Epílogo

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—En serio, no sé qué haré sin ti, So. Te extrañaré demasiado —Suni me abrazó con fuerza.

—No seas dramática, Suni. Un mes pasa en un abrir y cerrar de ojos —reí ligeramente.

Necesitaba unas muy merecidas vacaciones. Últimamente trabajaba demasiado en mi empresa, algunas veces solo dormía un par de horas y eso me estaba matando. Debía organizar mejor el funcionamiento del sitio, contratar más personal o hacer algo pronto.

Realmente quería que Suni viniera conmigo, pero su trabajo se lo impedía. La próxima vez ambas debíamos sacar vacaciones al mismo tiempo e ir a donde sea que queramos.

—Lo siento. Pasaré llamándote y espero que me envíes muchísimas fotografías, quiero estar informada. Después de todo, disfruta mucho del viaje —volvió a abrazarme.

—Gracias, lo haré. Deberías marcharte, no puedes llegar tarde al trabajo.

—Sí puedo hacerlo, aunque probablemente me gane un sermón —suspiró pesadamente, aunque no se inmutó en moverse.

—Suni, nada me pasará —me burlé de ella. Era más sobreprotectora que mi madre.

—Está bien, está bien. ¡Qué amiga tan malagradecida!

—No es eso. Soy consciente de todo el trabajo que tienes encima.

—No dudes en llamarme si algo pasa, ¿sí? —tomó mis manos entre las suyas y las movía ligeramente de arriba hacia abajo.

—Lo haré —sonreí, así lograría tranquilizarla.

—Hasta luego —finalmente, se encaminó a su destino.

Agité mi mano en señal de despedida, acción imitada por ella.

Estaba segura de que invitaría a alguna de sus otras amistades a nuestro apartamento, a ella no le gustaba estar sola, mucho menos cuando caía la noche. Nos sentíamos más seguras teniendo la una a la otra cerca.

Observé en reloj que rodeaba mi muñeca. Todavía faltaba media hora para ingresar.

Tiempo atrás habría visto todo esto como algo imposible. Nunca imaginé lograr llegar así de lejos, por eso estaba muy orgullosa de mí misma. El precio de hacerlo fue dejar el pasado atrás, salir del pesimismo e intentar curar mi corazón roto. Fue difícil; sin embargo, valió la pena.

Algunas personas pasaban con rapidez frente a mí, otras con más tranquilidad, los rostros de algunos tenían lágrimas, otros sonreían y los restantes tenían unas ojeras bastante notorias. Todo era un gran bullicio, las ruedas de las maletas eran audibles, de vez en cuando por los parlantes se anunciaban los vuelos y las personas conversaban.

Mi equipaje era relativamente pequeño comparado con las enormes y numerosas maletas de otros. Si no llevaba mucho sería más sencillo, además, la idea era traer lo que me gustara.

Saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón para hacer algo del tiempo. Revisé casi todas las aplicaciones, pero no vi ninguna novedad, así que me entretuve con un juego descargado la noche anterior, cuando tuve el presentimiento de que me aburriría muchísimo durante los vuelos y las esperas.

Volví a ver la hora. Ya faltaban diez minutos. Bloqueé mi celular y contemplé nuevamente el lugar; no obstante, mi mirada se enfocó en una persona bastante conocida.

—¡¿So Hee?! —estaba a unos ocho metros, pero a pesar de la muchedumbre, lo escuché a la perfección.

No podía ser cierto. No era muy creyente de las coincidencias, generalmente hasta me resultaban ilógicas, pero la persona que tenía frente a mí desmoronó mi creencia.

Estaba tan sonriente, que mi corazón no solamente se agitó con fuerza, también sentí mis ojos ser picados por las lágrimas.

Dejó su equipaje solo y corrió en mi dirección. Tan siquiera había procesado que lo había visto de nuevo cuando sentí sus brazos rodear con fuerza mi cintura, recostó su cabeza contra la mía y comenzó a sollozar.

Su reacción me conmovió por completo, tal vez él era muchísimo más dulce de lo que creía. Pronto las lágrimas también comenzaron a deslizarse por mis mejillas, también me aferré a él.

No me importaba si nos estaban viendo, en todo caso, esa clase de reacciones son normales en un aeropuerto, sitio en donde no solo se ven personas de todo el mundo, sino que también hay de todo tipo de emociones en sus interiores.

¿Por qué ahora? ¿Estaba soñando?

—So Hee, So Hee. Jamás imagine encontrarte justamente aquí. Los discursos que tenía planeados se borraron de mi cabeza en cuanto te vi —se rió ligeramente y acarició mi cabello.

Se alejó un poco, pero sostuvo mi rostro entre sus manos. Analizó mi expresión y cada uno de mis rasgos, luego limpió las lágrimas con sus pulgares y me abrazó nuevamente.

—Sí eres tú —suspiró aliviado.

Lo vi llorar muchas veces por tener el corazón roto. Esta ocasión era distinta, ambos llorábamos de felicididad. Además, su fragancia y abrazos seguían siendo acogedores y tranquilizantes para mí.

—Pasajeros de vuelo a España, por favor iniciar la fila en el sitio respectivo —escuché que mencionaron en el altavoz.

Tal vez ese instante también sería una despedida, dudaba que ambos tuviéramos el mismo destino, ¿cierto?

—Vamos —sonrió, mientras observaba si su equipaje continuaba donde lo dejó tirado.

—¿Vamos? ¿Sabes a dónde voy?

—¿Dije vamos? Ah, me imaginó que solamente fue intuición —rascó su cuello con nerviosismo.

—¡Kook! ¿Me reencuentro contigo y ya me está mintiendo?

—Fue Suni —me echa un vistazo cargado de timidez.

¡Con razón no quiso venir conmigo! Esa mentirosa ideó absolutamente todo.

—Además, ¿qué hay de tu novio? Cualquier chica se sentiría celosa si otra se va de viaje con su novio.

—¿Qué novia? ¿De quién hablas? Mejor vámonos —tomó su maleta y me sonrió.

—Tan tonto. Más vale que hables ahora mismo.

—¿En serio debo decirlo aquí?

—Por supuesto.

—La verdad es que me cansé de intentar engañarme a mí mismo, además, estaba siendo egoísta y también la engañaba a ella. Nunca dejé de quererte, Hee, así que decidí dejar todo atrás y comenzar a buscarte —sus mejillas estaban ligeramente rojizas, tampoco era capaz de verme a los ojos.

Cuando se sentía tímido era sumamente tierno.

—Yo no te busqué porque quería dejar todo el pasado atrás —admití.

—También quería hacerlo, pero pensé que algunas personas no se pueden dejar atrás, no aquellas que valen la pena y te hacen tan feliz

¿Era así? Él nunca me lastimó, pero yo sí lo hice, ¿eso no le importaba?

—Kook, te lastimé —quería hacerlo abrir los ojos.

—Eso tan siquiera se compara con lo que pasaste, debí ayudarte. Sé que nada de eso fue intención tuya, solo intentabas protegerme, así como yo intenté proteger a otros. Nunca he creído que seas una mala persona, en ese entonces tenías tus motivos. En fin, ya no importa, dejemos todo eso atrás; sin embargo, no me dejes a mí atrás, por favor, porque yo no lo haré contigo.

¿Cómo podía seguir siendo así de increíble?

—Definitivamente deberíamos hablar luego al respecto.

—Espera, ¿quién eres? Yo soy Jeon Jungkook, mucho gusto —sonrió.

—¿Qué haces? —fue inevitable reírme por su repentina faceta de seriedad.

—Voy de viaje a España, ¿acaso va al mismo lugar?

—Kook —insistí.

—No lo dije antes, pero está bien si me llamas de ese modo.

—¡Oye! —golpeé ligeramente su brazo.

—Tomas confianza muy rápido, ¿no crees? —levantó sus cejas —. No me veas así, solo bromeaba. Deberíamos fingir que recién nos estamos conociendo.

—¿Por qué haríamos eso?

—Así sería parte de tu presente y tal vez del futuro.

Su actitud seguía siendo la misma. Hace solo unos minutos nos volvimos a ver y ahora parece que nunca dejamos de hablarnos, él generaba un buen ambiente entre ambos.

—Viajemos a muchos lugares, no importa si me despiden después —se encogió de hombros.

—Si eso pasara, tendría que considerar contratarte en mi compañía, aunque todavía no estoy muy segura —bromeé, mientras contemplaba su radiante sonrisa.

Me tomó de la mano con vergüenza, inclusive, me observó a los ojos como para pedir permiso, pero mi silencio fue un sí para él y esa era justamente mi intención. Su mano se sentía tan familiar y cómoda, no quería apartarla.

Si eso era solo un sueño, quería aprovecharlo al máximo.

Al lado de él todo se sentía demasiado correcto, ¿qué pasaría ahora?


*****

Y bueno, ahora sí ya finalizó la historia (todavía no la saquen de la biblioteca porque tendrá tres capítulos extra). El epílogo quedó algo corto comparado con los últimos capítulos; sin embargo, ya no había mucho por agregar.

Quería subir el epílogo desde la semana anterior, pero este semestre ha sido muy difícil, además, me encontré unas gatitos abandonados que ahora son mis bebés (hasta les tengo que dar chupón). No hay fecha fija para los extra, simplemente los iré publicando en cuanto tenga tiempo.

En el final pregunté si se habían imaginado lo macabro que era Jin, ahora quiero preguntar lo siguiente: ¿Se imaginaban que Kook aparecería otra vez?

Desde hace muchísimo sí tenía planeado que se encontraran, pero sabía era necesario que el corazón de ambos sanaran y también maduraran (aunque Jungkook no mucho, jajaja). 

Varias veces me preguntaron el motivo por el cual el fic era de Tae y no Jungkook (ya lo agregué en el título), pero pienso responderlo en la sección de preguntas.

Pueden dejar más preguntas por aquí, así subiré las respuestas entre el sábado y domingo.

¿Cuál fue su personaje preferido? Siento que el de la mayoría fue Jungkook, él fue un amor de principio a fin, hasta a mí me emocionaba.

En fin, muchísimas gracias por el apoyo que me han dado, en serio lo aprecio mucho. Hasta pronto.💖

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