Capítulo 24: ¿Problemas resueltos en serie...?

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El continuo sentimiento de nunca acabar era intenso. Perenne, se consideraba a aquello, no sabía por qué aquella emoción no parecía tener fin, pero le resultaba gratificante... ¿Era así?

—Y nuevamente, me doy cuenta de la bestia que puedo llegar a ser... Mucho más si estoy cerca de ti.

Menciona nuestro querido peli-morado una vez sus palabras se escuchan reflejadas con sus ademanes, encima del gran escenario, intentaba que su voz resonará por todo el lugar, yace vacío, solamente estaban él y la inquietud de que alguien llegara y se diera cuenta de lo que practicaba.

Nuestro destino continua...

—Tú eres mi reina, majestad. Entonces, cuando ya tenga hasta lo último de ti; tu corazón, tu reino y hasta el último centímetro de tu cuerpo, solo ahí, seré capaz de conceder tu gran anhelo —Inconscientemente al acoplarse a las palabras de su personaje una media sonrisa surcó su rostro, aparentando cinismo—. Porque eso es lo que más deseas... ¿Cierto?

Suspiró cuando tomó una pausa, y gruñendo una serie de reclamos por debajo, levantó el guión que sostenía para releer nuevamente la parte en dónde iban, ya casi estando en el punto cumbre de la obra, la respuesta de la decisión final de la protagonista tenía que ocasionarle una reacción de lo más turbador y, personalmente, no sabía cómo lograr eso ¿Qué haría? Hasta ahora sentía que lo había actuado todo mal.

—Bravo, está muy bien logrado —Escuchó una serie de aplausos viniendo de la entrada del auditorio. Bonnie llevó su vista a aquella dirección para encontrarse con aquella esmeralda mirada que lo capturaba con entusiasmo—. Estoy seguro de que sabiendo el contexto como tal se sentirá mucho más firme tu actuación.

El mayor soltó un chasquido con la legua y negó un par de veces.

—Con o sin contexto, da lo mismo, igualmente se escuchará y verá soso por el simple hecho de que esto no es lo mío —Agrega, limitándose a alzar los hombros y restarle importancia, tanto a la idea general de la obra como de la presencia de aquella "entidad" de piel gris que tenía cerca—. No hay que ser un crítico experto en dramas para decirlo. Da lo mismo.

—Ja, siendo sincero, no esperaba que fueses tan duro contigo al respecto —Habla Bon nuevamente, avanzando por el camino, descendiendo hasta llegar a las escaleras de la tarima, sin esperar mucho, subió de nueva cuenta al escenario, siendo los únicos dos sobre este, el peli-morado arqueó una ceja con duda al notar aquella acción—. Porque yo lo único que notaba era como desbordaban tus sentidos con cada palabra que decías ¿Así se tiene que ver una buena actuación? Claro que sí, después de todo lo hiciste con mucha emoción.

No tiene fin...

—... ¿Te resultó emocionante? —Dijo, tras una breve pausa, giró su mirada cubierta con sus enormes gafas para notar cómo, el menor, poco a poco se acercaba al punto en donde esté se encontraba. Sin pedir permiso alguno lo tomó del brazo, provocando que su blanca piel se erizara a pesar de estar cubierta, alzó la mirada para notar como él le dedicaba una sonrisa enternecedora, y los resonantes latidos de su corazón no lo dejaron pensar con claridad—. No hagas eso.

—¿Eso qué? —Cuestiona de la manera más inocente, Bonnie frunce el ceño dispuesto a desviar la mirada del contrario, sin embargo, este capta su presencia al quitarle aquellas gafas que cubrían lo que consideraba su más grande debilidad, las tiró al suelo, sin reparo, eso lo alteró completamente. Allí estaba, sorprendido, totalmente expuesto a la inspección vista del menor, tragó grueso y una leve punzada se acentuó el su frente—. ¿Estás seguro de que no quieres que haga nada?

—No...

Dice una vez siente como la inquietud se apodera de él, después de mucho tiempo volvía a recordar la sensación que había manifestado aquella vez que se encontró con su contrario por primera vez. Asfixiante, perturbadora y... Dolorosa... ¿Cómo era posible que aquel cálido tono le estuviese provocando tan desagradables sensaciones?

Es incesante...

—No... —Volvió a decir, pero esta vez mucho más bajo. Bon afirma el agarré que mantiene y Bonnie se sobresalta. Rápidamente nuestro protagonista observa a su alrededor, ¿Por qué sentía que la mirada del contrario lo juzgaba? Era lo único que se le venía a la cabeza tras mirarle. Notó como su panorámico alrededor se encontraba completamente gris, tonalidades de grises eran todo lo que pintaban, algunas claras, otras oscuras, pero, el cabello turquesa del menor y sobre todo, la mirada esmeralda, de aquel verde brillante, lo deslumbraba y atormentaban por completo, simplemente...—. No lo entiendo.

Bon sonrió de medio lado al escucharlo y, con su mano libre sostuvo el rostro del peli-morado, acariciando levemente su mejilla, lo obligó a mirarlo sin ejercer mucha presión.

—¿Qué no entiendes?

Bonnie miró a los lados fugazmente y se concentró por milésimas en las manos del menor, aquellas que nunca había visto conectado por un hilo de algún tono siquiera al destino de otra persona.

—Porqué contigo no funciona.

Bonnie lo observa directamente tras decir aquello y nota la confusión en él tras mencionarlo.

—Enserio, sigo sin saber de qué estamos hablando.

Dejando de sentirse tan rígido exhala con fuerza, lleva su mano a la del menor la cuál seguía sosteniendo su mejilla.

—¿Por qué tú no lo tienes?

Sintió como poco a poco, el pinchazo en su frente se acentuaba hasta el punto de sentirlo en el centro de su cráneo, insistentemente, como si algo quisiera romperle para salir y nunca más estar encerrado en su cabeza. El de cabellera turquesa sonrió ligeramente y lo acerca hacia su rostro.

—¿No tengo qué? —Pregunta, en un leve susurro.

—... Amor.

Perpetuo...

—¿Uh? ¿Amor? —Suelta una risa, que más que divertida se le hizo melancólica... ¿Por qué?—. Claro que tengo eso —asegura, entre susurros, ve como el contrario niega intentando decir que no se refería aquello.

—No, hablo de ese amor —Niega en su sitio, sin apartarse del contacto del más alto—. Esa conexión que anhelas amar ¿Por qué si la deseas tanto no la tienes tú precisamente? ¿De verdad parece que la necesitas tan siquiera?

Bon se abstiene de seguir acercándose para soltar otra trivial risa, apretó los labios y tras terminar, sonrió.

—Eres tan ingenuo, Bonnie.

—¿Pero qué dices? —Sintió como él acarició su labio inferior con su pulgar, lo remarcaba con sutileza. Bon le miraba de manera penetrarte, sentía que observaba cada rincón de su alma, y nunca jamás imaginó sentirse tan expuesto con él.

—¿Es una condena o una bendición? Responde.

—¿Eh?

Se acercó, y de igual manera, la agonía que sintió se sintió aún más intensa.

—Tu destino no está enlazado a nadie ¿Hay algo más que explicar sobre eso? ¿Por qué te molestas en pensarlo tanto?

—Pero...

No pudo continuar porque la nariz del contrario acarició la propia en un leve movimiento, lo reconfortó y de igual manera, lo agobió. Retrocedió un poco en el escenario, siendo seguido por los pasos del menor.

—Las acciones, todas ellas, no parece que están escritas, pero es así... Tú las quieres dirigir a pesar de todo ¿Crees que lo logras? ¿Qué más quieres? Estas bendito, esa es tu condena, acéptala.

Un efecto sempiterno.

—¿Entonces tú qué...?

No pudo concluir aquella oración pues sintió el ligero roce de los labios del menor sobre los propios, un cálido y ligero sentimiento se apropió de sus sentidos y lo reconfortó, se sintió mareado al notar luego como la punzada en su cabeza desapareció de golpe y sin más, despertó.

—¡Ujum! Bonnie Valentine.

—¿Ah? ¿Uh?—Se preguntó a sí mismo, sin comprender lo que acontecía a su alrededor, observó a su profesora de pie frente al pizarrón—. Eh ¡Presente!

—Joven Valentine, no estamos pasando lista, eso ya fue hace un buen rato. Andamos resolviendo los ejercicios —Con la tiza le da ligeros toques a la pizarra con una cara de desgano—. Cómo se nota que ha estado consciente en clase.

Sus compañeros comenzaron a soltar unas muy mal disimuladas carcajadas al escucharlo, rápidamente regresó la mirada hacia su docente que había estado escribiendo algo en la pizarra sobre las ecuaciones factoriales de segundo grado y sus funciones, en un punto de la ecuación se notaba que faltaba una respuesta final a todo aquello, y no sabía que pensar puesto que todavía se encontraba con una pequeño shock mental.

—Se rechaza la solución negativa y... ¿X es igual a tres?

La profesora lo miró sorprendida y procedió a escribir la respuesta en el pizarrón, dejando de lado el acontecimiento todos los demás en el aula quedaron en silencio tras esto, pues, así ya no era tan divertido.

Una vez Bonnie sintió que podía pensar con claridad prestó atención a su alrededor, intentado conciliar que esta vez sí se trataba del mundo real. Los miró como normalmente lo haría, debido a los acontecimientos de la noche pasada gran mayoría de sus compañeros no habían asistido aquel día. Volteó la mirada para encontrarse al pelirrojo recostado en su asiento, con las manos en ambos bolsillos asintió para "felicitarlo" por haber respondido correctamente. Regresó la mirada a su asiento, y una vez de cerciorarse de su propia realidad su rostro adquirió un tono de lo más colorado posible.

¿¡Qué se suponía que había sido ese sueño!?

Con cada instante que pasaba meditando al respecto se daba cuenta de cómo poco a poco aquellos se habían vuelto y sentido mucho más realista e invasivos. De verdad nunca espero sentirse tan venerable con el menor, y lo peor de todo, es que a diferencia de la última vez casi no había puesto resistencia, como si de verdad estuviese añorando que algo pasara.

Y no, Bonnie jamás pensaría de esa manera sobre eso, él no estaba esperando nada, no quería recibir absolutamente nada, ¡Simplemente las situaciones que acontecieron lo dejaron con réplicas de pensamientos fuera de lugar! ¿Que había sido aquel inquietante acercamiento? ¿Qué había sido aquel perturbador sentir y aquella extraña aclaratoria?

¡Se estaba volviendo un lío!

Bonnie recorría los pasillos de la institución completamente solo, por alguna razón hoy como nunca Fox quiso reunirse con los de su club de audiovisuales para concentrarse en un proyecto que, según él, marcaría la historia de la HS haciéndolos quedar como el mejor club, puesto que como era uno de lo que más ameritaba presupuesto debido a los implementos, necesitaban ganárselo.

Nuestro protagonista gruñó una vez se acercó al pasillo que lo llevaría hasta la entrada del auditorio, pero al mirarlo lo único que le provocó al observar fue sorpresa.

—Oh, bien, amiguitos. Formen una fila desde aquí si quieren participar en el casting. Sí solo quieren ayudarnos de otra forma pónganse por aquí. Pasen al auditorio de esta manera —Habló Puppet, con una emoción contagiosa, habían cerca de cinco personas haciendo caso a lo que decía el albino... ¿Qué estaba pasando?—. ¡Oh, pequeñín! Te estábamos esperando. Entra de una vez toca organizarnos.

Sin pedir alguna explicación Bonnie hace caso a lo que le dice, para en encontrarse con la inusual situación de que, habían otros estudiantes a parte de los conocidos integrantes del "club de raros" Bonnie asciende por el pasillo libre de los asientos del escenario y observa como encima de este se encuentran varias alumnos, pero a decir verdad todos se veían relativamente jóvenes.

—Pero, señorita...

—¡No, no quiero que me digas nada! —Agrega en un dramático tono mientras pone el puño en su pecho, y lágrimas comienzan a surcar por su rostro—. Todo esto... ¡Todo esto es tu culpa!

—¡P-pero ya le dije que yo...! —Añade con nerviosismo.

—¡Que dije que te calles!

—¡Pero no me grites así que de verdad pienso que te enojaste conmigo!

—¡Eso ni siquiera era lo que tenias que decir!

Ambas parecieron salirse de escena, el jurado que se hallaba en los asientos y consistía de Chica, Cami, Mai y Lily observaban con distintas emociones lo que habían presenciado.

—Siguiente. —Es lo único que suelta Cami.

—¡Mira mis pelos! ¡Es una actuación digna de reconocimiento! —Comenta Mai.

—Oh, están dentro —Asegura Chica con una sonrisa.

—Ah... —Se expresa Lily luego de un rato procesando todo el asunto, acomoda su garganta y asiente ante las palabras de la rubia. Las muchachas se emocionan por aquella aceptación y dejan pasar al siguiente.

Bonnie parpadeó un par de veces sin creer lo que sus ojos estaban viendo, tal vez sí seguía dormido después de todo, no procesaba que hubiese estudiantes interesados en unirse al club de teatro.

—¡Oh, Bonnie! Llegaste justo a tiempo ¿Quieres ser parte del jurado?

Le pregunta la rubia con una alegría notable en su rostro, el nombrado arquea una ceja con duda y se escapa una risa irónica de los labios.

—¿Jurado? ¿Sí quieras estás juzgando a alguien aquí? —La sonrisa de la contraria se transforma inmediatamente en un infantil puchero, pues, tenía razón, pero no significa que no podían emocionarse un poquito—. ¿Qué es todo esto?

—¡Chispa! —Suelta la de larga cabellera albina, risueña. Chica asiente y le mira nuevamente—. Todos vienen por haber visto la obra de interacción, les encantó tanto que quieren intentar lo mismo.

—Aquí hay gente muy creativa —Atestigua ahora Lily, luego de no haber mencionado palabra desde que llegó y la obligaron a ser "jurado"—. Puedo decir con seguridad que si ya nos... Ah, que si ya se mantienen de esta manera, para el próximo año el club estará de vuelta en su etapa de oro.

Certifica con una sutil sonrisa. Bonnie observa cómo es que todas parecían genuinamente alegres por lo que sucedía y sí, no pudo evitar contagiarse de esa misma alegría, aunque intentó disimularla, solo asintió y suspirando con resignación, se dirigió a los asientos en donde estos se encuentran como otorgadores de la palabra final.

—Todos los nuevos son de primero, así que tienen que ser considerados con lo que hagan de ahora en adelante. Son sus líderes, sepan manejarlo, pues, tienen todo el derecho de irse sin que les afecte realmente —Expresa la peli-azul apuntando tanto a él, como a todo el grupo—. Ahora cargarán con la responsabilidad de que las cosas irán en serio, y si quieren ayuda de parte del consejo y de la preparatoria hagan un muy buen trabajo para que, el siguiente año, sigan manteniéndose aquí

Una aclaratoria, una alentadora aclaratoria fue lo que hizo sonreír a la mayoría, aquellos que simplemente asintieron por escuchar a la tesorera del consejo estudiantil y colega momentánea. Sabían que a partir de este instante las cosas tenían que mantenerse a flote, y estaban felices. Bonnie miró como todos se integraban en pequeñas conversaciones de presentación y pautas sobre lo que harían a partir de ahora, todo se sentía tan extrañamente inusual que lo traía un poco aturdido... ¿Tenía que estar feliz por esto? ¿Por qué se sentía tan acumulado?

Ver caras nuevas, nuevas conversaciones, todo a lo que ya se había estado acostumbrado. Tener que adaptarse de nueva cuenta con su entorno era lo que más le incordiaba y, de igual manera, se le hacía tan pero tan curioso... ¿Por qué sentía que quería conocer ese nuevo cambio? Sabía que a partir de ahora se le dificultaría aún más mantenerse al margen sobre lo que sentía acerca de sus ojos, pero era eso, una extraña curiosidad sobre saber lo que acontecerá a partir de ahora y cómo se acumulaba en su cabeza.

—Kon'nichiwa, genkidesuka?

Esa oración de tono dulce lo hizo erizar por completo en su sitio, sentía que ya había escuchado esa voz antes y sus latidos se aceleraron completamente. Ladeó ligeramente el rostro para encontrarse con aquella mirada verde manzana, de aquella joven de azabache y largo cabello atado en dos coletas. Lo miraba directamente y de forma divertida con una gran sonrisa, no pareció importarle la cercanía que había dado para decirle aquella frase, pero, aún así, Bonnie no se alejó de esta y permaneció quieto en su sitio, inmóvil.

—Te encontré.

—Esto... ¿Qué? —Se dice más para sí mismo cuando da unos pasos hacia atrás y la ve enderezarse—. ¿Tú quién eres?

—¡Oh! Mi error, sigo sin presentarme —Soltó una dulce risilla y acomodó su uniforme antes de extenderle la mano al mayor—. Mi nombre es Usagi BomBon, clase 1-B, tipo de sangre O. Es un placer volverte a ver, espero cuide de mí a partir de este momento en el que seremos compañeros de club.

—¿Volverme a ver? ¿Qué...? —Murmura para sí mismo mientras pestañea varias veces tras la exorbitante presentación de la menor, se veía jocosa y llena de alegría, le daba un aire completamente opuesto a lo que vendría siendo él en general. La chica le sonrió y se acercó un poco más, pudo distinguir sus obvios rasgos asiáticos y si mirada esmeralda examinarlo completamente. Se da cuenta luego de breves instantes de observación y sintió como se pudo pálido—. ¿Tú eras...?

—Tu Sailor, por supuesto.

Bonnie quedó estático al notar cómo, sin ser nada cohibida, acercó su mano para tocar los lentes de poca opacidad hacia su exterior, aquellos que sentía necesitar como si fuesen oxígeno. Sentía la intensa necesidad de salir corriendo en ese instante.

—Debo decir que no te quedan mal, aunque prefiero tu mirada al descubierto, con ese tipo de lentes llamas más la atención de lo que debería si no los tuviese —Asegura, alzando los hombros y restándole importancia a todo el tema, el contrario no dice nada y eso la deja intrigada, por lo que mira sus acciones de reojo—. Una mirada escarlata que logra observar más allá de tu alma, lo que deseas, lo que anhelas, compresión y amor, es algo que siempre voy a querer observar.

Sintió sus pupilas dilatarse al escuchar cada una de sus palabras por lo que inmediatamente la miró de frente, ella en su sitio sonrió y afirmó.

—Así me gusta, con decisión, justo como en el escenario. Espero que me mire así todo el tiempo que siga aquí, esa mirada podría enamorar a cualquiera.

Hablaba de forma risueña y con una actitud divertida. Bonnie no estaba prestándole atención a sus palabras ahora, solo razonaba una y otra vez en su cabeza la incógnita que le comenzaba a formar... ¿Qué tanto sabía esa chica? ¿Por qué era tan discreta con el tema y por qué actuaba como si lo que vio en aquel instante fuese de lo más común?

—¡Oh, vaya! Eres un chico tan tímido, no me lo habría pensado, me imaginé que era mucho más conversador, parecía serlo pero supongo que era parte del personaje. Me ha dejado hablar tanto rato que ya no sé si fue descortés ¿Lo fue? —Bonnie niega ligeramente y la ve soltar un suspiro aliviada, parece que si le había preocupado ser habladora—. Supongo que eso está bien.

—Este... ¿Por qué hablas tan formal? Es irritante —Alega y la pilla desprevenida, incluso pareció nerviosa pero lo disimuló rápidamente al negar varias veces.

—¿Formal? De esa manera impartimos respeto ¿No? ¿No es normal dirigirnos así hacia nuestros mayores? No sé si me estoy expresando bien, pero lo que sé es que es así... No he hablado mucho con los de tercero aquí pero...

—No, no lo hagas, apenas son dos años, no es la gran cosa, es sumamente incómodo para mí escuchar que me llames como si fuese un anciano —Ciertamente le irritaba aquello, lo cual era sumamente irónico si se ponía a pensarlo ¿Así se había sentido Bon cuando le hablaba de esa manera por pesado? Ahora lo compadecía, porque ella parecía hacerlo con inocencia—. Ahg, ¿Sabes qué? No me importa. Y otra cosa, ni se te ocurra hablar sobre...

—¿Hablar sobre qué? —Interrumpe de la nada cierto castaño de orbes color cielo. Freddy miraba a ambos jóvenes con una ceja arqueada, la fémina niega un par de veces y Bonnie observa incrédulo al contrario ¿Qué hacía allí en primer lugar—. Lamento ser entrometido pero pensé que sucedía algo malo.

—¿Por qué tendría que ser algo malo? —Inquiere ahora Bonnie, recio, nunca había estado con el contrario sin que estuviese un conocido, así que no sabía cómo actuar al respecto.

—Uh, Usagi es nueva y pensé que tenían problemas para comunicarse, integrarse con los estudiante de intercambio tiene que ser beneficioso para todos nosotros.

Bonnie no intentó darles más vueltas a aquel asunto, más aún porque las palabras que había soltado Freddy se le habían hecho algo que típicamente diría cierto peli-turquesa, y siendo sincero, se le hacía sumamente extraño que no estuviera en aquel instante, pues, sabía lo mucho que le interesaba el crecimiento del club en particular.

—Oh, no, no se... No te preocupes, solo conversábamos, es sumamente entretenido —Asegura la menor con una sonrisa—. Gracias por interesarte en mi estadía, pero este club me ha tratado muy bien.

—Ya veo... —Comenta Freddy, dándole una dudosa mirada a su alrededor, cierta rubia brillante a la distancia nota su presencia y se acerca a él—. ¡Chica! ¿Podrías decirme cómo están las cosas por aquí?

—¿Eh? Freddy ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no vino Bon?

—Ouh, este... —Dudó un poco de sus palabras y rodó los ojos—. Estaba sumamente ocupado con ciertas cosas del consejo, sé que le había prometido venir a Puppet pero se dificultó que saliera del comité justo en este momento, así que me pidió el favor.

Explica resumidamente despistando la mirada ahora. Bonnie arquea una ceja a través de sus lentes y lo mira con duda, pues algo en eso no le cuadraba, sobre todo si pensaba que él también formaba parte del comité además de estar en el consejo...

—Ah, que mal, le quería mostrar a sus propios ojos los prósperos que nos volvimos ahora por su ayuda ¡Ja! Qué cerrar ni qué nada. Esto es maravilloso —Indica Chica sin poder contener su emoción. Mira a Bonnie y a Usagi unos instantes y asiente, feliz—. Espero que se sigan llevando bien. Tal como lo hicieron en el escenario, necesito que me muestres más de tu talento, Usagi.

—Sí... —Pronuncia en un susurro y asiente, antes de irse se acerca ligeramente al peli-morado para pronunciar una palabras que lo dejaron completamente anonadado—. Unmeidesu.

Sentía que eso ya lo había escuchado de la boca de alguien más una vez...

—Pata, peteras, panteras, piñatas

—Pera, pirata, pentagrama, pintar.

—Pintera, panta, patente, penthouse.

—¿Qué rayos? Fox...

—Pantis, piticleta, pito, petón... ¡Oh, cierto! Gané.

—¡Estás diciendo cosas que no cuentan! —Exclama Bonnie una vez dan aquel juego por acabado— ¿Piticleta? ¿Petón? ¿Qué rayos es eso?

—Tiene P y T ¿no? No tienes que saber qué es, solo significa que gano porque tú te detuviste.

—¡Por supuesto que no! —Interfiere Bonnie completamente indignado, se sentía estúpido por reclamar acerca de un juego aún más estúpido—. Estas diciendo cosas que no existen ¡Eres un tipo muy tramposo!

—Corrección; Soy un tipo ganador muy buen tramposo —Aclara indicándose así mismo con el índice, y ni parece darse cuenta de que lo que dijo no tenía sentido—. Espera...

—Eso me pasa por seguirte la corriente —Bufa con cansancio y se recuesta en un asiento para escucharlo a él soltar una carcajada. Dios, estaba exhausto luego de todo el drama que se armaron en el auditorio con los nuevos integrantes—. Oye, todavía no me has dicho porque no te apareciste para saludar a los otros hoy.

—¿Cómo que no te lo dije? Yo también tengo un club al cual asistir ¿Sabes? —Expresa, con cierto tono de molestia desviando la mirada del más bajo—. Nosotros también tenemos que estar atentos, está semana comienzan más supervisiones, se dice que vendrán a ver ¿Lo recuerdas? Luego de un evento sí o sí los clubes aumentan o disminuyen la cantidad de integrantes, ya sea por la motivación, o el cansancio, e inclusive sobre a los que ya no les importa esa nota.

—Jum... Si tú lo dices —No lo decía del todo convencido, meditando aún más que Fox nunca se había rodamos tan en serio aquello puesto que las tardes se las dedicaba únicamente a ayudar en el teatro, y sabía perfectamente que no interfería con su verdadero horario extra. Pero notó ligeramente en su voz cansada y sus desganadas acciones que parecía no querer seguir hablando del tema—... Parece que Lily nos confirmó que próximamente, luego de la revisión, volveremos a tener disponibilidad con lo de las aportaciones equitativamente... Ya no estamos exiliados ¿Se supone que tengo que sentirme feliz con eso?

—Pues pareces animado por eso —Cerciora Fox cruzado de brazos al observarlo de reojo.

—Ah... ¿Sí? —Comenta para sí mismo, se le hacía increíble no haberlo negado tan siquiera. Desvió su ojeada al techo y pocos minutos pasaron para escuchar como su contrario soltaba un sonoro bufido—. ¿Ahora qué?

—¿De verdad es necesario que te quedes aquí esperando?

—Te dije que podrías irte en cualquier momento, no era necesario que te quedarás acompañándome.

—Pero quería hacerlo.

—Entonces ya es tú problema —Testifica Bonnie ladeando el rostro hacia otro lado. La verdad es que él tampoco sabía que estaba haciendo en aquel salón esperando tanto. Cierto castaño le había dicho que si podría hacerlo una vez terminará con las actividades del club, pues, supuestamente Bon necesitaba hablar con él, sin embargo, ya había pasado más de media hora luego del fin de las clases extras y no había presencia algún de este—. Ah, quiero ir a mi casa y dejar de pensar un rato... Tal vez durmiendo.

—Sí, yo también, no pude pegar el ojo en toda la madrugada, por eso ves mis poros tan dañando ¡Estoy horrendo! —Toca su rostro con pánico y escucha al más bajo contener una carcajada en su sitio.

—Ah, con razón parecía notar que te asemejabas hoy mucho más a un zombie... Uno muy malhumorado —Comenta y lo ve sacarle la lengua—. Bah.

—Bah, deja de hablar, rata enana.

—Oye, tus apodos se han vuelto más ofensivos.

—Tis ipidis si in viilti mis ifinsivis.

—¿Eres un niño?

Fox se voltea a mirar hacia otro lado alzando el mentí y escucha al control suspirar. Bonnie siente que andaba hablando con una chica que andaba en sus días ¿Qué le pasaba? Se veía inquieto o incluso algo perturbado considerando como era ocasionalmente.

—Bonnie... Ya no estás esperando a Bon luego de clases ¿Cierto?

—¿Uh? ¿Por qué la pregunta? —Cuestiona y lo ve alzando los hombros—. Supongo que hoy volveríamos a la misma rutina, tal vez me llamó con Freddy por ese motivo. Por eso digo que no hacía falta que te quedaras.

—¿What? ¿Y tú te quedarías esperando como idiota solo por qué él lo mando a pedir? ¿Desde cuándo eres tan dócil con él?

—No soy dócil, solo habían ciertas cosas que tengo que hablar con él y personalmente, no me atrae la idea de que tú escuches —Admite sin muchas vueltas y Fox le otorga una expresión ofendida. Pues sí, no quería andarse con rodeos, y suponía que el peli-turquesa tampoco—. Además...

La puerta del aula siendo abierta llama la atención de ambos jóvenes, los cuales se ponen alertas esperando a observar a que se tratara del menor. Bonnie no sabía si en aquel instante estaba sorprendido o... ¿Disgustado?

—¿Eh? Freddy ¿Qué haces aquí? ¿Donde está Tom? —Interroga el más alto de todos con los brazos cruzados, el peli-castaño suelta un sonoro suspiro, lleno de cansancio y niega un par de veces—. Menuda sorpresa.

—Lo siento —Se disculpa por anticipado hacia el peli-morado, el cual arquea una ceja a través de sus lentes con clara duda—. Llegaron unos reportes de algo y Bon tiene que quedarse a revisarlos, hoy dijo que no podría acompañarte y se disculpa mucho.

—¿Ah? —Expresa incrédulo Fox—. Y a todas estas ¿Te volviste su mensajero o algo? El juguetito es un experto en dejar plantado, pero no es como si...

—Vámonos.

Indica Bonnie con firmeza, toma su mochila y sale del salón sin responderle o dirigirle la palabra ni una vez al castaño, no quería seguir perdiendo el tiempo.

—¡Espera! ¡De verdad iba a venir! —Afirma rápidamente Freddy observando cómo éste seguía de largo por los pasillos. Suelta un suspiro y restriega su palma en su frente.

Fox decide salir de igual forma del salón y adelantarse para quedar al mismo nivel que el contrario, ahora será él el que se veía sumamente extraño en cuanto a actitud.

No, no estaba desilusionado. No, no estaba esperando algo. No, no tenía ganas de verlo luego de no haber tan siquiera mirado su presencia en toda lo que va del día. Inhaló con fuerza y sintió como el más alto, a diferencia de otras veces, lo acompañaba de lado y no atrás. Tal vez sentía que necesitabas conforte, y no quería comprender por qué se imaginaba eso.

Bon J:
Lo siento, te aviso que no voy a estar en el salón hoy también, ando algo ocupado. Ja. Tal vez mañana.

Bonnie volvió a leer el mensaje, y lo releyó y le pasó otra rápida mirada luego de dejar descansando el teléfono a un lado del escenario. ¿Qué significaba eso? Ya había pasado casi toda la semana y todos los días antes de salir del club le llegaba un mensaje de el menor indicando que ese día, nuevamente, no tendría que esperarlo como ya se le había hecho rutina. Arrugó el entrecejo, y gruñó disimuladamente, a pensar que él no respondía cuando llegaba el mensaje, al otro día llegaba el otro igual, como si quisiera aligerar las cosas de aquella forma ¿Qué le pasaba a ese idiota?

—Buenas tardes —La chica de coletas se sienta aún lado y Bonnie se altera ligeramente. De igual forma, aquella muchacha no había sido nada cohibida ante su presencia, y se le hacía sumamente inusual no apartarla como normalmente lo haría, pues no la sentía molesta. Exhala con fuerza y piensa que tal vez ya se estaba acostumbrado a la cercanía de las chicas—. De verdad es increíble lo bien que actúas, me encantas.

—Ajá... —Expresa Bonnie y ladea un tanto la cabeza hacia otro lado, observando el alrededor. Todavía le contaba aceptar que ahora eran un grupo mucho más grande, por lo que ver a todos conviviendo con personas ajenas a lo que eran se le hacía verdaderamente inusual. Voltea para encontrarse con aquella mirada jade, y frunce el ceño al sentir un ligero parecido al tono que le propiciaba a cierto peli-turquesa—. Oye, cada vez que nos encontramos dices cosas como "Me encantas" y "me gustas mucho" ¿Sabes que eso puede malinterpretarse, verdad?

—¿Eh? ¿Por qué lo haría? Me pareces una persona genial, de verdad me gustas mucho mucho.

—¿Ves? A eso me refiero —Se golpea con la palma de su mano su frente y siente sus anteojos moverse ligeramente, lo cual lo pone alerta al ver la mirada expectante de la menor—. C-cualquiera que te escuchase sin nuestro contexto pensaría que te estás confesando.

La nota ligeramente ruborizada y ve como desvía la mirada hacia otro lado. Le intrigaba el hecho de parecer tener el control sobre el rumbo de la situación, normalmente eran las chicas las que solían cohibirlo a él.

—Es que... Todo es muy extraño, —Asegura, cubriendo su rostro completamente con sus manos—. Hablar tanto como lo hago lo es también, en Japón estas palabras suelen decirse de forma casi igual y el significado es distinto por los kanjis sin embargo, la traducción es la misma —Explica brevemente para luego, volver a observar al de lentes, lo miró directamente a los ojos y continuó—. Ai; Es un interés puro o como amigo, Koi; es más romántico, y ambos significan y se traducen como "Amor" Daisuki; es gustar uno mucho más sencillo, Kyō mi ga aru; se traduciría como "me interesas" no es románticamente y es lo que siento por ti.

Bonnie se sonrojó de golpe al escucharla decir aquello y rápidamente apartó la cercanía que está había creado.

—E-entonces sí sabes eso desde el principio, ¿Para qué lo haces?

—Tal vez se me hace más divertido...— Inquiere y Bonnie niega un par de veces, no era eso lo que quería escuchar—. Las personas suelen avergonzarse fácilmente, es lindo para mi notar esa reacciones, ¿A ti no gustan las mías acaso? A mí sí...

—Para ser japonesa tienes un manejo del español bastante elevando, es difícil creerlo, ni siquiera tienes acento.

—Mixta... —No entendió porque lo dijo así, pero comprendió que se refería a que seguramente alguno de sus padres era japonés y el otro de habla hispana—. No nací allá, me mudé cuando era más pequeña, pero me acostumbré a ellos al crecer. Así que tampoco recuerdo las contextualizaciones de gramática antes.

—Vale.

Ambos se mantienen en un extenso silencio, Bonnie no sabía si era incomodo o sencillamente se le hacía tranquilo. La observó de reojo y como estaba tan metido en sus pensamientos ni quiera se percató del acercamiento de la menor. Estaban cerca y ella, sin pedir permiso levantó sus anteojos captando toda su mirada rubí de sorpresa.

—¿¡Eh!? —Bonnie la empuja ligeramente y retrocede sobre el escenario luego de tomar con fuerza sus anteojos para que no se cayeran. Los demás del club encontraron particular su actitud pero no parecieron darle mucha importancia y estaba agradecido internamente por eso—. ¿¡Qué te pasa!?

—Quiero saber si te ayudo, así que déjame ver —Continua, y se acerca a ágatas hacía el contrario que sigue retrocediendo en el suelo hasta que su espalda choca con algo. Al alzar la mirada se encuentra con cierta peli-verde, no parecía mirarlo a él y no se notaba con un aura contenta. Usagi alzó la mirada también y la inspeccionó de pies a cabeza, posó media sonrisa y no supo porque de pronto sintió el ambiente tan tenso—. Rapido tú, repítelo; Anata wa hitotsuhitotsu no tsunagaridearu 2-ri no tamashī o miru koto no okurimono o motte imasu... Sore wa unmeidesu...

El peli-morado por alguna razón sintió como le daba un escalofrío en todo el cuerpo, había dicho todo aquello muy detenidamente, como si quiera que sus palabras quedasen grabadas en su cabeza.

—Silencio —Expresa de golpe Cami y Bonnie no puedo evitar sentirse demasiado impresionado. Nunca la había visto de aquella manera—. No sigas hablando, no hace falta.

La chica se sienta en su sitio y suelta una risilla peculiar, juguetona, asintió. Bonnie no comprendió que aquello le resultase tal inusual y decide pararse de su sitio y estar dispuesto a retirarse a sabiendas de que todavía no terminaba la hora de club y él era el protagonista, pero, al sentir como la peli-verde lo jala a ella y parece ponerse de puntas sobre sus pies —pues, era considerablemente más baja— para acercarse a su rostro, le susurra al oído.

—No te dejes influenciar por lo que dice, no la siento de fiar. No la escuches, podría acabar mal...

Bonnie abrió los ojos sorprendido y regresó la mirada a la azabache sin disimulo.

—Uh, lo mismo podría decir yo.

Sonó la campana que indicaba el fin de las clases extras y rápidamente Bonnie sintiendo que un indicador de se sentía prendido en su cabeza corrió velozmente hacia la salida del auditorio. Volteó por breves y las observó a ambas, mirándolo, dos auras que se sentina completamente diferentes parecía querer llegar al mismo punto.

¿Por qué siempre se topaba con chicas tan extrañas de pronto?

—Unmei, significa destino y todo lo demás significa todo lo demás porque no sé qué mierdas dijo.

Se explicó Bonnie mientras revisaba la pequeña libreta color violeta pastel que ya se había convertido práctica y totalmente de su propiedad. Desde el día anterior las cosas con aquellas extrajeras jóvenes estudiantes lo habían tenido completamente pillado, no logró consolidar el sueño después de eso en casa así que decidió investigar nuevamente en la red a ver si algo relacionado aparecía al respecto... ¿Qué tipo de parentesco podrían tener esas dos? No parecía ser uno agradable tan siquiera, y amaba eran de primero así que dudaba que se relacionaran tanto, por lo que había podido observar.

«Destino: Situación inevitable de sucesos de la que ningún ser puede escapar...»

«El destino afirma que si, toda acción conlleva una reacción, dos acciones iguales tendrán la misma reacción.»

¿De verdad las dos acciones iguales provocarán la misma finalidad? ¿Donde quedaba el "factor sorpresa"?

Cerró la libreta, bufando de muy mala manera, sacó uno de sus bocadillos rápidos del bolsillo para darle la primera mordida.

Bonnie se encontraba con un humor que podría considerar de perros justo para aquel instante, por lo que evitaría ser descortés con los demás mediante distanciamiento extremo hasta un par de horas, todo esto variante de sentirse agobiado personalmente y, también, que pareció comprender qué tal vez cierta persona lo estaba evitando...

Sí ¿Para qué negarlo? Lo evitaba, lo sabía. Le había llegado un mensaje mucho más temprano de lo habitual indicando que, como el resto de la semana, el viernes siendo el día actual, tampoco tendría que esperarlo en el salón, y que esperaba reunirse con él adecuadamente la siguiente semana... ¿Qué era estúpido? No pensaba esperarlo más veces, ya su muy racial amabilidad inicial al haberse ofrecido había llegado a derramarse completamente en la mesa. ¿Por qué se comportaba tan raro con él?

—... Acaso... ¿Fue por... Eso?

Se quedó meditando, serio, en silencio, preguntándose si de verdad lo que estaba pensando tenía que ver tan siquiera sobre porque sentía esa presión asfixiante en su pecho ahora. Él se había imaginado toda aquella doble intención, supo meditar y certificar por su cuenta que lo que había pasado eran sus delirios de borracho al haber ingerido más de la cuenta. No había forma de que el menor se comportara ahora tan distante por aquello, pues carecería al sentido que le quería poner... ¿O tal sí?

Se pegó en la frente con la libreta y negó varias veces en su sitio, por suerte había sombra en donde estaba, porque pensar más de la cuenta lo estaba sofocando de manera impresionante. Ya hace un buen rato que llevaba estando en el techo de la institución, y tal vez se había saldo una clase, al parecer estaba prohibido que los estudiantes ingresarán por lo que se encontraba totalmente solo, sin embargo, no volvería a ir al gimnasio de la preparatoria o a algún lugar que pudieses llenarse de pronto si no quería salir con resultado poco favorables a su integridad, al menos no como la última vez que había sido tachado de pervertido.

Una ligera vibración en sus bolsillo le llamó la atención, al revisar su celular con la ligera esperanza de que hubiesen sido alguna notificación de YouTube, se encuentra con el desagradable sentir que le provocó observar la imagen que le había mando su madre a través del chat.

Mamá:
Ya tengo el pasaje de viaje.

Prepara todo, saldré temprano para despedirte, cariño.

Dios, ya había recordado la principal causa de su mal humor, hoy era ese día. Gruñó al releer el mensaje y dejó su apartó a un lado, sacó de su bolsillo otro bocadillo y lo comió mientras tenía el ceño fruncido y una cara de pocos amigos. Estaba molesto, de verdad que sí, a veces no comprendía la insistencia de su madre al querer llevarlo con aquellos especialistas. ¡No estaba loco! Y ahora podía confírmalo al tener a la peli-verde y los albinos descubriendo sobre ese nuevo aspecto que le había costado tanto asimilar.

Sin embargo, pensando en aquel peculiar grupo, no podía evitar imaginar que tal vez los llevaría a los cuatro sin rechistar de una vez al manicomio apenas soltaran la primera frase sobre ver y sentir almas gemelas y destinatarios.

Bien, mejor no incluía aquello, pero si lo pensaba. Sí todo se trabaja de un asunto sobre-natural ¿Cómo lograría aminorar la preocupación de sus progenitores al respecto? Todo era demasiado repentino a su parecer, a pesar de haber dado indicios y que ahora le expliquen de ello, en sus diecisiete años de vida nunca habría pensado relacionarse con algo parecido pues siempre se vio “ficticio”... Pero allí estaba, sufriendo de esa ficción apoderarse de sus sentidos para darle un desarrollo completamente único a lo que le pasaba, teniendo todas y a la vez ninguna de las respuestas que quería. Era tan malditamente complicado.

Se quitó los lentes para limpiar su rostro con sus palmas y masajear su sien, mientras evitaba seguir frunciendo el entrecejo en un intento por contener su frustración.

—No necesito un psicólogo, un loquero o lo que sea. No me traten como un demente, de verdad me enfada —Murmura entre susurros mientras siente como es que todo terminaba por darle escape a lo que menos soportaba; Lidiar con el hecho de que por su maldito defecto físico hicieran dudar de su lucidez mental. Siempre fue así, desde niño, no había una sola persona que le afirmara lo contrario, y a veces, lo creía. ¿Y si de verdad todo aquello estaba mal en él? ¿Necesitaba con tanta urgencia ese tipo de ayuda para hacer sentir a los demás que podrían solucionar algo?—. Ahg... esto está mal, créanme... Mamá, estoy bien, no quiero sentir que estoy mal...

Un estruendoso sonido lo sacas de sus pensamientos. El rechinido de la puerta de la azotea lo sobresaltó, al ponerse los lentes observó con disimulo como es que salían cierto pelirrojo alto y cierta rubia bajita en una muy acalorada discusión. Sí, ambos se veían muy molestos, y como ya se le hacía repetitivo, estaba allí para observar en silencio.

—Fox, escúchame.

—Uh, Lala Lala Lala, soy de palo.

—¡Te estoy diciendo que...!

—Naaaaaada, no escucho nada —Afirma, mientras tapa sus oídos y cierra los ojos con fuerza, Chica frunce el ceño y lo sujeta de los brazos provocando que que este le mirase con indiferencia—. No escucho, cierra la boca.

—Pues me vas a escuchar —Dice de forma autoritaria, el contrario parece doblegarse un instante, pero al momento en el que parecía ceder ahora era él el que sujeta sus brazos y le impide ejercer presión—. Como quieras, puedo seguir ¡buhu...!

El más alto con una mano le sostenía las dos a ella y, ahora le cubría la boca. Ella lo miraba con las cejas fruncidas y los pómulos ligeramente ruborizados.

—Oh, qué pena, ahora sí que no puedo escucharte —Habla, irónico, hasta sentir como algo húmedo pasó por su palma para que luego el dolor se instalará en ella, por lo que rápidamente quitó la mano de su boca — ¿¡Me acabas de morder!? ¡Caníbal!

Ella le pisa el pie con fuerza provocando así la liberación de sus manos y, luego de obtener su libertad observando de reojo como es que el contrario se queja de sus bruscos actos, cruza los brazos.

—Bien, idiota, ahora voy a decirte que... —Sus palabras quedan al aire cuando voltea el rostro y se encuentra con Bonnie, quién, a pesar de haber observado toda la escena se había mantenido en especial silencio, pues ligeramente había recordado cierta situaciones familiares, así que no hablaría hasta que ellos decidieran disuadir sus acciones—. ¿Bonnie?

—¡Enano! —Se le acerca Fox con una urgencia inusual—. ¡Te estuvimos buscando por todas partes!

—Oh, vaya, ¿Era así? —Dice, rodando los ojos a un lado—. Aunque llevo horas aquí parece que fui yo el que interrumpió el momento de reflexión de ambos.

—¿Ah? No, para nada —Asegura Foxy, haciendo ademanes con las manos restándole importación. Nuestro protagonista observa discretamente a la rubia que suspira en su sitio y opta por asentir a lo que dice el pelirrojo—. Estuviste más borde hoy que de costumbre.

—No es nada, no importa —Afirma Bonnie, rodando los ojos y volviendo a su puesto inicial sentándose cerca de la sombra en unos de los muros de la azotea—. Ya saben que estoy bien, pueden irse.

Fox y Chica intercambian miradas dudosas. No muy segura, la femenina es la primera en acercarse.

—¿De verdad? No te ves precisamente como alguien que estaría del todo “bien” —Observa como el peli-morado se abraza a sus piernas en sitio y desvía la mirada hacia otro lado, como no la había aparto a su cercanía intuyó que podía seguir al respecto—. Sabes, a veces tenemos días muy muy malos que nos hace querer comportarnos de una manera en la que todos sientas lo que estás sintiendo por haber pasado ese mal día.

—¿Qué quieres decir? —Cuestiona Bonnie alzando la mirada, tenía una imagen de lo que intentaba decirle, sin embargo, no se trataba de eso, pues, justamente lo que intentaba hacer al mantenerse en el techo, era no provocar una disconformidad con los demás por la frustración que él mismo sentía ahora. Suelta un largo suspiro y niega—. Mira, lo que me pasa no tiene que ver con ustedes, así que no hay motivo para que se metan, trato de no involucrarlos.

—Pues entonces sí nos interesa —Formula Chica, tomando asiento a su lado—. Con el solo motivo de no querer involucrarnos significa que para ti ya estamos formando parte de algo, así que no puedes discutir que estemos dentro o no y más si queremos ayudarte a lidiar con eso.

Bonnie no dice nada, solo la observa brevemente, en silencio. Nota como Fox también toma asiento con ellos en el suelo y lo mira, entrecerrando los ojos, como que si de esa forma adivinaría que le pasaba.

—¿Esto es por Bon? —Pregunta sin limitarse al contrario, que abre los ojos impactado por tal deducción.

—¿Qué? No.

—¡Hey! ¿Qué pasa con Bon? —Pegunta con gran duda Chica al estar pérdida en aquel horizonte del paro masculino—. ¿Es por él? ¿Qué sucedió?

—Lo está evitando, es evidente, por eso no se ha asomado ni una vez por el club e incluso manda a Freddy a asegurarse de que todo esté en orden ¿Me equivoco? —Chica pareció tener una increíble revelación al percatarse y no pudo evitar cubrir su boca. Bonnie observaba esto con credulidad—. Es por eso ¿Cierto? Ja, pobre. No te preocupes, el juguetito no sabe afrontar las situaciones de presión.

—¡Oh, vaya! Te están evitado de la misma manera en la que tú lo hacías cuando él intentaba acercarse a ti —Comenta con cansancio la rubia mineras lo observa procesando las palabras de ambos, ¿Qué clase de jugarreta tenía la vida contra él?—. Eso es karma. ¿Qué le hiciste al pobre? En el evento y la fiesta parecían estar bien por lo que sé, me lo he encontrado y me habla normal, apena fue hace unos días ¿Le hiciste algo malo?

—¿Eh? ¡No! —Vuelve a rectificar el peli-morado de grandes anteojos sintiendo como sus mejillas se colorean ante el bochorno de pensar en que lo primero que se imaginan sobre sentir que algo incordiara sea que el peli-turquesa lo estaba evadiendo de una manera tan descarada de la que incluso el más alto se había percatado—. Esto va más allá de él. No importa.

—No mientas, sí no es eso ¿Entonces qué es? —Cuestiona el pelirrojo con interés, ambos jóvenes quedan observando expectantes al peli-morado el cual, de manera increíble, había sido tomado desprevenido y quedó tartamudeando de muy mala manera una serie de cosas que no lograron entender en su totalidad—. Sí es por eso creo que no...

—Joder, ¡Ya les dije que no es por él! —Tanto Chica como Fox lo miran con sorpresa por la forma en la que hizo notar su voz, Bonnie sintiendo que su reacción fue exagerada intenta tomar un gran bocado de aire y masajea el puente de su nariz, meditando si se estaba volviendo verdaderamente loco por lo que estaba a punto de comentarle a ambos—... Yo hoy en la noche... Este, haré un viaje de vuelta a mi ciudad natal y no me verán... En, pues...

Fox asume sus palabras en silencio, pero, por el contrario, Chica lo toma por los hombros y lo obliga a mírala a los ojos directamente a través de los antojos.

—¿Vas a irte? ¿T-te mudarás? Apenas acabas de llegar aquí, ¿Qué tienes aquí? Un par de meses ¡¿Por qué estás tan tranquillo?! ¡No nos dijiste nada!¿¡Planeabas irte sin despedirte!?

Sentía que lo zarandeaba de un lado a otro, sin embargo, la expresión indiferente cargaba si mismo le hicieron sentir una sensación conflictual sobre por qué aquella actitud no lo hizo enfadar directamente, más que otra cosa, le causó una leve irritación por no dejarlo acabar y hacerse suposiciones, más no le importaban sus acciones.

—Tú... ¿De verdad te vas? —La preocupación él el tono de voz de Fox hizo que algo se le hiciera completamente desolador el pecho, Chica dejó de moverlo e incluso parecía que quería llorar. Dios, que líos se armaban estos dos—. Enano, si es así entiendo porque andabas tan borde, ja...

Por favor...

—Como les encanta a los dos el drama, de verdad —Comenta de forma baja y capta la atención de ambos. Tenerlos como a dos niños pequeños esperando impacientes sus palabras lo hizo avergonzarse ligeramente—. No voy a mudarme y mucho menos regresaré a mí ciudad natal por gusto, solo pasaré allí un par de días, así que quería decir que no piensen verme este fin de semana.

Ambos parpadean un par de veces y desvían la mirada los lados contrarios de él, totalmente sonrojados. Bonnie arquea una ceja ante tal acción y nota lo divertido que se le hizo de pronto la situación a pesar del contexto que quería evadir.

—Aw, He he ¿De verdad estaban tan angustiados de que yo me fuera y no los volviera a ver? —Un comentario a modo de chiste salió de sus labios, pero, a pesar de que eso fue algo que tomó desprevenido al, el quedó aún más anonadado al ver la sinceridad con la que le respondían, asintiendo. Dios, ¿Por qué de pronto se sentía tan avergonzado por algo tan simple?—. Ah, como sea.

—Sí, lo siguiente... Quiero decir —Fox carraspeó un poco aclarando su garganta y volvió a mirar al peli-morado—. ¿Por qué ir a tu ciudad te tiene tan de malas de todos modos?

Bonnie se mantiene unos eternos segundo sin soltar palabra, pero luego de tragar en seco, desvió la mirada de ambos.

—Tengo que ir por una situación médica, ya está confirmada la cita y al parecer solamente por este mes serán varias sesiones así...

—¿Eh? Bonnie ¿Estás enfermo? —Sabía que Chica no había soltado eso con mala intensión, sino todo lo contrario, pero aún, no pudo evitar arrugar el entrecejo al escuchar—. ¿Por qué no nos dijiste antes? Es una revisión sencilla ¿Cierto?

—Más que sencilla, yo diría tediosa —Aclara, suelta un gran suspiro—. No es de salud física como tal sí no que... Más bien... ¿Estabilidad de mental? ¿Cómo decirlo?

—Vas con un psicólogo —Afirma de buena vez el pelirrojo al ver todos los rodeos que se daba el más bajo para decirlo, al ver como éste no respondía a eso, pudo certificar que estaba en lo correcto—. ¿Vas a otra ciudad por ayuda emocional? ¿No sería más sencillo ver a un profesional aquí?

—Es que... No es un especialista cualquiera, es un psicoterapeuta de especialización en superación de las manifestaciones disociativas... —Escucharon atentamente sus palabras y, Bonnie se preguntaba nuevamente si estaba bien contarle todo aquello, ya había revelado demasiado, si planeaban alejarse, esperaba que lo hicieran de una buena vez—. Entonces yo...

—¿Tienes algún problema?

Un latido, un cardio lento retumbó en su pecho, la forma como lo dijo se le había hecho tan, pero tan diferente a la preocupación que demostró antes que no supo como racionar.

«¿Tienes algún problema mental?
¿Ver eso es normal siquiera?
Dios, estás loco»

—Chica... —Le reprende el pelirrojo pues incluso sintió que el contrario reaccionó mal a aquello. La nombrada rápidamente negó y accionó a lo dicho rectificando en como lo había preguntado—. Bonnie, no creas que nada malo de eso.

—Bonnie, no te lo preguntaba cómo algo malo, ¡Yo no pondría en juego nuestra cercanía por un detallito como eso!

El nombrado luego de asimilar la situación suelta una burlesca risa... ¿Por qué pensó que sería diferente esta vez?

—¿Detallito? —Repite, con un mal sabor de boca formándose—. Detalle... Pues sí, voy a ir con un especialista que está destinado a tratar con personas que están mal o tienen algo en la cabeza ¿Querían saber eso? ¿O quizás sienten intereses en el problema específico que dicen todos lo que conocía antes que tengo? —El escudo de protección que formaba para crear la cisma con su alrededor y todo aquel que se quería acercar a él comenzaba a relucir como una densa situación. Chica se encogió en su lugar al escucharlo y rápidamente volteó a mirar al pelirrojo con cierta preocupación que se mantuvo callado—. Sé que no necesito a un maldito loquero porque no tengo ningún problema, no tengo nada que solucionar y que todos me quieran meter en la cabeza que algo está mal conmigo está de más. No necesito a alguien que quiera medicarme para hacer feliz al resto de nuevo, estoy bien, pero si por visitar a psicólogo estoy demente no me importa que piensen lo que quieran, no necesito ayuda de un trata enfermitos si los demás aceptan ir es porque saben que están mal de la cabeza, ¡Pero yo no tengo...!

—Cierra el pico —Lo calla abruptamente Fox con una mirada que no demostraba otra cosa más que irritación, lo impactó, verdaderamente... ¿Por qué lucia tan molesto?—. ¿Crees que por ir a un especialista estás aceptando que estás mal de la cabeza? ¿Qué estás loco? ¿Eso piensas? ¿Qué crees de mí entonces?

Bonnie abrió los ojos de sobremanera y, como si fuese una inmensa ola siente el golpe de las palabras que alguna vez le dijo y había olvidado; «La psicóloga de la HS me dio esto para mí manejo de ira», esa era la que más resaltaba, pero estaba seguro de que en algún otro momento también lo mencionó.

—Yo no...

—¡Un psicólogo y un psiquiatra no es lo mismo! —Grita, provocando que abra los ojos impactado— ¿Crees que estoy mal de la cabeza por buscar ayuda? Un psicólogo no es un loquero, y si piensas eso, significa que sí estás verdaderamente mal o que, seguramente tienes en mente que en cualquier momento yo sea capaz de estallar en furia como un demente para darte una paliza al ser de ese grupo de locos.

Sin previo aviso, lo sostiene del cuello de su camiseta y lo acerca directo a él, queda fijo mirando su mirada opaca un instante, no cede a pesar de estar estático en su sitio. Miró de frente al pelirrojo, y a pesar de que en su expresión se notaba la evidente molestia que traía, también la miraba desalentadora y... Decepcionada

—Buscar una forma de mejorar algún aspecto de ti no significa aceptar que estás loco. Ver a un especialista que se califica en tratar a personas con diferentes problemáticas no lo hace un “loquero” ¡Desmeritar la intención de mejorar de las personas que aceptan que necesitan ayuda te hace a ti un cretino!

Bonnie no dice nada, esos incórdiales minutos en lo que Fox lo seguía sosteniendo con brusquedad se le pasaron incluso más rápido de lo que podría imaginarse. Lo sostuvo con la mano para evitar que siguiera estirando su camiseta, el contrario irritado ante la acción lo soltó devolviéndolo a su sitio, con nada de tacto, por lo que agachó la mirada mientras escuchaba como chasqueaba la lengua y evitaba seguir mirándole.

—Foxy... —Lo llama Chica, en un intento por calmarlo, este niega.

—Piensa lo que quieras, enano. Los psicólogos no tratan así a personas "mal de la cabeza" —Dice, para luego contar hasta diez entre susurros—. Generalizar acabará por hacerte quedar como el peor idiota de todos, e infravalorado los sentimientos ajenos ¿A caso no conoces el sufrimiento de aceptar que necesitas ayuda? A pesar de que ya te había mencionado lo mío, parece que ni siquiera te importó en absoluto.

Bonnie aprieta con fuerza los puños en el suelo, mientras que la impotencia de sentirse tan pequeño por las oraciones que le golpeaban completamente la existencia, lo abrumaban.

—¿Que no me importó? ¿Que no entiendo el sufrimiento? —Repite, mientras aprieta con fuerza los labios. Su conciencia le indicaba una señal punzante y repetitiva de que parecía querer decir una locura, se lo advertía una y otra vez pero, la confusión de emociones dentro de él lo tenían impactado ¿Por qué sentía que le dolían tanto sus palabras?—. ¡Aunque no se note yo siempre me siento bien por tus avances! ¡Tú no puedes suponer las cosas que yo he pasado para pensar de esa manera!

Ambos adolescentes alzan la mirada, anonadados por sus palabras. Su voz sonaba dudosa y quebradiza, como un fino hilo que estaba a punto de romperse, así se sentía su compostura.

—Y-yo... Yo intentaba tanto querer encajar con los demás, no querían que me miraran con asco —No, no quería seguir hablando, no quería revelar cosa que sentía innecesarias, sin embargo, no podía solo dejar que ambos tuvieran ese pensamiento de él ¿Por qué le importaba lo que pensaran?—. A pesar de todo... Y-yo, lo intenté pero aún, aún así... Detesté con profundidad mi vida escolar, aborrecí cada segundo que iba con un psicólogo y... Odié profundamente toda mi maldita existencia allí, no quiero volver, ¿P-por qué no lo entienden?

Mierda, su voz se están quebrando, tenía una intensas ganas de llorar, pero no quería hacerlo, no frente a ellos, no buscaba victimizarse, no quería que lo vieran débil, no lo soportaría, le tendrían lastima.

Cerró con fuerza los ojos e intentó impedirse llorar tapando su rostro con sus manos, no hallaba forma de seguir hablando, su cabeza era un desastre indicándole que era el momento perfecto para huir, y eso iba a hacer, sin embargo, el tacto repentino de alguien cubriéndolo con sus brazos lo hizo sobresaltar en su sitio. No abrió los ojos, pero supo que se trataba de un contacto cálido y acogedor.... Casi materno.

Dios, esto no ayudaba a su estado de ánimo. No correspondió el abrazo, solo se dejó consolar por aquel tacto reconfortante que, inmediatamente lo tranquilizó, le recordó lo mucho que le gustaba abrazar a su madre y todo el tiempo que llevaba sin hacerlo como le gustaría, pues, por alguna razón, su cabeza no le permitía aceptar aquel acto. Chica le susurró un muy ligero «Ya no digas nada, está bien». Pero, aún así, no supo de dónde sacó las agallas de seguir hablando.

—Allá, todos, me hicieron pensar que algo estaba mal conmigo, desde nací. ¿Estoy loco? No lo sé —Habla nuevamente mientras siente como sus lentes se posan solos sobre su rostro, al sentirlo, abre con cansancio la vista para observar como el pelirrojo lo mira fijamente, sin expresión ¿Como le explicaría todo lo que sentía?—. Iba a cada maldita sesión, para hablar una y otra vez sobre lo que me sucedía, repitiendo lo mismo una y otra vez hasta que lo encontré tan agotador que ya no me importaba lo que me diagnosticaran, yo sabía que no tenía nada ¿Les era tan difícil dejarme en paz?

Chica separó su tacto muy lentamente y lo sostuvo de los hombros para mirarlo, con los ojos cristalizados, parecía llevar desde que inició a hablar llorando.

—Todos me decían que algo andaba mal conmigo, que no era normal, preocupaban tanto a mis padres y sé que aunque no me lo digan terminaron por creerlo, no quería seguir preocupándolos.

—Son tus padres, acepta que porque te aman les preocupas y quieren lo mejor para ti.

—¿Lo mejor para mí? —Suelta una escueta risa, mirando a la rubia—. Lo mejor para mí sería que ignorarán todo y de una buena vez siento que no soy raro. No tengo nada extraño en la cabeza, solo un maldito complejo ¿Por qué no ven que lo mejor para mí es que me ignoren?

—¿Ignorar como te sientes es lo mejor para ti? ¿Qué dices? —Cuestiona mientras intenta limpiar sus pómulos húmedos—. Bonnie, tal vez no sea capaz de comprender la situación de tu trauma, pero si sé que aislarte de tus problemas creará en ti un ciclo de preocupaciones. ¿Les has dicho a tus padres de esto tan siquiera?

No respondió, no pudo hacerlo porque simplemente nunca había hecho algo como eso.

—Lo que menos quiero es preocuparlos con mis problemas, son cosas que me afectan a mí solamente.

—¿De verdad? ¿De verdad te afectan a ti solamente? —Se digna a hablar por fin el pelirrojo una vez escuchó aquella oración. Bonnie lo miró con los ojos abiertos a través del cristal e instantáneamente recordó que aquel idiota era uno de los que más conocía sobre la vulnerabilidad de aquello. Cuando lo visitó por primera vez y supo de su madre llorando y de su propio intento por no hacerlo—. Tus padres odian que no hables con ellos ¿Crees que solamente tú eres el afectado de no decir nada? Sí estás intentando mantenerlos al margen haces un pésimo trabajado si sigues soportando todavía verlos así. Eres una persona horrenda.

—¡Fox!

Le represe Chica, sin embargo, hace caso omiso a su llamado.

—Quieres hacerte creer que intentas ayudarlos encerrándote en ti mismo, sin embargo, sigues pensando en ti cada que lo haces, porque cada vez que quieres dar un paso lo haces por ti, entonces acéptalo de una buena vez ¡Así que no sigas diciendo que no quieres preocuparlos si no lo haces por ellos! —Habla rápidamente desde su lugar—. Afronta tus problemas, aprende a aceptar su ayuda y si no, demuestra que puedes manejar las cosas al saber rechazarla y al hacerlo, has que te crean por ello.

Todos se mantienen en un extenso silencio, sintiendo la cálida y refrescante brisa de la tarde acariciarlos, los pajarillos que pasaban a lo largo, cantaban rápidamente un gorgoteo para luego salir volando de la escena. No sabían con exactitud cuánto tiempo llevaban allí, pero estaban seguros de que a los tres les restarían puntos por asistencia.

Bonnie respira profundamente y siente como su garganta se seca. Por alguna razón parecía haber sido reprendido como un niño que había hecho las cosas mal hasta el momento.

—Yo... Lo siento.

Tanto Fox como Chica llevan su mirada a Bonnie, que tras esa oración siente un enorme peso liberado. ¿Por qué lo conforta tanto?

—Todo lo que dije, o todo lo que insinúe e incluso aquello que no hice. Lo siento por todo —Expresa con la mirada gacha y la vergüenza en el pecho, le costaba continuar verdaderamente con sus palabras—. Nunca había tenido a personas a parte de mis padres que se preocuparan tanto por cómo me sentía y que intentarán saber lo que me sucedía... Saben, no me gustan los psicólogos, no porque piense de verdad que va gente loca o algo por el estilo, sino que desde que nací, a mí alrededor todos me miraron mal y me afirmaron que estaba mal de la cabeza por hacerlo.... Creo que hay un punto en donde las personas te repiten tanto lo mismo una y otra vez que terminas por creerlo. Soy alguien horrible que solo piensa en su sufrimiento, veo que sentirme mal también afecta al resto pero no tengo idea de cómo ayudarlos porque ni siquiera sé cómo ayudarme ¿Soy patético? Verdaderamente estoy demente.

—Bonnie... —Chica lo mira con tristeza y el nombrado niega repetidamente.

—Hasta ahora solo se habían alejados personas a mí alrededor por desagrado a mí, pero odio aún más la idea de pensar que se acercarían al tenerme lástima. No quiero que sientan eso, no quiero que sientan nada por mí, pero... —Sus palabras dudan un instante en salir, necesitaba aclararse completamente ahora que era el momento, pero se le hacía tan repentino que no sabía cómo afrontarlo—. Pero no puedo dejar que ustedes piensen eso, así que por favor no lo piensen.

—¿No quieres que pensemos qué? Ya sabemos que no tienes nada malo con lo mucho que lo aclaraste —Habla ahora Foxy cruzado de brazos—. ¿Por qué te importa lo que pensemos al respecto?

—Porque son mis amigos.

Nuevamente una brisa pasó por el alrededor, totalmente inesperada, sintieron como fue fuerte un instante y tranquilizante. Bonnie alzó la mirada para encontrarse con aquellos pasmados adolescentes. Fue cuando se percató de lo que había afirmado sin haber pensado o dudado tan siquiera, con determinación genuina, una palabra que comenzaba a poseer un sentido que jamás esperaría comprender.

—Joder... —Fox rasca su nuca mientras siente su propio cuello caliente, desvía la visita hacia la femenina que parecía estar al borde de la euforia mientras su cara se tinta de un extenso rojo ¿Cuántas veces los había hecho avergonzarse ya? Cubrió su rostro con sus manos y asintió. Se acercó a él y juguetonamente despeino su morada melena—. Por todos los cojones... ¡Sí somos amigos, así que nos importa lo que te esté pasando!

—¡Sí! —Pronuncia Chica alzando la mirada al instante—. Vamos a estar aquí cuando tú te sientas mal y aunque no lo admitas sé que estarás para nosotros si pasa lo mismo ¡Así que nos dirás los detalles de tu visita a tu ciudad cuando vuelvas!

—No voy a contarles eso —Asegura Bonnie, ahora mirado al piso en un intento por esconder lo ocurrente que le había parecido su forma de decirlo

—Bien, entonces nos contarás lo degradable que la pasaste al hablar de lo mismo con tu especialista.

—Sí... Eso suena más a mí —Alega, mientras escucha como el pelirrojo suspira, aunque sabía que era un tema sensible para el contrario tenía muy en cuenta que necesitaba saber manejar su opinión respecto a eso. Nuevamente siente a su teléfono vibrar en su bolsillo, al sacarlo se encuentra con un mensaje del peli-turquesa disculpándose por decir lo mismo una y otra vez. Rueda los ojos y cierra el chat para después notar la hora—... Ya son más de las dos...

—¿¡Ah!? ¡No puede ser! —Rápidamente la rubia se para de su sitio para darse cuenta de que no había perdido uno, sino dos módulos enteros de clases— ¡Van a decir que me fui de pinta!

—Corrección: Nos fuimos —Aclara el pelirrojo al ver cómo está no pareció tomar a la ligera su comentario.

—Ni siquiera estamos en la misma clase ¿Ahora si no te importa que piensen que estoy contigo? —La ve detener sus ansiosos movimientos para observar como posaba la mano en su cintura mirándolo con desdén. Fox gruñó en su sitio, sabiendo que nuevamente iniciaría otra discusión innecesaria, sin embargo, esta niega y mira al peli-morado sorprendiendo al más alto—. Ya me tengo que ir, pero sabes, sí te estaba buscando antes para decirte que hoy no hay prácticas en el club.

—¿Uh? ¿Por qué?

—No lo sé —Explica alzando los hombros—. Cami le pidió a Puppet cancelar hoy la práctica pues varios de primero tenían que resolver ciertos temas con lo de las inscripciones en el club —Cuenta resumidamente, y ve al control asentir—. Pero no está demás tener la tarde libre, de todos modos ya hicimos cosas interesantes aquí.

Chica se despide de él con una linda sonrisa, en cambio, mira centradamente a Fox que chasqueaba la lengua por esto.

—Hablaremos luego.

Ella dice y desaparece de la azotea a través de la puerta de salida y el más alto se levanta de su lugar para tenderle la mano al peli-morado que acepta el gesto para acomodar su uniforme correctamente una vez de pie.

—De verdad me agota tanto discutir con ella, creo que lo estamos haciendo más a menudo, pero en fin ¿Quién las entiende? Chicas.

Murmura él y Bonnie arquea una ceja con duda.

—Chica... —Corrige, para luego caminar hacia la salida que tanto había estado en todo el día—. Sabes, ustedes dos suelen recordarme mucho a mis padres.

—¿What? ¿Tus padres? Estas de broma ¿Verdad? Tú mamá es un terrón de azúcar, Chica es dulce pero... Y tu papá y yo no tenemos nada que ver.

Niega y, con melancolía, queda observando la salida para luego mirar al más alto pasmado en su sitio.

—Cuando era más pequeño, mis padres solían discutir mucho por cosas que consideraba estúpidas, luego crecí, recordado cuando fui teniendo consciencia de mi alrededor me di cuenta de que, verdaderamente, era discusiones muy estúpidas —Asegura, ladeando la cabeza hacia ambos lados intentando explicar lo ridículo que se le había hecho—. Luego de un tiempo dejaron de discutir así, no entendía cómo es que cambiaron tanto ese aspecto de ellos pero luego me di cuenta; No cambiaron, simplemente se acoplaron finalmente a la energía del otro, mi papá solía seguirle el ritmo a cualquier incitación de mamá, sin embargo, dejó de hacerlo al comprender que siempre iba a ser lo mismo. Mi mamá dejó de incitarlo a eso luego de notar que papá podría o no, reaccionar y hacer lo mismo, sin embargo a veces lo hacen y uno de los dos pierde el punto a su favor.

—¿Qué intentas decir con eso?

—Realmente nada —Afirma, y Fox golpea su frente con su mano—. Pero me pareció curioso que parecía ser el camino que están siguiendo, es una energía que me habías dado con Meg antes, sin embargo, ella no es cercana a mí por lo que no lo comparaba pero, ahora pasa lo mismo con Chica, así que quise comentarlo.

El pelirrojo abre los ojos y lo ve voltear la vista a la salida.

—Y tienes razón, tú no tienes nada que ver con mi papá, tal vez serias solo el novio humorista de la mamá de alguien y prefiero no imaginarte con ese título... Hasta mañana.

Fox queda sin palabras en su sitio al sentir aquel comentario de lo más absurdo posible y se ríe en su lugar por su incredulidad.

—Ah, este chico es demasiado... ¿Particular?

Bonnie estando ya en su morada nota que haberse desahogado de tal manera lo tenía más ligero, no sentía el humor que poseía al comenzar la mañana y ver que día era en el calendario, ahora solo conservaba una bien recibida serenidad al respecto mientras organizaba todas las prendas que utilizaría en una mochila. Sólo pasaría dos días allá, así que no necesitaba mucho.

—Vamos, conejito.

Le llama su madre tras entrar sin avisar y luego disculparse por eso. Bonnie pone la mochila tras su espalda y asiente para luego, en la salida de su hogar, recibir una caricia en la cabeza de su padre que asiente tras dedicarle una breve despedida. Se le hacía tan extraño verlos últimamente a los dos antes de que se pusiera el sol. Se sube al auto y tras cerrar la puerta nota los inquietos toquecitos que deba su progenitora en el volante de vez en vez que avanzaban.

—Mamá...

—¿Uh? Sí, corazón ¿Estas nervioso?

—No tanto como pareces estarlo ahora —Comenta y observa cómo es que ella mantiene la mirada fija en el camino y asiente. De verdad su madre estaba pensando lo mucho ¿Cierto? Suspiró para meditar que eso no tenía por qué incordiarle y se acomodó mejor en el asiento trasero—. Mamá ¿Por qué iba con un psicólogo y no con un psiquiatra? Es mucho más recomendable siendo que antes veía cosas raras ¿No? Eso cuestiona mi propia salud mental.

—Porque tú nunca estuviste loco, ni tuviste problemas mentales —Testifica sin dudar, para detenerse en el semáforo y así poder observarlo desde su asiento—. No te podíamos llevar con un especialista que no te ayudaría ¿Por qué la pregunta?

Sintió como aquella afirmación lo reconforta de una manera que no tenía precedentes. Se sentía bien al escucharla decir eso pero, ¿Podía creerle?

—Tu papá y yo acordamos eso ya hace mucho tiempo, necesitábamos que alguien te diera un soporte más emocional al seguramente manifestar todas esas ilusiones por... Por lo que te hacían y lo que pasabas —Aprieta con fuerza el volante tras soltar aquella última oración, sintiéndose la peor madre al no haberse dado cuenta antes, necesitaba compensar sus errores de una u otra manera—. Sé que no te gusta el psicólogo, pero como dije, no es uno cualquiera, es un psicoterapeuta y a través de comunicación intentará comprender y explicarte tanto a ti como a nosotros que crea esas manifestaciones en ti, después de saberlo ya no te pasara más.

—Aun si es lo mismo que antes con los demás...

—Oh, no, no es lo mismo, pues está persona es completamente diferente. Te lo aseguro —Vuelve su mirada al camino una vez avanza el vehículo y suspira con ligereza—. Estuvimos estudiando medicina en la misma universidad antes de embarazarme, pero en diferentes ramas obviamente. A pesar de todo este tiempo noto lo genial que le fue, incluso se volvió un médico reconocido en su área por eso, siendo que un psicoterapeuta no es un “titulo” acreditado como tal. Con razón me tomó tanto tiempo poder ponerme en contacto con él.

Aparca su auto y apaga el motor para luego bajar y abrirle la puerta al menor, que cargaba múltiples viandas de comida para su viaje también.

—¿Diferente? ¿Por qué sería diferente con él? Mamá...

—Uhh, porque sé que mientras lo conocí era la única persona que lograba ver más allá de aquí —Toca su frente con un ligero golpecito y luego bosteza con cansancio—. Cuando llegues con tus abuelos sé muy respetuoso y si quieres evita hablar sobre tus disgustos porque luego hablan de más y ya sabes como son.

Bonnie asiente y ambos se interna en el terminal de buses, eran pasadas las seis de la tarde y todavía no se metía el sol. El peli-morado observó a su madre y ella rió al imaginarse que seguramente ni siquiera sabría cuál era su transporte en la estación. Lo acompañó hasta el que le correspondía y antes de que se fuera a formar la fila lo abrazó cálidamente por la espalda, Bonnie no corresponde el acto, no solo porque seguía sin permitírselo si no también que llevaba sus cosas y demás cargadas.

—Te amo, mucho mucho, cuídate, me envías un mensaje y todo estará bien.

—Yo también te amo —Afirma y tras sentir como su progenitora se separaba de él, la observa tiernamente.

Tras ver como su adorado hijo se sube al bus intenta contener las lágrimas y se pregunta si así de doloroso sentirá una vez que acabe su último curso y decida mudarse a un lugar en donde le costra mucho más verlo. Le llega un mensaje pronto y la peli-morada revisa su aparato.

Conejito:
No esperes a que me vaya y ve a dormir a casa, por favor.

Ella alza la mirada y se encuentra con la vista cubierta de su hijo a través del cristal, sonríe con abatimiento y le asiente, pues sabía que a él no le gustaba que se forzara tanto. Suelta un suspiro para irse y queda con todas las dudas de si estaba bien que se regresara antes de que el bus de su hijo saliera.

—Intentaré hacer todo por ti y está vez lo haré bien, Bonnie.

A veces sus palabras, por más determinadas que fueran no siempre podría asegurar que se mantendría a los acontecimientos como quería ¿Era tan mala madre?

—Ahg, ya va más de una hora —Murmura Bonnie, impacientado, recostándose en su asiento, después de no saber cuánto tiempo había estado esperando a que el vehículo avanzara sentía un enorme desgano. Se quita los auriculares y apaga la pantalla que tiene frente a su asiento—. Voy a salir un rato.

Como si fuese una broma deplorable del destino, su bus de viaje había sufrido cierto percance en uno de los motores, por lo que mientras hallaban la manera de reparto su viaje se había pospuesto a saber él cuanto tiempo, los demás ya habían salido pero decidió quedarse imaginado que no tardaría nada, gran error. Ahora agradecía mucho mas haber mandado a su madre a casa con eso.

Entrando en la estación nota el cúmulo de personas de un lado a otro, buscando la manera de ir a su respectivo destino. Se encuentra a lo lejos a una máquina de bebidas y sin pensarlo mucho va para darse cuenta de que lo único bueno de ese día es que tenían la explosión de moras que tanto adoraba. Tras pedir dos al depositar el billete la máquina le indica que solo quedaba una, pero bueno, ese uno era para él.

La bebida cayó y cuando estaba por tomarla una punzada bien conocida se siente en su cabeza, voltea la mirada para encontrarse con la impactante sorpresa de que no muy lejos de él, se encontraba el ser de tono gris y cabello turquesa que tan poco había captado en esos últimos días, estaba en una de las taquillas de viaje. Bon siente una mirada sobre él y al voltear se encuentra con el inconfundible peli-morado.

Bonnie se acerca uno pasos, frunciendo el ceño, estaba dispuesto a decirle algo pero escuchó como rápidamente le agradece a la de la taquilla y sale corriendo en una acción nada propia de él.

—¿Eh? ¿Qué demonios? ¡Bon! —Lo llama y como si sus piernas tuvieran conciencia decide perseguirlo, el menor caminaba rápido ahora entre la multitud y él evitaba eso de lo mismo. Tras un rato en esa maña puede alcanzar al fin al chico gris y tomarlo de la muñeca provocando que soltara un respingo propio de una colegiala—. ¿¡Qué rayos te pasa!?

—Ah, Bonnie, que sorpresa, no esperaba verte por aquí, de verdad, en serio no esperaba encontrarte —Habla rápido e intenta disuadir la sostenida que tenía el más bajo con él muy sutilmente. Sin embargo, Bonnie lo jala y lo lleva a rastras hacia donde originalmente se encontraría su deliciosa bebida pérdida—. ¿Qué haces aquí? ¿Vas a viajar?

—Ya cállate —Hace caso directamente a lo que ordena sin decir otra palabra—. Yo debería preguntarte eso, como estuviese toda la semana "ocupado" no tendrías porque saber si desaparecía de la ciudad o no.

El menor aprieta los labios y asiente.

—¿Por qué corriste? Responde.

—Es que te veías molesto, jaja —Asegura tras soltar una nerviosa risa. Bonnie lo mira incrédulo, pero si cargaba los lentes encima—. Cuando te molestas haces una expresión rara con la boca, como si estuvieses haciendo pucheros... Pero sé que no me estabas haciendo uno a mí ¿Verdad?

—Deja de hablar tanto.

—Ah, lo siento.

No, él buscaba que hablara ¿Por qué lo mandaba a callar? Tal vez encontrarlo a último minuto de esta manera lo irritaba aún más. Tras llegar a la máquina expendedora ambos se encontraron con la sorpresa de que un niño ahora andaba consumiendo la preciada y última bebida de moras de nuestro protagonista. Bonnie suelta el contacto que mantenía con el contrario con brusquedad y se cruza de brazos.

—Todo esto es tu estúpida culpa.

—¿Ah? Yo no te pedí perseguirme, tú solo actuaste por impulso.

—Actué de la misma manera en la que lo harías tú.

Se mantienen ambos en silencio y Bonnie decide tomar asiento en una de las sillas de espera del lugar. Bon lo sigue en las acciones y se sienta al lado de él. Bonnie cargaba un gran abrigo y tenía las manos resguardadas en este ahora. El peli-morado sentía toda la tención incómoda que ahora los abrazaba y no sabía cómo manejarla.

—¿Por qué estuviste evitándome en la HS?

Bon abre los ojos con pasmo y lo voltea a mirar.

—¿Qué? Yo no te estaba evitando, estaba ocupado, te lo dije.

—Sí claro, y yo soy Batman.

Bon rueda los ojos y lo pica de la mejilla provocando que volteé a observarlo.

—¿Me dirás qué te sentiste solo sin mí? —Bonnie se sonroja abruptamente tras esa frase y Bon suelta una divertida risa—. Pues, como te decía, las cosas en comité han estado bastante movidas, al menos para mí, así que mientras no podía desocuparme le pedí a Freddy que fuese a verlos a ustedes y me dijeran cómo estaban.

—Vale... ¿Debería creerte?

—¿Por qué no lo harías?

—¿No me estabas evitando por lo que pasó en Halloween?

—¿Qué pasó? Según recuerdo nada interesante más que cuando huíamos... Aunque no tengo mucha memoria de ello —Comenta, alzando los hombros y restándole importancia al asunto. Bonnie traga saliva en su sitio y desvía la mirada mientras su corazón de acelera ¿Esto era tan conocida vergüenza por sí mismo?—. De todos modos no fue mi intención hacerte pensar algo malo, no quiero evitarte, de verdad me agradas mucho.

—¿Entonces por qué siempre me evadía la mirada cada que nos encontrábamos en el pasillo? —Necesitaba sentir que tenía razón en algo, sino estaba seguro de que moría de la pena en ese preciso instante—. No importa como lo mires, de alguna u otra manera quería ocultar algo con tu presencia.

Bon se lo piensa y suspira, asintiendo. ¿Estaba en lo correcto?

—Este... Sí, quería ocultarte algo y eso es que, no sé si recuerdas que cuando comenzaste a quedarte en el salón conmigo te comenté sobre todo lo que tenía que planear para los viajes de último curso —Bonnie asiente recordando vagamente aquellas palabras—. Tenía miedo de decir demás en cuanto a su localización y fecha y que el consejo me dijera algo por eso. Pero ya que, para comienzos de Diciembre tendrán un nuevo cambio de viaje para los de último curso, todo fue muy repentino y por alguna razón los demás del comité tienen prohibido ayudar con la organización, aunque siento que es una jugarreta de Golden para ver si puedo soportarlo.

—¿De eso se trataba?

Bon asiente.

—Sí, de eso.

—¿No me estabas evitando?

—No, no lo hacía.

Bonnie se cubre su sitio con sus manos apartando ligeramente sus anteojos dejándolos en su cabeza. Quería despertar de suele vergonzoso sueño, quería hundirse en la tierra y aparecer en Dubái. No sufriendo la maldita vergüenza de haberse equivocado y hacerle reclamaciones sin sentido al contrario. Bon ladea la cabeza y suelta una sencilla risa, negando la aptitud del mayor.

—¿Estabas molesto conmigo?

—Yo... Solo pensaba que eras infantil —Antes de que Bon hablara continuó pues todavía asimilaba el malentendido— Entonces ¿Por eso estabas aquí? ¿Buscabas información sobre el costeo de lugar?

Una vez siente el bochorno apaciguarse, suelta un suspiro en su sitio, pero nadie le quitaría nunca lo estúpido que había sido al pensar de más y suponer que el menor también lo hacía.

—Uh, no, ya eso está medido. Averiguaba sobre los pasajes para saber después, pronto tengo que hacer una visita también.

—¿En serio?

El menor asiente con una calmada sonrisa y Bonnie no puede evitar preguntarse cómo es que él lograba todo el tiempo aparentar tanta tranquilidad. ¿No se le hacía tedioso?

—Bien, como sea, si piensas evitarme luego de todo lo que ha pasado nunca te atrevas a acercarte nuevamente a mí o lo lamentaras.

—Créeme, evitarte luego de lo mucho que me costó acercarme y ahora ver cómo te preocupas por mi presencia es algo que ni yo mismo me perdonaría, eso es todo lo que me lamentaría —Confiesa y Bonnie frunce los labios. A veces se le hacía tan perfectas las cosas que decía que dudaba de que su actitud fuese real siquiera—. Pero, no es bueno que estés pensando en esas cosas, después de todo...

Pasajeros con destino a Vaiita, por favor retomar nuevamente el trasporte. Los percances han sido solucionados, pasen linda noche.

—Ese es mi alarma —Enuncia Bonnie levantándose de su asiento y siendo seguido por el menor—. ¿Qué haces?

—Pensaba que sería una gran forma de disculparme por haber hecho que sintieras que te evitaba ¿No crees? —Bonnie niega y continúa su camino, antes de subir al autobús Bon es el que lo toma de la muñeca y lo hace mirarle, al instante saca algo de su bolsillo le ofrece un paquetito de gomitas de mora—. Por hacerte perder tu bebida, no sé si esto compense el cambio de líquido a sólido también.

Bonnie queda observando aquel paquetiti aún después de subir al vehículo, y presencia como desde la ventana el menor de aura gris le hace un gesto de despedida. Luego de la vergüenza por haberle querido dar otra intención a los acontecimientos venía y hacia este tipo de cosas ¿Qué le pasaba? No parecía darse cuenta de que tan pequeñas acciones con tanta emoción volvían su cabeza un nido de marañas.

Tal vez por eso se sentía tan intranquilo. A pesar de haber entablado y solucionado distintas situaciones ese día, quedaba la punzante inquietud de que no era el final de sus problemas, por lo que no podía sentirse totalmente liberado... ¿Era acaso un mal presentimiento?

Bon observa desde la distancia como aquel trasporte por fin dejaba la zona, y baja la cabeza para que su sonrisa se volara al instante, como un cambio de página. Despeina su turquesa melena y exhala con fuerza en su sitio.

—¿Qué estoy haciendo?

No lo comprendía, algo estaba mal, de verdad quería que aquella inquietud se fuera ¿Pero qué era?

—No lo entiendo.

Simplemente sabía que todo iba a terminar muy mal...

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Nota de la autora:

¡Hello, my star's!

Bienvenidos nuevamente a otro capítulo de la historia de su servidora, YO SOY Cami y esto es Hilo Rojo... Grades presentaciones awjndwbhunf

Sobre el título, personalmente no tiene mucho significado, ¿o no lo sienten así?tal vez lo cambie en un futuro o tal vez no. Andaba en blanco xD

Todavía no se si volveré a dedicar capítulos puesto que wattpad se me bugea todo a la hora de etiquetarlos, por lo menos trataré de hacer esfuerzo en el siguiente, ¡Así que espero que comenten mucho igual!

Después de mucho tiempo de no actualizar con fechas tan cercanas intento ver si puedo retomar mi viejo horario semana, o por lo máximo de actu cada 10 días UwU

Este capítulo originalmente iba a ser mucho más corto, sin embargo la conversación de nuestro trío favorito de amigos se extendió, y para la profundidad que quería agregarle a lo que se viene vi esto MUY NECESARIO.

Hay que saber cuando estamos mal y pedir ayuda si no podemos, mis niños, son consejo que aunque me cuestan seguir se los digo a ustedes y juntos avanzamos para mejor.

¡Bonnie ya acepto que Fox y Chica son sus amigos!

Grite cuando sucedió a pesar de ser yo la que escribía xD Muy fanática de mi parte ahre(¿ jjdjd

¿Qué tal les pareció Usagi? ------>

¿Teorías? ------>

¿Qué les gustó más?  ¿Algo con exactitud les pareció interesante?------>

¿Hubo algo no les gustó o no les terminó de convencer? ------>

¿Tienen algo en mente sobre lo que pueda pasar en el próximo capítulo? ------>

¿Alguna pregunta para mí por si no entendieron algo? ------->

Estudié mucho para este capítulo JAJJAS

Por el momento supongo que eso es todo, oh y para los que no me siguen en twitter:

Ahora saben que dice: Unmeidesu/ Destino.

Pequeña viñeta de escena para crear Hype que había lanzado jajaja, a que esta bonita?

Si quieren saber algo o ver dibujitos míos a parte no olviden seguirme en Twitter como: @CmCimi, y si quieren enviarme algo con respecto a la historia o a las historias en general pueden hacerlo al correo:

Supongo que es todo, nos vemos en la siguiente actualización que espero sea incluso más pronto

¡Bye!

Att: Cami <3

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