𝙲𝚞𝚊́𝚕 𝚎𝚜 𝚎𝚕 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚘𝚗𝚜𝚊𝚋𝚕𝚎?

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Un nuevo día.

Una nueva mañana, tranquila y calmada.

Suena mi celular interrumpiendo mi tranquilidad.

-Hola? Sabes que eres la mejor hermana de todas?.

Es Artur, su voz llena de nerviosismo, me quita el sueño.

-Solo tienes una hermana, así que, afloja que hicieron esta vez?. - me levanté, mirando la hora, apenas tenía tiempo para prepararme e ir a clases.- sin mentiras.

Apesar de que Artur es el mayor solo por 10 minutos, ganándole a Ariel, y luego estoy yo, la menor, pero la menos problemática, la más tranquila y civilizada entre mis dos idiotas hermanos.

Siempre pensaba, cuando estaba aburrida, que si a mí me hacían doler la cabeza, no imaginaba con mamá, pobre de ella, que solo quería pasar una tranquila velada en el día del amor y la amistad, y nueve meses después nacieron ese par de tontos, aunque no se puede negar que mis hermanos eran unos galanes, no más que yo, pero, no están mal, están comestibles.

-Necesitamos de tu ayuda, por favor.

OK, OK, mi hermano, Artur acababa de pronunciar esas dos palabras, ocho letras que tanto le costaban decir, y cuando las decía era porque algo muy malo, pasaba.

-Ya, a quien asesinaron?.

Me empezaba a preocupar.

-Te lo diremos en cuanto vengas. - escuché varias voces detrás de la llamada, pero Artur las hizo callar con un silencio, estaba nervioso. - a que hora sales de clases?.

Ni yo sabía, que curioso.

-Espera... - dije, abrí el armario, donde estaba el horario, que yo misma había pegado allí, para no olvidarlo. - a las dos.

-Va, entonces, te quiero a las dos en punto aquí. - se empezaba a poner mandon.-por favor, hermana de mi corazón.

-Bien, espero y tengas una comida muy deliciosa para mi.

Corté la llamada, para ducharme y vestirme.

Salí de la habitación, encontrándome con Lesly.

-Escuché que tu profesor de biología está enfermo, igual vas?.

-No tenía idea de eso, que tiene?.

Hoy solo tenía cuatro horas de biología, pero resulta que ya no.

-No lo sé, escuché que lo tuvieron que operar de urgencia. - puso su mano junto a la barbilla, tomando una postura pensante. - creo que tenia cáncer o alzheimer, no lo sé creo que ese era el de administración, como sea, es mejor que preguntes por tu cuenta, ni yo misma confío en mi, a veces pierdo la cuerda.

Empezó a reír, divertida de lo que decía.

A Lesly no la conocía mucho, pero en estas semanas junto a ella, aunque a veces parece tonta e ingenua, era muy inteligente, solo cuando quería, pero tampoco podía confiarme mucho, y como ella dijo, tenía que corroborar los hechos por mi propia cuenta.

-De acuerdo, me voy.

Me despedí y salí, en el pasillo, había una chica que me sonreia con cierta maldad.

-Oye, Zanahoria.

La enfrente, morena, alta, intimidante.

-Podrías decirnos, cuéntanos. - un grupo de chicas aparecieron, llenas de curiosidad y maldad. - que son los gemelos, para ti? Eh?

Agarro su cabello crespo, de forma juguetona, pero estaba segura que en cualquier momento, me agarrarian de los cabellos.

-Son mi hermanos. - dije sin dudarlo, pensaba que ya sabían.

Dos de ellas estaban a punto de echarse, encima de mi, haciendo que retroceda un poco.

-Aguarda, que dijiste?. - la morena parecía confundida ante mis palabras.

-Que son mis hermanos. - volví a repetir.

Todas me observaron de pies a cabeza, varias veces, dudando de mi sinceridad.

-En serio?. - asentí, ella le dio una señal a sus chicas para que se alejaran de mi, que en algún momento, que no recuerdo, ya dos de ellas estaban acariciando mi cabello y chequeando mis manos.- No parecen que lo fueran.

-Ah, si, no te preocupes casi nadie se lo cree, solo por que físicamente, somos diferentes.

Sus amigas se fueron, dejándonos solas.

-Vale, pensé que eras una enemiga del estado. - empecé a reírme.

-Creías. - me reí. - no lo quiero ni imaginar, son mis hermanos, no entiendo porque la mayoría cree que salimos. - seguí riendo.

-Eres hermosa, sexi, carne fresca, muchas de nosotras te hemos visto, merodeando su fraternidad, hoy en día, hay que sospechar hasta del perro de la esquina.

Me abrazo, demasiado fuerte, evidentemente obstaculizando mis pulmones, haciendo que le falte el aire.

Empecé a toser.

-Bienvenida a la familia. - dijo sonriente.-vaya, no pensé que esos papitos tenían hermanas.

-Soy la única, por favor, podrías dejarme respirar.

Me soltó.

-Claro cariño, puedes seguir tu camino, por cierto, tu profesor Clark está enfermo. - aterrorizada por qué sabía sobre mis clases, creo que sabía mi horario. - mandale mis saludos a tus hermosos hermanos, diles que le mando un beso en donde ellos quieran, preferible en sus hermosas nalgas blancas, hasta pronto querida.

Golpeó mi trasero, dándome un empujón.

Me metí, inmediatamente, al elevador, para alejarme de la morena, que nunca me dijo su nombre.

Saqué mi celular, para escribirles a mis hermanos, que llegaría antes de lo previsto.

Thalia Brinch.

Me encontré con ese nuevo contacto, entre en información de contacto, encontrándome con la foto de la morena.

-En que momento?. - dije para mi misma, oficialmente ando aterrorizada por las pretendientes de mis hermanos.

-Hola Abril.

Salté, asustada, por la voz proveniente del elevador.

-Hola?.

-Si, esa es la impresión que le doy a los demás, ten un bonito día.

Mire en todos lados, no había nadie más conmigo, solo estaba yo, en el elevador y con la voz misteriosa.

-Eres Diosito?. - pregunté nerviosa. - si es así, aún soy virgen, lo seré hasta el matrimonio, no he hecho nada, nada malo, porque estas aquí? Hablándome?.

Cerré mis ojos, juntando mis manos.

Creía en Dios, iba todos los domingos a la iglesia, pero luego lo dejé, cuando fui a la universidad.

-No seas tonta niña, disfruta de la vida, por cierto, la lavandería está dañada, ni te atrevas a ir, al menos que te quieras mojar tus delicados deditos.

Abrí, mis ojos, obvio que no era Diosito, mire por el lugar, encontrándome con una pequeña bocina, casi inexistente.

-Es la primera vez que un ascensor me habla.

-Ten un buen día y por favor, no vuelvas a mencionar sobre tu virginidad.

Las puertas del elevador, se abrieron, salí de él, aun distraída.

Tomé un taxi y le di la dirección.

-Tenga señor. - le pagué y baje del taxi, justo en frente de la casa de mis hermanos.

Justo, cuando iba a tocar la puerta, ya la estaban abriendo.

-Abril, hermanita, llegaste antes. - Artur iba a envolverme con sus enormes y largos brazos, pero lo evadi.

-Por favor, no seas meloso. - entré y lo escuché cerrar tras de mi. - por cierto una tal Thalia te manda saludos, en las nalgas. - recordé. - como sea, aquí me tienen, para que me necesitan.

Escuché varios pisadas rápidas, bajando las escaleras.

-Abril. - Ariel me tiró al mueble, abrazándome, demasiado cariñoso, esto estaba empezando a preocuparme, esto no era muy normal en ellos. - cómo estas, hermanita.

-Estaba bien, hasta que me abrazaste. - dije y le di un golpe en la cabeza, para que me soltara. - sueltame, idiota.

Vi a Jordan, bajar las escaleras sin camisa, y vaya, que el gimnasio hacía maravillas en ese abdomen.

Se perdió en dirección a la cocina.

-Que es tan urgente, como para andar con esta actitud.

-Que actitud? . - ambos preguntaron, al mismo tiempo.

Los miré con sospecha, igual iban a decírmelo.

-Dicelo tú. - Ariel golpeó el hombro de Artur.

-No, hazlo tú.

-Solo te extrañamos.- dijo, Ariel, ganándose un golpe de Artur.

Ambos eran como dos gotas de agua, de pequeña solía confundirlos, pero con el tiempo, ya los diferenciaba, hasta sabía cuando mentían o cuando decian la verdad.

-Dejaron embarazada a Dannia. - apareció Jordan, despreocupado de la vida, con unas uvas en sus manos. - no saben de cuál de los dos es el padre.

Artur le tiró un cojín, pero, Jordan lo esquivó justo a tiempo.

Sus palabras se repitieron en mi cabeza.

Embarazada

Dannia.

Embarazada.

-Ustedes hicieron, que?. - me levanté del mueble, en total shock. - son estúpidos, son muy tontos y descerebrados, que no piensan en sus acciones?.

Movía los brazos para todos lados.

Me cubrí la cara.

-Ahora, no sabemos quien es el papá y quien es el tío.

Me  empecé a reír.

Esto parecía de película.

Me calmé.

-Bien, como sea, no me voy a preocupar, no es mi asunto, lo único que sé, esque voy a ser tía.

Abracé a Ariel, luego a Artur. Dándoles palmaditas en la espalda.

-Felicitaciones, al papá. - alterné mis ojos, en los gemelos, que tenia en frente. - cualquiera de los dos, tengo que irme.

Los separé para darme espacio y salir de la casa.

Mis hermanos estaban sorprendidos, creían que habría otra reacción, la hubo pero me calmé.

Sus problemas no eran mis problemas, además son gemelos, así que era difícil saber cual iba a ser el papá o el tío.

-Qué!. - Artur me agarró del brazo. - no Abril, no puedes dejarnos así, estamos preocupados, no sabemos que hacer.

-Ese no es mi problema, yo no me metí con esa chica. - ambos me observaron sorprendidos por mi serenidad. - vean como solucionan sus problemas.

-Ayúdanos, por favor. - Ariel suplicó.

-Aún si quisiera ayudarlos, no puedo, ninguno de nosotros puede ayudarlos.

Jordan asintió cerca de mí, aún comiendo sus uvas.

-Si puedes ayudarnos, solo tienes que acercarte a Dannia, preguntar, sacar fechas, días y todo eso, así sabremos de quien es el hijo.

-Claro y le voy a decir, Oh! Hola, tú eres la chica que se acostó con mis dos hermanos, felicitaciones por el bebé.

-No sé pero tendrás que ayudarnos o le diré a papá que tienes un tatuaje. - Esta vez, solo veía en los ojos de Artur, manipulación y confianza. - que más habrás hecho en Rusia, porque ya no me creo el cuento de que regresaste solo porque extrañabas a la familia.

Me callé, cerré mi hocico, acababa de ver la seguridad en los ojos de Artur, sabía que él sabía algo, no era tonto, pero sí curioso, y estaba segura, tan segura que no me sorprendería que en estos momentos supiera de lo que pasó en Rusia.

-Como quieres que te ayude?. - hablé con hastío.

-Gracias. - Ariel, estaba a punto de besarme en la mejilla, pero lo aparté, Artur sabía mi secreto, Ariel no.

-Tú y Jordan pueden indagar en la vida de Dannia, hay algo que no me cuadra.

-Yo porque?. - Jordan reclamó.

-Porque tu eres nuestro mejor amigo. - me miró. - y ella es mi hermana, dos es mejor que uno, no?.

Le pregunté a Ariel, cuales fueron las fechas en la que se acostó con Dannia y las anoté en mi celular en cuanto me dijo, si todo era creepy, Jordan se ocupaba de Artur.

La puerta principal se abrió, todos observamos, esperando, para ver quienes eran.

Entraron dos chicos, ambos altos, rubios, lindos.

-Uy, tenemos visitas. - habló el más alto.

Traían unas fundas de comida.

-Alguien quiere comer hamburguesas, papas? También hay batido de chocolate.

Ambos se levantaron, como leones salvajes, directo a la presa, en busca de comida, de llenar ese vacío en sus estómagos.

-Que quieres comer, Abril?. - preguntó Artur, buscando en la funda. - oh! Mira hay ensalada de vegetales. - mis ojos se iluminaron.

-Oye esa es mía. - el rubio, dijo, pero al ver que era para mí, sonrió de una manera sexi y galán.

-Ey, cuidado con mi hermana.

Iba a tomar el recipiente con ensalada, pero mis manos se enredaron con las de Jordan.

-Esto está delicioso, Gino. - el rubio alto, asintió  aún comiendo.

-Gus me obligó a comprar en el nuevo local de Tess. - Gino miró al otro rubio, el más bajo.

La ensalada no estaba tan mala, al contrario, me atrevo a decir que estaba deliciosa.

Cuando terminamos de comer, limpiamos el lugar, metiendo los recipientes transparentes en la basura.

-Bueno, es hora de irme. - agarré mi celular que estaba en el sofá junto a mi billetera.

-Que? No, tienes que hacer lo que te pedimos, mientras más rápido se descubra mejor será.

Artur, le tiro las llaves a Jordan, que ya cargaba camisa.

-Nada más, encargate de que no se tire del carro.

Ahora solo nos quedaba averiguar cual de los gemelos sería papá y el responsable de aquel bebé que crecía en el vientre de la bendita Dannia.

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