¡Volví! El tiempo pasa tan rápido :'(
Planeaba subir el nuevo capítulo ayer, pero pasaron cosas y pues... ¡Hoy habrá dos capítulos!

Espero disfruten la lectura ;)

Pd: La era LY oficialmente terminó T_T

SeokJin

Desorientado y con la única directriz que le daba su cerebro se adentró al cuarto del bebé. Su cabeza le palpitaba, y no podía ver muy bien, pero en su cráneo rebotaba el llanto de JungKook que había escuchado junto con la melodía que lo acompañaba. 

Empujó la puerta despacio, rogando por que está no hiciera demasiado ruido. 

Asomó la cabeza a medida que se abría, un tanto impaciente. 

Lo primero que vio fue la cuna sin la presencia del menor de los Kim. Lo segundo, fue la persona parada al otro lado del lugar. 

—... ¿HoSeok?— susurró con los labios muy pegados, mirando la espalda del menor bajo las luces de los relámpagos, meciendo un bulto entre sus brazos. 

Entró a la habitación, inseguro de lo que estaba pasando. 

El pelirrojo continuó cantando la nana como si nada, a pesar de que Jungkook aún estuviese lloriqueando. 

—HoSeok.— llamó ya un poco más firme y fuerte, para advertirle de su presencia. El susodicho detuvo su paseo por la habitación.—Deberías estar descansando, pero gracias por...—

HoSeok se dio la vuelta lentamente hacia Jin, con una mirada vacía y tormentosa. Jungkook gimoteaba entre sus brazos, removiéndose y llamando a su appa. 

Sin embargo, lo que realmente cortó el hilo de las palabras de Jin, había sido la sangre goteando de los dedos de HoSeok y manchando la manta en la que estaba envuelto el menor de los tres. 

El corazón se le subió a la garganta, y se encontró extendiendo las manos hacia el menor para quitarle el bebé. 

HoSeok se alejó de él, estrechando más fuerte a Jungkook y mirándolo como si SeokJin fuese un ladrón. 

Jin levantó la palma de una mano hacia él, tomando en cuenta su posición defensiva aunque no le encontrara el sentido. 

—HoSeok, está bien. Puedes darme a JungKook.— trató de no sonar muy amenazante; no supo si lo consiguió.—¿Qué le sucedió a tu mano? 

HoSeok negó con la cabeza a algo que Jin no pudo identificar, caminando incluso más alejado de él. 

—HoSeok. 

—Q-Quiero sostenerlo.— su voz sonaba oxidada y forzada, como si tuviera algo que le impidiera hablar con libertad. 

Jin dio un paso al frente. 

—Te dejaré sostenerlo cuando vea donde estás lastimado, HoS...—

—¿Cuando e-entenderán que... mi herida n-no es física?—tartamudeó varias veces, como si hablara rápido y nervioso. Su lenguaje corporal gritaba que estaba entrando en pánico, y SeokJin sintió desesperación.—YoonGi y tú son iguales. 

—Hobi, podemos arreglarlo. Te lo prometo. Solo quiero que me des a JungKook. 

—¡No!— exclamó, y SeokJin dio un salto.—No pueden arreglarlo. Especialmente tú no puedes arreglarlo, Hyung. 

Aunque no entendió aquello, sintió una punzada en el pecho. El desagrado que tenía HoSeok al decirlo era casi palpable para la inestable confianza del rubio. 

—Lo siento, HoSeok.—se disculpó sin saber bien por qué.—Pero por favor, voy a calmarlo y luego hablaremos bien, ¿okay? 

El pelirrojo tensó la mandíbula, aunque Jin creyó más que era una forma de evitar romper a llorar. 

Mientras tanto, la lluvia comenzó a caer afuera, y los relámpagos se hicieron constantes. La sombra de la lluvia pintaba los rasgos taciturno de HoSeok mirando a su bebé. 

Levantó su mano llena de sangre y arropó al pequeño, haciendo a Jin tensarse. 

—...Es tan tierno. Tan inoc-cente...— Jin dio otro paso al frente, sin que HoSeok lo notara.—...Yo también lo era, hyung.— Mientras miraba a Jungkook, sollozó repentinamente. Pero lo hizo de una forma tan desgarradora que por un momento no supo si debía consolar a Jungkook o al pelirrojo.—Y-Yo también... lo e-era hasta que m-me quitaron todo.— HoSeok lloró desconsolado, con las lágrimas cayéndole a borbotones por las mejillas hasta el mentón. 

SeokJin se apresuró a colocar una mano sobre el hombro de este, sujetándolo pero a la vez pareciendo que le estaba dando apoyo. 

No entendía muy bien que pasaba, pero creí que era suficiente escuchar los lamentos del pelirrojo para saber que no estaba bien. 

—HoSeok... 

HoSeok siguió sollozando, bajando la cabeza pero aún meciendo al pequeño. 

—Perdóname, SeokJin-hyung.— iba a preguntarle por qué, cuando observó que señalaba su mano ensangrentada y envolviendo una parte del cuerpo de JungKook.—No sé qué estaba pensando.

—Está bien, solo... dámelo. Por favor.— insistió Jin por enésima vez, sin resultados. HoSeok se alejaba de él cada vez, rehuyendo como quien está acorralado, caminando hacia atrás. 

—¿No te preguntas do-dónde estaría... su mamá a-ahora?

Eso le cayó como un balde de agua fría, más no flaqueó. HoSeok llegó hasta el alfeizar de la ventana, mirando a Jin con el rostro contorsionado por el llanto. 

—¿Hyung? D-Dime, ¿no piensas en ese odio?— HoSeok comenzó a sacudir la cabeza ligeramente.—Porque yo lo hago, y-y... ya no lo soporto...—

Finalmente el pelirrojo se inclinó sobre el bebé sollozando, y SeokJin se apresuró a colocar sus brazos debajo del cuerpo del bebé, levantándolo hacia él. 

HoSeok se lo permitió. 

—Ya, Kookie.— arrulló, aunque el pequeño ya no estuviera llorando como al principio. Solo un poco frustrado por no haber estado con SeokJin cuando lo llamó.

Acunó al bebé como hacía siempre, viendo por el rabillo del ojo a HoSeok desmoronarse apoyado en la ventana. El pelirrojo se cubrió los labios con una mano, sollozando contra esta para amortiguar el sonido. 

No estaba seguro de que NamJoon o YoonGi hubieran escuchado lo que estaba pasando; pero los necesitaba urgente. 

Era demasiado para él. 

—Así, bebé.— le susurró a Jungkook, una vez este pareció rendirse ante el sueño. Lentamente caminó hasta la cuna y lo dejó ahí antes de girarse hacia HoSeok arrodillado junto a la ventana. 

—HoSeok-ah.— respiró, poniéndose de cuclillas cerca de él. HoSeok se negó a mirarlo.—¿Que sucedió? 

El enfermero miró sus manos, una manchada de sangre que lo más probable era que fuera suya, y la otra con rastros de lágrimas. 

—Los fantasmas del pasado han venido por nosotros, hyung.