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-¿Estás bien, amorcito?-Las arcadas fueron la respuesta. Hoseok suspiro.-Ese es un no.

El alfa esperó pacientemente en la cama mientras escuchaba que su omega vaciaba su estómago en el retrete.

-Amorcito, déjame entrar para consolarte.

-¡Cállate, Hoseok! Déjame vomi...-Arcada. Más náuseas. Otra arcada.-¡Odio este estúpido yate!

Hoseok se tendió en la cama viendo el techo. Escuchó como la llave del lavabo se abría y minutos después, un pálido y desganado omega se dejó caer a su lado. Hoseok hizo un sonido de ternura y lo atrajo a sus brazos.

-¿Me bebé se siente mejor?

-¡Me quiero morir!

-Esto es extraño.-Hoseok le apartó el cabello y dejó un beso en la húmeda frente del omega.-Tu nunca te habías mareado antes.

-Despide al cocinero. Los sandwiches me sentaron mal. ¿El queso estaba fresco? Yo lo sentí algo extraño

-Yo preparé nuestro almuerzo. Cómo siempre.

-¡Entonces no lo hiciste bien!

-Tae, ¿no será que estás...

-¡Cállate, ni lo digas! Aún soy demasiado joven para tener un bebé.

-Bueno, sería una posibilidad, la última vez no tuvimos ningún cuidado.

-No es eso. -Tae hizo un puchero. -Cállate o me voy a enfadar.

-Ya, descansa. Te sentirás mejor.

Hoseok iba a darle un besito pero Tae retrocedió exagerando.

-¡No, iugh, Hobichito! ¡Acabo de vomitar!

-¿Y eso que? ¿Te cepillaste los dientes, no es así?

-¡Es asqueroso, Hoseok!

-Nada de ti me da asco.

-Que enfermo estás.-Tae frunció el ceño.-Tal vez tengo influenza. Te puedo contagiar y tienes que ir a tus reuniones de mañana.

-Tienes una indigestión, eso no se contagia como la gripe, Tae.

-¡Tú qué sabes! No eres médico.

Hoseok llenó de besos la carita hermosa de su omega y se rió de sus quejas. Tae tenía la costumbre de dormir abrazado a una almohada, pero desde que tenía a su alfa, no había mejor almohada que él y su olor a pino. Había algo en el alfa que calmaba a su lobo más que cualquier otra cosa en el mundo.

-Todavía estas duro.-Se lamento el omega.-De verdad quería hacer cositas deliciosas contigo, Hobichito.

-Esto es delicioso.-Murmuro el alfa con voz ronca en su oído.-Estar acurrucado contigo. Podría pasar horas así.

-Pues a mí me gusta más cuando gruñes en mi oído y me penetras, así bien salvaje.

Hoseok ya era inmune a los comentarios de su pareja. Al principio de su relación cada vez que Tae soltaba una de esas frases se sonrojaba a morir y sentía que los oídos le sangraban. Pero aprendió que Taehyung no tenía ningún filtro al hablar y no lo hacía con malicia, simplemente era su forma de ser.

-Bueno, a mí también me gusta. Pero necesitas descansar. ¿Porque no duermes un poco? Quizás si te sientas mejor por la noche, podremos ver las estrellas, como te gusta.

-Bien, pero no me dejes durmiendo solo, no me gusta despertar y que no estés.

Hoseok asintió y le dio un beso en la cabeza. Cuando Tae se estaba quedando dormido, lo acercó más a él y le dio pequeños besos por todo el rostro, para arrullarlo. El omega lo abrazaba con sus brazos y piernas, Tae no podía dormir sin sujetarse a algo.

-Eres mi tesoro, Kim Taehyung. Lo que yo más amo en el mundo.

-No dirás eso después de la ceremonia de emparejamiento. -Murmuro el omega medio dormido.-Estás a tiempo de correr por tu vida.

-No estoy sufriendo en lo absoluto.

Las lágrimas de dolor eran reales. La opresión que tenía en el pecho le impedía respirar. Con cada minuto que pasaba sentía que cercenaban su corazón cada vez más. El alfa dentro de Hoseok se estaba muriendo en medio de un grito de auxilio que nadie era capaz de escuchar. ¿Era posible que alguien sobreviviera a este tipo de sufrimiento? ¿O simplemente moriría ahí, en su oficina y ahogado en alcohol, por su corazón roto?

Hoseok miro el vaso de licor frente a él y se sintio terriblemente solo. ¿Cuántas copas llevaba? Había perdido la cuenta. El no tenía la costumbre de beber, jamás fue bueno para soportar el alcohol. Pero ahora a quien rayos le importaba eso. Quería adormecer cada fibra de su ser, caer dormido y despertar de la pesadilla que estaba viviendo. Pero sabía que eso no era posible y que del dolor que sentía él mismo era el único responsable.

-En ese momento debí saberlo. -Dijo con cólera. -Fui tan estúpido...

Hoseok tenía una naturaleza tranquila, tanto su parte humana como la animal sabían mantenerse con la cabeza fría y objetivos cuando las cosas se volvían caóticas. Eso siempre le había sido de mucha ayuda al tener a un omega como Taehyung. Durante los casi diez años que estuvieron juntos, cada travesura del omega, cada escándalo y cada decepción, tenía una razón de ser. Hoseok siempre encontró una excusa para justificar y, sobretodo, perdonar las conductas destructivas de Taehyung. Pero la negativa a ver la realidad nunca le pasó la factura hasta este momento.

Tenía claro que una persona no puede cambiar de la noche a la mañana y por lo tanto se mantuvo alerta ante cualquier señal que su omega le daba últimamente. Taehyung se estuvo esforzando los últimos meses para cumplir con las responsabilidades que siempre pasó por alto, estaba ganándose el respeto y la admiración de personas más allá de la familia. Ahora comprendía que tales cambios eran impulsados por la culpa. Con un venda sobre los ojos, Hoseok cuido de él, lo consoló y lo protegió de sus propias inseguridades, lo alentó como todo buen alfa haría. Le otorgó una confianza ciega que realmente no se merecía. Siempre lo había hecho. Hizo oídos sordos a las advertencias de su familia, de sus amigos, todos le decían que estaba siendo un imbecil por confiar en un omega tan inestable como Taehyung, pero no quiso escuchar.

Y ahora estaba aquí, en medio de la oscuridad, solo y traicionado. Sufriendo por su propia estupidez.

Después de encontrar aquel maldito sobre debajo de la almohada de Taehyung, a penas recordaba como salió de la Residencia Kim sin desmoronarse. Fiel a su naturaleza calmada y pacífica, decidió que antes de hacer un escándalo debía averiguar que tan cierto era lo que descubrió. Se controlo lo más que pudo, a pesar de que ver a Taehyung y escuchar sus falsas palabras de amor le hicieron hervir la sangre. Él, que adoraba a ese omega más que a su propia vida, quiso estrangularlo con sus propias manos.

Tenía que irse, fue muy cuidadoso de dejar todo en su lugar para que Tae no se diera cuenta de que descubrió su mentira y se marchó dispuesto a tomar el asunto entre sus manos, aún con la esperanza de que todo esto fuera solo un intento estúpido de chantaje de algún idiota que se quería pasar de listo. Pero no lo fue.

-Según los registros el joven Taehyung se hospedó en este hotel durante dos días seguidos sin compañia.-Le informó uno de sus agentes de seguridad contratados para investigar los que ocurrió en el Caribe. No estaba dispuesto a dejar nada al aire. Quería saberlo todo. -Pero en la noche del viernes podemos observar que no regresó sólo. Aquí, si pausamos el video, se ve claramente que entra tambaleante y alguien lo acompaña.

Hoseok estaba apretando los puños con furia mientras escucha a todo el informe. Las ganas de asesinar al maldito amante de Taehyung lo dominaban.

-¿Pudiste averiguar quién es?

-Con la información que nos proporciono hace unos días y comparándola con los registros del hotel en el Caribe, pudimos confirmar que la persona del video y la que según la grabación de la nota de chantaje, se hospeda en un hotel de aqui, de Seúl, son la misma persona. Su nombre es Lee Kim hyo, es un Alfa de compañía que se dedica a buscar omegas adinerados. Tiene varias denuncias por chantaje, robo y agresiones. El amo Taehyung no es el primero en caer ante sus engaños.

-¿Y el registro médico? ¿Que tan cierto es?

Su agente de seguridad no se atrevió a verlo a los ojos, solamente le pasó una carpeta con toda la información.

-Un omega, alrededor de los veintitantos, fue ingresado en la madrugada por un cuadro clínico de aborto espontáneo, minutos después de observar que el amo Taehyung es llevado por el mismo alfa por el corredor del hotel a la salida más próxima. El registro del hospital indica que lo dieron de alta una hora después y calculando el tiempo aproximado, la hora y la grabación de él regresando solo a la habitación coinciden perfectamente. -El alfa se aclaró la garganta. -No fue difícil rastrear los huellas del amo Taehyung, en especial, porque en su confusión no se molesto en cubrirlas.

-¿Has hecho la otra cosa que te pedí?

-Si, señor.

-¿Y bien?

-El joven Taehyung se reunió con el alfa hace dos días, en el lugar y la hora indicada. Fue algo difícil pero pude obtener el informe de sus transacciones bancarias y se reporto un retiro de cincuenta mil dólares de una cuenta en el extranjero.

Después de eso, Hoseok no podía ni siquiera tolerar la imagen de Taehyung en su cabeza. No soportaba verlo. Estaba tan molesto, decepcionado, roto. Y es que, Hoseok sabía la clase de omega al que le entregó el corazón. Durante el tiempo en el que salieron a escondidas, ambos estuvieron de acuerdo en tener una relación abierta. No es que lo aceptara gustoso pero ellos no tenían nada serio. Cuando se comprometieron, todo cambió. Estaban en una relación ahora, Taehyung debía respetar eso. Y, a pesar de su historial, el omega nunca le dio razones para dudar de él y desconfiar. Porque Kim Taehyung era un revoltoso más no un traidor.

Pero estaba equivocado.

Siempre estuvo equivocado.

La puerta de su oficina fue abierta y el ruido de un par de tacones lo sacó de sus pensamientos. Suran, quién supervisaba algunas asuntos de decoración de su proyecto con los Kim, se quedó hasta tarde trabajando y se sorprendió al ver que la luz de la oficina de Hoseok seguía encendida. Ya llevaba dos semanas así.

-¿Que ha pasado, Hoseok? -La suave voz de Suran se escuchaba preocupada. - Es casi media noche, ¿Por qué aún estás aquí? ¿Y cuánto whisky has bebido? ¡Tú no tienes tolerancia para el alcohol!

Hoseok se bebió la copa de un solo trago. El líquido quemando su garganta.

-Tenías razón. Todos ustedes tenían razón. -La voz del alfa sonaba más ronca y arrastraba algunas sílabas. -Fue mi culpa. El que mi corazón esté roto, no de nadie más.

Suran cerró la puerta y camino hacia él.

-¿Has discutido con Taehyung?

-¿Se puede realmente discutir con alguien que no te cuenta sus problemas?

-De acuerdo, empiezas a asustarme. Dime que ha pasado.

-Taehyung perdió a mi bebé.

Suran se llevó una mano al corazón, apenada. Conociendo a Hoseok y cuánto amaba a los cachorros la noticia debío haberlo destrozado.

-No sabía que estaba embarazado, lo lamento mucho. Pero no estés así, solecito. Pueden volverlo a intentar.

-¡No lo estás entendiendo!-Grito, enfurecido, sin poderse controlar. -¡Lo perdió hace dos años cuanto se acostó con otro alfa! ¡Mientras estaba comprometido conmigo! Estuvo con alguien más mientras llevaba a mi bebé, mientras cargaba mi maldito anillo en su dedo... Yo lo amo con toda el alma pero él solo... Taehyung solo... pisotea mi amor.

La omega no supo que hacer al ver que Hoseok empezó a llorar. Era un llanto de cólera y amargura tan fuerte que incluso en el aroma del alfa se podía sentir un toque terroso, denso.

-Hoseok, no sé qué decir...

-Y ahora, ese imbecil con el que se acostó lo está chantajeando y no confía en mí para decirme la verdad. Esta pasando por todo ese dolor y esa culpa el solo. -Hoseok estaba tan destrozado que una parte de él se moría lentamente. -El nunca me ha considerado su alfa. Y esa es la verdad.

Suran quiso llorar por ver a su amigo en aquel estado. No habría palabras para tranquilizarlo y sintió mucha pena y enojo hacia ese maldito omega traicionero. Kim Taehyung era como la mala hierba del jardín que solo servía para destruir las flores y que era una plaga que debía ser eliminada.

-¿Y que te ha dicho? ¿Cómo si ha justificado ahora?

-No sabe que lo descubrí.

-¿Y vas a decírselo?

-No. -El alfa apretó los dientes. -Voy a dejar que se hunda en sus mentiras hasta ver cuánto puede soportar.

-Tu no eres así, Hoseok. -Suran estaba consternada. -Si como dices, lo están chantajeando, no puedes permitirlo. Esto va más allá de cualquier enojo que sientas. Se trata de su seguridad. ¡Es peligroso para Taehyung! Los tipos como esos...

-¿Crees que me siento bien al hacerle eso? Quiero ir a su lado y protegerlo, lo amo a pesar de todo y me odio por eso. Pero estoy harto de ser siempre quien entrega confianza sin ser retribuido. Esta vez no lo voy a rescatar. Si Taehyung quiere mi ayuda tendrá que asumir la responsabilidad de lo que hizo y pedir perdón.

-Taehyung no me agrada pero, ¿cómo vas a exigirle algo así cuando tu, más que nadie, lo has hecho el irresponsable que es ahora?

-Ese fue mi mayor error, siempre supe que Taehyung era un malcriado y un consentido pero nunca pensé que fuera malicioso. Yo siempre lo vi inocente, ¿Sabes? Para mi, todo lo que hacía, era sin intención de lastimar a nadie. El simplemente es así, no mide las consecuencias, eso es lo que siempre me dije, como siempre lo justifique. -El alfa negó con la cabeza. -Pero el sabía lo que hacía mientras me engañaba, me ve a los ojos y miente al decirme que me ama. Al ocultarme todo esto.

La omega hizo la pregunta más importante.

-¿Y aún vas a casarte con él?

-No lo sé...-Estaba tan comprometido con Taehyung que su rompimiento vendría a destrozar no sólo su vida privada, sino también, la relación de negocios que tenía con él Grupo Kim.-¿Sabes cuál es la ironía de todo esto? Taehyung a buscado una solución para romper el compromiso por años y ahora que la tiene no la usa. ¿Por qué?

-Quizás ahora se dio cuenta de que te ama y no te lo ha dicho porque sabe que te perderá en cuanto lo sepas.

-Taehyung no ama a nadie más que así mismo. Y nunca lo hará.

-Mira, sabes que yo no soy su mayor fan, nunca me ha caído bien. Pero debes hablar con él, exigele que te diga la verdad. Al menos para calmarte a ti mismo.

-Perdió a mi bebé, Suran. -Hoseok aún no podía sacarse eso de la mente. -Y de la forma más denigrante...

Ahora tenía claras dos cosas: el omega vanidoso y caprichoso al que adoraba desapareció en cuanto supo la verdad, y la pérdida de su hijo es algo que jamás le iba a perdonarle. Kim Taehyung era un alma libre, si, pero debió tener en claro que, por mucho que quieras hacer las cosas a tu manera, siempre habrá gente a tu alrededor que se verá afectada por las consecuencias de tus actos. Porque eso es lo normal cuando tienes personas que te quieren y te apoyan, no puedes ir por la vida lastimando a los demás y no dando una mierda por ellos.

Conociendo a Taehyung ahora debía estar asustado pero totalmente convencido de que podría solucionar las cosas él solo. Porque el omega era así, independiente para las cosas que le convenían. No confiaría en el alfa que tenía a su lado para nada, porque aún no entendía lo que ser una pareja significa, estar juntos en las buenas y en las malas. Su emparejamiento también sería así, ahora veía todo con claridad.

Y que bueno que lo hizo a tiempo.

-Solo le voy a dar tiempo.-Hoseok tomó su decisión. -Si me dice la verdad, a pesar de todo, será una señal de que sus cambios fueron honestos. Taehyung le tiene fobia a aceptar sus errores, que confíe en mi me dirá si esta dispuesto a luchar por nosotros. Si realmente me ama. Pero si no lo hace y todo se sale de control, no voy a poner mis manos al fuego por él. Todo se habrá terminado.

-¿Cómo es que sigues pensando en darle una oportunidad? A veces me pregunto si eres muy bueno o muy estúpido.

-A pesar de todo yo siempre lo he amado. -Hoseok apretó los dientes. -Por mucho que me duela.

Pero había algo diferente esta vez.

En el fondo, en su alma, había algo que le decía a su lobo que las cosas habían terminado.

Y Hoseok empezó a prepararse para decirle adiós a todo el desastre que era Kim Taehyung.

¿Cuánto amor podías dar lastimándote a ti mismo? Antes habria dicho que el número era infinito. Ahora sabía que todo tenía un límite.

Y él ya se lo había dado todo a ese omega.

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