𝙵𝚞𝚎𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕

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Cuando tenía 16 años, en plena flor de la adolescencia, con ganas de salir así sea a la esquina, mi papá siempre decía "Quedate en casa, que nada te pasa" entonces por obligación me quedaba a leer libros, ver televisión, así sea para contar las flores del patio, hacía caso y no salía, mi obediencia llegaba hasta el cielo.

No fue hasta las 5 de la madrugada, que entendí las palabras de Tom, mi padre, aquel cirujano que atendía las salas de emergencias del hospital central de la ciudad, atendiendo a adolescentes borrachos y en busca de una sutura y un par de medicamentos.

-Ya estoy, cuanto falta para que salgas?.-pregunté sentada en el sillón, esperando a Lesly, la rubia hace dos horas entró a su habitación y desde entonces no había salido.

-Vamos, Abril, que ya salgo, te lo he dicho como 10 veces. - la escuché decir desde su habitación, a través de las paredes. - deja que me ponga los tacones.

Suspiré, hasta que salió de su habitación.

La rubia no se encontraba en la misma situación que por las mañanas, era irreconocible, su cabello estaba lacio y brillante, había maquillado sus ojos, las pestañas falsas se notaban hasta China, su labial rojo acaparaba toda la atención, sin mencionar su pequeño vestido blanco.

-Y tú a donde vas?. - dije riéndome, solo era una pequeña fiesta, segun dijo Artur, antes de dejarme en el edificio.

Lesly también me pegaba la ojeada del año, yo por supuesto iba mas sencilla.

-Lo mismo iba a preguntarte?. - volvió a mirarme, negando. - por Dios! Abril que vamos a la fiesta de los Thompson.

-Si, y no se quien carajos son.

-Te lo aclaro, que los Thompson son unos de los más populares en todo el campus, claro por debajo de tus hermanos. - tomó un pequeño espejo y empezó a mirarse en él. - esas fiestas no son cualquier cosa, la última vez, asistió el primo del primo, del presidente.

-Y eso que importa?.

-Que importa? Que con esos jeans no te dejaran entrar ni de cocinera. - se repasó el labial en la boca. - yo de ti, me voy a cambiar por algo más sexi y atrevido.

Me lo pensé, varios segundos.

La verdad, me importaba un carajo lo que pensaran los demás, pero tampoco me gustaba andar desastrosa cuando salía. Admito que ponerme los jeans fue por pura pereza, mis ganas de ir a esas fiestas eran de 1%, prefería quedarme a dormir.

-Entonces me quedo a dormir.

Lesly se quedó inmóvil, ante mi comentario.

-Ay! Abril, no seas así, mira que somos universitarios, que de lunes a domingo pasamos estudiando, haciendo tareas, preparando proyectos, que una fiesta no te viene mal ni a ti, ni a mí, bien, si no te quieres cambiar no lo hagas.

Me levanté y caminé al espejo.

Mis jeans claros llegaban hasta mi cintura, tocandose con mi pequeña blusa blanca, la verdad era un poco sencillo, pero nada que no se pudiera solucionar con el cabello recogido, agregándole un poco de elegancia.

-Mejor?

-Si.

Mi celular empezó a sonar, claramente, mis hermanos ya se encontraban fuera del edificio esperandonos.

-Vamos. - agarré las llaves, y cerré con seguridad la puerta, encontrándonos con Thalia, la morena de la otra vez. - Hola.

Mi "hola" sonaba a un adiós, me tengo que ir.

-Que bien, ya estamos listas, todas. - Thalia sonreía, apegándose a nosotras para ir de fiestas.

-Urra!. - Lesly dijo, saliendo del edificio con nosotras detrás de ella.

Subimos a la jeep de mis hermanos, quienes nos darían el aventón a la fiesta.

En cuanto Ariel vio a Thalia, empezó a reírse, escondiendo su cara, para que Artur no lo notara, la mencionada, se subió en el asiento del copiloto, tomándose libremente mi asiento.

Detrás, iba Ariel, Lesly y yo, faltaba alguien más.

-Donde está Jordan?.

-Tenía unas cosas que hacer, llegará luego. - aclaró Ariel, mientras Artur me daba una mirada matadora, yo sin entender cuál sería la razón de ello, giré mi cara sin molestia alguna.

-Soy Lesly.- habló mi amiga la rubia.

Ariel le sonrió y empezaron a charlar, hasta que llegamos a nuestro destino, debo admitir que la fiesta se veía alegre, la gente cantaba, bailaba y bebía en las afueras de la casa, en el enorme jardín delantero.

En cuanto nos bajamos del jeep, mis hermanos empezaron a saludar a mucha gente, peor que presidentes, algo que empezó a molestarme, ya que al momento de acercarse a ellos, me aplastaban los pies.

Agarre de la muñeca a Lesly, para ir a un lugar mas vacío.

-Tus hermanos son increíbles. -Lesly agarro dos vasos rojos con alcohol, ofreciéndome uno. - hay algo que no entiendo, si estas saliendo con Jordan, entonces no te importa que Kim-

-Hola. - Jordan se acercó a nosotras, vestía una camisa blanca y unos pantalones claros.

-Uy! Es mi idea o se pusieron de acuerdo para ir combinados?. - la pregunta de Lesly, me hizo reír, olvidandonos de lo que estábamos hablando antes de la llegada de Jordan.

-Haz visto a tus hermanos?. - preguntó, algo serio.

Me bebí mi segundo vaso, con alcohol.

-No, acaso soy su niñera para hacerlo?.

Empezó a sonar Dancin, la música cada vez más alta, alteraba a todos estos universitarios que buscaban un pequeño momento de felicidad.

-Es urgente, creí que sabias. - agarré otro vaso rojo, dispuesta a beberlo en segundos. - iré a buscarlos. - me quitó el vaso. - no tomes demasiado. - se bebió mi vaso. - tus hermanos podrían cabrearse.

Su acción me dejó algo desquiciada, se había osado a quitarme el vaso, para luego tragarselo como si fuera agua, eso fue un robo en mi propia cara.

Agarré otro de la mesa, que se encontraba llena de bebidas de todo tipo, habían de todo los colores y sabores, claro que me sentí como una pequeña, feliz de tanta variedad, no me consideraba adicta al alcohol, pero las deliciosas bebidas alcoholicas, me atraparon por completo.

Empecé a bailar al ritmo de la música junto a Lesly, entre la multitud, debía admitir que la fiesta había superado mis expectativas, la gente alrededor, parecía feliz y extasiada, riendo, bailando, gozando la vida.

-Voy al baño. - Lesly, se excusó, perdiéndose entre la gente.

Limpie pequeñas gotas de sudor en mi cara, caminé, saliendo de la casa, de pronto se me estaba haciendo muy pequeña y me costaba respirar.

Llegué hasta el patio trasero, que contaba con una piscina, una gran piscina, el lugar estaba lleno, pero era pasable, prefería estar allí que estar en la casa.

Logré ver a mis hermanos junto a Jordan, ellos reian y disfrutaban en su pequeño grupo de amigos, el único que notó mi presencia en el lugar fue Jordan, quien me sonrió, pero luego, un chico me empujó, haciendo que caiga a la piscina, mencionar lo helada que se encontraba el agua, era poco, y los zapatos altos me dificultaban al nadar, el chico que me empujó ni siquiera notó lo que hizo, solo siguió con su camino a los arbustos, especialmente a vomitarlos.

Pobre arbustos.

-Estas bien?. - Jordan llegó al borde de la piscina.

-Si, solo quería nadar.- dije con dificultad al hablar, por el frío y por el mareo, que causaban los tragos que me había bebido con Lesly, quien al parecer se la había tragando el baño, ya que no aparecía por ningún lado. - ya sabes. - casi temblando del frío, llegué hasta la orilla, acordándome por completo, lo imbecil y descerebrada que había sido, al momento de no utilizar brasier, ya me imaginaba todo el escenario, con mi blusa blanca, pegada en mi cuerpo, translúcida, dejando ver de más.

Mis nervios aparecieron junto con la vergüenza de salir de la piscina.

Muchas veces andaba sin brasier, porque las camisas que me ponía no mostraban nada indiscreto.

Regresé nadando hasta llegar al borde.

-Pensé que ibas a salir.

Las palabras de Jordan me devolvieron a la realidad, oculté mis nervios.

-Pensaste mal.

-Bueno, deberías salir, porque hace mucho frío y podrías pescar un resfriado. - ocultar mis nervios no sirvió de nada, ya que Jordan sonreía cínicamente, sospechando. - tus hermanos se morirían si te mueres, y me quedaré sin amigos, así que por tu bien, el de tus hermanos y yo, deberías salir.

Me acerqué mas al borde y le hice señas a Jordan, para que se acercara más a mi, como si fuera a confesarle un secreto.

-No voy salir de aquí. - susurre, decidida, olvidando el frío. - así que puedes retirarte  en paz.

Mire en dirección de mis hermanos, que seguían bebiendo y charlando muy a gusto, con sus abrigos puestos, solo iba a esperar que apareciera Lesly, o podía pedirle a mis hermanos un abrigo.

-Vamos, sabemos porque no vas a salir. - miré muy nerviosa a Jordan.- la camisa que llevas es blanca, dejame decirte que no fue una buena idea de tu parte meterte en el agua, menos salir, al menos que quieras ser la atención de todas esas personas.

Le parecía graciosa la situación que estaba pasando, me prohibí pedirle ayuda,  muy decidida a gritarle a mis hermanos, para que se acercaran a ayudarme, pero los idiotas no me oyeron, con lo alto que seguía la música.

Idiotas ni para ayudarme sirven.

-Deja de reírte, no me parece gracioso. - le di una mirada de odio y enojo, estresada con la situación.

-Esta bien, te voy ayudar, con una condición.

-Nunca te pedí ayuda.

-No seas caprichosa y acepta mi ayuda.

-Cuál es la condición?.

Jordan parecía más feliz con mi pregunta, pero había maldad en sus ojos.

-Puedes ver al chico que está allá. - señaló cerca de la puerta que daba a la casa. - el qué está con la chica de zapatos rojos.

Asentí.

-En cuanto salgas, vas y te metes en la conversación.

Jordan comenzó a reírse, lo que de verdad no me parecía nada gracioso.

-No, no voy hacer tal cosa. - parecían pareja y no quería meterme en problemas, peor con desconocidos.

Se levantó, dispuesto a irse.

-Entonces te quedaras allí, hasta que tu amiga venga por ti.

Se estaba marchando, riéndose, quería salir de la piscina y darle con mis zapatos en la cabeza.

-Pues mi amiga, vendrá en cualquier momento, no necesito tu ayuda.

-Pues. - dijo repitiendo en mi tono. - hace rato la vi, con un chico, parecían muy ocupada.

Entonces entendí, Lesly no iba a ningún baño, iba a buscar a algún chico, dejándome sola y en la desgracia.

Jordan creía que acababa de hacer haque mate, ni siquiera recordaba en que momento se volvió en una competencia para ver quién se rendía ante quien.

Decidida, agarré todos esos nervios y vergüenza, para convertirlo en valentía y confianza.

Nadé hasta llegar a las pequeñas escaleras, de la piscina, sintiendo encima los ojos de Jordan, seguro estaría pensando que no me atrevería, algo que si iba a hacer.

Tenía un plan, y en mi plan salía todo bien, lástima que no fue así.

Salí de la piscina, sintiéndome sexi y casi perra inalcanzable, pero el frío me cortó a raz la valentía.

Me tragué todo el frío, para voltear y sonreírle a Jordan, mostrándole el dedo ofensivo.

Murmuró algo, pero la distancia en la que estábamos no me permitía escucharlo bien.

Caminé para entrar a la casa y robar cualquier prenda que me cubriera, pero el mismo chico que me empujó, el mismo que vomitó los arbustos, se acercaba a mi, riendo estúpidamente.

Por razones como estas odiaba salir a fiestas, siempre habían ebrios, siempre tenías que encontrarte con un ebrio malintencionado.

-Uy! Hermosa, vamos a una habitación y te hago el favor.

Estaba con ganas de bofetearlo hasta que se estrellara con el suelo, pero, estaba ebrio y no tenía ganas de levantar mi mano, solo para bofetearlo.

-Voy hacer como que no te escuché, pero si vuelves a dirigirme la palabra no dudaré en golpearte con mis propias manos.

Pero entonces, este chico ebrio, grosero y atrevido, levantó su mano, dispuesto a agarrar mis senos, pero, esto no fue posible, porque lo empujaron, alejandolo de mi.

El ebrio se levantó del suelo, cabreado, agarró una botella del suelo y la rompió contra la pared, quebrando la botella, quedándose con el pico, dispuesto a lastimar a cualquiera que se le cruce.

Y sí, ahí fue que empezó la típica pelea del borracho contra el mundo.
Claro que nadie se iría sin recibir un merecido.

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