Cuando pequeña solía pasar mis vacaciones  junto a mi padre y Trav, todos los años íbamos a acampar y pescar algo. Amaba esos días..., pero algo pasó; poco a poco se fueron terminando y me vi a mí misma luchando por llamar su atención, buscando que se sintiera orgulloso, y solo de una manera podría lograrlo: con las artes marciales.

Comienzo a mover mi pie insistente; El golpeteo constante me tranquiliza un poco, solo un poco. Miro al profesor de matemáticas explicar y explicar frente a la clase, yo dejé de escucharle hace un buen rato, ¡es que es tan fastidiante que cuando recién terminas de copiar el primer ejercicio él ya vaya por el quinto! Mi vista se dirige al reloj colgado sobre la pizarra y muerdo mi labio inferior, estos están siendo los cinco minutos más largos de mi vida.

—¿Por qué tan nerviosa?—susurra Luck a mi lado, le miro por el rabillo del ojo. 

—Faltan cinco minutos—respondo entre dientes. Él ríe por lo bajo.

—Eres una exagerada.—Opto por no responder a ello. No tengo fundamento alguno que no incluya algún insulto a su persona.

—Señorita Izumi, como la veo tan ajena a mis explicaciones me gustaría que usted resuelva el ejercicio del pizarrón.

Oh, hijo de su madre. Vuelvo a morder mi labio inferior y me coloco de pie para seguido de ello caminar hacia el lugar indicado.

—¿No prefiere que salga de la clase?—pregunto esperanzada. El profe niega con la cabeza.

Nota mental: Anotar a este señor en mi lista negra.

Recorro el salón con la mirada deteniendo mi vista en Gohan. He notado que desde... Bueno, desde que me habló —así, de la nada en mi cumpleaños— no ha venido a clases, claro, y hoy como último día se digna a aparecer el muy irresponsable.

¡Eh, eh, eh!, ¿Acaso Gohan me está mirando... con burla? Oh, maldita rata. Me giro a la pizarra moviendo con ello mi cabello cuan diva y en el mismísimo momento que agarro el marcador suena el timbre anunciando la salida de clases ¡suelto el aire retenido y sonrío como idiota para girarme y mirar al profesor!—. ¡¡Vacaciones!!—Tras mi exclamación no tardo en ir por mi mochila ¡y salir de vacaciones!

Vaya que a veces era una perra con suerte

...

Busco con la mirada a Trav sin resultado alguno. ¿Dónde se ha metido? Debo ganar un jodido primer lugar y mi cuerpo no se ejercitará solo.

Tras salir del salón y casi del establecimiento recordé que tengo un hermano —ajá, soy una estupenda hermana—, y bueno, de todas formas habíamos quedado en que nos veríamos a la salida y... nada, el baboso no está. Me paseo junto a los casilleros haciendo una mueca de asco tras ver a una pareja besuqueándose en un rincón. Vaya, estos comiéndose y yo considerando que un choque de labios con el chico que me cae mal fue mi primer beso.

¡Un momento! Conozco ese cabello...

—¿Trav?—pregunto mirando a la pareja y estos se separan de golpe. Oh santa mierda, mi mueca de asco ¡se multiplica!—. ¿Qué mierda Trav? ¡Te estaba buscando! ¡Sabes que debo ir a... Como sea, sabes que debo ir a "eso" y tú...

—Tranquila, tranquila, solo vamos—dice tratando de tranquilizarme, pero por supuesto que no funciona.

—Espera Trav—exclamó de pronto ese personaje sin relevancia del que jamás volverán a saber—. ¿En serio me dejarás por esta?

Sosténganme que la mato.

—¿¡Cómo que "esta", golfa!?

—No te confundas, ella es mi...

—Sí—interrumpo—. Travis me prefiere a mí así que piérdete—digo para seguido de ello chocarle con mi hombro y arrastrar al nombrado hacia la salida.

—¡Oye! ¿¡Qué te pasa!?

—¡Eso te ganas por romper tus promesas! ¡Prometiste que me esperarías a la salida!

—Estaba cerca de la salida...

Opto por no discutir más y camino a su lado en silencio. Es un idiota.

...

Me extraña que la policía no haya controlado a Trav por conducir con tan solo doce años cumplidos. ¡Es que la cara de bebé se le nota a millas! Bueno, mejor para mí si no lo pillan, así camino menos. Aunque sinceramente en estos momentos ¡quisiera que hasta le cayera un rayo! Es que ¡andarse besuqueando en los pasillos! ¡¡Y de lengüita!! Vaya que si mi hermano fuese mujer de seguro y en unos años saldría dando su testimonio en uno de los programas de "mamá a los quince", joder.

Bajo del auto de nuestro padre y cierro la puerta quizás... más fuerte de lo estimado. Ante ello mi hermano suelta un chillido por lo que no me molesto ni en mirarle, pronto le siento seguirme el paso.

—¿En serio estás enfadada?—pregunta por... Bueno no sé, perdí la cuenta de cuántas veces lo ha preguntado—. ¿Lisa?—Y por supuesto que solo ha recibido silencio de mi parte—. Oye...—Es un idiota cochino, mira que agarrarse a besos en medio del colegio. ¡Iugh, imagen mental, qué asco!—. Lisa...

—¡¡Argh, cállate!!—exclamo girándome y este se detiene frente a mí ladeando su cabeza a un costado.

—¿Estás enojada?

Ah, no. Creo que ya no lo necesito para que agarre un estúpido saco ni para que conduzca. Aprieto la mandíbula y me giro sacando las llaves para abrir la casa.

—¿Acaso estás celosa, hermanita?

—Esa chica no me ha agradado para nada, yo seré quien le de la aprobación a quien pueda ser tu "noviecita".—Abro la puerta y entro dejándole la puerta abierta para que lo haga detrás.

Ante mis palabras Trav se hace el ofendido.

—¿Y cómo tú estás con Gohan y él no me agrada? Ya me enteré por Ariel del Lihan ¿eh?

—¿Qué acabas de decir?—Por inercia me vuelvo a detener, giro mi cabeza como si me tratase de un muñeco diabólico y Trav (por supuesto que advirtiendo el peligro)  sale corriendo escaleras arriba. ¡Agh!—. ¡Te voy a matar!—grito para seguido de ello correr detrás.