"En un mundo donde lo más importante son los abrazos"

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Kim Taehyung un Joven de 18 años, consentido y mimado por una de las  familias más ricas de todo seúl.

Uno de los Jóvenes mas admirados por su increíble belleza y sonrisa tan peculiar que enamora hasta el más Hetero de los Heteros.

También admirado por su increíble personalidad, tan pura y hostil. Muy diferente al caso de sus hermanos mayores...
Esas cosas ni sentimientos tienen.

"Lástima que toda la Familia Kim tenga un oscuro pasado y una terrible maldición por delante"

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Todo se derrumbó para el Castaño, al ver a su Madre hecha un ovillo en el suelo de su habitación y con ambas manos apretando su corazón a causa del dolor de este...

Verla tan frágil, con el rostro desfigurado por el terrible dolor en su pecho que estaba sintiendo,..le causaba tanto dolor verla sufrir de esa manera y pagar por algo que ninguno de ellos quiso desde un principio, todo por culpa de esa estúpida maldición.

El menor de los Kim que yacía parado en el umbral de la puerta sin saber exactamente que hacer en una situación como esa, aún sabiendo que este día llegaría pronto.
Dejo de lado su temor, no era el momento para quedarse ahí parado observando sin hacer nada, así que corrió hacia su Madre para auxiliarla.

─No puedo más,cariño─susurro y gruño, apretando aún mas su pecho─
Y-Ya casi se cumplen los 360 días después de la ida de tu Padre, no creo poder resistir más este dolor.

─M-Madre no digas eso,e-eres fuerte, muy fuerte─el castaño se acercó a su Madre para abrazarla con todas sus fuerzas, dándole así un poco de su amor mediante de ese abrazo─Resiste más Madre, estoy aquí, estoy abrazándote, quedate conmigo un poco más por favor.

─C-Cari─No pudo seguir y se retorció del dolor juntando aún más sus piernas, para así meter un poco de presión en esa zona tan dolorosa.

─N-No quiero que te duela Madre, ¿no hay otra manera de-

─Cariño─suspira entrecortadamente, para luego plantar un corto beso en la mejilla de su hijo favorito─Y-Ya pronto mi dolor acabará, asi que no llores mi vida..nuestro destino esta escrito de esta manera, no podemos hacer más que esperar.

─No madre, por favor no me dejes... encontraré una solución, aguanta un poco más por favor, te lo pido.

─Hijo, todo estará bien, me iré pero estaré esperándote─toce en la palma de su mano,dejando ver un poco de sangre en ella─P-Pero que no sea pronto cariño, aún tienes una vida por delante, disfrutala y no llores por mí.

─M-Madre, no creo poder vivir si no estás a mi lado, no tengo a nadie más que a ti─sollozó y lloró desconsoladamente, dejando ir todo el dolor que estaba guardando frente a su Madre.

─No digas eso cariño, tienes a tus hermanos contigo─coloca una mano en la mejilla de su pequeño y único hijo que siempre la quiso─Ámalos y no les guardes rencor─alzó su dedo índice a duras penas y lo colocó sobre el pecho de su hijo─no quiero ver odio en un corazón tan frágil como el tuyo ¿Entendido?

─Esta bien, Madre.

─Ese es mi hijo─sonrió dulcemente mientras dejaba caer sus brazos lentamente─ T-Te amo.

─Yo también te amo, Madre─reposó su cabeza en el hombro de su Madre, sin querer verla en el rostro, sabiendo que ella yacía durmiendo profundamente y que jamás iba a despertar.

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El Castaño cerró la puerta de su hogar, luego de ver como se llevaban el cuerpo inerte de su Madre a la Morgue, a manos de gente de confianza. Ya que las personas aún no debían de enterarse de esta terrible perdida, sería todo un caos si lo supieran, mucho peor después de la ida de su esposo.

Él ya no soportaba todo lo que le ocurría a su Familia, no le gustaba ver aquella marca que toda la Familia Kim tenía.
Aquella marca oscura que esperaba a la pérdida de tu alma gemela, para luego avanzar por todo tu cuerpo hasta por fin quitarte la vida.
Era horrible no poder ser feliz, sabiendo tu trágico destino.

─¿Qué paso aquí?─el castaño alzó la vista topándose con la mirada de su Hermano Mayor, Kim Seok Jin.

─M-Madre ya no pudo resistir más la marca─suspiro intentando retener el llanto.

─¿Murió?─el castaño asintió y este rió─ Ya era hora, vine en el momento indicado.

─N-No digas eso─apretó sus puños.

─Esperaba tanto por este día─rió y tomó su celular─llamaré a mis amigos para festejar aquí.

─¿Q-Qué dijiste?─apretó más sus puños, sintiendo toda su cara arder de la irá.

─¿Qué haces ahí parado? Muévete y Ayudame a organizar todo para festejar la Muerte de esa Maldita Perr-

─Cierra tu sucia boca, Idiota!─gritó muy enojado con su Hermano y consigo mismo por no atreverse a golpearlo.

─Como te atreves a gritarme!─alzó su brazo con la palma de su mano abierta, listo para golpear a su menor hermano pero alguien lo tomó del brazo rápidamente.

─Dios, mis oídos, cállate─interrumpió el mayor de los Hermanos, Kim Hyun Joong.

─Dejame tonto, este idiota acaba de gritarme!

─Uy! te gritó, que horrible...,merece ser asesinado─tomó la muñeca de Jin y la apretó muy fuerte.

─O-Oye me haces daño, sueltame.
─Primero disculpate con él.
─¡¿P-Por qué lo haría?!
─Ahora.

─Aish, bien!─mira a los ojos al castaño y sonríe forzadamente─ Lamento decir todo eso ¿Me perdonas?.

El castaño solo asintió y al instante Jin fue soltado de aquel agarre, para luego irse a su habitación hecho una furia.

─G-Gracias─el castaño hizo una pequeña reverencia a su Hermano Mayor que hace tiempo no veía.

─No te acostumbres, estas muy grande, es hora de que aprendas a defenderte tu mismo.

Asintió

─Mamá está-

─Lo sé─dijo y sin más se fue a su habitación.

─¿Por que te odian tanto, Madre?─suspiró, para luego hacer lo mismo que sus hermanos.

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Los días pasaron lentamente para el castaño, las horas se volvían una eternidad. Solo pasaron unos días y ya extrañaba las caricias de su Madre, sus abrazos y sus besos que solo ella era capaz de darle.

"Necesitaba que alguien lo abrazase, necesitaba sentirse querido"

Miró con su espejo de mano aquella marca en su cuello y solo sintió odio por ella. Tomó un poco de base e intento cubrir esa horrible marca que solo su familia sabía su procedencia.
Suspiró resignado porque aún se veía aquella línea negra entre su cuello, asi que tomó un pañuelo blanco y rodeó su cuello con este.

Bajó las escaleras, con su mochila colgando sobre su hombro derecho, abrió la puerta de la entrada principal y salió sin siquiera saciar el hambre que tenía. No había comido en días, pero era capaz de sobrevivir aún así.

Después de una larga caminata llegó a su instituto 5 minutos antes de que cerrasen el portón de la entrada, como todos los días, entró a su aula correspondiente y se acomodó al asiento al final de todos, como comenzó a hacer en estos últimos días. Todo se volvió una rutina.

Los profesores de cada materia llegaban, hacían sus clases como si no notaran que el castaño estuviera durmiendo ya que no querían problemas con sus Poderosos Padres, cosa que ya ni tenía. Ahora solo tenía a sus abuelos que visitaba de vez en cuando solo cuando necesitaba de sus abrazos. Ya que sus hermanos no podían brindarle de esos afectos que él necesitaba.

La hora del almuerzo había llegado, pero este no se movía de su asiento. Para que ir si no tenía amigos de todas formas.

Dejo de mirar a sus compañeros salir riendo y hablando entre ellos. Y fijó su mirada en la ventana que tenía a su lado, apoyando su cabeza en la palma de su mano.

Iba a cerrar sus ojos para volver a dormir en aquella posición cuando sintió una pequeña brisa fría en su rostro y oyó a alguien sentándose a su lado con la respiración agitada.

Tenía curiosidad de voltear a ver quien había invadido su espacio personal, ya que no todo el mundo se acercaba a hablarle. A pesar de ser conocido por ser amigable.
Pero no muy bueno para entablar una conversación primero, muy aparte de eso, al castaño no le gustaba tener a personas cerca que fingían ser amables solo para siempre acercarse y preguntar la misma mierda "Me mostrarías tu muñeca?, quiero saber si eres mi alma gemela" Porque sí, todo el mundo tenía una marca que complementaba con la otra persona que se decía que era tu alma gemela, algo ridículo la verdad. Ya que él no tenía una, y por eso la gente terminaba por alejarse sintiendo lástima por su destino lleno de soledad. Si es que tendría uno, ya que ni una persona podía sobrevivir mucho sin su alma gemela.

Encontrar a su alma gemela haría alargar su vida, pero la maldición que tenía lo mataría, que irónico.

El castaño salió de sus pensamientos al oír una voz aguda pero masculina a su lado.

─H-Hola, soy nuevo, Me llamo Park Jimin y tú?

Al parecer eso de las almas gemelas si existía, y el castaño lo tenía mas cerca de lo que imaginaba. Solo que tal vez no sería capaz de saberlo sin aquella marca en su muñeca que se deshizo al recibir la otra en su cuello a cambio.
O tal vez sí lo descubriría con tan solo darse cuenta de todas las cosas en común que tienen las almas gemelas.

Bueno, eso ya lo veremos pronto.

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