Era la 1:30 de la mañana cuando Wooyoung llegó a su casa. Totalmente cansado se dirigió a su cuarto con la idea clara de tirarse a su cama y dormir, solo quería dormir.

Sin embargo grande fue su sorpresa al ver que la puerta del cuarto estaba abierta y con la luz encendida. ¿San estaba despierto?, pero este solía estar dormido siempre que llegaba y no era fin de semana como para querer estar despierto viendo películas o series hasta que saliese el sol, en unas horas tenía que ir a la universidad.

Con cautela se asomó por el marco viendo el interior y efectivamente el castaño se encontraba despierto jugueteando en su celular, se le notaba que tenía sueño y hasta sus ojos se entre cerraban pero se desesperaba a sí mismo tratando de despertarse moviéndose un poco cada que sus ojos se cerraban por un mini segundo. Wooyoung con una mueca y vacilando decidió entrar a la habitación y solo cuando estuvo completamente dentro y había dado unos pasos San se dio cuenta de su presencia.

Le volteo a ver rápidamente y paseó sus ojos por todo su novio para después apagar su celular y dejarlo en el mueble a la par de la cama.

— No sabía que llegabas tan tarde a casa. ¿Estás ebrio?

— ¿Qué?, claro que no ¿por qué dices esa tontería? —dijo volviendo a su actitud arisca y defensiva mientras se paseaba por la habitación para buscar su pijama limpio.

— Woo, necesitamos hablar —soltó sin más, no tenía tiempo ni paciencia para rodeos. Si no lo hacía de una vez nunca llegaría a nada y dejaría las cosas como estaban, y no, ya no.

— Oh, esa frase. Suena tan graciosa ahora.

— Woo, hablo en serio. No quiero pelear, ya no más. ¿No te das cuenta de la situación?, ¿de cómo estamos?. No podemos pasar mucho tiempo juntos porque empieza una pelea.

— Claro que me doy cuenta, ¿por qué crees que te evito tanto?

— Evitando las cosas no las vamos a solucionar —razonó sin embargo no optuvo ninguna respuesta— ¿Hay algo que te está molestando?

— Ya me haz hecho esa maldita pregunta muchas veces y la respuesta sigue siendo no. Deja de joder con eso.

— Bueno ¿qué quieres que piense entonces si siempre estás a la defensiva con cada palabra que diga?, siempre tomas mis palabras como si te estuviera acusando de algo y saltas a defenderte y excusarte sin razón alguna.

— Bueno eso es porque últimamente siempre me estas acusando de algo y te estas volviendo tan controlador e irritante.

— Ja, ¿yo soy el irritante?, ahora mismo estas otra vez poniéndote a la defensiva cuando yo solo quiero hablar tranquilamente.

— ¿Y a qué quieres llegar con esta estúpida conversación? —dijo ya sacando su ropa del armario y cerrando este totalmente molesto y hastiado— ¿Otra pelea tonta otra vez?, pues felicidades aquí la tienes.

Caminó de nuevo hacia la puerta dispuesto a salir de esta e ir a cambiarse en el baño o la cocina o la sala, incluso en medio del pasillo pero en cualquier lugar que no fuese el mismo donde estuviese el castaño.

— Wooyoung, demonos un tiempo —soltó ya desesperado al ver que este se quería ir sin permitirle expresarse.

El azabache se quedó estático a punto de cruzar el marco de la puerta. La oración resonó en su cabeza haciendo eco y golpeandolo en el proceso. Dirigió lentamente su mirada al contrario aún en la misma posición y con la mano en el pomo.

— Demonos un tiempo —repitió el castaño— Necesitamos darnos un tiempo lejos el uno del otro. Estoy harto de las peleas constantes y tu actitud me lastima muchas veces. Sé que estás estresado, sé que hay algo que te agobia y no quieres decírmelo. Quizás necesitas tu momento a solas para reflexionar sobre eso, y está bien yo te lo daré. Necesitamos calmarnos y quizás estar un tiempo distanciados nos ayude a aclarar ideas y pensamientos —se quedó callado, tenía los ojos cristalinos y su pecho se sentía oprimido con un horrible nudo dentro. Su novio había bajado la mirada a medida este había hablado y la dejó fija en los zapatos que reposaban al lado de la cama sin decir palabra alguna ni demostrar alguna emoción en su rostro, como una estatua— Por favor, di algo.

— Si quieres que nos demos un tiempo —habló por fin— Entonces eso haremos.

Y sin decir nada más, salió del cuarto cerrando la puerta despacio y sin hacer mucho ruido, como si intentase no despertar a alguien.

San dejó salir todo el aliento que no sabía que estaba reteniendo y se dejó caer en la cama mientras frota a su rostro, tratando de controlar o expulsar todos los sentimientos que se habían convertido en un remolino en su pecho y lo estaban asfixiando. Se quedó dormido a los pocos momentos, estaba demasiado cansado y esa discusión lo había cansado aún más.

En lo que restaba de la madrugada Wooyoung no volvió al cuarto y en su lugar se había ido a dormir en el sofá de la sala.

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Este capítulo me llevó a una montaña rusa de emociones.

No olviden votar o dejar un comentario, me ayuda mucho para seguir con la historia.

Sin más, nos vemos en el próximo capítulo ✨