▕ Capítulo 29: El ciclo de la vida

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El ciclo de la vida es curioso.

Es más complejo de lo que nos han dicho; nacer, crecer, reproducir y morir. En medio de todo eso hay obstáculos, caídas y levantadas a los cuales enfrentarnos. Nada ni nadie te asegura el éxito. Ni los niños, que deberían vivir su infancia, se salvan por las circunstancias.
Un día estás arriba y crees tenerlo todo; sin embargo, al otro día estás abajo y sin nada ni nadie; un día yo estaba feliz porque por fin mi matrimonio iba a retornar y al otro día estoy en una habitación de hospital: un bucle de lo cual nunca nos libraremos hasta quedar muertos.

—Ya deberías irte, seguro te esperan en el trabajo.— dije sin despegar mi mirada de la televisión.

—Jongin puede arreglárselas sin mí, no te preocupes.— Sehun se acercó a la camilla y tomó asiento a mi lado.— Hoy te dan alta después de tres días así que no voy a ir a ningún lado.

El celular de Sehun, que estaba en la mesa de al lado, sonó. Miré de reojo quien llamaba. Él cogió su teléfono y contestó para luego salir de la habitación.

No se iría a ningún lado a menos que Chaeyoung lo llamara. Suspiré resignada.

En estos tres días que estuve internada Sehun estuvo a mi lado, casi nunca salía de la habitación a menos que fuera para traer algunas cosas para mí de la casa o atendiera llamadas que la mayoría eran de Chaeyoung.

Supongo que ahora estoy en ventaja, tengo la atención de Sehun; sin embargo, no me sentía del todo satisfecha puesto que no era la forma que quería que Sehun hable conmigo, solo lo hace por pena, morí por unos minutos y ello lo habrá conmovido. Quizás cuando me recupere por completo, Sehun seguirá ignorándome.

Bueno, igualmente en estos días de reposo en el hospital he estado asimilando la idea de un divorcio.

Jongin le había avisado a mi madre lo que me había pasado, ambos venían a visitarme en la hora del almuerzo. Bueno, la presencia de mamá no era tan grato para mí puesto que solo recibía reprimendas por ser tan descuidada conmigo misma y casi siempre terminamos discutiendo, aunque ya me había acostumbrado a su temperamento. Gracias a dios que no se ha enterado de la situación de mi matrimonio porque lo más seguro es que recriminé aún más y defienda a Sehun: mi madre lo adora, y lo trata como si fuera un hijo más.

También recibí la visita de Baekhyun, hablamos un poco. Me disculpé con él por haberle hablado y renunciado de esa manera la última vez, le conté lo que estaba pasando y que no estaba segura trabajando junto con Chaeyoung. Por suerte, Baekhyun entendió y aceptó mi renuncia, aunque dijo que me extrañaría regañarme en el trabajo.

Sehun entró a la habitación y volvió a sentarse en la camilla, a mi lado. Nos quedamos en silencio, lo único que se escuchaba en el lugar era el sonido que emanaba el televisor.

—Seol.— llamó. Hice un sonido que indicara que lo estoy escuchando.— Perdón por ser cruel contigo. Yo no quería ocasionar esto...

—¿Ocasionar qué?

—Que te ahogarás. Es mi culpa.

—¿Tu culpa?— giré a verlo incrédula.— ¿Acaso crees que yo misma intenté ahogarme?

— Entonces, ¿qué es lo que sucedió? ¿Por qué te ahogaste?

Volví a ver el televisor.—Todavia no estoy lista para hablar de ello.


La mayoría de nosotros buscamos el sentido de la vida. Creemos que la felicidad es el último peldaño para lograr nuestra autorrealización. Lo cierto es que la felicidad es ambigua y no podemos obtenerla todo el tiempo siempre va a haber obstáculos y desgracias que nos marcarán. No creo en la felicidad plena, no creo que algo es eterno. La felicidad es momentánea pero es algo que marca y que podemos experimentar a lo largo de nuestra vida. Yo sentí felicidad cuando conocí a Sehun, cuando me casé con él y cuando empecé a tener una vida de casada; no obstante, si la felicidad de Sehun es terminar el matrimonio entonces lo aceptaré y buscaré un nuevo propósito para mi vida.

Creo que buscar un propósito es lo que verdaderamente le da sentido a la vida.

—¿Qué haces?— Sehun entró a la cocina y cogió una botella de agua helada de la refrigeradora.

Me dieron de alta por la tarde. El doctor me dijo que no había nada raro en la tomografía que le hicieron a mis pulmones y que quizás solo haya sido un efecto por dejar de consumir cigarros, le pasa a los que intentan rehabilitarse de alguna adicción, me recomendó reposo y evitar situaciones de estrés.

Ahora estoy en casa de Jongin y Sehun me cuida.

—Estoy viendo ejemplos de decoración para mi pastelería.

—Oh, — cogió una silla y se sentó a mi lado.—¿Es cierto entonces que renunciaste y no volverás más?

Asentí.—Hace un tiempo que quise renunciar. Ahora me siento libre.

—¿Baekhyun mucho te agobiaba?

Negué con la cabeza.— En realidad es por Chaeyoung.— pude sentir la incomodidad de Sehun al nombrarla.—No soportaba el hecho de tener que trabajar con la mujer que se acuesta con mi esposo. — hasta ahora no he girado a verlo. De cierta manera quería echárselo en cara, después de todo me pedirá el divorcio.

—Seol. —giré a verlo, justo en ese momento su celular se encendió y en la pantalla se visualizaba una llamada entrante de Chaeyoung. Sehun me quedó mirando.

—Puedes atender tu llamada, no te preocupes por mí que no me moveré de aquí.— volví mi mirada hacia la pantalla de la laptop.

—No me acuesto con Chaeyoung.— Sehun colgó la llamada.

—Bueno, eso no es lo que ella alardea.

—Chaeyoung no alardearía de algo que no es cierto.

—No conoces mucho de Chaeyoung.

—Seol, — me codeó para que lo mirara y así lo hice.— nunca me acosté con Chaeyoung no puedo hacerlo porque aún pienso en ti.

—Entonces para que dejes de pensar en mí y puedas acostarte con Chaeyoung quieres divorciarte.

— No es así...

—Está bien, Sehun, si de verdad quieres el divorcio lo aceptaré. Perdí contra ella, la preferiste.

— No quería que te enteres de esa manera sobre el divorcio.

— Solo quiero saber una cosa, Sehun.— tragué en seco, no quería hacer esta pregunta pero tenía mucha curiosidad.—¿Amás a Chaeyoung? Solo dime la verdad.

—No.

—¿Entonces, pretendes divorciarte e irte con otra mujer a la que no amas?— no recibí respuesta.— No te vayas con otra mujer solo para olvidar nuestro matrimonio, no es razonable.

La conversación acabó allí cuando se escuchó que alguien abrió la puerta, era Jongin que luego entró a la cocina.


El resto del día me la pasé viendo más decoraciones, buscar un local por aquí cerca para mí pastelería. Ya no tenía ganas de estar sentada todo el día en una oficina, tener que rellenar formularios, dar recomendaciones, preparar informes, es muy frustrante. Pero tampoco quiero no hacer nada, mi día sería aburrido. Abriré mi propio negocio y hornearé pasteles, preparar postres me ha hecho bien con mi terapia para la adicción y lograré superarlo si mantengo mi mente ocupada.

—¿Hubo algo entre tú y Sehun?— Jongin habló. Estaba sentada en mi cama y mi hermano estaba a mi lado.

Ya era la hora de descansar pero Jongin no podía dormir así que se le ocurrió la idea de fastidiar mi sueño.

—No.

—¿Aún quiere el divorcio?

—Creo que sí. No para de contestar llamadas de Chaeyoung.

—No le concederás el divorcio ¿Cierto? Porque no por nada te he dado mi ayuda.

—Lo estoy considerando.

—¿Por qué?— frunció el ceño.— Debes luchar por tu matrimonio, Seol.

—Pues creo que ya me cansé de luchar.

—¿Te rendirás así de fácil? ¿Dejarás que ella gane? Sehun solo está confundido. Además, creo que ya no está enojado contigo porque antes ni te hablaba y ahora te cuida.

—Solo es porque tuve el accidente. Después volverá a ignorarme.

—No lo creo, Seol. Te digo que sigas peleando por recuperar tu matrimonio porque cuando te estabas yendo para el otro mundo, Sehun estaba como loco pidiendo que te salven y se echaba la culpa de todo. Hasta se olvidó que quería irse de la casa solo para cuidarte.

Suspiré.— No lo sé, Jongin.

—Debes tener esperanzas, verás que quizás en unos días más y vuelven a ser un matrimonio. ¿Le dijiste el porqué te ahogaste en la bañera?— negué con la cabeza.— Tal vez debes empezar a decirle todo lo que sientes a Sehun para él se de cuenta que su lugar es contigo. No más secretos entre ustedes.

De cierto modo, Jongin tenía razón. La esperanza es lo último que se pierde. Intentaré una última vez, le diré todo a Sehun lo que siento y si él entiende, entonces lucharé por el matrimonio; sin embargo, si él todavía quiere el divorcio entonces me habré rendido.

—Gracias, Jongin. Lo tomaré en cuenta.— sonreí.

Jongin se despidió y salió de mi habitación. Me eché en mi cama y cerré los ojos para por fin dormir pero de pronto escuché que la puerta se abrió nuevamente.

Chasqueé la lengua.— Ay, Jongin, tómate unas malditas pastillas para dormir y no me molestes.— dije sin levantarme de mi cama.

—Soy Sehun.— giré mi cuerpo y me levanté.— ¿Te molesto si estoy unos segundos contigo?— su expresión era tímida.

Lo miré atentamente por unos segundos, dudando de su presencia hasta que accedí.

Aunque la vida pueda ser a veces cruel contigo, hay veces en las que te sorprende y te marca.

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