Harry metió sus notas para Runas Antiguas en su mochila, luego su libro de texto. Él sonrió para sí mismo. Esta iba a ser una clase muy interesante. La profesora Bathsheba Babbling era una mujer mayor con mechones blancos en el pelo rojo. Llevaba gafas para leer que colgaban de una cadena de plata alrededor de su cuello, y se las ponía en la nariz cada vez que consultaba sus notas, o quería mirar a alguien. A Harry también le gustó que la clase no estuviera llena, solo diez estudiantes.

Bajó corriendo las escaleras hacia el vestíbulo de entrada y se encontró con algunos otros estudiantes que salían del castillo para ir al aula al aire libre del profesor Hagrid. Conoció a Draco, que estaba mirando su cruel "El Monstruoso Libro De Los Monstruos".

—¡Este libro debería ser prohibido! —Agarró Draco cuando su libro se lanzó hacía él.

—Sí—Dijo Harry—El mío me persiguió por toda mi habitación y casi me quitó los dedos—.

Draco miró boquiabierto a Harry—¿Cuándo? —.

—Justo después de mi cumpleaños. Quería ver mis nuevos libros. Las cosas son una amenaza sangrienta, dijo mi papá—Harry sacó su libro mientras bajaban la colina—Hermione me dijo que si acaricias el lomo, domarás el libro—.

Draco sonrió con ironía al mencionar a Hermione—No la veré hasta Pociones. Tuve Historia de la Magia esta mañana con Ron roncando detrás de mí todo el tiempo—.

—¿Realmente durmió? —Preguntó Harry incrédulo.

—La mayoría de la clase lo hizo—Respondió Draco—Creo que Binns debe haberse aburrido hasta la muerte y simplemente no dejó de dar conferencias—.

—¿Fue buena su conferencia? —Preguntó Harry cuando finalmente vio al resto de su clase.

Draco sacudió la cabeza—Puedo transferir y leer los libros de historia de mi padre en su lugar—.

—Bueno, puedo responder por Runas Antiguas—Dijo entusiasmado Harry—Son realmente interesantes y no tenía idea de que se usan como base para hechizos predictivos y para crear hechizos—.

Los ojos de Draco se abrieron—¿Vas a...? —.

—¡Hola clase! —Hagrid entró pesadamente en el claro. Le sonrió a Harry pero le dio a Draco una mirada reservada. Draco suspiró. Se estaba cansando de todo este prejuicio contra su Casa.

—¡AUGHH! —Neville gritó cuando su libro lo atacó con fuerza. Él cayó al suelo. Todos miraron, pero Harry y Draco se lanzaron a ayudarlo. Ambos sacaron el libro enojado del niño, y Draco se sentó sobre él para someterlo. Harry ayudó a Neville a levantarse y lo revisó.

—¿Estás bien, Neville? —Preguntó Harry

—Sí, sí. Solo agitado. Gracias, Harry. Tú también, Malfoy—Neville miró su libro que gruñía y gruñía debajo de Draco.

—Longbottom—Se quejó Draco—¡Te agradecería si lograras que tu libro se calmara! —.

—¡No sé cómo! —Protestó Neville.

—Es fácil, Nev... uhm... Sr. Longbottom—Intervino Hagrid—Solo acaricia el lomo y es tuyo—.

Neville se arrodilló junto a Draco, le tendió la mano y lo arrebató bruscamente cuando el libro intento morderlo—¡Eres un mago, Longbottom! —Draco soltó bruscamente.

—¡Estoy intentando, Malfoy! —Neville extendió su mano nuevamente, y luego acarició muy rápidamente el lomo de su libro de texto. Ronroneó. Draco rodó, agarró su libro caído y, con su mano libre, golpeó la suciedad de su túnica y sus pantalones.

Harry golpeó la tierra y la paja en la túnica de Neville—Esta es la parte de la magia que odio—Gruñó Harry en voz baja.

—Diez puntos para Gryffindor por ayudar a un amigo—Anunció Hagrid.

—Gracias, Harry—Sonrió Neville. Harry asintió hacia Hagrid pero luego miró a su amigo, Draco.

—Creo que obtendrás puntos... Potter—Murmuró Draco.

Harry se volvió bruscamente—¿Profesor Hagrid, señor? —.

—¿Sí, Harry? —.

—Draco también ayudó a Neville. ¿Qué pasa con los puntos para él? —Preguntó, pero había un tono duro en su voz.

Hagrid miró al Slytherin al lado que miraba a Hagrid beligerantemente—Erm... sí... uhm cinco puntos para Slytherin, señor Malfoy—.

Draco puso los ojos en blanco y la boca de Harry cayó—¿Por qué solo cinco puntos, Hagrid? —Demando.

Hagrid entrecerró los ojos al indignado mago—¡Ahora, Harry! Ya le di puntos a Slytherin y eso fue dicho y hecho. El profesor Snape tendrá mi cabeza si te doy una detención—Hagrid aplaudió. Se rio nerviosamente—Bueno, parece que Nev tiene su libro de texto bajo control, ¡así que vengan aquí! ¡Vengan, ahora! —.

Harry tocó la mano de Draco y susurró—¡Eso no está bien! —.

—Así ha sido durante siglos, Harry—Suspiró Draco—A nadie más que a un Slytherin le gusta otro Slytherin—Se apartó de Harry y siguió al resto de la clase.

Los labios de Harry se adelgazaron molestos. Había esperado que con el profesor Dumbledore retirado, Voldy absolutamente muerto, y el profesor Snape habiéndole adoptado, que este trato injusto hacia Slytherin había terminado. Obviamente no lo hizo. Con un resoplido se unió al resto de la clase.

La clase de Cuidado de criaturas mágicas se dirigió a un potrero en el que había un árbol bajo abrazado por una criatura casi invisible contra las hojas que lo rodeaban. Era verde pero su pelaje brillaba según el color de las hojas y ramas a su alrededor. La criatura tenía la forma de un mono y era casi tan pequeña como un mono muggle Rhesus. Los ojos eran más grandes, más como un perezoso, y eran de un chocolate profundo. Lo más extraño fue lo que parecía ser una mancha en su frente que actualmente era de un color más claro que su pelaje.

—¿Qué es? —Preguntó Harry mientras miraba a la criatura que estiraba un brazo y acercaba sus dedos hacia el niño.

—Esto, clase, es un Clabbert. Generalmente amable, pero muerden y tienen un veneno que causará alucinaciones por el tiempo suficiente para que se escapen. Ahora miren ese parche en la frente. Es una señal de advertencia que se pondrá roja si está preocupado por ti. Ven aquí, Harry—Hagrid le hizo un gesto a Harry que dudó y luego se adelantó—Entra y ve hacia él Harry—.

Harry abrió la puerta del potrero y entró. Miró al mono... er... Clabbert. Lentamente, sus ojos marrones parpadearon y giró la cabeza hacia un lado, como para estudiar al joven mago.

—Hola—Dijo Harry tentativamente—Soy Harry—Dio unos pasos más cerca y luego se detuvo. El Clabbert arrancó una hoja de la rama que lo rodeaba y la masticó. Harry lo tomó como una señal de confianza y se acercó. El animal volvió a estirar el brazo, pero en lugar de aferrarse, los dedos se extendieron hacia afuera. Harry estiró su propio brazo y luego le dio a la pequeña criatura su dedo índice. El Clabbert lo agarró. Harry sonrió y el Clabbert le chilló.

—¡Muy bien, Harry! ¡Diez puntos para Gryffindor! —Para disgusto de Hagrid, Harry lo miró con el ceño fruncido, luego salió del potrero y se dirigió a la parte trasera de la clase.

Harry se sentó a la mesa de Gryffindor en el Gran Comedor con Draco, Ron y Hermione. Tenía un codo sobre la mesa y tenía la barbilla caída en la mano. Estaba frunciendo el ceño y realmente no estaba prestando atención a su almuerzo.

—¿Harry? ¡Harry! —Hermione rompió su silencio—¿Qué te molesta, Harry? —.

—Cinco puntos—Se quejó.

La frente de Hermione se arrugó—¿Qué? —.

Levantó la barbilla de la mano y retiró el codo de la mesa. Él fulminó con la mirada a Hermione—Cinco puntos. El libro de texto de la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas de Neville lo atacó. Draco y yo ayudamos a sacar el libro de él antes de que pudiera sacarle un trozo. Draco se sentó en ese estúpido libro mientras gruñía y chasqueaba. Ambos ayudamos a Neville, y obtuve diez puntos, pero Hagrid no le dio ninguno a Draco, ni siquiera le dio las gracias. Cuando lo mencioné, Hagrid le dio solo cinco puntos—.

Neville dijo—Hagrid también te amenazó con detención, Harry—.

El puño de Harry golpeó la superficie de la mesa—No es justo, ¡y realmente me enoja que Draco, Neville y todos no solo lo acepten, sino que lo esperan! —.

—Así es como es, Harry—Dijo Ron—Además, no es un gran problema—.

Draco no dijo nada pero miró a Ron.

—Ron—Se burló Harry—Está mal. Hay gente mala en todas las Casas al igual que gente buena. ¿Todavía crees que Draco es malo porque es un Slytherin? —.

—Eso no es justo, Harry—Gruñó Ron—El padre de Draco era un Mortífago, así que eso lo hace doblemente malvado—.

—¡Oye! —Gritó Draco—¡Mi padre pagó por sus errores y ahora es respetado por la sociedad! ¡No te atrevas a decir que es malo o que lo soy solo porque soy su hijo! —.

—¡Mi papá era un Mortífago, idiota! —Espetó Harry.

—¡Tu padre... tu verdadero padre... fue asesinado por Quién-No-Debe-Ser-Nombrado! ¡Y tu madre también! —Ron golpeó su puño sobre la mesa y casi golpeó su cuchara. Hizo una mueca a Draco y señaló—¡Tu tía loca casi mató a Harry el año pasado! —.

Los ojos verdes de Harry parpadearon con ira. Se puso de pie y se inclinó sobre la mesa para mirar a Ron—¡Mi papá es Severus Snape! ¡No es una persona terrible! ¡Pero tú lo eres! Eres juicioso y... y...—.

Hermione ayudó—...prejuicioso—.

Harry hizo una pausa. Luego continuó su diatriba—¡Sí, prejuicioso! Mi papá murió por mí porque se preocupa... ¡y se preocupa por cada uno de sus Slytherins, incluidos los niños cuyos padres eran Mortífagos! Incluso se preocupa por tu estúpida piel...—Harry se apartó de la mesa, arrojó su tenedor (antes de meterlo en Ron) y salió del Gran Comedor.

Hermione miró a Harry con tristeza, y luego se volvió hacia Ron con toda su justa ira—Necesitas tener un poco de sentido común y compasión, Ron—.

Ron golpeó sus manos sobre la mesa con frustración—Él es el que toma todo esto fuera de proporción, ¡Mione! ¡Merlín! Fueron cinco malditos puntos... ¡a nadie le importa! —.

—¡A Harry sí! —Hermione gruñó de vuelta—Y no son solo unos pocos puntos perdidos, Ron. Tenías que ir e insultar a los Slytherins, al Sr. Malfoy, a Draco, e incluso a la persona que ama solo porque piensas que... todos los Slytherins son malvados—Hermione se levantó de la mesa y tiró la servilleta—No solo tienes prejuicios, Ron. Eres rígido en el pensamiento que tienes, lo cual no es mucho, y eres irreflexivo—Luego salió corriendo del Gran Comedor detrás de Harry.

—Eres un maldito idiota, comadreja—Gruñó Draco mientras salía del Gran Comedor.

Traductor: The Snarry's Archivist

Nota del autor: El Clabbert es de Animales Fantásticos Y Dónde Encontrarlos por JK Rowling.