Capítulo 24

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El Especial del Novio
Parte 2

Ana permanece junto a la puerta, esperando a que salgamos, así que tomo una respiración profunda. Ethan pasa por mi lado y se sitúa al fondo del pasillo, con Mía.

Christian palmea mi hombro y se detiene frente a su esposa para sonreírle. Ella lo mira con tanto amor y devoción, que siento que algo se remueve por dentro de mis tripas.

Yo en definitiva amo a Kate, eso lo sé, cuando el miedo a fallar se haya ido, quedará el amor. El amor que tengo por ella y por nuestro bebé.

— ¿Listo? – La pequeña me habla, ambos me miran.

— Si.

Me acerco a ellos, pero paso mi brazo por los hombros de mi cuñada y mi hermano inmediatamente frunce el ceño.

— Me alegra tanto saber que me superaste y seguiste con tu vida – beso su cabeza – No me perdonaría a mi mismo romper tu corazón. Debe ser tan difícil para ti verme caminar hacia el altar.

— ¿Qué? – chilla ella.

— Jodido idiota – Christian golpea mi hombro con su puño.

— ¡Christian! ¡No lo golpees!

— ¿Por qué no? Él me provoca.

— Está jugando, mi amor – Ella toma su rostro con ambas manos – Sabes que te amo, jamás podría querer a alguien como te amo a ti.

— Te amo, señora Grey.

Mi hermano sonríe de nuevo como si estuviera viendo el tesoro más valioso del mundo entero.

— Voy a vomitar.

— ¡Elliot! – me regaña la pequeña – ¡Eres imposible!

Ella vuelve a besar a su esposo y camina hacia donde Ethan y Mía conversan. La música comienza a sonar, así que acomodo de nuevo mi corbata de moño torcida.

Mi papá y la señora Kavanagh son los primeros en salir. Detrás de ellos, la pequeña y el bastardo caminan abrazados y sonrientes. Luego Ethan y Mía, quién prácticamente se cuelga de su cuello para besarlo.

— ¿Cariño? – Mamá se acerca para pasar su brazo por el mío – Estoy muy orgullosa de ti.

— Gracias mamá – beso su mejilla – ¿Alguna vez me imaginaste casado?

— Si, aunque creí que tendrías como 40 años, y tu esposa sería una chica tonta de 20.

— No me tienes fe, Madre. Puedo ser maduro.

— Lo eres, cariño, pero te gusta ver el lado divertido de las cosas.

Nos detenemos en la entrada de la carpa que acondicionaron para la ceremonia y seguimos caminando hasta que me detengo frente al altar.

Beso de nuevo la mejilla de Grace y estrecho la mano de Carrick antes de subir a mi lugar.

— ¿Estás bien? Aún puedo sacarte de aquí en un minuto.

Christian susurra junto a mi oído. Su esposa nos mira con el ceño fruncido y no sé si es porque nos escuchó o nos conoce bien. Niego con la cabeza discretamente.

— Estoy bien, puedo hacerlo.

La marcha nupcial suena de pronto y todos giramos hacia la entrada, para ver a Kate y a su padre por el pasillo. Mierda. Se ve preciosa en ese vestido entallado.

Apenas me ve, sonríe y unas lágrimas hacen brillar sus ojos. Eamon me abraza antes de entregarme la mano de su hija y se aleja para sentarse con su esposa.

— Hola Nena.

— Hola Elliot.

Mientras todos se acomodan en sus asientos, le doy una miradita con ese vestido blanco ceñido a su cuerpo.

— Nena, ¿Tu vestido tiene cierre? – susurro.

— ¿Qué? – arquea la ceja – ¡Elliot!

— Solo era una pregunta.

Levanto la vista hacia el padre, que nos mira con curiosidad, haciendo que Kate se sonroje.

— Me daré prisa, muchacho. Pon atención.

Yo asiento para indicarle que comprendí su instrucción aunque realmente no esté de acuerdo. Lo escucho hablar sobre la importancia de ser unidos y tenernos confianza, superar los problemas juntos...

¿Cuánto debería beber en la recepción? Podría compartir unos tragos con mis padrinos y con TayTay, que está sentado junto a su señora Jones.

¡Y yo que creí que el único celoso posesivo era el bastardo! Supongo que al viejo Tay se le pegaron algunas actitudes de su jefe.

Kate me mira sonriente, detrás de ella la pequeña mantiene su vista fija en mi... ¿O no? Me giro para ver a mi hermano con la misma jodida sonrisa del millón de dólares.

— Elliot – susurra Kate.

— Lo siento nena, es que Christian suspira en mi nuca.

Kate y Ana frunce el ceño, pero el carraspeo del padre nos recuerda que seguimos ahí, en medio de la ceremonia.

— Acepto – digo cuando el padre me hace la famosa pregunta.

Kate también asiente, y pronuncia las palabras en voz alta. Sus ojos de nuevo se llenan de lágrimas y la veo tratar de contenerlas para no arruinar su maquillaje.

Está tan feliz y yo también. Mierda. Ahora soy yo quien se siente conmovido y tiene que parpadear mucho para alejar las lágrimas. Las chicas frente a mi se ríen, pero mamá no puede contenerse y llora sobre el hombro de papá.

— Puede besar a la novia.

No ha terminado de decirlo cuando ya estoy abrazando a mi esposa por la cintura para besarla, un gran beso intenso que la deja sin aire.

Kate pasa su brazo por el mío para salir de la carpa hacia la otra, donde será la recepción, pero apenas hemos entrado cuando nos llaman para el primer baile.

— Ven aquí nena – la abrazo contra mí pecho.

— Soy muy feliz, Elliot. Te amo.

— Te amo – la beso – Kate, sé que soy un desastre, un muy sexy desastre pero quiero decirte que me alegra mucho tenerte en mi vida. Gracias por no darte por vencida conmigo.

— Elliot, tú eres maravilloso y yo sé que detrás de ese chico divertido se encuentra un hombre muy preocupado por las responsabilidades. Estaremos bien, confía en mí.

— ¿Me has estado analizando? ¿Hablaste con mi madre?

— No, tonto. Te conozco y así te amo.

— Yo te amo nena.

Acaricio su vientre con cuidado, pero una mano en mi hombro me hace voltear. Papá quiere bailar con Kate, así que la dejo ir y tomo a mi madre en mis brazos para bailar.

Luego de ella, la señora Kavanagh baila conmigo un poco, hasta que Mía se acerca para que baile con ella. Mierda, necesito un trago para relajar el cuerpo. Busco a mi compañero de copas, pero el bastardo está en un rincón abrazado de la pequeña.

— Mía, ¿Te importaría bailar con Christian dos o tres canciones?

— ¿Por qué? – Ella arquea la ceja.

— Necesito algo de adrenalina, y estoy pensando en algo muy muy peligroso.

— Bien, pero si terminas muerto será tu culpa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro