Todavía hacía frío en esta época del año, pero ya no nevaba mucho; solo pequeñas lluvias de vez en cuando. Esta vez estaba segura de evitar el outlet y quedarme en el vecindario. Había aprendido la lección.

De hecho, estaba un poco orgullosa de mí misma por finalmente salir a correr a pesar de las circunstancias. Llevaba días encerrada en mi habitación. Por supuesto, no iba sola.

"¿Podemos... tomar... un descanso?" Harry jadeó.

"Pensé que jugaban fútbol", le dije.

"Ha sido un tiempo. Ya no, ¿recuerdas?" Tommy también parecía exhausto.

"Está bien. Lonnie necesita un descanso". Reduje la velocidad. A mi lado, Lonnie jadeaba, con la lengua colgando en el aire frío.

"Oh, sí, Lonnie necesita un descanso". Harry puso los ojos en blanco.

Revisé mi reloj inteligente. Eran alrededor de las 3:30. Pronto empezaría a oscurecer. Nos quedamos cerca de nuestro vecindario, pero nos aventuramos un poco más para visitar a alguien. Al poco rato retomamos el trote, llegando a nuestro destino.

"¿Quieres estar sola?" preguntó Tommy.

Dudé. "Quédense cerca".

"No, te dejaremos aquí sola", dijo Harry sarcásticamente, ganándose un codazo de su hermano.

"Solo estoy respondiendo". Entramos al cementerio. "Y tengo 16 años, no 6. Puedo estar 'sola'".

"Ahorita no".

El lodo se pegó a nuestras botas mientras caminábamos por el cementerio, alcanzando a las dos. Me quedé mirando el nombre de Julia; Julia Aurora Field. Ella debía haber sido Watson. Ella era su hija.

Si el Cielo fuera real, ¿estaría ella allí con sus padres? ¿Sabría siquiera que eran sus padres? Y Amy, ¿lo sabía? ¿Sabía que yo era su hermana y no Julia? ¿Podía verme ahora?

Harry se agachó y dejó un puñado de bígaros en la tumba de Amy. Luego se paró con nosotros, con los ojos puestos en su nombre.

"Ella tenía tanta paz", dijo de repente. Tommy no respondió, mordiendo los labios para resistir las lágrimas. "Ella me dijo..." Su mandíbula tembló. "Dijo que estaba en paz. Y ella quería que yo sintiera lo mismo. Sabía que sería difícil, pero que pronto nos sentiríamos mejor. Un día".

"¿Te sientes mejor?"

Otra larga pausa. "Es difícil decirlo", continuó Tommy por él. "Creo... personalmente, he aceptado que ella no está. Pero la vida parece menos brillante sin ella. Aunque me he sentido mejor contigo. Traes tu propia luz. Pero Amy... la vida sin Amy todavía es algo a lo que no nos hemos acostumbrado".

"Creo que siento lo mismo", dijo Harry. "Estoy feliz contigo, Diana. Tan feliz. Pero al mismo tiempo... se siente tan injusto que Amy no haya tenido una hermana. Se siente tan mal que ella no esté aquí para todo esto".

"Me gustaría que ella también estuviera aquí", dije. "Se siente como... realmente me lo perdí".

"Te perdiste mucho", se rio Tommy entre lágrimas.

"Nosotros también". Los ojos de Harry se bajaron. "Éramos... malos. Insensibles. Éramos unos idiotas. No nos dimos cuenta de lo mucho que la estábamos dando por sentado... sé que suena muy cliché, pero es la única forma en que puedo describirlo. Y luego hicimos lo mismo contigo".

"Conmigo fue diferente", le dije. "Lo entiendo. Estoy con ustedes ahora".

Se quedaron mirando su piedra por un rato antes de que Harry me tocó el hombro. "Estaremos cerca, ¿de acuerdo?" Él y Tommy se dieron la vuelta y caminaron hacia algunos de los otros miembros de su familia que estaban enterrados aquí.

Nuestros familiares. Cierto.

"Amy..." Me reí entre dientes, sonrojándome torpemente. "Esto se siente tan raro. Yo... todavía estoy tratando de superar el hecho de que... fuiste mi hermana todo este tiempo. Y nunca te conocí. Aunque estábamos... bastante cerca".

Miré al cielo con los puños apretados. ¿Cuántas oraciones quedaron sin respuesta? Siempre decían que con oración uno tendría lo que quería.

¿Y Amy? Su familia oró por ella y aun así murió. ¿Por qué? ¿Qué hizo? ¿Qué hicieron todos?

"¿Cómo lo hiciste?" le pregunté. "¿Cómo afrontaste el hecho de que simplemente... morirías? ¿Cómo aceptaste eso? Eso es hasta peor de lo que tengo que pasar... viene de alguien que quería morir... hace unos meses. Para ser honesta, todavía estoy un poco indecisa". Miré a mis hermanos, que estaban abrazados por los hombros mientras contemplaban la tumba de alguien. "A veces me pregunto si Dios... si me dejó vivir porque quiere que sufra más por mis pecados. Sé que hice cosas realmente malas a lo largo de mi vida, pero hay muchas cosas que no son culpa mía".

Volví a mirar al cielo. Me pregunté si estaba escuchando. Ahora que estaba leyendo su libro, ¿me escucharía? Amy y su familia siempre le oraron, pero él dijo que no. ¿Por qué?

"Nunca tuve un hermano... o una hermana. Nunca te conocí, pero este es un momento en el que simplemente... desearía que estuvieras aquí. Ojalá estuvieras en mi vida. Ojalá pudiera realmente hablar contigo. Tener una hermana... suena tan lindo". Mi mandíbula tembló. "Pensé que sería libre cuando descubrí que tu familia era mi familia, pensé que nunca más me preocuparía por eso... ahora tengo que ir a la corte y testificar contra la persona que me puso en ese sistema".

Me preguntaba si Mónica también podría oírme. Ella siempre parecía muy feliz a pesar de estar enferma. Pasando por todas esas cirugías, sesiones de quimioterapia, medicamentos... y aún así logró sonreír. Ella ponía esa sonrisa en mi cara, lo cual era toda una hazaña. ¿Alguna vez sintió miedo de morir? ¿Por qué no le pregunté? No llegué a conocerla tan bien como quería. Debería haber salido más. Debería haberla visitado más.

¿Qué me diría si todavía estuviera aquí? Probablemente habría encontrado alguna manera de hacerme sentir mejor. Ella era una persona tan hermosa. ¿Por qué tuvo que morir? ¿Qué hizo ella para merecer esto? ¿Sus padres hicieron algo?

¡¿Por qué pasó todo esto?!

"¿Qué debo hacer?" Se derramaron lágrimas. "Amy, ¿qué hago? ¿Qué hiciste? No... no puedo mirarlo y... voy a arruinarlo todo. Lo sé. ¿Qué voy a hacer?" Mis dedos enguantados presionaron mis ojos, la tela absorbió las lágrimas.

Por un tiempo solo lloré. Realmente no me había tomado el tiempo para simplemente llorar. En el pasado, mis formas de 'dejarlo salir' eran mucho más dañinas. Pero ahora podía quedarme allí y llorar, sin que nadie me juzgara ni me dijera que me callara.

Y entonces me quedé tranquila.

Las lágrimas desaparecieron. Mi corazón se desaceleró. Lonnie me miró, inclinando la cabeza, como si preguntara qué estaba pasando. De repente me sentí tan... bien. Sentí que... no tenía que preocuparme. Pero había mucho de qué preocuparse.

Al oír pasos detrás de mí, me volví. Como un ciervo ante los faros, Ivy se quedó allí, su piel morena se puso pálida. Nos miramos, el tiempo suficiente para que se volviera incómodo.

"Am... volveré más tarde". Ella cambió.

"No, esté bien". Sollocé, ocultando cualquier rastro de vulnerabilidad. "Terminé". Me alejé con Lonnie.

Ella se acercó, sus ojos marrones puestos en mí. Se aclaró la garganta y dijo: "Lo escuché. Sobre... todo lo del ADN".

"Oh. Sí".

"Am... sé que Amy habría sido... feliz. Si ella lo supiera". Dio un paso atrás mientras Lonnie la olía.

"Sí, apuesto".

El resoplido de Lonnie fue el único sonido que rompió el silencio. Afortunadamente, mis hermanos regresaron y también se detuvieron al ver a Ivy. Los ojos de Tommy se endurecieron con resentimiento, sin decir una palabra, mientras Harry asintió brevemente hacia ella. "Ivy".

"Hola". Ella miró hacia otro lado.

"Diana, ¿querías un par de minutos más?"

"No, estoy bien. Vámonos a casa".

Empezamos a alejarnos. Ivy nos detuvo apresuradamente. "Y-yo..."

Nos dimos vuelta. "¿Qué?" dijo Tommy.

"Yo... perdónenme... por lo que pasó en el funeral de Mónica", se obligó a decir. "Estaba muy devastada. Lo siento mucho".

Sinceramente, no sabía qué decir. Miré a mis hermanos, esperando que llenaran el incómodo vacío, pero estaban tan sorprendidos como yo.

"Gracias... ¿supongo?" Harry se aclaró la garganta. "Nos vamos". Salimos del cementerio. Todavía sentía los ojos de Ivy sobre mí. Nunca entendería a esa chica.

En este momento, sin embargo... hubiera preferido enfrentarme a ella y a su camarilla en la escuela que tener que testificar en el tribunal.