🎨- XXVI

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La doctora Lee miraba a TaeHyung con suma tranquilidad, no quería en absoluto revelar que se encontraba sorprendida respecto a sus palabras.

TaeHyung deseaba saber si todo lo que SeokJin lo estaba haciendo sentir era bueno, amor del bueno. ¿Cómo podría ella ponerlo en palabras simples para un hombre tan complejo como TaeHyung?

La doctora se quitaba los anteojos que llevaba puestos y miraba en dirección a la ventana de su oficina. El sol era cálido en ese horario.

—La palabra "amor" abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico, hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico.

TaeHyung suspiraba—. El deseo pasional no siempre está relacionado al "amor del bueno" que muchos dicen —contratacaba—. A veces solo es eso, deseo y lujuria en su forma más salvaje y pura. Pero no es amor, no llega a serlo...  ¿Cómo logro diferenciarlo? —preguntaba con un signo de interrogación en su rostro.

No estaba inexpresivo cómo de costumbre, pero se veía sumamente cauteloso.

—Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles, y pueden ser tanto placenteras como dolorosas —mencionaba la doctora—. No debe ser estrictamente cómo se pinta en las películas románticas o en los libros. Por qué mejor no me dices como tú crees que es el amor o como lo viste al crecer.

TaeHyung se removía incómodo y miraba hacia otro lado.

—Por mis padres lo ví monótono, aburrido y constante... Por parte de mis abuelos, era enfermizo e intenso —Taehyung ponía su mejor cara de póker para ver a su psicóloga—. Una porquería de un forma u otra. Pero ciertamente más sano de parte de mis padres, solo que dudo que sepan lo que es la pasión. Esa que te quema de adentro hacia fuera, la que no te permite dejar de pensar en la otra persona y cuando lo tienes contigo, sientes la necesidad de poner tus manos y tu boca encima del otro... Cómo si respirar solo se volviera normal cuando tienes tu boca pegada a la suya y tus manos recorriendo todo su cuerpo porque desarrollaste una obsesión nueva de euforia cuando tus manos están sobre su piel —su voz era grave y ronca.

La doctora Lee, se removía disimuladamente.

— ¿Te calenté, cariño? —soltaba TaeHyung ladino—. Tú preguntaste.

La mujer sonreía delicadamente—. Creo que tienes tu respuesta, pero te asusta que sea... Positiva —mencionaba con tono sutil, ignorando la provocación del pintor.

TaeHyung enseriaba sus rasgos—. ¿Cómo es eso?

La doctora sonreía—. TaeHyung, tú puedes tener muchos defectos para el resto de la gente, pero no tienes ninguno para ti mismo... Estoy segura que no te consideras ingenuo. Sabes lo que sientes, es solo que lo sientes por primera vez y eso puede ser mucho que procesar.

TaeHyung miraba hacia otro lado, su rostro era petreo, duro. Aburrido sin emoción alguna, pero no sé quedaba callado, no jugaba al indiferente con la doctora.

—Siento que es una combinación de lo que sienten mis padres, con respecto a que sea exclusivamente entre ellos... Pero a la vez creo que puede tener la toxicidad de la relación que tenían mis abuelos —sus ojos volvían a la doctora Lee—. Ese nivel de obsesión nunca termina bien... No quiero tener que ofrecer eso, pero siento que me gustaría encerrarlo en una caja de cristal solo para mí ¿Entiendes?

TaeHyung no había dicho deliberadamente el nombre de SeokJin, ni siquiera había dejado que la doctora Lee lo mencionara, pero claramente era del hombre del que se hablaba.

La mujer suspiraba—. Creo que es increíblemente positivo que te sientas tan... Eufórico al respecto, recordemos que tú no sientes nada en particular y esta emoción similar al amor, la pasión y el deseo, es realmente mucho que procesar, pero no deberías buscarle un nombre tan rápido aún... Debería permitirte sentir un poco más antes de sacar conclusiones, ya que te estás permitiendo sentir, permitete a ti mismo disfrutarlo un poco más, analizarlo más tarde

— ¿Qué tan tarde? —cuestionaba con ojos entrecerrados—. Aún soy capaz de ser una pequeña mierda egoísta que puede lastimarlo sin pensarlo dos veces —aseguraba con cierta amargura—. No es que lo haría, pero no dudaría si mi ego se viera afectado.

La doctora suspiraba—. Deberías hablarlo con él, decirle cómo te sientes. Él es muy consciente de tu condición y de la razón principal por la cual ambos comenzaron a relacionarse

—Yo no-... No creo que pueda admitir que estoy tan mal-...

—TaeHyung, tú no estás mal —decía la doctora.

El azabache cerraba sus ojos y apretaba sus dientes—. Se siente horrible cuando él habla de alguien más, no lo tolero, se me hace un nudo en el estómago

—Son celos —afirmaba la doctora divertida—. No es algo malo, siempre y cuando los mantengas a raya como cualquier mortal

—Es un signo de debilidad —decía con desprecio—. Estoy muy consciente que ningún hombre es mejor que yo —decía, levantando su mentón, pero luego vacilaba—, aunque quizás para él no soy el mejor y no quiero arruinarlo —su voz se había vuelto un susurro bajo y grave.

Uno amargo y horrible.

La doctora Lee suspiraba—. El hecho de que seas consciente de lo que es bueno o malo para él viniendo de ti, te hace más que confiable, lo único a vencer aquí sería tu propio ego... Claramente no quieres ser el primero en decir lo que siente

—Ni siquiera quiero ser el primero en sentirlo, pero que va... Ya me jodió la cabeza, aparte de joderme —decía elevando sus cejas.

La doctora Lee, nuevamente dejaba ver su cara de póker.

—Deja de luchar y deja de crear demasiados escenarios donde solo termina en un mal resultado. Mejor busca la forma de relacionarte mejor con él, estoy segura que puedes hacerlo... O bien puedes decirle, no sé cómo es él, pero claramente es un tipo paciente con una personalidad única al seguir aquí contigo ¿No?

TaeHyung alazaba sus cejas y hacía una mueca que resultaba divertida en su rostro de piedra, sus ojos se perdían un poco y se veía extrañamente infantil—. Bueno yo-... No quiero, es muy ególatra —decía, levantando su mentón.

La doctora Lee sonreía sutilmente—. Son muy parecidos entonces.

TaeHyung suspiraba—. Bueno, quizás no tanto como yo... Ciertamente tiene, más paciencia, digo-... —apretaba sus dientes y largaba el aire por sus fosas nasales dilatadas—. Sé que soy insoportable, pero él siempre puede... Él me hace sentir y decir cosas tanto buenas como malas. Creo que son malas porque cuando las digo su rostro se transforma aI que considero que significa que sigo siendo una pesadilla —se encogía de hombros.

La doctora asentía—. ¿Y como te sientes cuando te das cuenta que claramente lo estás cabreando? ¿Te divierte como en otras ocasiones? ¿Te sientes superior?

—Algo dentro de mí se revuelve, no me gusta cuando me mira, cómo si quisiera poner sus manos en mí y no de forma positiva —la mujer frente a él cambiaba sus rasgos y TaeHyung se apresuraba a aclarar—. Oh, no de esa forma... Solo figurativamente, ese hombre no podría matar ni una mosca, es bueno. Muy bueno —aclaraba, con una breve sonrisa entrañable.

La doctora Lee, lo miraba ocultando su propia sonrisa.

—Taehyung, podemos sentarnos aquí y hablar todo el día y podría explicarte lo que es el amor según se ha visto hasta el momento, pero sabes claramente que lo que sientes por ese hombre, es muy similar y mi consejo hasta el momento sería que en vez de intentar negarlo o buscar algo malo en tu interés hacia a él, sería que lo aceptes. Eres un artista pero tú admiración por él va mucho más allá de como pueda verse para tu pintura. Y no es el fin del mundo, solo es la primera vez que te pasa.

SeokJin se encontraba volviendo de la casa de su madre, tenía una larga tarde de estudio, pero la visita improvisada de Eun Woo en su apartamento le afirmaba que no comenzaría a estudiar tan pronto como hubiese querido.

— ¿Interrumpo? —preguntaba su amigo.

SeokJin negaba—. Solo iba a estudiar un poco, pero a decir verdad, mi cabeza está demasiado dispersa.

Cuando abría la puerta su amigo entraba, llevaba bolsas, probablemente comida ya que salía un olor exquisito de allí.

— ¿Seguro no te molesto, cierto? Solo creí que hacía mucho no compartíamos tiempo juntos

—Tienes razón, bestia —mencionaba SeokJin sonriendo—. ¿Quieres un refresco o alcohol?

—La segunda —respondía Eun Woo, notando que SeokJin se veía realmente agotado. Aunque no físicamente, lo conocía demasiado bien para saber que su cabeza estaba en demasiados lugares, pero esperaría a que comieran un poco de la comida deliciosa que había traído y luego sería todo oídos para su amigo.

Se notaba que lo necesitaba.

— ¿Qué hay de nuevo contigo? Te ves exhausto.

SeokJin lo miraba y sonreía—. ¿Recuerdas que comencé a ver nuevamente a un psicólogo? —Eun Woo asentía—. Bueno, todo iba bien hasta que me cambió sin previo aviso y me derivo a alguien más

— ¿Y eso por qué? No estás tan fallado —decía con sorna, SeokJin reía con él.

—Nop, me cambió porque resultó ser el hermano mayor de TaeHyung —Eun Woo estaba tomando su cerveza cuando se ahogaba repentinamente.

— ¿Tu novio loco tiene un hermano psicólogo y era el tuyo? —mencionaba sorprendido.

—Increíble ¿No? —SeokJin recapitulaba las palabras de su amigo—. TaeHyung no es mi novio —exclamaba luego.

Eun Woo reía secamente, esa negación tendría cierta validez si no conociera tan bien a su amigo. Estaba enterrado por el demente pintor.

—¿Entonces su hermano te cambió, pero no te dijo si era buena o mala idea seguir viendo al demente de su hermanito?

SeokJin apretaba sus dientes—. No hables así de él, tú no-... Por favor —susurraba—. Sé parte de su historia, no hables así.

Eun Woo resoplaba—. ¿Y creés que un manipulador como él simplemente te dijo la verdad? ¿Cómo sabes que no te mintió? No tiene emociones, puede manipularlas y manipularte si le gusta tu polla por esta estación

— ¡Oye, detente! —pedía SeokJin asombrado—. Por favor...

Eun Woo era de las mejores personas que conocía, no hablaba pestes ni de sus peores enemigos, pero no tenía tapujo alguno de hablar mierda de alguien a quien ciertamente, no conocía muy bien. Eso sorprendía a SeokJin.

Su amigo se levantaba de su lugar y se ponía su chaqueta—. Tengo que levantarme temprano mañana, te veré por ahí

—Bestia, espera... No te vayas así

—Sí, me iré porque nuestra amistad va en debacle desde que ese tipo apareció

— Y estoy tratando de entender ¿por qué? —mencionaba SeokJin, tomándolo de su brazo para detenerlo antes de que saliera—. Sé que me quieres y te preocupas por mí, pero incluso cuando he tenido peores relaciones no te has visto tan... Afectado.

Eun Woo miraba a SeokJin con sus ojos negros fijos en él, callado y sin expresar mucho. SeokJin le rogaba silenciosamente que hablara.

—Él te va a lastimar, Hyung —exclamaba—. Y no quiero verte mal por alguien como él, no es como los demás tipos tóxicos con los que te has metido algún que otra vez. Este tipo es mil veces peor, lo sé.

SeokJin suspiraba negando con su cabeza—. ¿Hay algo más que quieras decirme y quizás tenga más sentido que tu paranoia con TaeHyung?

—No es paranoia, no es salubre. Te lo dije-...

— ¿Y hay algo más que te estés olvidando de decirme? —pedía SeokJin—. Quizás algo como que estás jodidamente celoso.

Eun Woo abría sus ojos enormemente mientras su rostro se bañaba de un color rojizo.

— ¿Celoso de ese imbécil? ¿Por qué estaría celoso? Yo soy tu amigo de hace años, él no... Él sólo se revuelca contigo, es tu perra de estación o viceversa —susurraba.

SeokJin apretaba su puño, nunca en su vida había querido golpear a ese chico, lo adoraba en demasia, pero esas palabras que había dicho sin siquiera pestañear. Le habían dolido. Nuevamente pensaba en las veces que le dijeron últimamente que Eun Woo no lo veía como simplemente un amigo.

—Pareciera ser que el hecho de que se revuelque conmigo es lo que te tiene así... —susurraba SeokJin.

Eun Woo no podía ponerse más rojo de la vergüenza. Abriendo la puerta estaba decidido a irse, pero se giraba una última vez.

— ¿Y si así fuera, qué? —susurraba cerca de SeokJin, dejaba al susodicho tan sorprendido como lo estaba él por sus propias palabras—. De todos modos eres aficionado a hombres tóxicos, lo que tengo para ofrecerte quizás sea demasiado bueno para que lo aprecies —y con eso dicho Eun Woo salía no sin antes exclamar—. Habla con su hermano, seguro y me da la razón sobre que no cambiarás nada en él, pero te hundirá consigo antes de que logres algo.

Y la puerta se cerraba tras él, sonando de forma estruendosa en el rostro de SeokJin.

Aquello había sido demasiado, había presionado a Eun Woo y había recibido una respuesta que lo había dejado helado, sin mencionar que había plantando una mala muy mala idea en su cabeza.

Namjoon tenía una mañana tranquila cuando su timbre sonaba y lo sorprendía en gran manera ya que no solía recibir visitas entrada la hora de la mañana. Posiblemente era algún libro que había comprado y el correo había llegado a tiempo por primera vez. Rememoraba camino a la puerta en que había gastado esta vez su dinero, pero cuando abría la misma, se quedaba pasmado sin saber que decir.

—Hola.

— ¿Tae? —soltaba con sorpresa.

—Sip ¿Quién más? —decía el pintor, entrando en su apartamento y empujando un poco al dueño del mismo—. ¿Interrumpo algo? Tengo unos minutos antes de arrancar para el instituto.

Su hermano se movía como si fuera el dueño del lugar y no un simple invitado. Su presencia era extravagante, Namjoon admiraba que pareciera más alto que él por su actitud arrogante, pero no lo era físicamente.

—Tengo unos minutos también, que extraña sorpresa —mencionaba—. ¿Quieres café, té?

—Quiero que me digas que llegaste a hablar con SeokJin antes de que supieras que era de mí de quién hablaba contigo en las sesiones.

Namjoon abría su boca y la volvía a cerrar—. Eso es confidencial

—Él ya no es tu paciente

—Por obvias razones —decía señalandole—. Pero eso no significa que vaya a hablar contigo sobre lo que él me dijo. Es bueno saber que quedó aclarado que él y yo no tuvimos nada que ver físicamente, estabas como loco —decía, mirándolo curiosamente.

—Ah, ah... No hagas eso, no me mires así —le señalaba TaeHyung—. Dime si le aconsejaste que se aleje de mí

— ¿Se alejo de ti? —pregunta Namjoon.

TaeHyung sonreía ladino—. Bueno, gracias por no hacerlo. Ciertamente no lo hizo ¿Pero que le dijiste?

Namjoon suspiraba—. Detén eso, no voy a decirte nada, excepto que si te importa no juegues con él

— ¿Yo le importo?

—No eres idiota, TaeHyung. No pretendas que no tienes un efecto en él, lo divertido es que él tiene también un efecto en tí y supongo que estás caminando por las paredes —decía con sus manos en sus bolsillos, volviendo a la mesa, colocándose sus lentes y continuando con sus cosas.

Por mucho que Namjoon quisiera saber sobre esos dos, sobre lo que su hermano estaba sintiendo, lo mejor era no demostrarse interesado.

— ¿Jugando al desinteresado? —decía TaeHyung.

Namjoon alzaba la vista—.  No te diré nada sobre SeokJin, mejor sé un jodido adulto, dejate llevar y dile lo que sientes, si es que sientes algo... Es un hombre demasiado hermoso, para que lo arruines por diversión o... Cobardía —añadía.

TaeHyung se acercaba peligrosamente a Namjoon y lo tomaba del cuello de su camisa—. Tú no puedes hablar así de él...

Namjoon lo miraba—. ¿Así cómo? ¿No puedo decir lo obvio?

—No puedes ir por ahí diciendo deliberadamente cómo se ve, sé cómo se ve. Él es mío-mi... —TaeHyung apretaba sus dientes y soltaba a su hermano mientras de alejaba, claramente alterado.

Namjoon se acomodaba la ropa y se le quedaba viendo.

—TaeHyung, SeokJin es un buen hombre... Piensa bien antes de seguir con él.

—No puedes decirme que hacer —mencionaba TaeHyung más tranquilo.

—No lo hago, pero si necesitas que se te recuerde que él no merece que juegues-...

—No voy a jugar, pero... —TaeHyung hacía una mueca, hablar con Namjoon no era más cómodo que hablar con la doctora Lee—. Que tal si, sólo soy yo quien está demasiado obsesionado y no él.

Namjoon suspiraba—. No deberías autodenominar tus sentimientos como obsesión solo porque es algo nuevo y te resulta difícil dejar de pensar en él.

TaeHyung suspiraba—. Estoy gastando dinero en vano con mi psicóloga si vengo a hablar contigo y me dices lo mismo —luego de eso apretaba sus dientes por haber dicho a Namjoon que estaba siendo analizado.

Su hermano se sorprendía grandemente.

—Bien, en ese caso entonces estoy seguro que te habrá mencionado que la única persona con la que tienes que hablar y sincerarte para saber cómo seguir, es SeokJin. A veces el ser humano es correspondido, a veces no lo es, pero tú no tienes ese problema... Siempre eres correspondido —mencionaba Namjoon—. Siempre los tienes envueltos alrededor de tu dedo meñique ¿A qué le temes ahora?

TaeHyung giraba y lo miraba sin gracia alguna, sin ninguna emoción aunque su corazón estuviese latiendo como si hubiera corrido una maratón.

—Él no es como lo demás, se puede meter bajo mi piel con facilidad y me detesta el setenta y cinco por ciento del tiempo  juntos. ¿Cómo puede atraerme un tipo que me detesta? Nadie me ha detestado jamás.

Namjoon no podía evitar reír, esto era lo máximo de tiempo que había conversado con TaeHyung. Era un espécimen peculiar, y no quería estudiarlo, solo quería entenderlo. Quería entender a su hermano.

—Tae, te estás enredando solo porque no entiendes lo que sientes y eso es genial —TaeHyung lo miraba resoplando y con una mueca en su rostro, se veía tan emocional, Namjoon sonreia—, todo el punto de tus pinturas y desafíos, era llegar a dónde estás ahora... Solo que desarrollaste sentimientos del tipo romántico. Posiblemente el sentimiento más fuerte e incomprendido que pueda haber para el ser humano.

TaeHyung caía sobre la silla frente a Namjoon.

Sus hombros decaídos y su expresión tensa—. Que conste que realmente no tengo intenciones de lastimarlo, se siente horrible cuando él es indiferente conmigo. No quiero-... Dios, los sentimientos son una porquería —decía, fregando su rostro.

Namjoon sonreía—. Al menos él es jodidamente atractivo

—Namjoon... —advertía TaeHyung. Su hermano reía—. No le encuentro la gracia al verme como un perro alzado a punto de orinarle encima

—Oh, es muy divertido

— Cállate —TaeHyung se ponía de pie—. Mi visita terminó, gracias por nada —decía caminando a la puerta. Su porte una vez más haciéndolo más alto de lo que era.

Namjoon no estaba seguro si aquella charla trivial había sido enriquecedora o no, pero antes de que TaeHyung saliera volvía a preguntar:

— ¿Tendrás sumo cuidado con él, cierto? Si sigue a tu lado significa que le importas, espero te importe también.

—Hazme un favor —añadía TaeHyung—
Si por esas casualidades él te busca, dile que se aleje de mí.

TaeHyung abría la puerta y salia del apartamento de Namjoon sin decir nada más, dejandolo realmente confundido sobre la última parte. ¿Por qué TaeHyung le pediría algo así, cuando claramente no podía mantenerse alejado de SeokJin?

Que planea este Vante? Que espera este Vante??
👁️👄👁️

Sorpresa, no quise decirles que estaba escribiendo por si no lograba darle el capítulo hoy ✨

Gracias por el aguante! Con amor niñita Nanyta 💜

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