual aprovechó Shredder para provocar un camino de fuego hasta abrasar el vehículo.

Las tortugas y las chicas se ayudaron mutua y apuradamente para salir de la tortugoneta. Suerte que ante ellos había una tapa de alcantarilla por el que escapar.

Todos anunciaron su retorno a la guarida con quejidos por las magulladuras que traían consigo tras el encuentro con Shredder.

El maestro Splinter acudió apuradamente en su ayuda alarmado por su regreso.

Splinter: ¿Qué ha pasado? —Preguntó alarmado tras verlos adoloridos.—

April: Shredder... Utilizó el mutágeno... —Anunció entre cortado frotándose los golpes sufridos.—

Sara: Era amenazador antes, pero... Ahora es una criatura monstruosa y  espeluznante... —Atónita dijo entre cortado.—

Mikey: ¡Se ha convertido en una especie de "Súper Shredder"! Tiene enormes músculos y cuchillas... Como un rallador de queso cachas. —Explicó detalladamente, alarmado por la mutación de Shredder.—

Lara: Justo como me lo imaginaba metafóricamente... —Dijo sarcástica coincidiendo con la visualización imaginativa del enemigo.—

Donnie: Tiene a Karai, sensei... —Señaló.—

Splinter: Miwa...  —Mencionó el nombre de su hija preocupándose profundamente por ella.—

Leo: Ha dicho que quiere verte en el último lugar en el que te derrotó: En las alcantarillas. —Indicó seriamente tras darle a April una bolsa de hielo.—

Splinter: —Cerró los ojos meditando la situación en tan sólo unos instantes. No dudó de la decisión.— Pues démonos prisa.

Raph: No sin antes solucionar algo... —Señaló dirigiendo la mirada hacia Leo, compartiendo la mutua decisión. Ambos se dirigieron hacia sus parejas.—

Lara: Ah, no, ésta vez ni os molestéis. —Sentenció reacia cruzando los brazos.—

Leo: Sara... Tenéis que regresar a la mansión. Allí estaréis a salvo. —Pidió a su novia siendo razonable con la gravedad de la situación.—

Sara: No, Leo. Se acabó mantenernos al margen de Shredder. No tiene sentido seguir ocultándonos, ya no. —Replicó seriamente.—

Raph: ¡Ni hablar! ¡Ya habéis visto lo peligroso qué es! ¡Tenéis qué iros! —Exclamó insistiéndolas a ponerse a salvo.—

Lara: Cuándo aprenderéis a reconocer que ya no somos las niñas que éramos antes, ¿eh? ¡Vale ya! —Respondió decepción.—

Sara: Somos conscientes del peligro. Pero hemos sido entrenadas, ya somos reconocidas como kunoichis. No podéis seguir haciéndonos esto, chicos... —Sentenció negándolo seriamente.—

Leo, Raph: —Exaltados se miraron entre ellos. No querían aceptarlo, pero las chicas estaban en lo cierto. No podían continuar reprimiéndolas más, por mucho que les pese.—

Raph: Tenéis razón... —Admitió cabizbajo, sintiendo cierta preocupación por lo que podría suceder.—

Leo: Así es. Pero... Tenéis que comprender que... nos importáis... mucho... Y precisamos poneros a salvo. —Explicó mostrándose razonable.—

Sara: —Sonrió conmovida ante la explicación de su líder.— Yo en tú lugar haría lo mismo. Pero... ¿serviría de mucho al fin y al cabo?

Leo: —Reaccionó alarmado ante la pregunta. Él bien sabía que la respuesta era un "no" evidente. Asentó dándole la razón. La situación era clara, lo único que podía hacer era protegerla todo lo posible.— Entonces vamos.

Las chicas se equiparon con sus armas preparadas para enfrentarse al peligro inminente por el que iban a pasar.

Todos juntos, salieron en busca de Shredder dispuestos a plantarles cara al enemigo.

Llegaron a un lugar de las alcantarillas en el que no había nadie, pero sí se hallaban fotos colgadas de Tang Sheng, Hamato Yoshi y Oroku Saki.

El túnel por el que llegaron se cerró automáticamente por barrotes, impidiéndoles la salida. April les avisó a todos del inminente fuego que se dirigía hacia ellos.

Tras escapar de aquella trampa, llegaron hasta el lugar en el que Karai los tuvo cautivos cuando los envenenó. Les dio escalofríos de encontrarse una foto de Splinter con los ojos tachados.

A lo lejos se escuchó a Karai secuestrada por Shredder. Ante eso, Splinter salió corriendo acudiendo en su ayuda, dividiéndose del grupo.

Las tortugas lo perseguían, pero no pudieron avanzar tras el sonido de un metro acercándose hacia ellos. Se arrimaron a los lados logrando esquivar el metro.

Rahzar logró alcanzar a Mikey, atrapándolo y llevándoselo consigo. Obviamente, todos acudirían en su ayuda. Sacaron los garfios de agarre, y subieron al techo del tren.

Garra de tigre se encargó de recibirles disparándoles sus pistolas láser. Leo y Raph lograron esquivarlo, pero el tigre no iba a rendirse.

Sara: —Interceptó los láseres del tigre con sus brazaletes metálicos.— ¿Sorprendido de vernos? —Cuestionó indiferente.—

Lara: Tus pistolas no están a la altura de estas bellezas, minino. —Se burló de sus armas con superioridad, quedándose junto a Sara mientras le disparaba.—

Garra de tigre: —Sacó su machete logrando rápidamente desviar los disparos. Optó por devolverles el ataque, disparándoles con sus pistolas láser— 

Sara, Lara: —La pelirroja se cubrió detrás de Sara mientras esta desviaba los disparos con sus brazaletes metálicos. Ambas se pusieron en posición de combate esperando a combatir.—

Garra de tigre: —Gruñó a la vez que admiró lo duras que resultaban ser las chicas.— Así que al fin os decidís a combatir... Mala decisión. —Empuñó fuertemente su machete, y corrió hasta ellas para atacarlas.—

Sara, Lara: —La pelirroja rodó por el techo del metro logrando esquivar el ataque, mientras que Sara bloqueó su ataque con la hoja de su katana. Luchando así contra el tigre.—

Lara: —Detrás del tigre le lanzó varios shurikens.—

Garra de tigre: —Gracias a la agudeza de su audición, reaccionó a tiempo para desviar los shurikens con el machete.—

Sara: —Aprovechó la distracción para atacar al tigre con la katana.— ¡Aah!

Garra de tigre: —Estuvo muy cerca, pero se las ingenió para agarrar la hoja de la katana bloqueando su ataque. Con facilidad alzó a la joven con ayuda de su fuerza, preparando sus garras para atacarla.—

Sara: —Lo golpeó en la cara apoyándose sobre él saltando hacia atrás realizando una voltereta, logrando evadirlo.—

El tigre observó a la morena soltando un gruñido. No le quedó duda, las chicas sabían pelear y resistir duramente en el combate. Pero todavía no había tenido suficiente.

Se abalanzó hacia Sara, hasta que Leo y Raph intervinieron, cooperando en el enfrentamiento contra él.

Al mismo tiempo, Donnie, Mikey y April se encargaban de Rahzar enfrentándose a él. Recibieron golpes, al igual que le propicionaron varios ataques.

El lobo mutante tenía acorralado a Mikey contra el techo del metro, pero con ayuda de sus poderes, April logró deshacerse de él.

El minimo luchaba contra Leo como si de un duelo de espadas se tratase. Raph trató de atacarlo a sus espaldas aprovechando su distracción, pero fracasó.

Garra de tigre logró golpear a Leo, haciéndole perder por muy poco el equilibrio. Ante eso, lo atacó obligándolo a escapar del techo del tren.

Sara: ¡Leo! —Exclamó preocupada tras el apuro en el que se encontraba la tortuga.—

Garra de tigre: —Dirigiendo su atención hacia ella, optó por atacarla rápidamente lanzándole un fuerte zarpazo.—

Sara: —Logró reaccionar a tiempo juntando sus brazaletes. El zarpazo no la dañó, pero sí la derribó de espaldas al techo del tren.—

Lara: —Acudió en su ayuda, alarmándose de que ambas también se encontraban en un apuro.—

Garra de tigre: —Esbozó una sonrisa ladeada cuando las tenía a su alcance. Empuñó el machete fuertemente preparándose para atacarlas. Hasta que un extraño ruido lo alertó.—

Raph: —Saltó hacia él extendiendo una de sus rodillas lanzándole un fuerte ataque. Logró alcanzarlo golpeando en la cara del minino, expulsándolo del tren.— ¡Gato estúpido!

Asegurándose de que las chicas estaban a salvo, trató de ayudar a Leo tras quedarse enganchado al tren con una de sus katanas. El tigre se vengó del recién ataque usando su cohete para atrapar a Raph e impedir que ayudara a Leo.

Este lo metió al tren, y contraatacó. Mientras, Sara y Lara ayudaron al líder a salir del apuro. Leo era consciente del apuro en el que se encontraba Raph, y acudió en su ayuda.

Antes de que el tigre tirara a Raph por las vías, Leo golpeó con su katana el cohete del minino, lo que provocó que se descontrolara saliendo expulsado.

Todos se tomaron un ligero respiro, pero no duró demasiado cuando el tren cambió de sentido hacia una vía muerta.

Si no salían del tren a tiempo, se estrellarían contra la vía.

Todos lograron escapar con ayuda de sus garfios de agarre. Faltaban Leo y Raph por escapar del tren. Ambos hermanos escapaban veloces hasta al extremo del tren, y así usar los garfios. El tren estaba a punto de estrellarse, cuando al fin llegaron al último vagón.

Lograron escapar.

Una vez se recompusieron, todos juntos se dirigieron apresuradamente en busca de Splinter

Con ayuda de su forma mutante, Karai se libreró del aprisionamiento al que Shredder la había atrapado. Esta se dispuso a perseguirlos, hasta que las tortugas llegaron justo a tiempo en busca de Splinter.

Karai les avisó de lo tan poderoso que resultaba ser Shredder que era demasiado para Splinter, no podía contra él. April recibió el presentimiento de que Splinter se hallaba a gran profundidad, en alguna parte. Con ayuda de sus poderes, podría llegar a rastrearlo.

Para dificultarles la situación, apareció una oleada de pie-bots, dispuestos a combatir contra ellos. Entre todos, brillando en escena con sus habilidades, lograron mantener a ralla a los robots. Justo a tiempo para que April lograra rastrear a Splinter, localizándolo en la ciudad subterránea.

Sin demorarse más, todos siguieron a Donatello, quien conocía de un atajo para acudir lo más rápido posible.

Apuradamente, llegaron hasta donde se encontraban Splinter y Shredder. Observaron que la rata presentaba dificultades para combatir al Súper Shredder, por lo que fueron en su ayuda.

De nuevo, aparecieron los pie-bots, impidiéndoles llegar hasta Splinter. Súper Shredder había conseguido acorralar a la rata, haciéndolo más vulnerable tras pisotearle la piernas derecha.

Condenado ante la perdición, Splinter observó a su familia combatir contra los pie-bots, notándose las dificultad de la situación por la superioridad numérica de los robots.

Entonces tomó una decisión.

Provocó una explosión en la que los dos estaban condenados a caer al vacío. Las tortugas exclamaron alarmados por la caída de Splinter, quien arrastró a Shredder hacía la caída en un intento por escapar.

Todos se sintieron profundamente imponentes ante la caída de Splinter al vacío, pero se vieron en la obligación de huir cuando los pie-bots dispararon flechas contra ellos.

Bebop y Rocksteady se presentaron colaborando con los robots, siendo el rinoceronte quien dispararía a las tortugas con su cañón.

Se pusieron a cubierto de los disparos tras la entrada a la ciudad subterránea, volviendo a ser invadidos por esa impotencia tras caer Splinter al vacío, temiéndose el fatídico destino de la rata.

Leo: Tiene... Tiene que estar vivo... ¿Verdad? —Preguntó angustiado, esperanzado de que continuara con vida.—

Sara: Debe estarlo... Dudo que decidiera provocar aquella explosión por nada... —Dijo sobrecogida por el giro de la situación.—

April: No le capto... Tal vez esté inconsciente. —Indicó tras el fallido intento de localizarlo.—

Donnie: Es una caída de por lo menos 300 metros. Es imposible que haya sobrevivido a eso. —Señaló alarmado.—

Lara: Maldición... —Lamentó cerrando los ojos con fuerza negando con la cabeza.—

Raph: Entonces, ¿qué hacemos? —Preguntó.—

Karai: Acabar con ellos... Por Splinter. —Sentenció seriamente alzándose, decidida a continuar.—

Todos asintieron de acuerdo.

Bebop y Rocksteady se hicieron paso hasta ellos gracias a la fuerza bruta del rinoceronte. Con el objetivo de despistarlos, Mikey los engañó diciéndoles que padecían salmonela.

Ambos mutantes se mostraron absurdamente vulnerables, cosa que Leo y Raph aprovecharon para atacar. Se vieron nuevamente en un apuro cuando aparecieron los pie-bots para combatir.

Entre todos luchaban contra los robots, Bebop y Rocksteady, dejando lucir sus habilidades independientes. Pero el número de pie-bots ascendía, aparecieron más aún habiendo derrotado una cantidad de ellos.

No había más remedio que huir. Volver a la guarida era la mejor opción en estos momentos.

Casey llegó tras recibir 127 mensajes de socorro, April le comunicó de qué se trataba la emergencia. Nora llamó a Donatello tras alarmarse preocupada por lo que estaba ocurriendo. La tortuga le explicó lo sucedido.

Sara y Lara trataron de tranquilizarla, quien estaba dispuesta a intervenir. Lo mejor que podía hacer era mantenerse a salvo, cosa que Donnie logró convencerla.

Leonardo dejó claro el objetivo de la complicada situación en la que se encontraban. Volverían para buscar a Splinter, y eliminar a todo aquel que se interponga.

El plan sería el siguiente: El equipo b se encargaría de encontrar a Splinter, mientras el resto les protegerían del Súper Shredder

Todo el grupo juntó sus manos cooperando como el equipo que eran, dispuestos a combatir juntos por Splinter.

Poniendo en marcha el plan, Leonardo se quedaría vigilando, mientras Lara, Raph, Donnie, Mikey y Casey acudían en ayuda de Splinter.

Sara, April y Karai se quedaron con él como apoyo a la hora de luchar. Este se sintió un tanto ofendido tras ser subestimado por Karai con la idea de enfrentarse solo a Shredder.

Ya en la ciudad subterránea, Donnie y Mikey comenzaron a descender hacia el vacío con ayuda de los arneses de escalada que había inventado el de morado hace poco tiempo.

Justo cuando todo parecía estar siniestramente tranquilo, Casey logró golpear a Bebop y Rocksteady con uno de los discos de hockey en un intento por combatir el aburrimiento durante la vigilancia.

Tras haberlos descubierto, Lara, Raph y Casey se pusieron en posición de combate esperando a que dieran pie al combate.

De vuelta con Leo y las chicas, todo continuaba en calma. Cosa que la morena aprovechó para compartirlo algunas palabras con Karai.

Sara: Escucha, Karai. Sé que no hablamos mucho, pero tú y yo tenemos asuntos pendientes. —Dijo seriamente.—

Karai: No me digas. ¿Qué tipos de asuntos? —Preguntó interesada cruzando los brazos.—

Leo: —Manteniendo la vigilancia, prestó atención disimuladamente a la conversación.—

Sara: Entre los más importantes se trata de una banda la cual acepté recientemente su liderazgo. Están a la espera del primer paso. Y ya que nuestro objetivo común dentro de la mafia es Shredder, pensé que tal vez...

April: ¡Ya vienen! Estarán aquí en seguida. —Anunció.—

Karai: Va a ser imposible evitar que lleguen a la ciudad subterránea. —Indicó seriamente.—

Leo: Los atraeremos a la superficie. —Sentenció.—

Llegó el momento de irse justo cuando Garra de tigre y Shredder llegaron hasta ellos.

Tras salir a la superficie apuradamente, casi parecía haberse perdido el rastro de ambos enemigos. Hasta que Garra de tigre les sorprendió.

Atacó a Leo tirándolo hasta un callejón, Sara luchó contra el tigre, pero April se interpuso, a punto de ser dañada por el enemigo.

Karai protegió a la pelirroja, enfrentándose contra el tigre. Aprovechando la distracción del enemigo, Sara acudió en ayuda de Leo.

Este había aterrizado sobre unas bolsas de basura. Soltaba quejidos por el golpe de la caída. Justo ante él aterrizó Sara tras bajar del edificio. Preocupada, se acercó hasta él.

Sara: Leo, ¿estás bien? —Preguntó angustiada revisando a la tortuga.—

Leo: Sara, vete...por favor. Tienes que irte antes de que Súper Shredder venga por nosotros. —Rogó angustiado, necesitaba ponerla a salvo de ese monstruo.—

Sara: —Se quedó congelada ante su petición, se le hacía muy familiar la misma situación. Negó sin dudarlo.— No puedo hacerlo...

Leo: Sí puedes. Es muy peligroso, vete, rápido. —Insistió con desesperación.—

Sara: No me hagas esto otra vez. Lo de la invasión no. —Negó con desesperación.— Voy a luchar, ¿me oyes? —Sentenció seriamente.—

Leo: ¡No lo hagas! ¡Vete de aquí! —Exclamó ordenándole que se fuera.—

Sara, Leo: —Fueron alarmados por los pesados pasos del súper Shredder, aproximándose cada vez más a ellos.—

Sara: —Su expresión cambió mirándolo con rabia, levantándose dispuesta a enfrentarse a él.—

Leo: ¡Sara, no! ¡Sal de aquí! —Rogó nuevamente.—

Súper Shredder: Después de tanto tiempo, por fin llegó el momento de luchar contra una de vosotras. —Cerró el puño acercándose hacia ella.—

Sara: —Resopló ladeando la cabeza con vacilación.—

Súper Shredder: —Extendió sus cuchillas corriendo hacia ella.—

Sara: —Sacó su katana y se lanzó hacia él lanzando su ataque.— ¡Aah!

Súper Shredder: —Bloqueó el ataque con las cuchillas, y contraatacó lanzando un ataque estas.—

Sara: —Juntó los brazaletes metálicos bloqueando el ataque.—

Súper Shredder: —Aprovechó la oportunidad para lanzarle un fuerte golpe contra los brazaletes, lanzándola así hacia atrás.—

Sara: ¡Agh! —Chocó fuertemente de espaldas contra el suelo.—

Súper Shredder: —Continuó caminando hasta acercarse cada vez más a Leonardo, preparándose para atacarlo.—

Sara: —Aún dañada por el golpe, se levantó rápidamente interponiéndose entre Leo y el enemigo. Usando la hoja de su katana bloqueando el ataque hacia Leo.—

Súper Shredder: —Enfurruñado por la detección del ataque, lanzó otro ataque con las cuchillas hacia ella.—

Sara: —Esquivó el ataque apartándose al lado contrario.—

Súper Shredder: —Rápidamente le lanzó un fuerte puñetazo logrando alcanzarla.—

Sara: —No fue capaz de detener el imprevisto ataque. Chocó nuevamente contra el suelo, quejándose dolorida por el duro puñetazo.—

Súper Shredder: —Tras deshacerse de la morena, se dirigió hacia Leonardo.—

Leo: Esto va a doler... —Susurró apurado dando por hecho el daño inminente.—

Súper Shredder: —Justo delante de la tortuga, agarró a Leo fuertemente lanzándolo hacia el otro lado de la calle.—

Leo: —El enemigo lo había lanzando con tanta fuerza, que chocó bruscamente de espaldas contra un vehículo rojo.—

Súper Shredder: —Volviendo tras él, ahuyentó a los ciudadanos que se encontraban en la calle. Agarró a la tortuga esta vez por ambos lados.— Adiós, tortuga. —Sentenció comenzándolo a estrujar con la fuerza de sus manos.—

Leo: —Sentía cómo la presión que el enemigo ejercía en sus manos aumentaba progresivamente el dolor que le causaba.— ¡Aaah!

Sara: —Aún sobre el suelo, alzó la mirada por los gritos de Leo. Golpeó el suelo frustrada de fracasar en el intento de defenderlo. Costosamente, se levantó empuñando la katana.—

April: ¡Shredder! —Exclamó captando su atención.—

Karai: —Sacó su arma en posición de combate.— ¡Suéltalo, monstruo!

Súper Shredder: —La obedeció arrojando a Leo hacia un lado con brusquedad. Tras deshacerse de la tortuga, se dirigió hacia ella.— No me faltes al respeto, hija.

April: —Con sus poderes, levitó algunos objetos de su alrededor. Lanzó uno de esos objetos contra Shredder.—

Súper Shredder: ¿Qué? —Tras ser golpeado por uno de esos objetos, volteó hacia la pelirroja. Le lanzó una potente onda de fuerza logrando derribarla.—

Sara: —Aterrizó delante de April saltando desde el vehículo, poniéndose en posición de combate.— No te librarás de mi tan fácilmente.

Super Shredder: Acabaré contigo rápido... Cheryl... —Amenazó dirigiéndose hacia ella.—

Sara: ¡Aaah! —Corrió a por él, y justo cuando lo alcanzó le lanzó varios ataques con la katana.—

Súper Shredder: —Bloqueó y esquivó fácilmente cada uno de sus ataques. Hasta que aprovechó uno de ellos para agarrar la hoja de su arma  arrebatándosela lanzándola lejos, y le lanzó varios ataques.—

Sara: —Con saltos y volteretas esquivó cada uno de los ataques.—

Súper Shredder: —Dispuesto a acabar con ella, lanza un ataque usando sus enormes cuchillas.—

Sara: —Rápidamente juntó sus brazaletes logrando bloquear sus cuchillas.—

Súper Shredder: —Ante el bloqueo, usó su fuerza logrando que sus cuchillas casi la rozaran.—

Sara: —Cada vez le costaba equilibrar su fuerza contra la de él. Pero no pensaba rendirse.—

Súper Shredder: —Ya teniéndola a su alcance, se esforzó aún más para alcanzarla.—

Sara: —Ladeó la cabeza retadora, y con todas sus fuerzas logró ventaja en la balanza. Logró deshacerse de su ataque abriendo sus brazos.— ¡Ah!

Súper Shredder: —Retrocedió unos pasos atrás debido a la suficiente fuerza que tuvo la morena contra él.—

Sara: —Rápidamente dio un salto lanzándole una fuerte patada giratoria.—

Súper Shredder: ¡Agh! —Se quejó tras recibir la dura patada. Resopló enrabietado, y se dirigió hacia ella.—

Karai: —Saltó hacia él atacándolo con su tanto. Fracasó en el ataque, y se alejó con un salto.— ¡Sólo tengo que encontrar tu punto débil, monstruo!

April: —Lanzó el tessen hacia Shredder, logrando golpearlo varias veces, pero no le hizo más que cosquillas.—

Karai: —Saltó hacia él logrando clavarle el tanto, sin haberle provocado un gran daño. Se alejó de él preparada para atacar.—

Súper Shredder: —Furioso por el ataque, le lanzó un rápido golpe logrando arrollarla. Volvió a atacar esta vez a la pelirroja lanzándole una patada.—

Sara: —Corrió y dio un salto realizando una voltereta hacia él, golpeándolo y logrando derribarlo quedando encima. Llena de rabia, le lanzó fuertes puñetazos.— ¡Aah!

Súper Shredder: —Logró librarse de ella con un fuerte puñetazo alejándola de él por la fuerza del golpe. Corrió hacia April preparándose para atacarla—

April: —Reaccionó a tiempo para usar sus poderes, haciéndolo levitar en el aire impidiendo su ataque. Lo expulsó hacia atrás.—

Súper Shredder: —De imprevisto, un camión se dirigió hacia él. No le dio tiempo a reaccionar. Fue atropellado, provocándose una explosión tras estallarse ambos contra un edificio.—

Sara, April, Karai: —Las tres se hallaban en el suelo, mgulladas por los duros golpes que habían recibido.—

Súper Shredder: —Con ayuda de sus garras, se abrió paso del camión. Se llevó una mano al pecho afectado por la explosión.—¡Ahora voy aplastaros hasta la muerte! —Sentenció. Usó su increíble fuerza para levantar el camión, y arrollarlo hacia ellas.—

Sara, Karai: —Ambas gritaron exaltadas cuando vieron el camión arrollándose brutalmente hacia ellas. Se cubrieron con sus brazos esperando a recibir el duro golpe, pero no ocurrió nada. Confundidas, dirigieron la mirada hacia la responsable.—

April: —Le resultaba auténticamente difícil manipular el camión. Precisó de todo el potencial que el cristal le proporcionaba, haciéndole sangrar la nariz. Devolvió fuertemente el camión contra Shredder.—

Súper Shredder: —Con facilidad, se deshizo del camión echándolo hacia otro lado. Observó que tenía a Leonardo a su alcance, así que corrió hacia él. Lo golpeó brutalmente contra el suelo varias veces. Preparó un ataque mortal con sus largas cuchillas.—

Sara: ¡Leo! —Exclamó angustiada por el apuro en el que se encontraba su novio.—

Karai: ¡Alto! —Rogó logrando detenerlo habiendo captado su atención.— ¡No lo hagas! Puedes hacer algo bueno ésta vez, Saki. Algo sin malicia. No necesitas venganza. —Dijo tratando de hacerle entrar en razón.—

Súper Shredder: —Reaccionó cuando aquellas palabras lo hicieron cambiar de parecer sólo por un momento.— Karai, yo... Nunca quise hacerte daño. Por favor, llámame padre, no Saki. —Rogó con desesperación.—

Karai: —De reojo vio cómo Sara se encargaba de ayudar a Leonardo. Tras su ruego, estalló contra él.— ¡Tú no fuiste nunca mi padre! —Sentenció fríamente propicionándole un puñetazo en el corazón.—

El despiadado mutante escupió mutágeno tras el doloroso golpe de Karai. Lo que provocó que se repitiera otro episodio en el que el mutágeno se mostraba inestable en su cuerpo.

Súper Shredder se alejó tras la incapacidad que presentaba, impidoéndole continuar con el combate. Karai fue tras él, hasta que apareció Garra de tigre bloqueándole el paso con su láser de hielo.

El minino llegó montado en una pequeña camioneta, en la que podría poner a salvo a su maestro, y llevárselo de vuelta a su nueva guarida.

Karai: ¡No podemos dejarlos escapar! —Exclamó reacia a permitir que Shredder y Garra de tigre se fueran.—

Sara: Leo... Cariño, aguanta, por favor... —Dijo angustiada ante el grave estado de su novio, sujetándolo delicadamente entre sus brazos.—

April: Karai, Leo no está en condiciones. Tenemos que llevarlo a la guarida. —Explicó hacia la chica, resaltando la ayuda que precisaba Leonardo.—

Karai: —Observó a la tortuga con preocupación. Volvió a dirigir la mirada hacia sus enemigos, quienes ya estaban huyendo del lugar.— Tienes razón. Será otra vez. —Guardó su arma acudiendo a la tortuga.—

Sara: Aguanta, Leo, en seguida estaremos en casa... —Indicó a la tortuga tratando de tranquilizarlo. Aunque su angustia crecía por segundos de verlo en ese estado.—

Leo: —Completamente debilitado, no podía mover ni un sólo músculo. Se dejó ayudar por las chicas, quienes habían combatido excelentemente al Súper Shredder, sobre todo su novia.—

Fue un completo alivio para Donnie y Mikey encontrándose a Splinter con vida tras descender a las profundidades de la ciudad subterránea.

Ambos abrazaron fuertemente llenos de alegría a su padre rata. Splinter correspondió el abrazo felizmente de observar las caras sonrientes de sus hijos.

Con cierta dificultad, ambos ayudaron a Splinter a salir de las profundidades de la ciudad subterránea. Una vez salieron, regresaron a la guarida.

Todos ya estaban de regreso a salvo, exceptuando lo mal heridos que se encontraban Leo, Sara, April y Karai. Rápidamente, fueron atendidos por los demás, ayudándoles a curar sus heridas, y aliviar el dolor tras el duro combate.

Al menos, celebraban haberse enfrentado al Súper Shredder y salir con vida. Pero una cosa estaba clara...

Súper Shredder sería el mayor de todos sus problemas, hasta que llegue el día en el que se desharían de él...

De una vez por todas.

Quiero mencionar y celebrar el hecho de que este capítulo lo he terminado a una semana de publicarlo. 😎

Estoy extremadamente emocionada de todo por lo que está sucediendo en la historia. 😄

Pero aún hay algo que me tiene completamente entusiasmada, y falta muy poco para que llegue. 😱

¡No os perdáis nada, lo más importante está a punto de llegar! 👏

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro