Había pasado solo una semana y media desde que San se fue de la casa, una semana y media desde que no mandaba ni recibía algún mensaje de su pareja, una semana y media desde que habían decidido darse un tiempo para aclarar cosas.

San sentía de vez en cuando la necesidad horrible de mandarle aunque fuese un mensaje de buenos días al azabache, moría por decirle que le extreñaba demasiado aunque sonase dramático o exagerado. Pero no lo hacía, se resistía a la idea y el impulso porque sabía que podía arruinar la posible tranquilidad de su pareja.

Darse un tiempo era darse un tiempo, no tenía que estar fastidiando el momento ¿no es así?

Se encontraba con Mingi en la habitación de este mismo tratando de terminar una tarea en parejas que les habían dejando. Ellos no habían podido quedarse juntos en este proyecto ya que uno de sus otros amigos arrastró a Mingi a su lado antes de que San pudiese incluso voltear a verlo, así que el castaño se unió a su compañero de atrás.

— Yunho si vas a estar jugando videojuegos mientras hablamos te dejaré fuera y no tendrás nota. Me importa una mierda si después no me hablas —dijo enojado el más alto mientras regañaba a su amigo por videollamada.

— Ya, ya no te enojes. Hemos estado como 3 horas en esto, ¿podemos por favor tomar un descanso? —reprochó el contrario poniéndole pausa a su juego.

— ¿Hablas en serio?, a penas llevamos una hora y ni siquiera tienes una página completa.

San no pudo evitar soltar una carcajada aunque después se calló rápido cuando el mayor lo volteó a ver con ojos filosos.

— Tú no te rías que ni siquiera sabes que vas a hacer con tu trabajo.

— Ooooh, te la aplicaron castañito —canturrio burlón desde la otra línea.

— Cállate, no es mi culpa que mi pareja no de señales de vida. Le dije que a las 4 se conectara para ponernos de acuerdo y ni siquiera me volteó a ver el enano cuando salió corriendo y gritandome que iba a intentar estar a tiempo.

—esta vez fue turno del más alto de reírse— ¿Salió corriendo?, ¿lo tienes intimidado?

— Claro que no, se veía apurado. Quizás tenía que ir a algún lado, yo que sé.

— Quizás iba a encontrarse con alguien por ahí —dijo con un tono pícaro en su voz.

— ¿Quieres dejar de comportarte como un adolescente hormonal por un segundo?

— Mingi, soy un adolescente hormonal duh.

— Eras un adolescente hace como 4 años, que tengas mentalidad de uno es otra cosa.

— Entonces sí soy un adolescente hormonal, además no puedes decirme nada porque eres igual Song Mingi —le sacó la lengua acercando su cara a la cámara para que pudiese verse mejor.

—;Al menos yo me comporto mejor que tú cara de idiota —contraataco señalando la pantalla de su celular.

— ¿En serio crees que ese es un insulto gran poste con patas?

— ¡Bueno ya basta ustedes dos! —alzó la voz el castaño. Se estaba divirtiendo con la pelea tonta de sus amigos pero sabía que si no los detenía podían estar así por horas— Parecen dos niños de kinder peleando por ver quien empujó al otro primero.

— En mi defensa, él es un idiota insoportable —le respondió su amigo sacando una bolsa de papas fritas de la nada.

— ¿Entonces por qué te juntas con él?

— Es divertido pelear, duh.

San solo volteó los ojos y decidió ignorarlos, de todos modos en cualquier momento se pondrían a discutir otra vez y él no iba a estar deteniendolos cada que eso pasase, no era su niñera ni su madre y mucho menos le estaba pagando para aguantar eso.

Revisó nuevamente su celular topandose con un mensaje de su compañero disculpándose por hablarle tarde, según él no había estado en casa hasta ese momento y por eso no pudo contactarse. El castaño le respondió con un "no te preocupes, aún hay tiempo" para luego preguntar cuáles partes del trabajo se repartirian.

— ¡Oh!, a todo esto. ¡San, San, San! —empezó a gritar su amigo interrumpiendo la nueva pelea que se había formado con el contrario.

— ¿Qué quieres?, ¿no ves que estoy ocupado?

— Te recuerdo que no estoy ahí genio, ahora mi único panorama es la carota de pie grande así que no puedo ver qué estás haciendo.

— Como sea, ¿qué quieres?

Su amigo se quedó callado por un momento lo que provocó que San levantara la cabeza de su propio celular y volteara a ver al más alto quien parecía estar a punto de matar con la mirada al chico del otro lado del teléfono.

— No me asustas gigante, le preguntaré de todos modos si así lo quiero —habló el otro— San, ¿cómo vas con lo de Wooyoung?

Y San entendió porque Mingi estaba listo para atacar al contrario.

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Me encanta escribir el personaje de Yunho, no sé siempre me han gustado los personajes con esta clase de personalidad xd le añaden un toque de humor y le quitan tensión a las cosas.

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Sin más que decir
Nos vemos en el próximo capítulo ✨