Filosofía para principiantes de Rius: escribió al inicio de la página. Tipo de ensayo: Ensayo argumentativo. Extensión: 472 palabras. Tema: Libro de Rius «Filosofía para principiantes»

—¿Cómo alguien puede lucir tan sexy en pijama y con lentes?—exclamó la peli roja haciendo la laptop del chico a un lado y acercándose a Min, quien se hallaba recostado sobre la cabecera de su cama.

El peli negro supo al instante que es lo que la chica buscaba, eso lo hizo alejarse y removerse un poco incómodo, sin embargo, ella con un ágil movimiento se colocó encima de él, acorralándolo al instante. Sus uñas pintadas de blanco, recorrieron los antebrazos desnudos del pálido chico, hasta llegar a sus hombros, al tener la piel tan blanca como la leche, aquella playera color negro resaltaba demasiado en el, más en la parte de las mangas, pues le apretaban un poco, dejando sus brazos bien trabajados a la vista.
Luego, su mano derecha se posó sobre su mejilla, se acercó depositando un suave y corto beso sobre sus labios, haciendo que el peli negro soltara un suspiró de satisfacción ante tal caricia. Segundos después, Margo se separó de él mordiendo su labio inferior, quitándole los lentes al contrario, mientras ambos se miraban fijamente.

—¿Tienes condón?—le susurró la chica con diversión.

Él sonrió negando con la cabeza, y sus manos recorrieron el curvo cuerpo de la joven hasta posarlas en su cadera, y cuando ella se encontraba lo suficientemente exaltada por tal toque, Yoongi la cargo y la quito de encima con delicadeza.

No tenía tanto tiempo desde que Jamie lo había pasado a dejar a su casa, encontrándose con la sorpresa de que su novia Margo ya lo esperaba en su cuarto. Lo último que hubiese querido en ese momento, era lidiar con su relación, ya muchas cosas lo habían dejado pensando esa tarde.

—Mis padres están en casa—le dijo.

—No haré ruido, lo prometo—mencionó con rapidez acercándose nuevamente, y siendo rechazada por segunda ocasión.

—Margo, hoy no...lo siento.

—Te repugnó ¿No es así?—soltó abruptamente levantándose de la cama.

—¿Qué dices?

—Dices que estas dispuesto, pero cuando estamos a punto de, sueltas un mísero pretexto, que no estás listo, que están tus padres, que debes entrenar, que debes estudiar, ¡Estoy cansada! Tengo necesidades Yoongi. Acaso...¿No te gusto lo suficientemente como para hacerlo?

—Ey, tú...me gustas—le respondió, pero el decir aquello le resultó demasiado complicado—Tú...eres hermosa, no tienes nada que ver, soy yo.

—Olvídalo, no puedo verte más por el día de hoy, me voy a casa—finalizó tomando sus cosas con prontitud, y salió de la habitación azotando la puerta—Te veré mañana en clases—se escuchó su voz lejana.

Cuando Margo y Min comenzaron a salir, un plan lo hizo con ellos. Eran adolescentes hormonales y aquel pacto les pareció demasiado emocionante, peligroso y divertido.

"Perder la virginidad cuando el primer baile de preparatoria se llevará a cabo".

Sin embargo, cuando el baile llegó y ambos se encontraban en el acto, el padre de Margo los sorprendió y literalmente sacó a Yoongi a patadas aún desnudo por la ventana. Así que se pospuso. Cuando lo intentaron por segunda ocasión, Yoongi hizo una identificación falsa para pedir una habitación de hotel, pero fue descubierto, terminaron hablándole a sus padres. La tercera (la cual, según ellos era la vencida) olvidaron comprar condones.

Aún así, y haciendo memoria, Min nunca estuvo cien por ciento seguro de querer hacerlo con ella. Y conforme el tiempo pasaba, esa inseguridad crecía, afectándole no sólo a el, sino, a su relación en sí.

—¡Wow! Zack y Molly terminaron—exclamó la peli rosa recargada sobre el respaldo de su silla, mientras miraba Instagram.

—¿Cómo que terminaron?—le cuestionó a su lado, mientras realizaba variedad de garabatos en la última hoja de su cuaderno.

No había podido hablar con Margo para nada, pues ella descaradamente había ignorado sus mensajes, llamadas, y cuando él intentaba acercarse, simplemente le lanzaba una asesina mirada mientras se alejaba.

¿Qué pasó con el "Te veo mañana en clases"?.

—Es más que obvio Yoon, esos dos eran la pareja más cariñosa que hasta daban diabetes, siempre subían fotos juntos, yendo a la cafetería, a los bolos, a comer, al supermercado, mientras paseaban a su feo pug y está mañana, Molly borro absolutamente todas de su perfil—explicó mostrándole la pantalla del teléfono—Por eso jamás debes subir fotos con tu pareja.

—¿Qué tiene de malo subir fotos? Si yo estuviese completamente enamorado, me encantaría que el mundo lo supiese.

—Jamás has subido fotos con Margo—le dijo mirándole completamente confundida—De hecho, jamás has subido una foto, no tienes publicaciones. ¿Y aún así te atreves a poner tu cuenta privada?

—¡Lo siento! ¿No sabía que poner una cuenta privada era un delito?

—Lo es cuando no has publicado nada.

—Eso es porque ella odia las fotos, irónico viniendo de una chica bastante popular y bella, pero así son las cosas.

—Vaya mierda—susurró regresando su mirada al celular—Yo no, porque ¿Para que? Un día estás presumiendo y a los cinco días te encuentras borrando las fotos, anunciándole al mundo que tu lamentable, nefasta, funesta, ciaga, triste e infeliz relación llegó a su fin.

—¿Qué?

—Así que—exclamó la chica botando su celular sobre el pupitre, volteándose hacia él para tomarle de la mano—Moraleja de la historia: Ama en silencio, y no pasarás ridículo en público.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo al sentir tal tacto. El cuál desapareció cuando Jamie deshizo tal agarre.

—Jamie, ¿Puedo preguntarte algo un poco personal?—solto de una buena vez, antes de arrepentirse.

—Si digo que no, de todas maneras preguntarás, así que, te escucho—contesto brindándole toda su atención.

—¿Has tenido sexo con alguien?

—¡¿Qué?! —espeto atragantándose con su propia saliva. Definitivamente esperaba cualquier cosa, todo menos eso.

—Tranquila, sólo es una pregunta.

—Bu-Bueno. Si. Muchas veces en realidad—susurró sin pudor alguno—¿Qué me dices tú?

El chico se mantuvo en silencio.

—No, aún eres Virgen. Se nota a kilómetros de distancia—espetó en respuesta la peli rosa.

—Olvídalo, no debí preguntar, ¿Por qué estamos teniendo una conversación así?

—¿Porque?—exclamó sin hacer caso omiso a lo de "olvídalo"—Digo, tu novia y tú se conocen hace años, y ustedes no....

—Promete que no te burlarás de mi—le interrumpió.

—Bien, lo prometo.

—Cuando Margo y yo tratamos de hacerlo, el, no, no sé—aquel señaló con la mirada hacia abajo haciendo que Jamie mirara de igual manera "ahí abajo"

—¿No se...?—divagó entrecerrando los ojos.

—Ya sabes, el no sé...

—¿Hablas de que no se te para?—respondió soltando descaradamente una carcajada.

—¡Dijiste que no te burlarías de mi!

—Lo siento, Yoongi—respondió fingiendo limpiar una lágrima—Es que, tratas todo esto como un tema tabú.

—Como sea.

—Ey, anímate—le animo palmeando su hombro—Tal vez, tú pequeño amiguito aún no está listo. O no quiere a Margo.

—Sabía que no debía decirte nada—respondió levantándose indignado del lugar para irse.

—¡Vamos, Min! ¡Debes admitir que fue divertido!—le grito tomando sus cosas para alcanzarle, metiéndose un dulce de regaliz entre los dientes—No te enojes y no me dejes en detención sola—habló la peli rosa pasando su mano por encima de sus hombros.

—Acabas de reírte de mi, en mi cara. ¿Qué esperabas?—se quejó el chico haciendo reír otra vez a la peli rosa.

—Eres como un señor en el cuerpo de un adolescente, necesitas aprender a-

—¡Jamie!—escucharon una tercera voz, haciendo que automáticamente ambos levantaran la mirada encontrándose con Zack—En el estacionamiento, te veo en cinco—fue lo único que mencionó antes de perderse nuevamente en el pasillo.

La peli rosa automáticamente se separó de Yoongi para seguir al chico con chamarra de cuero que portaba encima del uniforme. Sin embargo, Min no lo pensó dos veces y la sujetó de la muñeca para impedir que diera un paso más. Jamie sólo lo observó confundida, esperando una respuesta.

—No vayas con él, quédate aquí, conmigo—le pidió él de pelo negro.

—Min...—susurró, pero el contrario tomó aquel dulce entre sus labios, acción que terminó silenciándola por completo.

—Él...sólo te hace daño.

Una media sonrisa se dibujó en el rostro de la joven con cabello rosado.

—Lo siento—le susurró mirándole a los ojos, y pudo ver la incredulidad y decepción reflejada en ellos, haciendo que su pecho se contrajera—Debo ir.

«No, no debes» quizo decirle, pero la voz no le salió en ese momento por lo desconcertado que estaba.

Así que, simplemente la soltó.

Y sin más, ella caminó hasta donde Zack, perdiéndose del campo de visión de Yoongi. Dejándolo ahí, a la mitad del pasillo, confundido, con un nudo formándose en su pecho, una bomba a punto de detonar y la desilusión a flor de piel. Porque Park Jamie había elegido al chico que rompía su corazón, antes que a él.