— ¡Mía! Ya podemos volver a Pottery Barn Kids.

— ¿Ya? ¿Como ya?

La voz de mi cuñada sonaba confundida a través de la línea.

— Tuve consulta con la ginecóloga ayer, ¡Es un niño!

— ¡Mi vida! Pequeño bebé precioso... Ya me lo quiero comer a besos.

— Aún falta — me río — Pero será divertido decorar la habitación.

— ¿En Escala?

— No, en la casa nueva. Elliot prometió que se darían prisa para que esté lista antes de que nazca el bebé.

— Bien, entonces veremos mientras los diseños, los muebles, ¡La ropa! ¡Tenemos que comprar ropita!

— Supongo que si.

— Y para ti, ropa de maternidad. Te verás hermosa, Ana.

— Gracias Mía, entonces te veo el fin de semana.

— ¡Claro! Dile a Christian que aliste la chequera.

Termino la llamada con Mía y vuelvo a mi escritorio para terminar el manuscrito que será enviado a impresión antes de la reunión con Roach.

Nuestro más reciente autor estrella, Caleb Rights, se convirtió en un éxito de la noche a la mañana con sus novelas de misterio y drama. Todos aman el drama.

— ¿Ana? El señor Rights está aquí.

— ¿En la sala de Juntas?

Pregunto a Maddie sin dejar de marcar el manuscrito en mis manos.

— No. Aquí, aquí.

Confundida, levanto la vista hacia ella. Maddie está de pie en la puerta, con un hombre rubio de ojos azules parado detrás de ella.

— ¡Aquí!

Digo yo también sorprendida. Me toma un segundo reaccionar y me levanto de la silla para ir a recibirlo.

— Gracias Maddie, Señor Rights — Estrecho su mano — Llega temprano.

— Lo siento, pero quería conocer a la encantadora mujer que le dió la oportunidad a mi libro.

— Anastasia Grey.

— Caleb Rights — Toma mi mano para besar el dorso.

Retiro mi mano cuando una sensación de incomodidad me invade. Caleb me rodea para ir a sentarse en el sofá de mi pequeña sala.

— ¿Lo acompañó a la oficina del señor Roach?

— Estoy muy bien, gracias querida.

¿Querida?

— Señor Rights, estoy segura que el Señor Roach le gustaría platicar con usted antes de la reunión.

— ¿Quiere que me vaya? ¿La incómodo?

Caleb arquea una ceja, su expresión divertida me molesta un poco. Por lo que leí de él en la entrevista que se le hizo, estudió periodismo pero nunca ejerció por dedicarse a escribir.

Tiene uno o dos años más que yo, pero ha recorrido el país en busca de inspiración para cada una de sus novelas publicadas en un blog, hasta que uno de sus amigos lo ánimo a contactarnos.

— Estoy un poco ocupada, Señor Rights, y cansada — Paso la mano por mi vientre redondo para que vea no solo la pancita, sino también la inmensa roca en mi dedo.

— Lo siento mucho, señorita... Señora Grey, solo que sentí admiración la primera vez que hablamos por teléfono. Quería conocerla personalmente.

— Pues, me ha conocido — Intento aligerar el ambiente — La reunión será dentro de pocos minutos.

— Y aparte del lanzamiento del libro, ¿Qué otros planes tienen para mí?

— Lo sabrá en la junta — Lo señalo.

— Oh, vamos. ¿No puede darme un adelanto?

— Me temo que no.

— ¿Publicarán en segundo libro? ¿Tendré una película? ¿Una gira de presentaciones?

— El señor Roach quiere decírselo él mismo.

— Agh, qué aburrido.

Se levanta del sofá con una postura arrogante y se asoma por la ventana. Cruzo los brazos sobre mi pecho mientras espero a que él salga de aquí.

— De haber sabido que eras tan linda, Ana, habría venido antes a traer el escrito yo mismo.

— Me temo que adularme no funciona, señor Rights.

— No te preocupes, querida. Solo estoy siendo sincero, así podemos ir conociéndonos.

— ¿Conociéndonos? — Repito con sorpresa — Solo soy la editora, no volverá a verme.

— ¿Por qué no?

— Porque la parte publicitaria la lleva otro departamento. Yo he publicado su libro, así que mi labor está hecha.

— Oh, cariño, no estés triste. Me verás.

Dios, no. No soporto a los tipos arrogantes. Y ya tengo uno en casa, así que cumplí mi cuota.

— ¡Maddie! — Mi amiga se asoma por la puerta — ¿Podrías por favor acompañar al Señor Rights a la sala de juntas?

— Por supuesto — ella le hace una seña para que la siga.

— Lamento incomodarla, señora Grey — Toma mi mano, que no extendí — La veré pronto.

— Si — me burlo — En la sala de juntas.

Maddie cierra la puerta cuando él sale y dejo salir un bufido de frustración.

Benditas hormonas.

Me he vuelto más impaciente e irritable que de costumbre, y estuve a nada de arrancarle la cabeza de cuajo.

Por suerte, me tranquilizo cuando vuelvo a estar sola en la oficina y decido que no quiero ir a la junta. Tomo el snack de fruta que la señora Jones alistó para mí por indicaciones de Christian.

Algo de música relajante, un nuevo manuscrito de romance y mi snack s un lado son suficientes para hacerme recuperar la paz y el amor para el mundo.

— ¿Ana? — Maddie abre la puerta sin esperar respuesta — El señor Roach te llama.

— ¿Ya terminó la junta?

— No.

— Bien.

Me levanto para sacudir los restos de galletas saladas de mi blusa, tapo el contenedor de la fruta y asiento hacia Maddie.

Voy detrás de ella hasta el primer piso, dónde la reunión para la parte publicitaria sigue en curso. Entro discretamente y permanezco junto a la puerta.

— ¡Ana! ¡Ahí estás! — Jerry Roach grita con entusiasmo — Quiero decir, Señora Grey.

— Ana está bien, señor Roach.

— Gracias por venir — Señala una silla en la mesa de juntas — Estábamos hablando de las ideas para la publicidad, y Caleb sugirió que te llamáramos.

— ¿Por qué?

— Bueno, tú leíste el libro. Sabes cuáles escenas o frases podríamos utilizar. Qué concepto, incluso. Nadie más conoce el libro mejor que ustedes.

Señala a Caleb y a mí. El idiota sonríe con satisfacción, como si acabara de ganar alguna apuesta.

— El señor Rights debería conocer su propio libro, seguro él tiene mejores ideas. Yo podría confundirme con el escrito que reviso actualmente.

— Pero querida, no pienses eso, seguro tienes ya algo de experiencia que pueda sernos de utilidad aquí — Caleb vuelve a decir.

— ¿Podrías dejar ese manuscrito a tu asistente y ayudarnos aquí? ¿Por favor? — Pide Roach, ligeramente nervioso.

Mierda.

~ • ~ • ~

¡Hola!

Como prometí, ya que recuperé mi teléfono voy a subir tres capítulos de cada historia.

Vamos en el segundo de esta, y falta uno más. 😄😄😄

Espero sus comentarios, saben que me encanta leerlas.

¡Saluditos! 😘😘😘