* = coloca la canción de multimedia

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Jennie disfrutaba  de la buena música que había hasta que una chica de cabellos negros se le acercó. Pidió una bebida y luego le habló.

—Hola, soy Lisa, la anfitriona. ¿Estás disfrutando la fiesta? Te veo algo aburrida.—

—¿Qué? Ah, no, no. Solo estoy esperando a mis amigas. Soy Jennie.—

—Bueno, es un gusto, Jennie.—

Ambas chicas comenzaron a charlar con confianza, como si se conocieran de toda la vida. Lisa le contó unas cuantas cosas de ella. Jennie descubrió que iban al mismo instituto, incluso a la misma iglesia. Pensó que Lisa podría ser una amiga más, nunca había tenido a una persona a lado con la que tuviera tantas cosas en común.
Su familia la aceptaría, y mucho, pues también pertenece a una familia religiosa.

—Y es por eso que me dejaron hacer la fiesta.—

—Wow, feliz cumpleaños, entonces.—

*—Gracias. Oh, esa canción me gusta, vamos a bailar.—

—Espera, ¿T-tú y yo?—

—¿Prefieres eso o que un chico te esté manoseando? Vamos.—

Lisa le tomó la mano y la guió hasta la pista de baile. Ya ahí, colocó ambas manos de Jennie en su cintura, mientras sus propias fueron a parar a los hombros de la más alta. La canción era lenta, esto hizo que Lisa fuera moviendo su cuerpo lentamente, guiando a la vez a Jennie, quien estaba muy nerviosa.

Era la primera vez que la sacaban a bailar, y el que fuera una chica la hizo sentir... En su zona de confort. No podía imaginar lo incómoda que se hubiera puesto si JungKook estuviera en en lugar de Lisa. Bueno, además él tendría sus manos en su cintura.

No, no podía ni quería imaginarlo.

De repente, era como si solo fueran ella y Lisa. No había nada más que eso. Cuando tomó el ritmo de la canción, sus movimientos se hicieron más ágiles, tomando con más seguridad la fina cintura de Lisa, mientras miraba aquellos bellos y brillantes orbes color chocolate.

Lisa era realmente linda. Una fina cara en forma de corazón, un maquillaje natural, ojos brillantes y grandes, una nariz bien perfilada, flequillo que la hacía ver adorable. Y bellos labios medianos, cubiertos en un labial rojo. Era muy muy hermosa.
Además de su físico, era una persona muy guasona, era muy carismática, muy alegre y muy risueña. Aunque apenas la conocía, Sentía que era una compañera desde toda su vida. Conectaron tan bien que ella misma se asustó.

De repente, casi cuando la canción estaba a punto de acabar, Lisa ajustó su agarre y tomó con más fuerza los hombros de Jennie, pero sin lastimarla, haciendo que la misma se acerque un poco más a su rostro. Lisa acercó un poco más su rostro a la de los ojos gatunos, cerrando sus ojos en el acto.
Jennie no hizo nada para detenerla, simplemente se dejó llevar. No pensó ni por un segundo en las retrógradas creencias de su familia. Sólo eran ella y Lisa.
Cerró sus ojos al ver las intensiones de Lisa, rompiendo el sufrimiento de ambas al por fin juntar sus labios en un beso cálido, sin intensiones apasionadas por detrás.

Las castaña misma fue quien tomó entre una de su mano la mejilla de Lalisa mientras la otra la mantenía en sus cintura, haciendo que el beso fuera más profundo. La pelinegra enrolló sus brazos entre el cuello de Jennie mientras acariciaba con su mano el cabello contrario. Todo era tan íntimo, algo tan personal entre ellas dos. Nadie las veía, todos estaban en su propio mundo, como ellas.

 Lalisa comenzó a mover sus labios a un ritmo lento, mientras seguía acariciando los castaños cabellos de Jennie.

Esto no está bien. Esto no está bien. Esto no está bien. Esto no está bien. Esto no está bien. 

Se repetía una y otra vez Jennie en su cabeza. No estaba bien, dos chicas no podían besarse... Eso era lo que decían sus padres a su hermano y a ella; pero le gustaba, era raro, pero le gustaba. No era la misma sensación de cuando besaba a su novio, con él siempre lo sentía como una obligación, pero con Lisa... Con Lisa no. Sus bellos labios rojos tenían un dulce sabor a cereza, un sabor que le encantaba.

Espero que a JungKook no le importe.

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—¡Vamos, Jennie! No pudo ser tan malo.—

—No es eso, Rosé. Pero hace unas horas pensé que era 100% heterosexual. ¿Qué van a decir mis padres? ¡Me voy a ir al infierno!—

Jennie estaba tan asustada y confundida a la vez. No era su intención, de verdad, sólo que los bellos ojos de Lisa eran tan irresistibles que... ¡Ah! Simplemente no pudo controlarse.
No quería ir al infierno, pero de verdad se sintió tan bien, no pudo evitarlo.

—Descansa un poco, JenJen. Ser lesbiana, o ser bisexual no tiene nada de malo. Nos vemos mañana. —

Jennie asintió mientras caminaba de manera sigilosa hacia su casa. Sus padres ya habían llegado de la reunión con el cura y seguramente estaban dormidos, al igual que TaeHyung. O eso creyó.

—¿Qué haces llegando a la casa a las 4 de la mañana? ¿No sabes qué a las 8 tenemos instituto?—

La regañó al Jennie cerrar la puerta. Su mellizo/ hermano gemelo mayor por 15 segundos estaba parado en la entrada, en pijama, esperando una explicación.

—¿Qué haces despierto tú, TaeHyung?—

—Bajé por agua, pero no me cambies el tema. ¿A dónde fuiste?—

—¿Podemos hablar en la habitación?.—

Ambos mellizos se dirigieron a su habitación. Una linda recámara en donde tenían una litera de madera, un escritorio, un gran ventanal, Videojuegos y una computadora.
Tal vez el área más hogareño de la casa. Jennie se sentía segura entre esas cuatro paredes. Su hermano siempre la apoyaba, no dudaba en que está ocasión sería igual.

—¿Qué sucede, Jen- —

—Besé a una chica... Y me gustó.—

TaeHyung se quedó perplejo ante tal rápida confesión. ¿Jennie había besado a una chica? ¿Era una buena oportunidad para decirle que él había besado a su novio? No, por supuesto que no. Estaban hablando de ella, no de él mismo.

—¿Qué?—

—Lalisa. Así se llama. La Besé, la Besé, no puedo creer lo que hice... Pero-pero es algo inocente ¿Cierto? Fue solo curiosidad...—

—Jennie.—

—Se sintió muy mal... No, se sintió muy bien, pero está mal. No quiero ir al infierno, TaeHyung. No significa que esté enamorada ¿verdad? Es algo que a todos nos pasa ¿No?... ¡¿No?! Fue sólo para probar.—

—Jennie.—

—No puedo creer lo que hice, pero era hermosa, digo, sus ojos eran los más bellos que he visto en la vida... Me gustó, me gustó el beso. Sus labios rojos eran tan- No, No, Jennie relájate. JungKook no puede enterarse. ¿Qué pensarán todos de mí? ¡Y Lisa va en nuestro mismo instituto! Perdí mi discreción. Pero tenía curiosidad, ¿O no?—

—¡Jennie! Basta. No tiene nada de malo besar a alguien de tu mismo género. Papá y mamá siempre lo dicen porque son de otras épocas. ¡Estamos en el siglo 21! No puedes pensar en que te irás al infierno por besar a alguien de tu mismo género. Es como pensar que el sexo es malo Antes del matrimonio. ¿A cuántas personas has conocido con ese pensamiento, Y por qué a nadie? Además... Hay algo que quiero decirte, pero será después. Debes aclarar tus pensamientos, Nini. ¿Qué fue lo que te gustó? ¿El beso? ¿Lisa? ¿El que Lisa te haya besado? ¿O la sensación de besar a otra mujer?—

Al dar semejante sermón, TaeHyung subió a su cama por las escaleras de la litera y precedió a quedarse dormido de nuevo. Jennie quedó bastante confundida ante tales palabras. ¿Qué fue lo que en realidad gustó? Lisa, esa era la respuesta. Era simplemente hermosa, tan simpática. Su simple sonrisa hacía que el cielo se le abriera a Jennie.

Pero estaba mal... ¿O no?

Se quedó pensando unos minutos más antes de echarse una siesta para antes de ir al instituto.
Tenía una respuesta, pero no podía simplemente decirlo. Necesitaba ayuda moral.

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—No puedes estar hablando en serio...—

—Hablo totalmente en serio. Lalisa Jeon es hermana de JungKook Jeon.—

Ahora sí estaba más que asustada. ¿Qué le diría ahora a JungKook? ¿Cómo le daría la cara? ¿Qué pensaría Lisa? Estaba en grandes problemas en ese justo momento.

—Debes decirle, Jennie.—

—¿Y qué se supone que le diga? "Hola, JungKook, eh ayer Besé a tu hermana, espero no te moleste" No, Jihyo. Ahora estoy metida en muchos problemas. Si no hubiera ido a esa estúpida fiesta nada hubiera pasado...—

Jennie de verdad estaba preocupada. La hermana de su novio, su cuñada. Había besado a su cuñada. Le gustaba más su cuñada que su propio novio.
Esto no era bueno, nada bueno.

—Necesito apoyo, Jihyo. Tengo miedo de lo que me digan mis padres, tengo miedo de lo que me diga JungKook, tengo tanto miedo de lo que pueda pensar la sociedad. ¿Y si Lisa se enoja conmigo? Tengo mucho miedo.—

—Tus padres no pueden decirte nada, Jennie. Ellos deben entender que la orientación sexual es algo que no se puede elegir. Si realmente leyeran la biblia sabrían que Dios les ama tal y como son, y quiero que eso se te quede en la mente, Jennie. Respecto a lo de JungKook, la verdad no creo que te diga nada, él también besó a tu hermano, es como si hubieras saldado cuentas.—

—¡¿Qué?!—

—Y no creo que Lisa se enoje contigo. Digo, ¿Por qué lo haría? Sólo sean ustedes mismas, sin ocultarse nada. Sean felices.—

—¿En serio JungKook besó a TaeHyung?—

—Yo y mi gran bocota...—

—¿Por qué no me lo dijiste antes?—

—Cállate.—

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La moneda por fin le había caído a Jennie. Después de pensar seriamente las cosas, se dio cuenta de que Jihyo tenía razón. Dios le amaba tal y como era, y lo único que quería es que fuera feliz. Nadie en ningún momento dijo que no podía ser feliz con ella.

Era feliz con Lisa, y eso lo había descubierto tras los días que pasaron después de aquella fiesta, aquel beso y aquella mini plática sobre el tema con Jihyo.

También habló con TaeHyung y descubrió que su mellizo sentía una atracción por su novio que lo hizo actuar así, pero Jennie no se enojó, al contrario, sabía que JungKook aún sería su amigo, y que cuidaría bien de TaeHyung. Por eso ellos habían terminado en buenas condiciones, ahora sólo eran amigos, sólo enfriaron su relación amorosa.

Su amor era Lisa, sólo ella. Nadie más. Y era más que feliz con ella.

Por eso decidió hablar lo directamente por fin con sus padres.
El sonido de las cucharas chocando con los platos era lo único que podía oírse, más el sonido de sus respiraciones.

—¿Alguna novedad hoy, TaeHyung, Jennie?—

TaeHyung miró con duda a su melliza mientras seguía comiendo la sopa que su madre le había servido.

—Besé a una chica...—

—¡¿Qué fue lo qué dijiste?!—

—Besé a una chica, y me gustó...

Besé a Lalisa Jeon.

A mi novio no le importo y ahora está con mi hermano.

Me gusta una chica.

Besé a una chica, y me gustó.

Fin.