🎨-II

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Era viernes y SeokJin no había descansado del todo bien, había estudiado hasta tarde y ahora unas ojeras grisáceas descansaban bajo sus ojos. Había aplicado un poco de corrector, pero con el correr de las horas ya no se veía tan atractivo, según él. Su teléfono vibraba con una llamada entrante de Eunwoo que con mucho gusto se disponía a contestar.

-Bestia -respondía el castaño, mientras miraba hacia fuera de la tienda.

-¿Por bonito, no? -respondía su amigo al otro lado-. Bestialmente bonito

-No más que yo, pero si ¿Que sucede? -replicaba divertido.

-¿Has visto el clima? -soltaba de la nada.

-Eun, estoy aquí desde el mediodía -suspiraba desganado-. ¿Que con el clima? Cuando entre al centro comercial estaba despejado

-Pues el cielo se viene abajo ahora -respondía.

-Oh...¿Quieres asegurarte si te acurrucare esta noche mientras duermes conmigo? -se burlaba.

-Eres un idiota -respondía-. Tengo planeado cocinar un menú especial ¿Que dices?

-No lo puedo creer, será un viernes en que la bestia no vendrá a mi apartamento a comerse mi comida -le respondía con sorna.

-¿Sabés qué? Muérete de hambre, viejo gruñón -replicaba su amigo con falso enojo.

-Eres un menudo irrespetuoso ¿Lo sabías? -decía el castaño, mientras estaba de espaldas a la puerta.

Aquel viernes la tienda estaba muy tranquila, no había entrado demasiada gente y posiblemente se debía a qué estaba en la tercer semana del mes, dónde no muchos se daban el gusto de gastar en ropa tan cara como la de Gucci. Así que se relajaba hablando de la mismísima nada con Eunwoo para acortar el tiempo que estaba allí. Ocho horas, desde la una del mediodía hasta las ocho de la noche, era básicamente como un día perdido si no se levantaba temprano.

A menos que tuviera que cursar y eso su empleo se lo permitía, siempre y cuando presentará la justificación. Tenía un buen trabajo, buena paga y compraba la ropa al costo. Era genial, pero su tiempo era muy restringido y cada vez que le preguntaban por su vida amorosa, culpar a su trabajo y a sus estudios era la excusa perfecta. Aunque la vida había golpeado demasiado a SeokJin, amorosamente hablando. Eso lo había hecho muy selectivo, aunque no se restringía de pasarla bien, pero eso con el tiempo se iba complicando porque simplemente ya no le veía la gracia, aunque candidatos no le faltaban.

-Bien, Hyung...¿Aceptas que te cocine yo esta noche?

-Por supuesto, ya era hora -el sensor de movimiento de la puerta sonaba, haciendo girar a SeokJin-. Tengo gente, al fin. Hablamos luego

-Salgo y voy a tu trabajo ¿De acuerdo?

-Seguro, bestia. Adiós -SeokJin cortaba la llamada y acomodaba su traje, para pararse erguido a un lado de la tienda.

La chica que había entrado era hermosa, con un cabello largo azabache precioso que le llegaba a la cintura y un despampanante tapado rojo. Había saludado cordialmente a SeokJin en su paso por inspeccionar la tienda Gucci. En aquel momento un chico de tapado mostaza, también se hacía presente. Éste había llamado más la atención del castaño, al ser mucho más su estilo que la chica de rojo, que por cierto no dejaba de tirar miradas y sonrisas en su dirección. Las cuales-obviamente-habían sido respondidas por el vendedor de hombros anchos y porte perfecto.

El chico de tapado mostaza, no había siquiera girado su cabeza en dirección a SeokJin. Heteros, pensaba el chico bonito. La verdad era que Taehyung, bueno ya sabemos, él era especial. Así que no, Taehyung no saludaría al desconocido parado detrás del lujoso mostrador. Siempre eran viejos calvos con buenos trajes carísimos o algunos no eran calvos, pero si viejos al fin. Así que nuestro chico especial seguía en su mundo, viendo que podría llevarse aquella tarde con el dinero que sus padres habían depositado en su cuenta bancaria, y de más está aclarar que él no necesitaba, pero ya estaba cansado de la misma conversación con sus viejos.

La chica, quien no dejaba de clavar sus ojos en SeokJin, finalmente se animaba a acercarse al mostrador. El castaño solía ser de esos vendedores que no acosaban a los clientes, sediento por venderles. Él optaba por darles su espacio y dejar que lo buscaran si así lo necesitaban. Así que ahí estaba predispuesto para la chica de sonrisa coqueta.

-Buenas tardes -soltaba con una voz dulce.

-Señorita, buenas tardes y bienvenida a Gucci Store. Mi nombre es SeokJin ¿En qué puedo serle útil? -exclamaba éste con una bella sonrisa.

Su voz era tan suave que aquello había llamado la atención de Taehyung, quien por primera vez volteaba a verlo. Sus ojos se clavaban sobre el vendedor de piernas largas, de a poco iba subiendo la vista y notaba que, ciertamente SeokJin llevaba un traje, pero no llevaba la típica camisa blanca con corbata. No, no. El dueño había optado por dejarle su vibra jovial, así que llevaba un saco negro abierto a juego con su pantalón, más una camisa blanca y un bonito pañuelo de seda alrededor de su cuello. Un cuello largo con una manzana de Adán bien marcada. Luego sus ojos subieron para inspeccionar aquel rostro sonriente y se encontraba con uno ovalado muy delicado, observaba su cabello castaño oscuro lacio y un porte demasiado perfecto. Y finalmente sus labios carnosos que dibujaban aquella sonrisa, su nariz pronunciada, pero a la vez delicada y sus ojos rasgados se veían tan amables y atentos, pero a la vez Taehyung pensaba que debían de ser jodidamente intensos en una situación totalmente diferente.

La entrepierna del azabache había temblado ante tal obra de arte viviente.

Eso definitivamente no es un calvo trajeado, pensaba sonriendo ladino y olvidándose por completo de la camisa que estaba creyendo necesitar en su guardarropa. Ahora su atención iba descaradamente a SeokJin. Pero sin dejar de ver alrededor de la tienda.

-Bien, lamento molestarte -soltaba la chica dulcemente. Haciendo que Taehyung se burlara de su intento de aegyo con el tipo-. Mi hermano, es más o menos de tu estatura, y soy pésima para elegir los talles ¿Podría medir esta chaqueta contigo?

-Seguro, déjeme sacarme este saco o tendrá una medida incorrecta -respondía sonriente y pasaba a quitarse el mismo.

Cuando lo hacía Taehyung notaba que aquellos hombros-no resaltaban solo por las hombreras del saco-sino que el chico era dueño de una espalda pronunciada y una cintura angosta que lo habían hecho morderse el labio inferior, al ver lo increíble que era y cuanto más debía de ser al desnudo.

Te encontré.

SeokJin daba la espalda a la chica para que midiera la chaqueta y era la primera vez que cruzaba la mirada con un Taehyung más que decidido a llamar su atención.

-Buenas tardes -exclamaba el azabache sin dudarlo.

Con un aura adorable y nada que ver con el tipo serio que había entrado minutos atrás. SeokJin quedaba algo descolocado por la bonita sonrisa cuadrada del chico y asentía con su cabeza, más una sonrisa tierna en su rostro. El azabache se alejaba a seguir mirando, pero volvía a voltear con ojos coquetos y sonrisa suave. Cómo la chica lo había estado haciendo con SeokJin desde que había pisado la tienda.

Mierda, que sonrisa.

SeokJin había quedado pensando en el bonito chico que seguía revoloteando por la tienda, tan sumergido que no notaba que la chica le estaba pidiendo probarse la chaqueta, para más seguridad.

-Lo siento, señorita -se disculpaba de inmediato y accedía a probarla-. Lo lamento, no es mi talle. Tengo hombros muy anchos

-Perfecto, mi hermano no posee tales hombros. Esta le irá perfecta -anuncianaba sonriente y sacándole la chaqueta a SeokJin.

Mientras la chica miraba otra cosa, SeokJin iba a tomar su propio saco para ponérselo nuevamente, pero Taehyung ya estaba extendiéndole la prenda con una sonrisa.

-Gracias -musitaba un SeokJin tímido.

-De nada -Taehyung hacía una reverencia, otra vez-. Seguiré viendolo-....viendo -se corregía de inmediato, fingiendo timidez.

Eso había llamado la atención de SeokJin aún más, había reído por los nervios del azabache. Pero debía volver a sus labores, así que lo hacia. Volvía-a duras penas-su atención a la dulce chica, quien lo había entretenido por quince minutos más, preguntando de todo un poco.
Luego ésta se retiraba satisfecha con su compra, y SeokJin aún más, ya que aquella tarde venía bastante muerta. Luego de quedarse nuevamente en su lugar, sintiéndose algo ansioso por ver cómo el chico había vuelto a su mundo e iba de acá para allá, SeokJin se relajaba volviendo a sus que haceres. Notaba de vez en cuando como el chico de cabello negro lo observaba sin problemas y luego volvía a mirar la ropa. Pasado unos minutos largos el castaño hacía tronar su cuello, con ojos cerrados.

Al abrirlos, ahí estaba frente a él chico bonito de tapado color mostaza.

-Bienvenido a Gucci Store ¿En qué puedo ayudarlo? -soltaba el castaño, con ese tono amable.

-Soy Vante y me gustaría pintarte desnudo.

Relatar que SeokJin había caído de trasero al suelo, era el eufemismo del año. Su boca se mantenía abierta y sus ojos parpadeando no pudiendo creer si había oído bien. ¿Acaso era el mismo chico tierno de recién? ¿Había limpiado bien sus orejas aquella mañana o estaba en una cámara oculta de aquellos programas baratos?.

-¿Disculpe? -replicaba, con cierto puchero en sus labios.

Los mismos atrapaban la mirada de Taehyung.

-Lo siento -decía, nuevamente con esa timidez adorable-. Soy p-pintor -volvía con el falso tartamudeo-. De hecho, soy profesor de arte -se explicaba-. Y sigo reformandome en todas las áreas posibles y técnicas...

Porque soy un jodido sociopata y la gente cree que eso es malo. Básicos, pensaba el azabache mientras sostenía en su bonito rostro la sonrisa dulce para el vendedor.

-Oh... -era lo único que SeokJin había alcanzado a decir.

-El nuevo reto, es una pintura nudista y si-...

-De acuerdo. Voy a detenerlo ahí, señor -levantaba sus manos-. Esta tienda y mi trabajo son algo serio. Si está haciéndome alguna especie de broma

-No, no -se apresuraba a decir-. Lo siento, a veces soy tan estúpido y me explico muy mal

-¿Entonces no desea pintarme desnudo? -cuestionaba SeokJin otra vez.

-No- ¡Si! Dios...yo, lo siento. Realmente sonó terrible -Taehyung fingía nerviosismo, rascaba su frente y su nuca. Mientras sus mejillas se habían tornado de un curioso color rosa.

-Lo siento, usted realmente me tomó por sorpresa -SeokJin se sentía extraño. Entre incómodo y curioso por el chico frente a él.

-Esto comenzó muy mal -Taehyung jugaba con sus dedos-. Mi nombre es Vante -decía tocando su pecho y sonriendo amablemente-. Soy profesor de arte en una escuela para chicos con problemas de conducta. Y soy ayudante de mi profesor en la universidad central de Seúl.

SeokJin asentía ante la información-que no había pedido-pero que de igual forma era interesante.

-Mi nuevo desafío es una pintura nudista

-Si ya lo dijo, pero yo no-...

-No, no, no -exclamaba Taehyung de inmediato. Se alejaba un poco de SeokJin para tener una distancia prudencial del chico y se inclinaba-. Lo siento, yo volveré en otro momento. Lamento haberte incomodado.

Taehyung salía inclinándose cada dos por tres, dejando a un SeokJin tan perdido al respecto que lo había pensado el resto de las horas que le quedaba por cerrar e incluso cuando Eunwoo había llegado finalmente por él.

-¡SeokJinnie Hyung! -gritaba, al notar que la tienda estaba vacía.

-Bestia -ambos se chocaban los puños.

Eunwoo no tardaba en darse cuenta que SeokJin se encontraba distraído acomodando unas camisetas que habían quedado sin guardar.

-Hyung -llamaba el chico, samarreandolo del brazo-. -¿Alguna anécdota hoy? -preguntaba Eunwoo mientras le alcanzaba una camiseta manga larga blanca con rayas verdes.

-No me creerías si te dijera -decía SeokJin negando con su cabeza y una sonrisa irónica en su rostro.

-Pruebame -exclamaba Eunwoo posándose frente a él en el mostrador de cristal, sobre sus codos y acercando su rostro un poco mucho a SeokJin.

Éste estaba acostumbrado a la cálida cercanía de su pelinegro amigo.

-Un tipo loco y sin filtro alguno, paso un hora en la tienda para que antes de siquiera seleccionar lo que llevaría, me dijera... -su labio regordete inferior era atrapado por sus dientes y bajo la atenta mirada de Eunwoo, se acercaba a susurrar en el oído del pelinegro-. Quiere pintarme desnudo.

Eunwoo sentía algo extraño en su pecho, todavía no se acostumbraba a escuchar los ligues de SeokJin, pero fingía muy bien el interés de amigo. Se alejaba apenas un poco, ya que cada que podía aprovechaba tener cerca el bonito rostro de su Hyung.

-¿Estás de broma?

-Ni un poco -SeokJin se reía y se alejaba.

Eunwoo resoplaba por haber perdido el momento de estar cerca un par de pulgadas.

-¿Y que le dijiste? -preguntaba. Dejando caer su rostro sobre su mano y apoyando el codo sobre el mostrador.

-¿Cómo que dije? -cuestionaba SeokJin, de ceño fruncido.

-Eso. ¿Aceptaste o no?

-¿Tu de en serio estás preguntándome tal cosa? -exclamaba.

-Pues es interesante ¿Crees que sea mentira? ¿Que no es un artista?

-No, eso parece verdad. Era extraño -respondía-. Primero parecía desagradable, luego me pareció muy tímido, hasta que abrió la boca y me dijo que era profesor de arte -se encogía de hombros-. Dije que me había incomodado y cuando iba a negarme, él solo salió corriendo.

Eunwoo rascaba su mejilla curioso al respecto-. Interesante forma de ligar -cuestionaba-. Ni que fueras tan bonito para pintar desnudo

-Habló la envidia -se burlaba SeokJin.

-Oh, vamos Hyung. Todos sabemos que te encantaría tener mi estatura y belleza -se burlaba el menor.

-¿Estatura? Ni tanto. Belleza... -SeokJin se acercaba a Eunwoo y susurraba-. Ni un poco. Ya quisieras, ridículo.

Eunwoo carcajeaba, solo para apartar malos pensamientos de su cabeza.

-¿Entonces te avergüenzas de tu cuerpo? -insistía el menor.

-Tampoco

-Entonces, acepta -desafiaba.

-¿Qué tal si es un descuartizador de chicos bonitos? -se tocaba el rostro exageradamente.

-¿Tenía pinta de psicópata? -cuestionaba Eunwoo divertido.

-No, era jodidamente adorable y extraño -arrugaba el ceño.

-¿Te gustó, cierto? -preguntaba con sonrisa pícara, su mejor amigo.

SeokJin suspiraba-. Era muy atractivo -soltaba pensativo-. Pero ya se fue y ya pasó la oportunidad. Ahora, deja de distraerme que quiero cerrar.

Eunwoo se alejaba del mostrador sonriendo y añadía-. Estás distraído desde antes que yo llegara y ahora entiendo el por qué.

Saben que le tengo tremendo miedo a este fic y al fracaso, pero bueno. Salió el encuentro, perdón la tardanza.

Con amor Niñita Nany 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro