Capítulo 18: Sin Despedidas, Corazones Rotos

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Taehyung le había dicho a Jungkook que haría una pijamada con Jimin así que no dormirían juntos ese día, se sentía un poco solo sin el castañito pero era sola una noche así que lo intentaría soportar.

Llegadas las cuatro de la mañana, Jungkook ya se encontraba durmiendo, cuando de repente la puerta de su apartamento se abrió de golpe, sintiendo el estruendo se aterrorizó al pensar en un inicio que habían entrado a robarle o algo por el estilo, por lo que dejando el miedo de lado decidió salir de su dormitorio e ir a la sala para ver que estaba pasando. No alcanzo ni siquiera a prender ala luz cuando escucho esa voz hablarle.

—Hola Jungkook.

—¿Jin?— cuestionó sin poder creerlo acercándose al interruptor para encender la luz para poder verlo claramente— ¿Qué haces aquí?— preguntó no entendiendo lo que estaba pasando.

—Llevarme a mi cantante estrella— exclamó con una sonrisa que a Jungkook le causó escalofríos.

—¿Qué? ¿Por qué? Aún no termina mi tiempo de descanso— reclamó el pelinegro. Le parecía demasiado injusto lo que estaba haciendo Jin.

—Yo digo cuando termina y es justo ahora— espetó cruzando se de brazos.

—No puedes hacerme esto— susurró en un tono de tristeza absoluta.

—Mírame hacerlo— se encogió de hombros, abrió la puerta e hizo entrar a algunos de sus empleados ordenandoles que le hicieran las maletas a Jungkook y las llevarán al auto.

—Al menos déjame despedirme de— comenzó a decir yendo a su habitación buscando desesperado su teléfono, pero fue interrumpido por el pelimorado.

—Olvidalo, nos vamos ya mismo— exclamó tomando fuertemente la muñeca de Jungkook.

—¿Qué te pasa?— le gritó asustado cuando comenzó a sentir ardor en la zona que Jin estaba tomando con más fuerza d ella debida.

—Pasa que tienes un contrato conmigo y tienes que cumplirlo— dijo intentado tranquilizarse y soltándolo poco a poco.

—Bien, iré contigo— murmuró cabizbajo y es que no tenía más opción que obedecerle.

—Jungkook no está— exclamó Taehyung cuando llegó junto a jimin al apartamento de Yoongi.

—¿Cómo que no está?— cuestionó Yoongi haciendo pasar a su novio y el mejor amigo de este a su apartamento para sentarse y hablar tranquilamente de lo que estaba pasando.

Desde que comenzó a ser novio de Jimin había comenzado a hablar con total naturalidad, y todos estaban felices por eso.

—Cuando fuimos a verlo a su apartamento, no estaba él ni sus cosas— explicó Taehyung totalmente preocupado.

—Yo creo que se lo llevaron— musito Jimin y Yoongi asintió estando de acuerdo.

—Definitivamente lo hicieron— exclamó Yoongi enojado— tenía razón al sentir que algo extraño había con su Ceo Jin.

—¿A que te refieres amor?— cuestionó Jimin sin entender del todo a que se refería su novio.

—Sospechaba que era su culpa que las  relaciones amorosas de mi amigo no funcionarán y ahora lo puedo confirmar— admitió.

—¿Por qué?— preguntó esta vez Taehyung.

—Solo hay una opcion y es que está obsesionado con él— afirmó Yoongi.

—No quiero que me aleje de él— gimoteo el castañito.

—Y no lo hará, confía en que buscará una forma de contactarte y tampoco creas todo lo que sale en los medios— aconsejo el pelimenta.

—Confío en él, así que no creeré nada de lo que digan los demás y esperaré a que me llamé no importa cuando demore— declaró Taehyung decidido.

1 semana después...

—Suerte que Namjoon está viviendo ahora cerca de donde yo vivo— exclamó Jungkook— con la escusa de visitarlo puedo hacer videollamada contigo— le dijo a Taehyung.

Había transcurrido una semana desde que se habían llevado a Jungkook de Daegu a Seúl y por fin el pelinegro había logrado contactarse con Taehyung, después de que Jin le quitara su celular con excusas estúpidas.

—En otras palabras no te importo, gracias primito querido— exclamó indignado Namjoon a su costado, cruzándose de brazos y gimoteando falsamente.

—No, claro que sí me importas— exclamó Jungkook tratando de evitar reírse por la mala actuación de su primo— pero también quiero hablar con mi novio ¿sabes?— dijo con una pequeña sonrisa a lo que Namjoon siguió con su actuación y asintió lentamente haciendo un pequeño puchero para segundos después salir de la sala y buscar un poco de agua en la cocina.

—¿Qué piensas hacer ahora que te conté todo lo de Jin?— cuestionó el castañito.

Estuvo contándole minutos antes lo que Yoongi sospechaba y Jungkook estuve en total acuerdo con aquello, ya que después de la actitud que había demostrado Jin entendía que aquello era lo más probable.

—Tengo un contrato que no me deja hacer mucho que digamos, hay dos opciones o esperar al siguiente año que termina mi contrato con la empresa o buscar una forma de que el contrato no tenga validez— comentó Jungkook.

—Yo puedo esperar el tiempo necesario si es por ti y por ahora podemos hablarnos como estamos haciendo— dijo Tae encogiéndose de hombros. Están dispuesto a todo por el pelinegro porque su amor hacia el más fuerte que el tiempo y la distancia.

—Esperaría una eternidad si eso significa que después estaré una eternidad e incluso más que eso a tu lado— exclamó Jungkook haciendo sonrojar al de cabellos castaños, viendo segundos después a Namjoon frente a él haciendo gestos como si tuviera ganas de vomitar.

—Agh, por algo estoy solo— exclamó el peligris mientras tomaba agua sentándose al lado del pelinegro.

—Bien que se coqueteaban tú y la vecina— comentó Jungkook con la intención de fastidiar a su primo, pero arrepintiéndose después al ver que le escupió un poco del agua que había tomado.

—Hyejin es solo una buena amiga— aclaró el peligris poniendo el vaso ya vacio en la mesita frente a él mientras que Jungkook seguía secándose la camiseta y limpiándose parte de la cara en la que le había caído el agua.

—Como tu digas— dijo Jungkook poniendo los ojos en blanco.

—Hola Tae ¿Cómo van las cosas por allá?— saludo Namjoon esbozando una gran sonrisa.

—Muy bien, ando yendo trabajo con Jimin y si no, a veces de mal tercio con él y Yoongi, ya que a ninguno de los dos le gusta dejarme solo en el apartamento— les contó.

—Cuando todo esto acabe, haremos una cita doble como la de aquella vez— exclamó Jungkook emocionado al recordar uno de los tantos momentos que habían pasado juntos. Había pasado solo una semana, pero lo extraña en demasía, quería verlo abrazarlo y besarlo sin parar y definitivamente lo haría cuando todo se solucionara.

—Me parece genial— opino el castañito rebosante de alegría.

De repente Namjoon le señaló su celular que había dejado a su costado, se había alumbrado mostrando en la pantalla un mensaje del Ceo Jin, pidiéndole que fuera a la empresa porque tenía que ensayar y que además le contaría algo importante.

—Bueno amor, tengo que irme porque ya es hora de mis ensayos— le dijo a Tae haciendo un pequeño puchero, aún no quería despedirse de su novio, pero sabía que tenía que hacerlo.

—Esta bien, cuidate mucho y suerte en eso bebé— le dijo mandándole muhhos besos volados para después cortar la videollamada.

Jungkook suspiro pesadamente devolviéndole la laptop a Namjoon, para segundos después despedirse de él y salir de su casa para entrar en su auto y dirigirse lo más rápido posible a la empresa.

Cuando llegó se dio con sorpresa de que Jin lo estaba esperando en la entrada de esta misma.

—Jungkook, que bueno que llegaste— exclamó al verlo entrar llamando a la vez con un gesto a una chica que se encontraba algo cerca de él— te presento a Ryujin, colaboraras con ella en su próximo video musical— le contó y el pelinegro asintió saludándola cortésmente, teniendo un mal presentimiento al ver aquella sonrisa en Jin que le causaba escalofríos.

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