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Yoongi se quedó con los labios entreabiertos ante la respuesta de Jimin. Pero segundos después, una inevitable risita escapó de él.

- A usted si que le gusta bromear ¿no? - mencionó aún riendo.

Jimin lo quedó viendo en silencio. Esa risita. No recordaba lo melodiosa y hechizante que era. Segundos después, suspiró y mordió su labio inferior sutilmente. Decidió seguirle la corriente. Era lo mejor, por ahora.

- No se equivoca - sonrió Jimin - me encanta "bromear" con ese tema. Y con respecto a su pregunta, prefiero mantenerlo en secreto, si no le molesta claro.

- Uh...no, no claro que no. No es su obligación decirme con punto y seña todo - rió nervioso y un poco avergonzado. Su curiosidad a veces lo hacía meter en problemas.

- No se disculpe, se que es normal que sienta curiosidad por este hotel. - Yoongi iba a responder a aquello pero Jimin se levantó del asiento, y le hizo una seña con la mano para que también lo hiciera.

Yoongi se levantó y lo quedó viendo expectante, entonces Jimin le sonrió, y comenzó a caminar, Yoongi sin preguntar lo siguió.

Caminaron hacia el pasillo balcón por el cual habían paseado antes de sentarse a conversar. Yoongi seguía admirando el decorado y cada rincón que veía de aquella parte del hotel.

Se sentía como algo extraño en su interior, algo que no podía describir con exactitud.

- Sabe señor Park, como estudiante de diseño, este hotel me inspira a diseñar, valga la redundancia, - ambos rieron - un increíble anuncio donde se describa lo hermoso que es el hotel.

- ¿Ah si?

- Ajá - Yoongi asintió entusiasmado. No estaba mintiendo, algo en este hotel le hacía crecer su inspiración. - "El increíble Hotel California" - mencionó con un tono de voz de comercial.

Jimin sonreía mientras negaba con la cabeza. Yoongi se dio cuenta de su atractivo perfil, pero a la vez, a pesar de que en ese momento no lo estaba viendo a la cara, se dio cuenta de su leve expresión nostálgica y un poco...¿triste?. Quizá era solo su idea.

Aquellas expresiones en el señor Park, hacían incrementar su curiosidad y hasta confusión, se podría decir.

- Quisiera que conozca un lugar ubicado casi detrás del hotel. Sinceramente es uno de mis lugares favoritos. - mencionó Jimin.

- Claro, vamos.

Bajaron las escaleras. Yoongi en ningún momento dejó de sentir el delicioso aroma a manzanilla y miel, tal como el de la vela en su habitación.

Pasaron por diversos pasillos, topandose entre estos con Taehyung, el cual los saludó con una venia y una gran sonrisa. Al caminar unos cuantos pasos más, llegaron al lugar.

Frente a ellos, estaba una gran puerta de vidrio, cuyos bordes estaban decorados con acero bañado en oro. Bueno, así se lo había descrito Jimin. Yoongi no dudó en que sea cierto.

Al entrar, entreabrio sus labios. No sé esperaba encontrarse con una especie de invernadero. Un gran invernadero, con muchas especies de plantas.

- Vaya, ¿le gustan las flores? - preguntó Yoongi mientras por inercia se adentraba más en el lugar, y observaba de cerca los diversos tipos de hermosas flores.

- A mi no tanto, pero a él le encantaban.

Yoongi alzó una ceja y volteó a ver a Jimin.

- ¿A él?

Jimin siguió caminando, y Yoongi lo siguió. Al parecer estaban por llegar al final del invernadero. Yoongi trataba de ver todo lo que lo rodeaba, grabando en su memoria la hermosa decoración y orden. Tan embelesado estaba que hasta se olvidó de tomar fotos con su celular.

Cuando Jimin se detuvo, Yoongi lo quedó viendo, para después seguir la mirada de Jimin, la cual estaba hacia una especie de...de....

Yoongi frunció su ceño ante lo que veía.

Una lápida. Estaba frente a una lápida. La cual estaba adornada con flores y una copa de champagne rosado.


- Señor Park... - susurró Yoongi sin poder quitar ni un segundo la mirada de allí.

- Él es el dueño originario de este hotel, joven Min. - respondió Jimin, también sin dejar de ver la lápida.

Yoongi entreabrio los labios, cuando se acercó un poco más y leyó el nombre que yacía escrito allí.

M I N   A G U S T

1934 - 1959

- ¿Agust? - susurró. Sus labios temblaban un poco.

- Si. Ese era su nombre. - Jimin sonrió levemente - Min Agust. Pero todos le decían Agust D, por ser de Daegu. A él le encantaba el champagne rosado con mucho hielo.

Yoongi solo escuchaba, porque en ese momento su cabeza dio un vuelco. Agust. Agust D. Ese era el nombre que le decían aquellas voces que escuchaba.

"Bienvenido al hotel California Agust D".

Yoongi tragó grueso ante aquello. Vio de reojo, como Jimin lo quedaba viendo. No. Algo no estaba bien.

La historia que le contó Jimin acerca del origen del hotel, y que quizá haya fantasmas, y ahora esto. El nombre que escuchaba en esas voces, era el mismo del de la lápida. El originario dueño del hotel.

Él no creía en cosas paranormales. No nada que ver, pero...tampoco quería estar en un lugar donde pasaban y escuchaba cosas extrañas ya sea por casualidad o lo que sea.

Además, su apellido también era Min. Carajo, ya mucha casualidad con eso ¿no?.

Carraspeó su garganta y retrocedió un paso. - Uhh...señor Park, gracias por el recorrido, la verdad me encantó mucho el hotel, su historia, todo - sonrió con nerviosismo. - pero ahora solo...solo deseo ir a mi habitación a descansar antes de irme. Gracias, adiós. - hizo una venia y se retiró antes de que Jimin pudiera responderle algo.

Yoongi entró rápidamente a su habitación sin siquiera molestarse en cerrar del todo la puerta.

Comenzó a meter las cosas en su maleta sin importarle que estuvieran desordenadas. Fue al baño a recoger sus útiles de limpieza, y después tomó el cargador del celular que estaba en la mesita al lado de su cama. Pero se detuvo en seco.

La vela aromática. Yoongi apretó el cargador en su mano, viendo la vela de cerca por inercia.

- No puede ser - susurró.

La vela seguía intacta. Era la misma de la noche de ayer. No se había derretido ni un poco.

Yoongi negó con la cabeza. - Me estoy volviendo loco.

En eso su puerta fue tocada. Él respingó asustado, volteandose hacia esta. Era el camarero Taehyung.

- Disculpe por haber entrado así, es que la puerta estaba semi abierta y...

- No, no descuide, no pasa nada - contestó Yoongi con voz baja.

- Solo quería saber si necesitaba algo.

- Yo... - Yoongi volvió su vista hacia la vela. - No, de hecho estaba por hacer el Check out.

Volvió su vista a Taehyung, quien también veía la vela. - Manzanilla y miel, el aroma favorito de él. - susurró Taehyung con una leve sonrisa.

Yoongi frunció su ceño. ¿De él? ¿Se refería a ese tal Agust?. Sacudió su cabeza, ignorando todo aquello, solo debía irse y ya.

- Muchas gracias por todo, pero como le dije voy a hacer el check out.

- Oh ya veo...pero, no puede.

- ¿Ah? ¿Por qué? - Yoongi apretó la maleta en su mano, totalmente sorprendido.

- Señor Min, todos aquí somos prisioneros por nuestra propia voluntad...por esperarlo a usted.

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