— ¿Señora Grey? – Maddie toca a mi puerta – La señora Matteo está aquí.

— Sí, hazla pasar por favor.

Me recargo cómodamente en mi silla y pongo la mano sobre mi pancita para enfatizarla.

— Señora Grey – me saluda la rubia cuando entra – un gusto verla de nuevo.

Levanto la vista hacia ella y le doy una mirada intensa porque sé que está mintiendo. Le hago una seña para que se siente y Maddie hace lo mismo.

— Señora Grey, ¿qué cambios le gustaría para la casa?

— Me encantaría conservar el aspecto rústico que tiene, me parece que le da calidez – volteo hacia Maddie y ella sonríe.

— Señora Grey, si renovamos todos los elementos, la casa tendrá un aspecto armónico. La misma temática para cada espacio le daría un aspecto... Moderno.

— Mmm no – le suelto – ¿te dije que en nuestra luna de miel fuimos a Aspen?

— Oh, si – mi amiga sonríe.

— La casa es preciosa, una gran ubicación – Veo de reojo que Gia sonríe – ¡Pero es tan fría e insípida por dentro! Dios, por fortuna no iremos muy seguido, pero esa casa necesita amor. ¿Sabes de lo que hablo, querida?

Gia frunce el ceño y presiona sus labios para disimular la mueca de disgusto que hizo. Maddie también presiona sus labios, pero intenta contener la risa.

— Por lo tanto, me gustaría que mi hogar sea un lugar cálido y cómodo para Christian. Y para el bebé, por supuesto.

Masajeo mi vientre en círculos para captar la atención de Gia, luego vuelve a mirarme y sonríe sin ganas.

— Necesitaremos un cuarto para bebé Grey junto a la nuestra, uno muy grande y espacioso para todos los juguetes que mi esposo quiera comprar.

— Por supuesto, señora Grey.

Puedo ver en la expresión de Gia que se esfuerza por ser lo más profesional posible. Buena chica.

— Eso será mientras tanto, Dios sabe que Christian está tan emocionado que quiere llenar nuestro hogar de pequeños niños de cabello cobrizo, pero tiene que calmarse.

— Jamás lo hubiera pensado de Chr... Del señor Grey – se corrige.

— ¡Hombres! – arqueo la ceja – No te quieres casar, él si. Quieres un hogar pequeño, él quiere una mansión. Quieres un bebé, él quiere tres... Christian hace todo a lo grande.

La miro fijamente esperando un leve movimiento en su maléfico rostro, pero sigue tan inexpresivo que me pregunto si viene de alguna sesión de  retoque de botox.

— Sobre la casa – retoma el tema – ¿Desea conservar el estilo rústico pero empleando energías renovables?

— Si, estoy segura que encontrarás la manera. Voy a poner todo mi empeño y atención en este gran proyecto.

Le sonrío para que ella también lo haga, pero la rubia vuelve a darme una sonrisa forzada. Dios, si no quiere trabajar en este proyecto, ¿qué hace aquí?

— ¿Estás cómoda con esto, querida? Seguro mi esposo podría encontrar a alguien que se sienta más familiarizado con los términos.

— No, digo si, señora Grey, yo puedo hacerlo. Visitaré nuevamente la casa para hacer algunas revisiones y traeré los planos en dos semanas para que dé su visto bueno.

— Me encantaría que fuera antes de esa fecha, querida. Mi cuñado Elliot y mi mejor amiga se casan pronto así que Christian y yo estaremos muy ocupados.

— Por supuesto señora Grey, trabajaré lo más rápido posible.

Ella se levanta y estrecha mi mano tan rápido que no puede disimular su entusiasmo por salir de mi oficina. Maddie se ofrece a acompañarla hasta la escalera, pero se vuelve para susurrar:

— ¿Aún vamos con el plan de tirarla por las escaleras?

— Dejémoslo para la próxima ocasión.

Ambas reímos hasta que ella sale de mi oficina para asegurarse que Gia se va. Inmediatamente mi móvil suena con una llamada.

— Señor Grey – lo saludo – ¿A qué debo el honor?

— ¿Lo ha olvidado, señora Grey? Tenemos cita con la doctora Greene.

— Oh, es cierto. Lo siento, cariño, estaba ocupada atendiendo a Gia Matteo.

— ¿Todo resultó bien? – dice serio – ¿o debería enviar a Taylor a recoger un cadáver?

— Sigue viva por el momento, se ha portado bien y creo que podría conservarla un poco más – Christian se ríe.

— Parece que hablas de una mascota.

— Una muy venenosa – me río.

— Bien, espero que estés lista porque estoy afuera. Baja ahora.

Qué gruñón. Cuelgo la llamada y tomo mi bolsa junto con el manuscrito que aún estoy revisando. Le aviso a Maddie que me voy y Dixon me acompaña hasta la acera.

Mi guapo esposo y Taylor ya están ahí esperándome, y creo que no bromeaba con el asunto de Sawyer y Wayne siguiéndome a todos lados.

— ¿Quieres saber qué cambios me gustaría hacer a la nueva casa?

Le pregunto cuando vamos en el auto. Él hace una mueca y besa el dorso de mi mano.

— Lo que sea que mi esposa quiera, está bien para mi.

— Bien dicho, Grey. ¿Con quién estuviste hablando?

— Con mi abuelo Ted.

— Ted – digo bajito – me gusta ese nombre.

— A mi también – me mira con los ojos entrecerrados – ¿Lo dices por el jodido oso?

— No, Christian – ruedo los ojos – Olvídate del oso y piensa en el bebé. Me gustaría el nombre Raymond si es un niño.

— Theodore – dice él – Theodore Grey como mi abuelo.

— ¿Y si es niña?

— Eso es fácil – sonríe – Grace.

— A tu mamá le encantaría – me acerco para besarlo en la mejilla.

Jason estaciona afuera de la clínica y entramos directo al consultorio de la doctora Greene.

— Señor Grey, señora Grey – ella saluda – Me alegra verlos por aquí.

— Estamos ansiosos por saber del bebé – le digo.

— Señora Grey, vamos a hacer una ecografía, por favor suba a la camilla.

Me levanto para ir a la siguiente habitación, dónde tiene el ecógrafo y la camilla. Me desabotono el pantalón y lo bajo un poco junto con mi ropa interior.

— ¡Ana!, ¿Qué haces?

— Por Dios, no grites Christian – le gruño – me preparo para que la doctora pueda revisarme.

— ¿Y es necesario que te desvistas?

— No me estoy desvistiendo, solo le doy espacio para colocar el gel.

— ¿Tan abajo?

— ¿Hablas en serio? ¡Tu madre es médico!

— No estoy cómodo con la idea de que la doctora Greene toque... Ahí

— ¡Ella no me va a tocar! – gruño apretando los dientes – va a usar un aparato.

— ¿Y eso debería hacerme sentir mejor?

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Ojos en blanco en tres... Dos... Uno... 😂😂😂

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Les recuerdo que tengo más historias disponibles en mi perfil, y pronto estaré publicando dos más... Les dejo las portadas como adelanto: