XIII

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Era tarde. Excesivamente tarde. Estaba completamente enamorado, lo que creaba una extraña mezcla de emoción y nerviosismo, mientras la incertidumbre algunas veces hacía su aparición junto al negativismo, y me decían "¿Crees que la felicidad durará para siempre?" con un tono burlón. Ciertamente desconocía la respuesta y cruzaba mis dedos para que lo nuestro fuera eterno. Un poco de positivismo no le haría daño a nadie, o quizás solamente a mí en el momento que nada saliera como lo añoraba.

Cada vez que pensaba en ella sentía mis mejillas arder, una sonrisa involuntaria decoraba mi rostro, la sensación de vacío se apoderaba de mi estómago, tenía deseos de gritar y correr, y otras cuantas veces sentía que vomitaría de amor. Desagradable, lo sé. En fin, cada parte de mi ser se ralentizaba, lo que me convirtió en alguien sumamente torpe.

Hasta mis más comunes mañanas se habían vuelto más emocionantes, porque la esperanza de verla iluminaba mis días. ¿En quién me convertí? El sonriente Taehyung seguía siendo extraño para mi familia y miembros de la empresa. Estaba seguro de que incluso mi padre tenía sus sospechas, pero por primera vez en la historia se mostraba temeroso. Tal vez tenía miedo de arruinar aquello que me hacía tan alegre.

Después de imaginar un montón de escenas ficticias en donde me encontraba con mi amada, sentí la energía suficiente como para levantarme de mi cama. Como mi traje ya estaba perfectamente planchado, me dirigí a la ducha y estuve allí por unos cuantos minutos, lavé mis dientes, luego me vestí, me perfumé, cepillé mi cabello y me coloqué el reloj, así como la corbata. Sin embargo, en lugar de zapatos me mantuve con mis pantuflas para mayor comodidad. Los zapatos siempre eran los últimos.

Aquél extraño hábito me llegó a jugar algunas malas pasadas desde la niñez. Recuerdo que en varias ocasiones llegué a la escuela en pantuflas y la maestra me daba una especie de sermón, pero no era mi culpa ser tan distraído, además, eso demostraba que mi familia tampoco me prestaba tanta atención. Incluso, un par de años atrás llegué a la empresa con unas muy vistosas pantuflas de peluche amarillas. Ese día mi padre tenía fuertes deseos de asesinarme, sentía que lo estaba avergonzando. Pero algo extraordinario sucedió después de esa ocasión, algunos empresarios de cargos altos solicitaron permiso para utilizarlas en sus respectivas oficinas.

Rayos, ¿por qué siempre terminaba enmarañado entre mis recuerdos o ideas absurdas?

—¡Tae! —el gritó de Jungkook me devolvió a la realidad.

—¿Qué pasa? —agité mi cabeza, y él simplemente resopló.

—El café —señaló mi camisa blanca. Bueno, se transformó en un tono café.

—Mierda —intenté absurdamente secarla con servilleta, mientras él hacía los ojos en blanco.

¿En qué momento llegué a la cocina y me serví café? Eso era todo un misterio.

—Todavía es temprano, le diré a Margaret que te traiga otra —se retiró del comedor.

Como el desastre ya estaba hecho, continué bebiendo café y mordisqueé una tostada. No obstante, Kook regresó antes de lo que esperaba.

—¿Ya me vas a decir? —se cruzó de brazos.

—¿Qué quieres que te diga?

—Ya sabes, tonto. Obviamente quiero saber cómo te está yendo con ella.

—¡Dios! Eres demasiado chismoso. Además, un caballero no tiene memoria —erguí mi espalda con cierto orgullo.

—¿Insinúas que soy chismoso? —preguntó ofendido. —En mi defensa, soy curioso y me preocupo por mi hermano. Así que suelta algunos cuantos detalles, no importa si no son demasiado gráficos, me conformaré.

—Estoy enamorado de ella.

—Eso es demasiado obvio. No me transmites ninguna novedad —movió su mano derecha y colocó la otra en su cintura.

—Entonces, ¿quieres saber si tuvimos intimidad? La respuesta es positiva.

—Vamos, Tae. No me refería a nada de eso. Quiero saber si ella siente lo mismo, si han avanzado hacia una posible relación o qué otras cosas personales has conocido de ella.

—Ah, eso —rasqué mi cuello y no pude ocultar una mueca —. Todavía no tengo ninguna respuesta para esas preguntas. Es un poco más complejo de lo que creí. Además, no quiero presionarla.

—Le dijiste que la amabas, ¿cierto?

—No pude evitarlo, ¿es eso malo?

—Tal vez. Digo, conocen sus físicos y unas cuantas cosas del otro, pero no han profundizado demasiado la vida del otro como para sentir algo tan fuerte. Sé que eres terriblemente enamoradizo y malo para ocultar tus sentimientos, aunque es muy probable que ella lo vea de la misma forma. Las chicas en mi universidad suelen decir que no siempre les gusta un hombre que profesan amor con rapidez o lo toman tan a la ligera.

—¿Y si solamente lo dije una vez? En realidad, lo hice porque algo en mi interior me dice que tenemos una conexión muy fuerte y ella podría ser la persona que he estado buscando. Admito que físicamente me resulta demasiado atractiva, pero no solo se trata de lo superficial, sino que, siempre me siento cómodo a su lado y tenemos la facilidad de sostener una conversación.

—¿Te devolvió el "te amo"? —se apresuró a preguntar en cuanto acabé con mi discurso.

—No, permaneció en silencio.

—Tae, está bien que expreses lo que sientes, eres humano. Sin embargo, si no tuviste una respuesta de su parte, no la presiones, tendrá sus razones. En lugar de ello, deberías enfocarte en conocerla más, mostrar interés por su vida y gustos. Tal vez de esa forma ella sentirá lo mismo en algún momento.

—Me dejaste sin palabras, ¿sabes? No sé si sentirme dolido por escuchar la realidad o sorprendido porque algunas veces pareces ser demasiado sabio y maduro. ¿Dónde quedó el infantil Jungkook? —aplaudí.

—¡Claramente puedo ser las tres cosas dependiendo de la situación! Agradéceme la próxima —pisó mi pie izquierdo y se fue como si nada, mientras yo hacía una extraña danza que consistía en saltar con un pie.

—¡A ese me refería!

***

Para mi suerte, el día pasó justamente con la rapidez que deseaba. Me encontraría con ella durante la noche y por ello no dejé de pensar en la hora de mi salida laboral. En cuanto el reloj marcó las seis de la tarde, tomé mi bolso, descolgué mi saco del perchero, me coloqué mis zapatos de vestir e inmediatamente corrí a la salida del edificio. Ni siquiera mi importó si alguien más tenía alguna consulta.

En cuanto llegué a mi casa, hice exactamente el mismo proceso de la mañana, aunque debía admitir que le dediqué más tiempo a mi apariencia, hasta mis encías dolían un poco por el cepillado un tanto tosco. Esparcí más cantidad de fragancia sobre mi cuerpo e intenté que mi cabello luciera impecable.

—Joven Kim, la cena está servida —Margaret asomó ligeramente su cabeza por la puerta.

—Muchas gracias, Margaret. Ya cepillé mis dientes y tengo un poco de prisa, entonces la tomaré en cuanto regrese —besé su cabeza y corrí escaleras abajo.

Al llegar al hotel, la noté solitaria en una de las esquinas del inmenso salón. No obstante, independientemente de la oscuridad y el lugar, ella siempre resaltaba ante mis ojos.

—¿Se encuentra perdida encantadora dama? —besé su mano, y en lugar de dejarla ir la hice dar una vuelta sobre su propio eje —. Tan espléndida como siempre —sus ojos se iluminaron ante mis palabras.

—En realidad esperaba a alguien, quizás lo conozcas. Es esbelto, su cabello es oscuro, sus ojos son encantadores, sus manos son demasiado varoniles y sus labios una completa exquisitez.

—Creo que suena un poco a alguien que conozco, pero nunca lo he besado como para saber si la última característica es verdadera.

—No importa, puedes besarme en su lugar —descubrió sus labios, así que imité su acción para entrelazarlos con los míos.

—No te preocupes, ya lo encontré —murmuró contra mis labios.

—Me haces sentir increíblemente halagado —sonreí.

—Oh, olvidé agregar que su sonrisa también es maravillosa —volví a besarla.

Tomó mis manos y las dirigió a su cintura, y con las suyas, envolvió mis hombros, con la finalidad de mover nuestros cuerpos en sintonía con la música. Después de varios minutos, mi frente comenzó a humedecerse y mi respiración se tornó un poco más agitada.

—¿Alguna vez has tenido sexo al ritmo de la música? —su inesperada pregunta hizo que mi garganta se secara de pronto.

—No, nu-nunca lo he hecho —mi voz expuso mi nerviosismo.

—Deberíamos intentarlo luego, debe ser excitante —deslizó una de sus manos a lo largo de mi espalda.

Por un instante olvidé que estábamos rodeados de muchísimas personas, pero lo recordé en cuanto eché in vistazo por el lugar para escapar de su lasciva mirada. De pronto, me estremecí al sentir sus labios contra mi oreja.

—Me encantaría ser penetrada al ritmo de una lenta balada, o mover mis caderas sobre ti.

Mierda. Eso no era lo que tenía en mente. ¿En qué momento todo se tornó tan erótico?

—Yo... las dos ideas me encantarían —su mano pasó de estar a la altura de mi espalda baja a estar sobre mi miembro —. Necesito agua.

—Entonces vamos por ella— tomó mi mano y me guio a la recepción del hotel.

Al ingresar a la habitación, me empujó a la cama y comenzó a desvestirse. No me tomó mucho tiempo imitar su acción, incluso, lo hice con más desesperación de lo que me habría gustado. En cuanto estuvo únicamente en ropa interior, se sentó sobre mis piernas y acercó su sexo al mío.

—No sé si pueda soportar la lentitud de una balada —admití.

—Esa era solamente una excusa, ¿por qué no probar varios géneros?

—Estoy completamente de acuerdo.

Ella se levantó y se dirigió hacia la radio, probó varias emisoras y dejó en la que coincidimos. Luego apagó la luz y se sentó nuevamente sobre mis piernas, aunque en esa ocasión me hizo quitarle el sujetador. Me sentí orgulloso, porque a pesar de la oscuridad, lo hacía con mayor facilidad.

Y sí, ese fue el inicio de una noche de desenfreno, en donde nuestros cuerpos eran cubiertos por el sudor, otros fluidos y los gemidos se apoderaron de cada rincón.

Necesitaba poner en práctica mi autocontrol y aprender a decir que no, aunque mi cuerpo deseara lo contrario. Taehyung, en algún momento lograrás pensar con tu cerebro. Perdón, Jungkook, fallé a tu consejo.


*****

Hola, espero que se encuentren bien. ¡Por fin he regresado con este fic! En serio me hacía muchísima falta. Estuve leyendo los capítulos anteriores, pero no pude resistir las ganas de actualizar, así que dejé la lectura y me puse a escribir.

Uno de mis mayores problemas es que perdí el hábito de la escritura y ahora me siento oxidada porque me toma un poco más de tiempo hacerlo. Es un tanto difícil. En fin, como estoy más libre quiero retomarlo, así que espero subir más capítulos en el transcurso de la semana.

Y como siempre, muchísimas gracias por la espera y paciencia. Aunque no actualicé por demasiado tiempo, abandonar este fic nunca pasó por mi cabeza, en realidad debo admitir que es al que le tengo más cariño y mi favorito (más porque ya sé lo que sucederá en el futuro, jajaja)

Y bueno, prometo que esta vez realmente será un "hasta muy pronto".

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