𝚉𝚊𝚗𝚊𝚑𝚘𝚛𝚒𝚊

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-Zanahoria, que haces aquí?. - preguntó una vez más, Artur, mi hermano.

-Deja de llamarme así. - cancelé la cuenta, dispuesta a irme, no necesitaba ser interrogada por mis dos hermanos.

Dios, apenas habían pasado varias horas en el campus, y mis hermanos ya me encontraron, era mucho pedir, una hora más?

-A dónde vas?. - ven, son controladores.

Abrí la puerta, haciendo que rechine, el sol me pegó inmediatamente, haciendo que mis mejillas se tornaran rosas, porque lo sabía? Porque normalmente mis mejillas eran como un símbolo de mi humor, siempre que me enojaba se ponían rojas, un rojo intenso, cuando tenia mucho calor, se ponían rosas, y cuando estaba nerviosa estaban un color mas bajo que el rojo.

-En serio, llevas una blusa pequeña de tiras, Abril, no es para que andes provocativa. - apenas escuché las palabras de Artur, pues parecía que Ariel ni existía, se encontraba muy callado ante el show que iba montando Artur.

-Ya para con tu bronca. - dije casi llegando a la cólera.

Artur se junto con Ariel, hablando en secreto, luego se volvío a mi.

-Hay cosas que queremos saber, vamos. - aferró sus manos en mis brazos, para después meterme en su Jeep de color turquesa.

-Me duele mucho la cabeza, podrían dejar esta conversación para otro día.

Ambos negaron.

Ariel iba atrás, conmigo, Artur se encontraba al frente, de copiloto, el asiento del conductor se encontraba vacío.
Acaso mis hermanos ya están locos? Tienen chóferes imaginarios?.

La puerta de la jeep, se abrió de improvisto,  llamando mi atención, había olvidado al chico que venía con mis hermanos.
El me miró a través del espejo, algo que se puso incómodo y antes de desviar la mirada, sonrió amargamente, sarcástico.

El camino hacia la fraternidad de mis hermanos, fue en total silencio, evitaba la miradas de mis hermanos, ellos me traían en contra de mi voluntad, y esque ni teniendo 20 años, me dejaban ser feliz.

Todos bajamos, al instante en que paró la jeep, este no era un edificio, tampoco era una casa, era una mansión, por decir poco, en que momento mis hermanos se volvieron en unos chicos adinerados?

-Se están prostituyendo? No es algo malo, claro que no pero... Papá lo sabe?

-Trabajamos, Abril. - fueron las únicas palabras por parte de Ariel, el estaba más callado, antes era igual de divertido que Artur.

-El trabajo te tiene así de amargado?. - dije riendo y chocando las manos con Artur, que  también reía.

Los cuatro, entramos a la enorme casa, encontrándome con dos chicos, que iban de salida.

-Nueva conquista, Artur. - dijo el moreno.

-Idiota es mi hermana. - dijo Artur molesto.

Ambos salieron, antes de escuchar varios insultos de Artur.

Me hicieron sentar en una silla, para interrogarme.

-Cambiaron de carrera, ahora estudian para ser detectives?. - me mofé de ellos.

-Zanahoria, cuando dejaras de decir bobadas?. - preguntó con seriedad.

-El día, en que ustedes sean hermosos.

Ambos se hicieron los ofendidos.

-Me conozco esa, eh, tratas de evadir nuestras preguntas. - que rápidos. - lo sé, porque también lo hago con las chicas después de pasar con ellas, una noche.

-Ah! Podrías dejar de hablar sobre eso, no quiero esos detalles.

Ariel se perdió y volvió con un vaso con jugo, lo dejó en la mesa.

-Para que te refresques un poco, tus mejillas están muy rosadas. - se sentó en el gran mueble de color negro.

-Que haces aquí?. - Artur preguntó una vez más.

-Los extrañaba, acaso, no puedo extrañarlos?. - me hice la ofendida.

-No somos tan tontos, amabas estar lejos de nosotros, por eso te fuiste a Rusia. - declaró Artur.

Bueno, no encontraba fallas en su lógica.

-Pasaron dos años, obvio que los eché de menos. -dije bebiendo el jugo, de hecho, estaba rico.

Los dos me observaban, buscando alguna mentira en mi rostro. Fallaron.

-Bueno, supongo que dices la verdad. - Artur se dio por vencido. - al menos podrías cubrirte, ya sabemos que te desarrollaste.

Subio por unas inmensas escaleras de madera, minutos después volvió a bajar, con una camisa negra.

-Usala. - la tiro en mis piernas.

-No. - me levanté, tenía que irme, mire la hora en mi celular, eran las seis. - tengo que irme.

-Usala, Abril, deja de ser necia.

-Y tú, deja de ser un puto controlador. - la mala palabra se me escapó de la boca, no estaba acostumbrada a decirlas pero, mis hermanos me sacaban de mis cabales.

-Que dijiste?. - se hizo el sordo.

-Puto.

Me miró mal, podria jurar que me había ojeado.

-Repite lo que dijiste.

-Puto, Puto, Puto.

Al instante, me di cuenta de que fue un error, un gran error.

-Llamaré a papá, para que sepa que te saliste de la universidad de Moscú.-marcaba el teléfono. - lo lamentarás.

-Él me trajo, así que, no hay nada que lamentar.

Pasé a su lado, para irme.

-A dónde vas?.

-Tengo una cita con mi consejero, también vas a llamar a papá? Tienes 25 años, madura.

-Tú eres la que tiene que madurar.

-Y porque?. - yo casi y era una Santa, porque virgen ya lo era.

Traumas personales causados por mis hermanos.

-Mientes, iras a ver a tu novio?. - empezaba a estresarme y ver estrellas de indignación, por esa suposición.

-No tengo novio, iré con el consejero, entiéndelo.

-No te creo. - Artur respondió, ceñudo.

-Esta bien, no me creas.

Miró a Ariel, por ayuda, pero a este no le importó.

-Recuerdas cuando le decías a Abril que si un niño la besaba quedaría embarazada?. - Artur asintió. - y que un día llegó llorando porque un niño le robó un beso?

-Que tiene que ver eso, con lo que estábamos discutiendo?. - pregunté  con recelo.

Recordaba ese viejo recuerdo, tenía 8 años, cuando me habían dicho, que si un niño me besaba quedaría embarazada, después de unas semanas de evadir a todos los niños de la escuela por temor a quedar embarazada, un niño me robó un beso, cuando llegué a mi casa comencé a llorar, mis hermanos me preguntaron y les conté porque lloraba, ellos me retaron y me dieron una charla de como tendría que ser una buena mamá, lo que me hacía llorar más, luego se fueron y me dejaron sola con mi arrepentimiento, no fue hasta que papá llegó del trabajo y me contó que eso era una cruel broma de mis hermanos.

-Pues no tiene que ver en nada, solo lo recordé. - Ariel empezó a reír a carcajadas.

-Pues no me causa gracia, era pequeña y les creía todo. - dije con resentimiento. - pero recuerdan cuando en su shampoo puse químicos, y se les cayó el cabello por completo. - comencé a reír, recordando. - ninguna chica quería salir con ustedes.

Mis dos hermanos se callaron de inmediato. Justo en el ego de macho.

-Entonces te llevará, Jordan. - Artur cortó el silencio, el chico que conducía el jeep, bajó por las escaleras, con el cabello húmedo, estaba recién bañado. En que momento, hizo todo eso?

Ambos se miraron, discutían  telepaticamente, hasta que los interrumpió  la llamada entrante de mi celular, que se encontraba en la mesa.

Iba a contestar hasta que Ariel, abrió la llamada.

-Hola, con quien hablo?...Si, de parte de quien?... De quien?... No está equivocado... Adiós.

-Quién era?. - preguntó Artur.

-No lo sé, un tipo que buscaba a una tal Aprik. - se levantó y se dispuso a subir las escaleras. - dije que estaba equivocado, era la línea de otro país, la gente cada vez está más loca.

Asentí.

-Siempre pasa, ahora si, tengo que irme. - Recogí mi celular de la mesa.

-Jordan te llevará. - Volvió a decir Artur.

Ven? Controlador.

-No, puedo ir sola. - recalque.

-Si y puedes perderte. - dijo Ariel, que seguía en la escalera.

-Estuve en otro país, sola, por dos años, me perdí? Claro que no, entonces, significa que ambos pueden irse al demonio.

Salí de la fraternidad, en donde vivían seguramente seis chicos, como mucho.

Intenté hacer unas llamadas al consejero, iba tarde.

18:39 pm.

Consejero: Abril, el documento de tu intercambio no ha llegado, sin él no podrás recibir clases.

Marqué el número de mi consejera en Rusia, suplicando que me conteste.

Llamada abierta.

-Апреля? Что тебе нужно? Какие-нибудь проблемы с обменом?.-preguntó alarmada si me había ocurrido algo malo.

-Есть проблемы с документом, без него я не могу брать уроки. Не могли бы вы мне помочь?. - le dije angustiada, que tenía problemas con el documento, si podría ayudarme.

-Конечно, детка. Позвони Вики, она отправит ее по указанному адресу. - me respondió que si podría ayudarme, esta vez aliviada.

Le agradecí y me despedí.

Marque el número de Viki, ella fue mi segunda consejera, solo hablaba inglés, y antes de empezar mi segundo semestre, se fue, por problemas familiares. Ahora trabajaba en línea.

Después de unos segundos, la llamada se abrió.

Llamada abierta.

-Hi viki, I need your help, urgent. - La saludé, y fui directa al grano, que necesitaba su ayuda. Literal.

-Who did you kill?. - a quién mataste, fue su respuesta junto a sus risas, a través del teléfono.

-No one yet. - Le seguí el juego, riendo. - I called my counselor, because the university exchange document hasn't arrived, without him I won't be able to take classes. - rogué mentalmente que pudiera ayudarme.

-Oh! Querida, lo huberas mencionado desde el principio, tranquilo que mañana toro estará en orden. - me sorprendí por el cambio de idioma, ella solo hablaba ingles.

-Wow! Tu español apesta. - solté una carcajada de alegría y alivio.

-Muchas por nara. - volvió a decir.

-Si, voy a cortar, I love you very much and thank you. - dije cuanto la quería y agradecí, sin su ayuda, tenía que volver a Moscú y arreglar ese problema por mi misma, suerte que tenía a dos hermosas consejeras.

Fin de la llamada.

Ahora aliviada, de que mis problemas estaban resueltos - casi todos- podía disfrutar de la vista, el atardecer era magnífico, en Rusia lo único que hacías a estas horas, era cargarse del frío.


Escuche la puerta cerrarse, atrás de mi, no voltee.

-Zanahoria, vaya que sí, haz estudiado mucho. - Artur dijo sorprendido.

Iba a decirle que dejara de llamarme así, ya no soy pequeña, pero sus brazos se enredaron en mi cuerpo, abrazándome fuertemente.

-Te extrañé mucho. - dijo con ternura en su voz. - pero aún así, ponte la camisa.

-No dejaras que me vaya sin esa horrible camisa?. - negó, soltandome. - es la camisa o es ir con Jordan.

Mire la camisa, seguro me quedaría como bata de dormir.
Mire al chico, seguro tenía la misma edad que mis hermanos, era alto, delgado, su cabello húmedo era negro, sus ojos también, su nariz era perfilada, tanto como la mía, sus cejas eran abundantes y gruesas, sus pestañas eran largas y rizadas, muchas chicas envidiarian el hecho de que sea chico y que sus pestañas eran hermosas, su boca era pequeña y rosada, su piel clara, y ahí estaba, era amargado, nadie es perfecto, como veo.

Me preguntaba si era igual de tonto que mis hermanos o era así de inexpresivo.

Hice una lista de pros y contras que tenía la camisa, y otra sobre el chico.

Si iba con la camisa, la gente creería que estaba loca, dañaría mi reputación de una chica normal.

Si iba con el chico, me libraba de pagar el taxi, de ir con la camisa y de dañar mi reputación..

Trataba de ver, cual era la opción que quería mi hermano, entonces escogería la otra.

La decisión fue echada.

Artur me miraba con curiosidad.

-Bien, iré con la camisa. - me la quitaría en cuanto subiera al taxi.

Iba a tomar la camisa, pero, Artur no me dejó.

-Como sea, iras con Jordan, te dejará en tú edificio. Abril con cuidado, no quiero que la gente hable mal de ti.

-O de ti si pueden hablar mal.-dije enojada, con su autoridad.

-Yo soy mayor. - por cinco años. - entonces como tú hermano mayor decido por tu bien, iras con Jordan.

Y fue en el momento que decidí.

Yo era grande. Tenía 20 y decidía por mi.

Corrí para alejarme de ellos, y en la esquina agarre un taxi, mientras mi hermano me seguía, juro que casi me agarra, pero fui mas rápida y subí al taxi, dejándolo atrás, rojo y enojado.

-ABRIL, EN SERIO ESTOY ENOJADO. - gritó, pero le saqué el dedo ofensivo por la ventana.

𑁍𑁍𑁍

Sweetie hasta aquí llegaron los capítulos de hoy, espero te hayan gustado y un "pobrecita" para la pobre de Bdil que tiene hermanos muy controladores. En fin, nos vemos la semana que sigue.

𑁍𑁍𑁍

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