💌 best lover

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Pull you out the zone, you're more than a friend to me. I wanna feel you, skin to skin with me.

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Ambos salieron de las oficinas con sus maletines y algunas cosas que dejarían en el auto, fuera del edificio la noche se veía fría y como si el cielo fuera a caerse por las grandes y pesadas nubes que estaban cubriendo la ciudad.

—Parece que será una noche larga —habló JiMin captando la atención del mayor que le sonrió y se atrevió a acariciar su mejilla en medio de la calle fría donde aún habían personas que podían verlos.

—¿Lo dices por nuestra cita o el clima?

JiMin sonrió acercando su mejilla a la mano cálida sintiendo en su piel la caricia que le otorgó hasta llegar a su cuello y segundos después ver a YoonGi dejar un beso en la mejilla sonrojada.

—C-creo que por nuestra cita.

Podía sentir mil cosas sucediendo en su interior, estaban aquellas que eran el claro ejemplo del enamoramiento aunque JiMin creía fielmente que todos lo experimentaban de una manera distinta y todos esos sentimientos se expresaban de la misma debido al complejo lenguaje del amor. Era un romántico que le gustaba imaginar a su posible pareja teniendo citas en casa, lo suficientemente hogareño para quedarse así por horas entre besos, risas y caricias. Adoraba la idea de salir a bailar, beber unos tragos con esa persona y que ambos estuvieran conscientes aún para hacer el amor y sentir con detalle cada cosa provocada en el cuerpo ajeno.

JiMin había experimentado los estremecimientos en su cuerpo cuando YoonGi tocaba finamente sus costillas y bajaba hasta su sexo para tomarlo con su mano, en su estómago vivió lo que todos llaman mariposas luego de que YoonGi besará sus labios con tanto anhelo y succionara su lengua con deseo.

—¿No hay inconvenientes si está noche no regresas a casa? —JiMin sonrió descifrando en esa sonrisa el significado oculto de lo que harían esa noche. Ambos ya estaban en el auto y el menor no se molestó en ocultar su expresión encantada por la manera en que YoonGi manejaba por las calles con sus grandes manos fijas al volante reluciendo entre ellas las venas azuladas que parecían presumirse sobre su piel pálida y delgada.

—Ya le avisé a TaeHyung, podría quedarme hasta muy tarde si es necesario.

Sus bocas no se abrieron en el resto del camino hasta que Jimin vió grandes paredes de espesa vegetación elevarse y abrir un camino que como si fuera algún tipo de magia los llevó a un restaurante de ventanales gigantes, un muelle con barcos para dos personas, luces amarillas que iluminaban el agua y un exquisito deleite a los ojos con la combinación de maderas lisas y brillantes que conformaban la fachada del restaurante.

El atardecer caía frente a ellos cuando el auto se detuvo y ninguno se bajó de él pero tampoco dijeron algo que ahuyentará el silencio tranquilo que los cubría como un manto suave en ese pequeño espacio que era el auto.

—¿Tú... planeaste esto por mí? —YoonGi sonrió cálido pensando en lo tierno que era JiMin con sus ojos pequeños abiertos y sin parpadear observando lo que había frente a él, parecía algo mágico y eso hacia que JiMin se cuestionará si de verdad estaba experimentando algo como eso.

—Quería sorprenderte... nada me convencía y de casualidad me encontré con buenas reseñas de este lugar gracias a un amigo. Pensé que tener una cena en el muelle con el atardecer a tus espaldas te gustaría.

Su corazón latió fuerte, sus labios picaron por besarlo y no se resistió al impulso de reclamar en sus labios la boca ajena que soltó un jadeo queriendo tomar más y más de él, anhelaba cada porción de JiMin, quería oírlo, sentirlo y adorarlo como si fuera una nueva deidad que solamente él podía conocer y tener la dicha de gozar con su presencia.

—Si seguimos... —nuevamente cerró sus ojos y gimió tan bajo que YoonGi apenas pudo oírlo—, no saldremos nunca del auto.

El mayor se rindió y chupando la lengua ajena se separó sacando a su vez sus dedos de la melena rubia y sonreírle una última vez con su ojos brillando para pedir algo más.

—Espero poder hacer que está noche sea especial para ti, bonito.

JiMin adoraba cuando lo llamaba así, le hacía sentir aún más precioso sabiendo que a los ojos de YoonGi no había nada más que su adoración por él. Quería poseer a YoonGi, ser algo tan cercano a él que sus cuerpos podrían sentir la necesidad y el deseo, sentir que realmente se extrañaban y no solamente en la cama, sino a cualquier hora y saber que estaban en la mente del otro.

☁️

—No hablas en serio...

—Esa era otra razón por la que quería celebrar contigo, me subirán de puesto y con ayuda de tus expedientes logré hacer que seas el encargado de nuestra área.

JiMin sonrió en grande, escuchando por fin que todos esos meses de desvelos y estrés dieron fruto y sus deseos fueron alcanzados, tanto así que ahora podía oírlo de la boca del que robaba sus más sinceros suspiros. Estaba maravillado pero nada en ese momento podría definir su algarabía o emoción, por eso solo sonrió y lo siguió haciendo toda la cena escuchando a YoonGi con atención, comiendo y disfrutando de la mejor compañía que tendría en esa noche de nubes grises que brillaban amenazando con una tormenta.

—¿Nos vamos? Lloverá pronto —hacía cerca de una hora que terminaron de comer y solo las copas de vino adornaban la mesa. Las primeras gotas cayeron cuando estaban por llegar al auto y pronto el camino se empapó de gotas fuertes.

YoonGi le dijo que irían a su penthouse y pasarían el resto de la noche ahí, JiMin habría mentido diciendo que eso no le provocó un escalofrío que le hizo desear muchas cosas en ese momento y sin embargo todas las calló con una sonrisa viendo el vidrio escurriendo las lágrimas del cielo negruzco.

En el estacionamiento ninguno hizo el ademán de bajar, no había ni siquiera un vigilante esa noche y JiMin no supo si eran sus deseos o el calor de ambos pero termino besando a YoonGi con desesperación enredando sus dedos entre el traje que le impedía tener un contacto directo a su amante.

—Déjame desvestirte —JiMin asintió dejando que el mayor le dejara sin camisa, atando sus bonitas manos con la corbata y haciendo que lo tome del cuello, los pantalones fueron difíciles de remover pero no se rindió y lo puso sobre su regazo cuando acabo desnudo mostrando su anatomía al mayor que ahora besaba y mojaba con su lengua suave sus pezones hasta darles un color rojizo por la estimulación que recibían.

Gimió sin pudor cuando YoonGi llevó a su boca sus propios dedos mojando y lamiendo entre ellos hasta que la saliva se escurrió a sus nudillos y tanteó con una sonrisa el culo de JiMin, el menor gimiendo en su oído cuando comenzó a jugar con él metiendo y sacando sus dedos de su cavidad.

El brazo que mantenía presa su cintura le volvía loco con su calor, los dedos que lo penetraban eran suficientes para buscar saltar en su regazo y follarse fuertemente con los dígitos en su culo, no podía dejar de jadear y empañar los vidrios con su aliento porque cada empuje lo hacía menos consciente de que estaban follando en el auto, con la tormenta azotando afuera y al mayor chupando sus pezones como si fuera a obtener algo de ellos con tanta pasión al succionarlos.

—YoonGi... YoonGi —el mayor lo comprendió y lo besó con rudeza, maltratando su culo con golpes que rezonaban y enrojecían su piel, gimiendo ambos entre la pasión del beso y sus dedos siendo apretados por el culo de JiMin con cada salto ansioso que lo empujaba al borde de la locura y el deleite combinados en una perdición de placer que le encantaba.

—Oh sí, YoonGi...

El mayor adoraba oírlo gemir, su torso delgado y tatuado le parecía encantador viéndolo sudar y agitarse. El cabello mojado que se pegaba en su frente y las manos que le rasguñaban el pecho con un deseo que lo superaba por mucho más. Los labios que se abrían para gemir sin pudor, mostrando el brillo de su saliva humedeciendo su carne y los ojos que se cerraban para sentir con más sensibilidad los empujes que lo volvían loco.

—Yoon... n-no podré por mucho más.

—Tranquilo JiMin, puedes hacerlo —susurró besándole el cuello, calmando su ansiedad por venirse y gemir con tanta fuerza que podrían ser escuchados si hubiera alguien por ahí.

—Pero... e-el auto se manchará.

—Es lo de menos —con sus dientes marco la piel de JiMin, su mano libre tomó el pene del menor acariciando y mojando sus dígitos de semen y cerrando sus ojos a la vez que besaba cada parte del cuerpo que tenía a su alcance con JiMin gimiendo en su oído y apretando su culo por el orgasmo que liberó y mancho tanto la ropa del mayor como parte del asiento con aquellos hilos de esperma que se salpicaron.

Se quedó gimiendo bajito con la frente en el hombro de YoonGi, los dedos que seguían en su interior y todo ese sudor que ahora le hacía sentir escalofríos por la agitación de su respiración llegando a su torso. YoonGi seguía besándolo, su cuello, hombros, pecho y lo separó de él para besarle con tanta calma la boca que JiMin se sintió adormilado con esos lentos movimientos que eran casi perezosos y lo hacían sentirse amado en medio de una tormenta y el calor de un cuerpo pegado al suyo.

—Vayamos adentro... la noche recién empezó —sonrió coqueto y el mayor lo beso riéndose y dejando su cuerpo libre para que acomodará su ropa y llegarán al interior del penthouse escuchando la lluvia caer a sus espaldas.

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Best Lover —88rising, BIBI.

Los amo bebés. 💜

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