▕ Capítulo 25: Estrategia

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Tener sexo con Sehun en la noche de su cumpleaños no era algo que había planeado. Solo quería pasar a saludarlo y hablar un poco como amigos pero no pensé que se iba a descontrolar de esa manera, era una maldita botella de güisqui. Supuse que después de ello Sehun no quería verme, si hubiera querido presentarme al siguiente día lo más probable es que tendríamos una discusión. Además tenía que cumplir mi palabra de no volver a verlo, aunque solo duró dos semanas puesto que había ideado una estrategia.

—Ya no me importa lo que hagan desde que violaron mi sofá nuevo. Pueden hacer lo que quieran pero no hagan mucho ruido. Solo quiero que se reconcilien de una puta vez para que los dos se larguen de mi casa.

Pues sí, vivir con Sehun y Jongin era mi "gran estrategia", realmente no tenía muchos recursos para frecuentar con Sehun, él siempre está en el trabajo o en casa de Jongin, así que ¿Qué es mejor que utilizar a tu hermano a tu favor? Después de todo él se había ofrecido a ayudarme anteriormente.

Sonreí.—Que generoso eres, hermanito.

—No cantes victoria porque en algún momento me devolverás el favor y lo voy a hacer mucho peor.

—Ya deberías superar tu sofá.

—Nunca lo haré.

Bueno, la estrategia era mudarme con ellos pero el segundo paso a dar todavía no lo sabía del todo. La única idea en mente que tenía era presionar en intentar hablar con Sehun pacíficamente y convencerlo de reparar nuestro matrimonio. Es lo único que tengo hasta que se me ocurra algo mejor.

Estas dos semanas estuve un poco afligida porque no tenía cerca a Sehun y no sabía mucho de él, los detalles de Jongin no eran suficientes. Pero a la vez me he estado estabilizando en mi día a día: las sesiones con el psicólogo me han estado ayudando con el tema de mi adicción, es decir, cuando tengo días malos ya no recurro a los cigarros porque canalizo mis ganas horneando muchos postres o en casos extremos mastico chicle, aunque no lo he dejado del todo, sí hay días que pruebo un cigarro pero ello pasa una vez a las quinientas, voy mejorando; también la perspectiva pesimista que tenía sobre mí y mi vida ha reducido.

—Sehun es muy lindo conmigo.

Aunque a veces quisiera perder la cordura cuando se trata de Chaeyoung.

—¿Sucedió algo entre ustedes?— su nueva mejor amiga habló. La cafetera se escuchó de fondo. Yo estaba al otro lado de la pared escuchando todo, tenía que estar al pendiente de los planes de Chaeyoung.

—Solo hubo un beso.

¿Un beso? Maldita sea.

—Pero es un gran avance.

—Lo invité a pasar a mi casa.

—¿Y? ¿No pasó nada?

—Él no quiso pasar y se fue.—esbocé una media sonrisa. Sehun no se acuesta con arpías.

—Debes buscar otra estrategia para conquistarlo.

—Por supuesto, amiga. Sehun será mío sí o sí.

Si Chaeyoung quiere guerra, pues la tendrá.

He tratado de convencerme que la conversación que he escuchado de Chaeyoung no me afecte. Es solo un beso, no significa nada ¿No? Sehun rechazó la invitación de entrar a la casa de Chaeyoung, eso quiere decir que no está interesado como le hace pensar a la arpía. Además, yo tengo siete años de matrimonio de ventaja, no es algo que puedas olvidar y dejarlo así de fácil.

En fin, por suerte salí temprano del trabajo, no quería seguir viendo la cara de Chaeyoung, me irrita.

Alguien abrió la puerta de la casa y no tardó en mostrarse cuando entró a la cocina.

—Así que sigues haciendo postres.—habló Jongin.

—Hice pie de limón.— hablé mientras colocaba el glaseado de limón en el pie. Es mi forma de canalizar mi enojo y no pensar en la arpía.

—Es mucho pie de limón, ¿Quién se comerá todo eso?— se recargó en la mesa de cocina al lado mío.

—Repartiré pie de limón a tus vecinos, tal vez conozca a alguien famoso.

—Ten suerte con ello porque nadie te abrirá las puertas.—ambos reímos.—¿Por qué estás aquí temprano?

—Terminé con lo mío temprano ¿Tú no deberías estar trabajando con Sehun?

—No, hoy solo me tocó sesión de fotos.— Jongin cogió un cuchillo y partió el pie limón para luego comer un trozo.— Está muy rico.— sonreí como agradecimiento.—Sehun no quiere verte.— dejé de lado la el bol donde estaba haciendo la masa y lo miré con una expresión de interrogación.—Está molesto conmigo por dejar que te quedes en mi casa. Me dió un día para elegir si tú te quedas o él. ¿Qué harás, Seol?

Suspiré.—No sé, déjame pensar.

—Te quedan menos de veinticuatro horas, Seol.

—Lo sé, solo... — maldita sea, no podía dejar que Sehun se me escape porque no tengo más fichas con las que jugar.— intenta que no se vaya.

—¿Cómo? Él está decidido si se va o se queda.

—No sé, inventa otra cosa. Dile que te dé un poco más de tiempo para pensarlo.

—¿Y tú qué harás mientras tanto?

—Me acercaré, hablaré, coquetearé, lo convenceré para que vuelva conmigo. Solo necesito un poco más de tiempo.

—Bueno, pero tienes que apurarte. Para tu suerte, te dejaré la casa vacía para que hagas todo lo que quieras con Sehun.

—¿A dónde irás?

—Con mi novia.—cogió un pie de limón.— Necesitaré esto.— salió de la cocina.

Sehun llegó a casa a las nueve de la noche. Yo había llegado recién de repartir pies de limón por el vecindario. Fui a la habitación de Sehun, él no se encontraba allí. Escuché el agua caer, deduje que estaba en el cuarto de baño.

¿Sería malo entrar al baño estando Sehun allí? Lo primero que se me vino a la mente es tener sexo con él en el baño. Bueno, sé que el sexo no es una opción para arreglar el matrimonio pero tenemos la casa sola para los dos, además tengo que tener ventaja sobre Chaeyoung.

Por suerte Sehun no había colocado el seguro en la puerta. Entré en silencio y me desnudé, corrí las persianas.

—Seol.—Sehun se sorprendió al verme.

Sehun estaba mojado, el cabello alborotado y el agua cayendo por todo su cuerpo lo hacía ver muy sexy. Él me miró de arriba hacia abajo, creo que recién se había dado cuenta que estaba desnuda.

Entré a la ducha y sin más lo besé de manera suave y dulce. Sehun intentó evitarlo pero al final me correspondió el beso. Colocó su mano en mi cintura y me apegó a él. Sus besos húmedos descendieron hasta mi cuello mientras que yo deslizaba mis manos por todo su torso desnudo. Su mano derecha viajó por mi espalda hasta bajar a mi trasero en dónde dió una palmada y luego dió un apretón. De pronto Sehun me hizo dar media vuelta, coloqué mis manos en la pared fría.

Sehun se apegó a mí y pude sentir su miembro erecto en mi trasero. Primero sus manos recorrieron mi cuerpo: desde mis senos, en donde me estimuló en forma de círculos y dió ligeros pellizcos en mi pezón, pasó por mi abdomen hasta mi intimidad.

Sehun manoseó mi clítoris de arriba hacia abajo y en forma de círculos que me hacía soltar gemidos pidiendo más. Luego, con sus manos frotó mi trasero para después colocarlos a ambos lados de mi cadera. Chocó su miembro con mi trasero y fingió dar estocadas.

—Ay, Sehun.— gemí su nombre.—Dame más.

De pronto, Sehun metió de golpe su miembro en mi trasero. Cerré mi manos en forma de puño cuando empezó a moverse de manera brusca y rápida, estaba acostumbrada a que siempre empiece despacio y que de poco a poco suba la intensidad. Sehun no paraba de dar estocadas que me hacían gemir muy alto.

Por suerte Jongin no estaba en casa.

Estuvimos en esa posición por muchos minutos hasta que tuvimos un orgasmo.

Cuando sacó su miembro de mi trasero, me hizo girar para quedar frente a él y volver a besarme. Deslicé mis manos por toda su extensa espalda. Sehun parecía estar disfrutando puesto que a veces entre el beso sonreía mientras me tocaba, esas sonrisas es muy característico de él cuando disfruta del sexo. La mano derecha de Sehun bajó hasta mi feminidad en donde volvió a estimular y metió un dedo, hizo movimientos suaves hasta que metió el segundo dedo repitió los mismos movimientos cuando metió dos dedos más.

Sehun no solo era experto con la lengua, también lo era con los dedos.

Él sacó sus dedos y me tomó de las caderas para cargarme; mi espalda estaba recargada en la pared de loza fría, mis piernas rodearon su cintura y Sehun introdujo su pene en mi feminidad.

—Te amo, Sehun, quiero de nuevo nuestro matrimonio.— solté a duras penas y entre gemidos por los movimientos de Sehun.—Quédate conmigo.

De repente Sehun se detuvo y sacó su miembro y me dejó con las piernas en el suelo. Él me quedó mirando.

¿Dije algo malo?

Iba a hablar pero él se dió media vuelta, deslizó las persianas y salió del baño.

Me apuré en taparme con la toalla y salí del baño para ir detrás de él. Logré alcanzarlo y entrar a su habitación.

Sehun se sentó en la cama y llevó sus dedos a la cuenca de su nariz como si le fastidiara mi presencia.—¿Sabes por qué Chaeyoung ya no es mi amiga?— no recibí respuesta.— Ella quiere acabar con nuestro matrimonio, Sehun, yo no voy a permitir ello. Quiero mi matrícula de vuelta, quiero a mi esposo de vuelta. Estoy siendo paciente, estoy haciendo mi mayor esfuerzo para arreglar lo nuestro.

—¿Y pretendes arreglar el matrimonio solo con sexo? ¿No te das cuenta que eso no arregla nada?

—No es así.— se sentó al lado de él.—Yo quiero hablarte y que me escuches pero tú no quieres, en lo único que me haces caso es en el sexo.

—No quiero hablar contigo, Seol, quiero estar solo, no quiero escuchar tus reclamos. Escucha, Seol, lo nuestro no puede seguir así. Y no hablo solo del sexo, es en general.

Fruncí el ceño.—¿Qué tratas de decirme?

—Ayer, cuando estábamos en la cocina te lo quise decir. —levantó la mirada, fijamente.—Lo he pensado bien y es mejor que...—se detuvo de golpe y me quedó mirando por unos minutos.

—No te entiendo, Sehun.

Tragó saliva.—Quiero que...—suspiró desganado.—Solo vete de mi habitación.

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