Capítulo 15: Llegada caótica

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HIJOS DE LA NOCHE

HIJO DE LAS ESTRELLAS

CAPÍTULO 15: LLEGADA CAÓTICA

A la mañana siguiente, James y yo nos despertamos antes que el resto para hacer el mandado. Durante la noche anterior, nos acabamos gran parte de lo que compramos días atrás y, tomando en cuenta la próxima visita de otro clan, necesitaríamos más comida. Entre los tres clanes y Karlav, éramos veinte personas.

Le dejamos una notita a Dean y TaeYang, los madrugadores de los Sallow, para que ellos nos ayudaran a organizar el jardín con todas las sillas y mesas necesarias. También les pedimos que comprobaran el estado húmedo de las flores de Hayden y Aylan, por si llegaban a necesitar agua.

Decidimos que el mejor menú para todos sería chilaquiles verdes con pollo, quiche de salmón y club sándwich con chipotle, para que cada uno pudiera escoger; de igual forma, para el postre habría crepas francesas al estilo Richards (como Aimée nos enseñó a hacerlas) y un panqué marmoleado. Apenas llegáramos, pondríamos a todos a cocinar. Las reuniones, al menos con mi familia, siempre eran con platillos de a montones. Ryuu y Víctor aprendieron casi todo de nosotros (y de Ethan, por supuesto).

—¿Deberíamos de decirles al resto de clanes que vengan? —Me preguntó James, regresando de la mano a casa—. Sé que no somos tan cercanos y que ellos, a su vez, tienen sus "preferencias", pero no me gustaría que se prestara a un malentendido.

—Se los diremos durante "el Baile de los Muertos" —respondí.

Es una festividad que se hace cada año, a inicios de noviembre, en honor a los vampiros y demonios que ya no están con nosotros por decidir reiniciar sus vidas, similar al Día de Muertos o Noche de Brujas, aunque más formal. La gente de cada territorio hace fiestas en las afueras de sus construcciones más antiguas, visten sus mejores galas, comen muchísimo y bailan sobre los restos de polvo que dejaron sus difuntos cuando desaparecieron sus cuerpos.

—Ahorita todos están ocupados en diferentes cosas, ¿lo olvidas? —Algunos cuidaban a sus miembros recién convertidos, otros estaban en búsqueda de sus nuevos integrantes y otros no hacían nada, aparte de viajar por el mundo humano para conocer más de él—. No te preocupes, lo entenderán. ¡En especial Marco! Ya ves que se volvió cercano a Iris esta última mitad de siglo.

Aun si James no pareció del todo seguro, pues no quería generar controversia, sabía que no mentí con que el resto comprendería. Nosotros también éramos los "últimos" en enterarnos de algunas cosas. Eso no nos hacía menos importantes para ellos.

Caminamos un par de calles más en silencio. Los árboles nos cubrieron del Sol matutino y compartimos una botella de agua que rellené antes de salir para evitar un golpe de calor.

Al llegar a casa, saludamos a los vecinos y les pedimos disculpas por el ruido nocturno... Y por el actual también, ya que desde afuera se oyeron las voces de algunos queriendo organizarse. Se callaron apenas percibieron nuestras presencias a las afueras de la residencia.

A pesar de que me preparé para ver un desorden y llorar porque no lograron ponerse de acuerdo, me sorprendí al hallar la mayoría de las cosas necesarias siendo llevadas al exterior por TaeYang, Ethan, Hikaru y Ryuu. Su disputa fue, al parecer, porque no pudieron elegir de forma civilizada el color de los manteles. YoungSoo quería verde; Karlav, rojo... Y era mi mejor amigo el único que se daba el lujo de hacerle un berrinche al rey.

Logré mantenerme firme ante sus miradas apenadas, en especial la de Karlav siendo atrapado con una actitud un tanto infantil, y les ordené que no usarán ninguno de esos colores porque no nos encontrábamos en invierno, como para usar siquiera las tonalidades oscuras que sacaron; en cambio, les pedí lila y blanco. No se negaron.

Con eso resuelto, Chase se ocupó de escoger la música y Dean de acomodar de forma linda las servilletas, platos, vasos y demás. El resto entramos a la cocina para, aparte de apurarnos, mantener ocupada la cabeza de Iris con algo nuevo.

La noté mucho más positiva que el día anterior, eso me animó de igual forma. Como cualquier persona, parecía que pasaría por altos y bajos todavía, así que me pareció gratificante que las historias le hayan servido para que se pusiera más contenta, por lo menos durante ese rato; luego, con nuestra noticia, no cabría de la felicidad. De todas formas, le recordaría más adelante lo del psicólogo.

Víctor se puso manos a la obra con los chilaquiles, James le dictó a mi prima las instrucciones del club sándwich, él hizo el quiche en compañía de Aira, Ethan preparó los jugos cuando se desocupó y yo me dediqué a los postres. Por lo menos los Calligaris tuvieron la decencia de avisarle a YoungSoo la hora de su llegada junto a su confirmación.

—¿Qué tal dormiste? —Le pregunté a Chase en lo que preparaba la masa.

Él produjo un curioso titubeo y alzó la mirada de su celular, desde donde estuvo haciendo la lista de canciones para reproducirlas con su bocina más tarde. Le eché un vistazo de reojo desde la barra para comprobar si su aspecto era el de un muerto viviente, como oí que dramatizó antes de acostarse, y confirmé que lucía como si hubiera dormido hasta tarde.

—No apareció en mi sueño —respondió, sabiendo a su vez a lo que quería llegar con mi duda—. A veces está, a veces no.

» Creo que, al no presentarse, significa que ha estado bien. Tomando en cuenta lo que Aira dijo anoche sobre que lo vio mucho mejor la última vez, quizá eso quiere decir que sus últimas apariciones han sido por recaídas en las que lo único que quiere es hablar con alguien.

Le hice saber que lo sabía con una sonrisita y lo vi entornar los ojos, entre molesto y arrepentido por no medir sus palabras. Dejó su teléfono sobre el sofá, caminó hacia nosotros y se sentó en uno de los banquillos altos afuera de la barra para "supervisarnos".

—Debe sentirse culpable por depender ahora de mis tíos y de mamá —comentó Aira—. No me tiene a mí, Asher le dio la espalda y tampoco es como que tenga muchísimos amigos cercanos a los cuales acudir.

Sabiendo la discusión que tuvimos con Chase, ella actuó con la madurez suficiente de decir que su amigo tenía sus razones para reaccionar de esa forma; aun así, no ocultó la incomodidad de también sentir su explosividad al expresarse, misma sensación que incrementó al haber relacionado todo con su primo, sin darse cuenta.

—Debe sentirse solo, como dijo Scorps anoche —Iris usaba, al igual que todos los Ainsworth y el rey, ropa que habían dejado tiempo atrás en las habitaciones que frecuentaban en nuestra casa. Ryuu le compartió a Aira—. Debido a la pelea que tuvieron, no quise admitir que estaba de acuerdo. Es muy triste que haya confiado en una figura que, para él, su cabeza tuvo que haber creado.

—Tampoco quiero que se lo imaginen como alguien demasiado introvertido —su prima intervino muy rápido, metiendo su masa a uno de los hornos. Yo la imité con el panqué—. O, bueno... —Divagó, como si no estuviera del todo segura—. Creo que se guía más por las impresiones de las personas. Puede hablar con alguien al instante, así como también puede ser muy precavido y guardar su distancia.

El Spinster pareció pensárselo un poco, tal vez tratando de hacerse una idea de cómo podría ser. A los pocos segundos, desertó y estiró la mano para probar la mermelada de frutos rojos que preparé para las crepas. No lo regañé porque, de entre todos, era el que mejor paladar poseía.

Me sonrió y se puso de pie, de nuevo, para entrar con nosotros y ayudarnos. Él fue el mejor aprendiz de Aimée, así que le permití hacer lo que quisiera con el relleno de las crepas e ignoré que le echó queso crema al relleno de una. Yo prefería las frutas y el chocolate.

Una vez estuvimos todos ocupados en nuestras respectivas tareas, nos mantuvimos en silencio hasta que fuimos acabando una a una. Primero, fueron los de decoración, y después los de cocina. Justo cuando acabamos de servir todo en grandes refractarios de vidrio y platos bonitos, el trinar del ave fénix de Iris y el del búho de Ethan nos alertaron de la llegada de los Calligaris.

Unos nos quitamos los delantales y otros dejaron los platos recién lavados en el fregadero para que se secaran, antes de dirigirnos hacia la puerta con el propósito de abrirla; no obstante, Lesath fue más rápido y la azotó contra la pared, haciendo vibrar el vidrio de su pequeña ventana a causa del estruendo. James siseó por el sonido, siendo de los oídos más delicados.

Nuestro amigo rio, apenado, y nos estiró sus brazos llenos de bolsas de regalos para que pudiéramos recibirlo como era debido. El resto de la familia no tardó en asomarse detrás de él, sonriendo y mostrando que trajeron algunas vasijas con avena y pastelitos que tuvieron que haber sido idea de Lizzy.

—¡Buenos días, familia! —Finn fue el que apartó al grandulón de su esposo para hacer espacio y que los demás pudieran entrar antes de morir por el calor. Acababan de llegar gracias al poder de otro demonio y ya estaban sudando.

Karlav fue el primero que se acercó a abrazar al fundador. Nosotros lo imitamos a los instantes con todos los Calligaris sobrantes. Hacía varios meses que no nos topábamos por ahí, así que fue muy agradable habernos visto.

—Aquí tienes tu café. ¿Podrías dejar de joderme con eso de nuevo, por favor? —Oí el "cálido" saludo de mi mejor amigo con su hermano.

—YoungJin, corazón de melón, por favor —el patético apodo que le puso Lesath nos hizo carcajear a todos, en especial porque Finn odiaba su nombre real y los sobrenombres tontos—. No seas tan agresivo con uno de los anfitriones o nos echará sin haber desayunado y sabes que tenemos hambre.

Por otro lado, yacían los Spinster. Ellos eran hermanos más tranquilos y unían al abrazo a todos los que pudieran, casi siempre Demian, Elizabeth, HyunSeok y, si se encontraba presente, a Anne.

—¿Tus sueños se detuvieron, cheese? —Nunca supimos por qué Matty le nombró de esa forma—. Estuve investigando las posibles causas durante las últimas semanas...

—En verdad, no soltaba libros de "medicina para la mente" y esas cosas. ¡Lo hubieras visto! —La risa de Hyun era ruidosa y tan expresiva como él en su arte—. Jamás lo vi leer tanto como en estos días.

—Creo que estoy mucho mejor, sí. Ahora, a diferencia de las otras veces, quiero verlo.

Sonreí un poco y decidí no escuchar nada más. No era algo de mi incumbencia.

Lizzy corrió hacia mí apenas me vio de pie y sin hacer nada, después de haber saludado a la gran mayoría que no estaba ocupado en medio de abrazos y extensos saludos. Incluso Alyssum, la ruidosa Alyssum, se ganó la completa atención de James.

—¡Sigues tan alto! ¿Cómo es posible que no logre alcanzarte? Como y duermo lo suficiente, ¡eres un titán! —Su voz era chillona y todo lo contrario a mi esposo. Eran un dueto muy curioso y entretenido, sin duda alguna—. Traje algunos regalitos para Scorps y para ti. Sabes que no tengo pareja, ¡y ustedes son una!, así que es justo y necesario que me informes sobre la salud sexual, cuando llegue el momento —Karlav huyó de la mirada desesperada de James—. En mi último viaje, vi estos condones que brillan en la oscuridad...

De nuevo, dejé de escuchar. En esa ocasión, porque no quise resultar traumatizado, como mi pobre esposo.

Abracé con fuerza a Elizabeth Bennett, una de las mujeres demonio en las que más confiaba y admiraba por su gran paciencia con Midnight Pleasure. Si yo hubiera tenido su mismo trabajo desde tan joven, me habría vuelto loco, sin importar que los Spinster fueran mucho más tranquilos que los Hwang.

Iba vestida con un mono beige, una camiseta con girasoles bordados y tenis muy cómodos. Siempre adoré su estilo de vestir, una unión de sencillez y femineidad exquisita que nunca envejecía. Además, olía a ositos de gomita.

—Ansiaba tanto verte —sus abrazos eran reconfortantes y su sonrisa bellísima. A lo mejor, desde siglos atrás, puede que haya encontrado en ella la imagen materna que necesité, aun si nos llevábamos nada más unos años—. Demian y yo no podíamos contener más la noticia, ¡no sabes la cantidad de veces en las que estuvo a punto de decirlo! Me va a volver loca algún día.

Miré con el ceño fruncido al mencionado, quien se detuvo a medio camino de ida a saludarme también. Alzó los brazos con cuidado y se sonrojó. La pareja Avery Bennett eran las únicas personas que conocían todos los detalles de la noticia, así que les pedimos exclusivo cuidado de no divulgar nada con nadie, ni siquiera con los fundadores.

—Sabes que soy muy malo con las sorpresas —se defendió. Su cabello era negro, tenía flequillo, labios rellenos y, en esa ocasión, llevó un moño en la cabeza—, pero vengo preparado para todo —agregó a la par en que me acerqué a abrazarlo, derrotado.

Por supuesto que no podía enojarme con él. Sus ojitos de cachorro podían con todos.

—El moño debería de tenerlo Lizzy, ¿no crees? —Él rio, encogiéndose de hombros.

—¿¡Cómo que ellos sí saben de la noticia, Scorpius Lythrum Sallow Ainsworth!? —Gritó mi mejor amigo, quien casi deja caer la bolsa de café que recién le regaló su hermano y el mismo que sí se mantuvo oyendo conversaciones ajenas. Era todo un chismoso.

—¿¡Qué!? —Lo imitó mi prima, haciéndome suspirar. ¿Por qué me tocaba lidiar con los más desesperados? ¿Era porque me casé con James, el mismo con el que siempre discutían por cualquier tontería?

Me limité a invitarlos al jardín, donde la mayoría de nuestros espíritus protectores nos esperaban con ansias de reunirse con el resto de la enorme familia. Ignoré a los chicos, aun resultando muy difícil, y oí a James reírse, sabiendo que yo no fui a ayudarlo con Alyssum para evitar un escándalo. Ahora tenía a dos de los peores detrás de mí. A veces extrañaba a la Iris tranquila, aunque ese día no le reprocharía nada.

Todos desayunamos entre risas y anécdotas de lo que estuvimos haciendo esos meses, el único momento de seriedad fue cuando nos tocó hablar sobre la muerte de Crystal y, posterior a ello, con las preguntas a mi prima sobre su bienestar después de haber perdido (temporalmente) a Hayden y Aylan.

—Fue un tirón horrible —Lesath confesó—. Nos tomó por sorpresa. ¡Y sabes que no soy alguien demasiado sensible a los lazos! Y que comprendo muy bien sobre el ciclo de reencarnación —al igual que Ryuu, la última carrera que cursó fue la de psicología y se especializó en los duelos que vivíamos los vampiros y demonios—. Fue un impacto muy fuerte. De un instante a otro, sentimos su coraje, miedo y desesperación... Y luego...

—Desapareció —Aira completó por él en un susurro muy quedito y jugando con su tenedor y los restos de lo que se sirvió de quiche.

Demian, quien se sentó entre ella y su esposa, no dudó en darle ánimos con un leve apretón en los hombros. Aira lo tranquilizó con una sonrisa un poco apenada y agradeció.

La charla tomó un rumbo un poco más movido de nuevo, cuando YoungSoo se puso a relatar todo lo que hicimos apenas llegamos a la casa durante la noche. Si bien era de los que más extrañaban a Crystal, igual era de los que menos soportaban ver a la gente triste, incluso él odiaba estar deprimido. Le quitaba horas vitales, según él.

—¿Sabían que existen condones sabor whisky? Por Orión, ¡hasta hallé de tocino y pizza! ¡Puaj! —Alyssum nos contó sobre su "emocionante" aventura en una sex-shop, la primera que visitó.

—¡Colombia es precioso! —dijo Finn—. Viajar con Lesath fue un poco difícil porque ya saben cómo es, quiere ver todo y apenas duerme —y, aun así, nos platicó con lujo de detalles todo lo que hicieron con una enorme sonrisa mientras sujetaba la mano de su esposo por debajo de la mesa.

—HyunSeok y yo hicimos una apuesta en donde el que hiciera mejor el trabajo del otro le ordenaría al perdedor por una semana, así que yo trabajé con arena y él hizo una canción —el esposo de Matthew ganó por mucho esa apuesta.

—¡Estoy tan nervioso, digan ya lo que se han estado guardando! —Demian no tenía conexión directa con nuestra noticia; sin embargo, su esposa era parte de ella y eso lo volvió parte importante del gran paso que preparábamos dar James y yo.

Todos nos habíamos llenado de toda la deliciosa comida para ese punto y los menores de los Ainsworth fueron los que se ofrecieron en juntar todo lo sucio para lavarlo. Los esperamos para que no faltara nadie y tomé la mano de mi esposo y la de Lizzy, quien quedó entre Demian y yo.

Todos sabían que tarde o temprano sucedería.

James y yo éramos tradicionales y cursis, como tanto fuimos acusados durante la velada. Compartir algo así con todas las personas que queríamos nos hacía feliz, en especial porque contábamos con el apoyo directo de los Avery.

Anoche —comencé, paseando la mirada entre los presentes. Mi corazón dio un saltito de la emoción cada que me encontré con uno de mis integrantes—, YoungSoo me dijo que se percató del movimiento de nuestros lazos durante las últimas semanas. Casi tembló por la incertidumbre, por el miedo de tener otra mala noticia, después de haber pasado por una racha tan... Desfavorecedora —él se sonrojó por haber sido expuesto de esa forma—. Le dije que todo está bien. Que todos estamos bien.

Anoche —repitió James. Su mano envolvió la mía y sentí el tatuaje del dragón picar por la emotividad—, mientras nos hundíamos en agradables y amargos recuerdos, obtuvimos un par de respuestas que estuvimos buscando durante meses. Surgió la posibilidad de haber encontrado el causante de los sueños de Chase y, omitiendo a que al comienzo fue un completo imbécil —su hermano menor lo regañó, haciendo reír bajito a algunos—, antes de irse a dormir pareció tener una mejor percepción del panorama.

Estuve a nada de volver a hablar, cuando Iris se puso de pie y me interrumpió para anunciar lo mismo que pensé.

Anoche —volvió a decir, caminando al encuentro de Aira. Puso sus manos sobre los hombros de la muchacha y sonrió—, tuvimos la evolución de nuestra segunda Lawson y, pese al miedo, hemos podido lograrlo juntas —la mencionada apretó las manos de su líder y también sonrió.

Aún no conocíamos su poder. Ya habría tiempo de eso después.

Anoche —proseguí—, contamos nuestro pasado. Reímos, nos entristecimos y volvimos a revivir esas mariposas en el estómago que sentimos la primera vez que tuvimos algo especial. Tambor y yo decidimos abrirnos a ustedes y contarles las primeras impresiones que tuvimos del otro, de lo que nos tocó vivir antes de casarnos y la razón de nuestra primera discusión —en el caso de los Calligaris, fue YoungSoo, quien resumió todo—. Y ahora les venimos a decir la razón por la cual hicimos todo eso.

—Al fin —Chase se quejó en voz baja.

—Hemos decidido tener un hijo —comenté con una sonrisa y, antes de dejarles procesar la información, repetí la información—. Tenerlo. Hablamos con Lizzy —su esposo fingió un pequeño ataque de tos— y Demian —la tos se disipó. Era muy dramático, igual que gran parte de los hombres de la familia— y acordamos que nos ayudarán prestándonos su vientre, a cambio de hacernos cargo de todos los gastos, claro.

Los demonios eran los únicos que podían tener hijos. Los vampiros, en cambio, era como si hubiésemos pasado por una operación donde no pudiéramos debido al atrofiamiento de algunos órganos, por más intentos que hiciéramos.

Nuestros amigos y familia se quedaron callados, procesando por completo que, en efecto, sus bromas resultaron ser ciertas y tendríamos muy pronto a un pequeño entre nosotros. Algunos eran más afines a los niños que otros, claro, lo sabíamos en especial con Chase porque su paciencia era finita; no obstante, él fue el primero en hablar.

—Es obvio que yo seré el tío favorito —alardeó, ganándose la discusión que YoungSoo e Iris estaban pensando tener—. Soy un músico, así que soy mejor.

—¡Habló el hater número uno de los bebés! —Lo acusó su hermano.

—Ese bebé tendrá genes de James y la reina. Dime, ¿qué caos podría hacer? —Estaba en los cierto. Alyssum tampoco fue muy inquieta, según nos contaban los May.

—¡No le pongas el horrible apellido Miracle, por favor! Hwang es más lindo.

—¡Hasta crees que le pondrá nuestro apellido a su hijo! —Finn carcajeó. Él, a diferencia de YoungSoo, se comenzó a llevar un poco mejor con James al paso de los siglos.

—Será un Sallow Mun —respondí. Preferíamos el apellido de la reina y tener cierta relación con Karlav, que el bebé estuviera emparentado a Dirk. Tal y como Tambor dijo durante los relatos, era un apellido feo, se le vea por donde se le vea.

—¡Haré el Baby Shower!

Iris, Alyssum y Lizzy se comenzaron a pelear sobre quién sería la madrina.

—¡Yo les haré ropa para que los tres se vistan iguales en el Día Mágico!

—¡Hikaru, eso es muy cursi!

Intercambié la mirada con Lizzy, Demian y James antes de reír junto a ellos. Pedirle ayuda a ese par fue lo mejor que pudimos hacer. De cajón, preferimos mil veces confiar algo así en alguien que ya conocíamos. Además, el demonio recibió la promesa de su esposa de que, si no sufría tanto en el embarazo, pensaría en ampliar los apellidos Avery Bennett.

—¿Cuándo planean hacer todo eso? —Ethan preguntó. Él y mi prima no estaban interesados ni siquiera en adoptar por el momento y Ryuu y Víctor se consideraban muy explosivos, como para cuidar a un pequeñín—. Porque se mudarán a Colombres a inicios del próximo año, ¿no?

—Al finalizar la misión de las quimeras —James besó mi sien y me abrazó por la cintura, aún sentados. Ver a todos entusiasmados por el "notición" nos alegró mucho y nuestros lazos se anudaron y desanudaron con los del resto del clan—. Nos regresaremos a Anemoi lo más pronto posible y, durante los nueve meses, rentaremos la casa de enfrente para que estos dos estén cerca en caso de emergencias.

—¡Más respeto, por favor! —Exigió Demian—. Será como un sobrino para mí y si Chase planea ser el tío favorito, entonces eso me deja en una posición muy importante en su vida también porque, por obvias razones, su banda favorita será Midnight Pleasure y yo seré su miembro favorito.

Por unas horas, me olvidé por completo de la mudanza.

Al final, tuve que recordarla, de mala gana, por ser trabajo. Las responsabilidades siempre taladran en la mente de uno cuando menos se desea.

—¡No olvides que aún debemos de ir con Cepheus! —Iris me recordó también.

Suspiré. Desde noviembre del año pasado que no lo veía.

Tendríamos un fin de año un poco pesado. 

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