𝐨𝟏𝟐. preparados para todo

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❝ got everyone watchin' us, so, baby, let's keep it secret. a little bit scandalous but, baby, don't let them see it ❞



























































❝ nat ya se lo había dicho, debían estar preparados para todo lo que fuera necesario hacer, aunque llegaran hasta aquel extremo... ❞

•─────•✦ EL TIEMPO COMENZABA A PASAR Y, AUNQUE ASÍ lo hiciera, Natalia y Pedri aún sentían que todo transcurría con extrema lentitud y que nunca se librarían de aquel contrato que los estaba atando al otro. Ni siquiera se había lanzado la campaña de Adidas aún. Elías quería más fotografías, más producción, más inversión de dinero, más gente, más productos y más promoción.

Y cuando hablamos de promoción nos estamos refiriendo obviamente a su noviazgo falso.

Herrera había agarrado cierta fascinación con la idea de hacer fingir a ambas celebridades. Estaba tan eufórico y emocionado que nada vez que los veía juntos comenzaba a gritar de alegría. Lo que se estaba logrando gracia a su idea era mucho, y se sentía orgulloso de, lo que podía llamar, su propia creación.

Estaba loco.

Esa misma fascinación ya lo estaba haciendo llegar a los extremos. Quería que los ya apodados como Nedri se vieran en todos los lugares posibles. La asistencia de Dietz al Montjuic había sido el boom más grande hasta la fecha.

Pero él quería más.

Ese día, fue el mismo Elías el que les hizo una reservación en un restaurante para que fueran a cenar juntos. Incluso, se encargó de pasarle la noticia a distintos reporteros que no dudarían en esconderse en algún lugar para captar el momento de la pareja. Por esa misma razón, ambos estaban más tensos que nunca y tendrían que ser capaces de controlar todas sus acciones o algo saldría mal y todos lo verían.

Por miedo a eso mismo casi no habían hablado. Estaban nerviosos y a la vez atentos de la gente que podía captarlos en fotografías. Comieron su cena en silencio lanzándose furtivas miradas de vez en cuando, hasta que el canario dijo:

—¿No crees que deberíamos hablar?

Dietz levantó la mirada de su plato y le echó una mirada al lugar antes de responder:

—¿Sabes hablar sin mover los labios?

El canario se sorprendió y tartamudeó sus primeras palabras.

—No, pero creo que da igual. Tenemos que hacer que esto sea lo más normal posible.

Suspiró y se rascó la nuca—Sí, tienes razón. Pero que Elías nos haya rodeado discretamente por reporteros se siente como un tipo de acoso.

—Yo diría que lo es —ladeó la cabeza—. Pero pienso que si actuamos con normalidad esto será rápido.

—Pedri, mi normalidad es querer acabarte a insultos chilenos que no vas a entender.

La miró mal—Por qué no me sorprende.

—Bien —gruñó y dejó sus cubiertos lado. Una vez hecho, le miró con una sonrisa—. ¿De qué quieres hablar, mi amor?

Éste aguantó las ganas de reírse y sólo negó con la cabeza—Tengo una pregunta, de hecho.

—Dispara.

—El día en que nos conocimos...

—Ugh —gruñó—, fatídico día.

—En efecto —chasqueó la lengua—. Pero el día que nos conocimos dijiste que ibas a celebrar algo...¿Qué era?

Ella frunció el ceño por unos segundo tratando de recordar—Oh...Era por el contrato con Adidas y el nuevo papel que había conseguido en una película.

—Oh —asintió entendiendo—. Tiene sentido.

—Aunque después de haber terminado prácticamente atada a ti en contra de mi voluntad no sé si haya sido algo digno de celebrar.

Rió—Debatible.

—¿Y tú? —bebió agua de su vaso—. También dijiste que celebrabas algo ¿Qué era?

Pedri agachó la mirada unos segundos haciendo una mueca.

—¿Qué era? —insistió.

Soltó un largo suspiro—Mi cumpleaños.

A Natalia se le cayó la mandíbula al suelo.

El canario dejó que su expresión de sorpresa se desarrollara mientras él comía algún bocados de su plato con completa tranquilidad. Dietz estaba más que pasmada y por un segundo se sintió un tanto abatida por el remordimiento.

Aquello no se lo había esperado.

—¿Qué? —recuperó la voz—. ¿Tu...? ¿Tu cumpleaños? ¿Es en serio?

Asintió sin mirarla, sólo comía—Vaya manera de pasarlo ¿No?

La chica tartamudeó y de verdad le costó pensar en algo para decir—No tenía idea.

Incluso, por un segundo pensó en pedirle perdón. Fue inconsiente.

—Obvio que no tendrías idea —le recriminó finalmente mirándola—. Estabas demasiado ocupada reclamando, gritando y haciéndole problemas a la gente.

Se cancelaba la misión. Ya no quería pedirle perdón.

Lo miró mal—Claro, como si tú no hubieras hecho lo mismo. Quién te manda a no saber hacer una reservación.

—¿Quién te manda a ti? —rebatió—. Tú fuiste la que arruinó mi noche.

Rió con sarcasmo—Por favor español, nosotras llegamos primero. Si tan sólo hubieras llegado un par de segundos más tarde no hubiéramos tenido ese problema y no tendríamos que estar en ese caos.

—Créeme, ahora desearía que fuera así—gruñó—. Venga hostia, y yo que por un segundo pensé que obtendría una disculpa.

Ahora ella rió—¿De la misma manera en que yo esperaba obtener la mía? No te pases para la punta.

—Dios —se tomó el rostro tratando de no verse tan estresado para las fotos—. Eres tan...

—¿Tan qué? ¿Eh? —se inclinó un poco en la mesa—. Dímelo a la cara.

Éste alzó su mirada hacia ella y dudó.

—¿Soy tan qué?

Firme, intransigente, segura de sí misma, de carácter fuerte, empoderada, perseverante, rebelde...

Pero no podía decirle eso.

—Enervante —dijo al final.

—Wow —se llevó una mano al pecho fingiendo que ahí le dolía—. No tenías porqué ser tan duro. Lastimas mis sentimientos. No me podré recuperar de esto.

—¿Por qué no cooperas un poco? ¿Eh?—ella alzó una ceja—. De verdad que yo intento poder mantener la paz pero tienes algo que...Algo que...

¿Me descoloca? ¿Me confunde? ¿Me remueve de mi lugar?

Nop, tampoco podía decirle eso.

—Algo que complica todas las cosas —finalizó.

—¿Lo intentas? ¿En serio? —soltó una risa nasal—. Las únicas veces que nos hemos llevado bien ha sido cuando hemos tenido que fingir que nos llevamos bien. Nada más. Así que no vengas a restregarme en la cara que eres la víctima y yo una villana.

Soltó una risa nasal—Y si aún no lo hiciera el perfil de villana ya lo tienes.

Ella apretó sus puños debajo de la mesa conteniéndose para no estrellarlos sobre esta. ¿Aquello le había molestado? Efectivamente, pero no podía dejar que alguien la fotografiara en ese estado.

Lo apuntó—Llámame de todas las formas que quieras. De cariño a mi amor y de enervante a porfiada. Pero jamás digas o pienses que soy la mala aquí. Ni de esta historia, ni de ninguna otra.

Si había algo que ella odiaba era exactamente eso. Que la tildaran como la mala de la historia y la persona encargada de acarrear con toda la culpa. Había tenido suficiente de eso durante toda su vida. Lo había hecho su madre, lo había hecho su ex...Y cuantos traumas le habían generado con el paso de los años.

Era suficiente.

Al percatarse de que su —según él— inofensivo comentario la había afectado más de lo que pensaba, González se removió un poco en su lugar y nadie dijo nada durante un instante que pareció ser una eternidad.

—No lo he querido decir a la mala —expresó el futbolista tratando de esquivar darle una disculpa.

—Sí, ajá —chasqueó la lengua—. ¿Sabes algo? Yo creo que es mejor terminar esta cena aquí, poner nuestra mejor sonrisa y largarnos.

—Pero Elías...

—Elías me importa unas tremendas hectáreas de pico —comenzó a tomar sus cosas—. Ya tiene las fotos que quería. Supongo que es suficiente para alimentar y calmar su ego por al menos un día.

Suspiró—Bien. También necesito salir de aquí.

Ambos se pusieron de pie como si hubieran estado reteniendo las ganas de querer hacerlo de hace bastante rato. Pagaron, trataron de no prestarle atención a algunas personas que les tomaban fotos y salieron del lugar.

Obviamente lo hicieron tomados de la mano.

Maldita sea. El hecho de estar enojados con el otro y aún así tener que entrelazar sus manos para caminar los estaba volviendo locos.

A la salida efectivamente se toparon con algunos fotógrafos. Algunos estaban en evidencia pero otros estaban escondidos y ellos habían sido capaces de notarlos. Sonrieron, y trataron de dar su mejor imagen pública posible.

Ambos esperaron en la acerca y en la entrada del restaurante que el valet llegara con el vehículo de Pedri para finalmente largarse de ahí y finalizar una muy incómoda cena.

No obstante, vieron algo.

A lo lejos, la rubia pudo ver dos figuras que se le hacían bastante conocidas. Entrecerró los ojos para enfocar mejor y, cuando su mente confirmó sus sospecha, dejó salir un suspiro de asombro.

—Ay no —jaló al chico de la mano—. Pedri.

—¿Qué pasa ahora? —dijo sin ganas.

—¿Ves lo mismo que yo veo?

Ante la interrogante, el canario giró su cabeza en la misma dirección en que la rubia mantenía la suya. Confundido por sus palabras, trató de buscar algo que fuera inusual y que calzara con la preocupante voz de la actriz.

Sus ojos examinaron toda la calle, hasta que dieron en una esquina.

Abrió los ojos como platos.

—Ay no —se giró más—. Esos son...Gavi...

—Y Fabiana —completó ella.

Efectivamente lo eran.

Ambos respectivos mejores amigos de la pareja venían caminando por la misma calle del restaurante, aunque sin percatarse de ellos ya que no era su objetivo. Los dos se veían bastante contentos juntos, pero a la vez trataban de cubrirse el rostro o el cuerpo para que nadie los viera.

La situación del español y la mexicana era compleja y ligeramente graciosa, ya que era como la de ellos...Pero al revés. Ambos chicos se gustaban, era muy evidente. Pero por algunos temas familiares y entre otros, ellos no podían estar juntos. Así que, lo que habían empezado a hacer era fingir que se odiaban en público y luego verse a escondidas.

Insisto, era cómico compararlo con sus amigos. Gavi y Fabiana se tenían que  odiar en público y quererse en lo secreto, mientras que Pedri y Natalia tenían que fingir que se querían en lo público, mientras que se odiaban a todo dar mientras nadie veía.

Cosas de la vida.

El punto complejo de aquella situación actual era que la actriz y el futbolista sabían por qué estaban rodeados en ese momento: Fotógrafos. Los reporteros que Elías había contratado para cubrirlos a ellos seguían ahí y, si veían a la otra pareja, no desaprovecharían la oportunidad de captarlos y sería un caos para ellos.

—Estás pensando lo mismo que yo ¿No? —la rubia rompió el silencio siendo absorbida por la escena que veía.

Asintió en el mismo estado—Sí...Los reporteros.

Ambos se preocuparon extremadamente por sus amigos, sabiendo que su situación era bastante delicada y que, si alguien los veía, realmente tendrían serios problemas.

—¿Qué crees que deberíamos hacer? ¿Ir a avisarles? —dijo Pedri.

—No, no podemos —negó ella—. Tenemos a los fotógrafos pegados a nuestras espaldas. Si vamos nos seguirán y los verán.

—¿Y si los llamamos?

—Les va a sonar el celular. Conozco a Fabi, siempre lo tiene a todo volumen —rebatió.

—¿Y si les gritamos? —siguió buscando un plan.

Ella se volteó a verlo con una mala cara y una ceja alzada—¿En serio, futbolista? ¿Tú piensas acaso? —éste puso los ojos en blanco—. No somos animales. No vamos a gritarles de esquina a esquina. Va a ser más notorio. ¿O esperas que nadie voltee cuando grites: ¡Gavi, Fabiana, cuidado! así todo eufórico?

—Ya no tengo ideas ¿Vale? —su mirada volvió a ellos—. Y estoy preocupado por ellos.

—Yo también lo estoy —alegó en un tono que cada vez sonaba más desesperado—. Si los ven van a estar cagados.

—Lo sé.

Justo en ese instante algunos fotógrafos comenzaron a moverse. No específicamente en la dirección de los más jóvenes, pero sí en una que podía terminar descubriéndolos. Estaban como en el medio de ambas parejas. Obviamente enfocados en cualquier cosa que Dietz y González hicieran, pero si veían a los otros dos acercándose la atención se les iría encima.

No lo podían permitir.

—Ay no, ay no, ay no —la mujer comenzó a desesperarse y dio cortos saltos en su lugar—. Mira, los pueden descubrir.

—Lo sé —ambos no dejaban de moverse en su lugar, estresados—. Les voy a gritar.

—¡No seas weon! —le recriminó en un susurro poniéndose en frente de él—. Vas a armar un escándalo.

—¿Entonces qué hacemos? —alegó en el mismo tono.

—¡No sé!

—¡Pero tenemos que hacer algo!

—¡Lo sé!

Entonces a Natalia se le ocurrió una idea.

Era una muy mala idea. Realmente era pésima. Probablemente de las peores ideas que habían cruzado por su mente para poder salvar su pellejo. Pero era lo único que se le había ocurrido, que tenía bastante sentido y posibilidades de funcionar.

Era loco, era tonto.

—Nat, ¿Qué vamos a hacer?

Ella no quería hacerlo.

—¡Ya se están acercando!

Y probablemente se iba a arrepentir.

—¿¡Nat!?

Pero sí podía funcionar...

—¿¡Nat!?

—Escúchame —lo tomó por los hombros y lo sacudió—. Tengo una idea.

—Bien, sea lo que sea hay que hacerlo ya —el futbolista dio rienda suelta a su verborrea verbal y no dejó de hablar mientras la rubia trataba de calmarlo y explicarle.

—Lo sé, pero escucha...

—Están muy cerca, los van a descubrir...

—Pedri, cálmate. Sólo haz lo que te...

—...Tendrán muchos problemas si los descubren ¡Muchos!

—Pedri, esto va a funcionar —lo volvió a sacudir—. Pero recuerda que antes de empezar esto te dije que una regla de la actuación es estar listo para hacer lo que sea.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—Lo que sea...

—Natalia no te entiendo —se desesperó.

—Todo esto es parte del contrato, quiero dejarlo claro.

—¿¡Qué cosa!?

—¿¡Quisieras quedarte quieto!?

—¿¡Por qué!?

—Perdón.

Entonces Natalia lo besó.

Todo pasó demasiado rápido.

La chilena —en un acto desesperado por ayudar a sus amigos— tomó rápidamente al canario de las mejillas y lo atrajo hacia ella para estampar sus labios contra los suyos. El futbolista se vio extremadamente sorprendido y su cara de terror al inicio lo delató en sobremanera. De todas las cosas que había esperado de un plan de la rubia, esa no había estado incluida.

El contacto fue corto y ellos se separaron de inmediato. No obstante, sus rostros estaban a tan sólo milímetros de volver a tocarse. El corazón les latía a mil por hora y era un golpeteo tan fuerte que quizás el otro lo podía oír. Se quedaron así por unos segundos cortos que en realidad para ellos pasaron como una eternidad. Sus ojos conectados, llenos de temor y de sorpresa por lo que recientemente habia sucedido.

Se besaron.

Se odiaban.

Pero se habían besado.

Pedri no se dio cuenta en qué momento sus manos se habían ido a la cintura de la chilena y ésta aún mantenía sus manos en el rostro del chico. Sus miradas aterrorizadas comenzaron a minimizarse poco a poco y se transformaron en unas que estaban perdidas. Perdidas en los ojos del otro y poco a poco bajaron para perderse en la forma de los labios de quien tenían en frente.

No sabían qué era lo que se había apoderado de ellos en ese momento, pero había sido algo que los había dejado en extasis, anonadados y con la pérdida total de todo su autocontrol y su percepción del mundo real. Ya no había nada más a su alrededor, sólo lo que estaban mirando.

Pero al final sucumbieron.

Se volvieron a besar.

En sincronía se acercaron al otro para volver a acariciar sus labios. El segundo beso tuvo más forma y fue mucho mejor que el anterior. Ahora ellos estaban completamente concentrados en lo que estaban haciendo y escudriñaron las camisuras del otro al detalle. Un vaivén con un ritmo perfecto. Un ritmo que jamás pensaron que los iba a cautivar de esa manera.

A lo lejos se oyeron los flashes de las cámaras que evidentemente estaban captando su momento. Al oír aquello, Gavi y Fabiana se percataron de la presencia de los reporteros y lograron huir de ahí al momento exacto antes de ser descubiertos.

Había funcionado.

Al menos eso.

El dulce sabor de los labios de la chica bañados en un bálsamo labial que olía y sabía a cereza estaba siendo una tortura para Pedri. Ya no sabía como alejarse. No sabía cómo apartarla de sí sin que él mismo lo hiciera.

Natalia tampoco sabía qué hacer, no sabía en qué momento parar o si ya estaba siendo suficiente. Se había bloqueado. Ella era actriz, besaba a muchas personas sólo por trabajo y pensó que podía repetir la acción con el canario sólo para un bien mayor.

Pero, de una forma muy extraña, su plan no salió como esperaba.

Cuando finalmente fueron capaces de separarse, se quedaron recuperando la respiración perdida y sus narices a penas se rozaban. Estaban demasiado cerca de la otra. Estaban a tan sólo milímetros del otro.

¿Qué habían hecho?

¿Qué mierda habían hecho? Por el amor de Dios.

Habían comenzado a desatar una catástrofe.

—Mas te vale que eso haya servido —susurró el hombre sobre su boca en un tono de voz rígido.

Disimuladamente —y casi a penas moviendo su cabeza— ella se giró para ver a la calle y si veía a sus amigos. Al no verlos se sintió aliviada.

—Sí sirvió —dijo en el mismo tono.

¿Qué habían hecho?

¿Eran consientes realmente de lo que acababan de iniciar?

La respuesta: No lo estaban.

No lo estaban.

—Sí sirvió...















































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ORGANIZACIÓN CAMPAÑA ADIDAS
elías herrera, babe 🙄💘 y tú

tienes 6 nuevos mensajes!

elías herrera

HIJOS DE LA GRAN PUTA

LOS AMO CARAJO, LOS AMO

YO NO LES PEDÍ ESO PERO FUE LO MEJOR QUE NOS PUDO PASAR

UN BESOOOOOOO, TODOS LOS FOTÓGRAFOS LO CAPTARON

VAMOS A HACERNOS MILLONARIOS

MI LLO NA RIOS



































































































































HOLA NEDRI LOVERS, LLEGO EL MOMENTO ESPERADO POR LA FANATICADA. cómo están???? cómo nos sentimos???

les juro, llevo meses esperando para subir este capitulo y por fin ESTA ARRIBA Y VOY A COLAPSAR

qué les pareció? siento que hubieron muchas emociones causadas acá. qué opinan de la aparición de fabiana y gavi? pero ya, y de lo principal? DEL BESO? DEL HECHO DE QUE TENEMOS EL PRIMER BESO NEDRI DE LA FIC?? DIOS MIO??? AYUDA??? LOS LEO

es verdad lo que decía al final amistades. de aquí...no hay vuelta atrás

btw, si quieren saber el rollo entre fabiana y gavi, vayan directo al perfil de garfieldreams a buscar su historia the story of us !!! está conectada con esta y las cositas que se trae maru están BUE NI SI MAS

45 votos para actualización ✨

sé que se los he dicho hasta el cansancio, pero gracias por apoyar mi fic fav del momento. significa mucho para mi 🥺

yyyyy bueno, de acá en adelante las cosas se van a poner más intensas...

NOS VEMOS!

SEE YOU SOON

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