┍ Capítulo 33: Appa, ¿eres tú? ┚

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JiMin

Jugaron por lo que a JiMin le pareció que cuando mirara la ventana, ya sería de día. Sin embargo, cuando lo hizo, aún seguía oscuro afuera. 

Era la sexta vez que JiMin jugaba a ser la bruja, y también la sexta vez en la que encontraba tanto a JungKook como a YoonGi. Ambos siendo unos Hansel y Gretel muy malos, al parecer de JiMin.

YoonGi salió de su escondite detrás de una cortina al encontrarlo JiMin, y sacó a un JungKook a punto de dormirse detrás de él.

—¡Los encontré otra vez, Hyung! 

YoonGi asintió, sonriéndole pero con una expresión somnolienta. Bostezó, cubriéndose la boca con una mano.

—Eres muy bueno en esto, mocoso.— felicitó, levantando a JungKook entre sus brazos para mirarle el rostro y comprobar que no se había quedado dormido parado. Desafortunadamente, sí lo había hecho. 

Los párpados del bebé ya se estaban cerrando, y roncaba ligeramente con los labios entreabiertos. 

JiMin tuvo ganas de pincharle las mejillas.

—Ups, creo que es la hora de dormir de alguien.— YoonGi frunció el ceño y miró la pantalla del celular que sacó velozmente de su bolsillo trasero, ante el rostro taciturno de JiMin. Aún no quería ir a dormir; y menos si appa y papi aún no venían.—De todas formas, ya son pasadas las nueve. ¿A qué hora sueles dormir, JiMin-ah?

JiMin hizo un puchero, haciéndole ojitos de cachorro pateado a YoonGi.

—No quiero dormir, Hyung. ¡Quiero seguir jugando! 

YoonGi sacudió la cabeza.

—Lo siento, mocoso, pero las reglas son las reglas. Tus padres probablemente regresen enseguida; y querrán que ya estés dormidito en tu cuna.

JiMin no pudo esconder su descontento. Remolón, apretó el entrecejo, caminando hacia la cama.

—Ya no duermo en cunas, hyung. ¡Soy un niño grande!— infló el pecho, y se trepó a la cama, acostándose aún en dicha forma. 

YoonGi se acercó y dejó a JungKook dormido al lado de JiMin. Los arropó a ambos, colocándoles la manta encima con suavidad, y le pasó a JiMin el peluche de Ryan.

El mayor se quedó con las manos en las caderas, luego, admirando su trabajo.

—Supongo que no necesitarás que Hyung se quede a dormir con ustedes, entonces. ¿No es así, niño grande?— YoonGi frunció los labios, como parecía ser su gesto normal, y la resolución de JiMin flaqueó. Y lo hizo incluso más cuando YoonGi hizo ademán de apagar la luz.—Creo que no necesitamos dejar la luz en...—

—Duerme con nosotros, Hyung.— dijo rápidamente, cubriéndose parte del rostro con la manta.—Por favor.

YoonGi chasqueó la lengua, pero en su expresión había más satisfacción que otra cosa. 

—Por supuesto.— se metió en la cama y se recostó sobre su costado derecho, de manera que quedara enfrentando a JiMin y al bebé. Usó su brazo como almohada, y suspiró.

JiMin se arrastró para estar más cerca de JungKook.

El aroma de Hyung era casi tan agradable como el de appa y papi. Aunque nunca llegaría a ser tan tranquilizante, ni llegaría a quitarle el dolor tan fácil como lo hacía el de ellos.

Hizo otro puchero, recordando a sus padres. Quería un beso de buenas noches, y a papi leerle un cuento. Sentía que no podría dormir si no lo tenía.

—Quiero a mi appa, Hyung.— reveló entonces, YoonGi a punto de quedarse dormido. Cuando escuchó a JiMin hablar, volvió a mantenerse con los ojos abiertos.—Y a mi papi. 

—Ya vendrán enseguida, JiMin-ah. Solamente están abajo... arreglando algunas cosas. 

JiMin abrió la boca, como entendiendo.

—¿Se descompuso algo, Hyung? 

YoonGi extendió una mano y le acarició la frente, riendo despacio.

—No, pequeño, no me refiero a eso. Mejor solamente cierra los ojos, y cuando los abras, appa y papi van a estar aquí.

—¿Promesa?— fue el turno de JiMin de bostezar, sintiéndose muy cansado de repente. La cama de sentía demasiado cómoda debajo de él, y la frazada caliente y acogedora.

—Lo prometo, mocoso. 

JiMin le creyó a su Hyung, y solo por eso, cerró los ojos con la confianza de que cuando los abriera, vería el rostro de appa y papi junto a él. 

El sueño lo reclamó como si le perteneciera.

Cuando abrió los ojos, sin embargo, no vio a appa ni a papi. 

Seguía estando en su cuarto, solo que este estaba oscuro, y solitariamente la luz de la luna entraba por la ventana del cuarto.

Hyung estaba durmiendo a su lado, al igual que JungKook, y la puerta se estaba cerrando lentamente...

Abrió los ojos como platos al darse cuenta, y se incorporó con una mano rascándose  para ver mejor.

—¿Appa?— preguntó con esperanza, pero la puerta se cerró. JiMin ladeó la cabeza, y movió sus piernas a un lado de la cama para bajar.  

Sus pies tocaron el piso ligeros, mientras caminaba tambaleante hacia la puerta.

—¿Appa? ¿papi? Oh...

Se detuvo a mitad de camino entre la puerta y la cama, al notar lo que había en frente de él en el suelo. 

JiMin lo observó y luego la puerta, sintiéndose emocionado.

¿Appa y papi querían jugar también?

Agarró el peluche de Ryan que había aparecido en el suelo y lo abrazó contra sí.

Evitó mirar las sombras que formaban las ramas de los árboles contra el piso, porque le darían miedo. Entonces mantuvo su vista fija en la puerta de la habitación, caminando hacia ella. 

Sus deditos se cerraron en torno a la manilla, y la abrió, asomando su cabeza por el umbral con una sonrisita.

—¿Appa? ¿papi?— su voz decayó al ver lado a lado que sus padres no estaban. El pasillo estaba oscuro, y las escaleras también.

Apretó el peluche de Ryan con fuerza contra su pecho. 

—Tranquilo, Ryan.— le susurró al muñeco.—Yo te cuido. La oscuridad no es mala. 

Pero a pesar de eso, cerró los ojos tratando de imaginar a appa diciéndole también que no debía temer.

Y entonces lo escuchó.

JiMin, cielo.— su voz dulce lo hizo abrir los ojos y buscar frenético el lugar de donde provenía; sin embargo, seguía bastante oscuro.—Ven

—¿Appa?— preguntó con voz trémula, moviendo sus pies lentamente hacia el pasillo.—¿Dónde estás? 

Sus dedos chocaron contra algo suave en el suelo. Se inclinó para alcanzarlo, y encontró la suave cola de un gato de peluche. 

Aquí. Ven, cariño.— La voz de Appa comenzó a tararear, y JiMin extrañamente odió el sonido. Le hacía tener piel de gallina.

—Appa...— comenzó, y fue cortado por el sonido contundente de dos palmas chocándose en un aplauso. 

JiMin lanzó un sonido de sorpresa.

El juego había comenzado. 

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